viernes, 26 de febrero de 2010

Fiesta Prohibida: El Grupo Intelectual Primero de Mayo.*

Inserto este texto de mi colega y amigo Jesús Cabel Moscoso, escrito hace muchos años. Al releer su texto Fiesta prohibida encuentro acertadas sus críticas y observaciones, desarrolló una adecuada y justa interpretación del mensaje y las propuestas que se trazó el GIPM desde su fundación. Con esta publicación, Cabel rompió con la perniciosa y pésima costumbre de algunos estudiosos de la literatura peruana, aficcionados por la omisión deliberada y del ocultamiento de la obra de autores  situados fuera del canón de sus propias propuestas estéticas.
No deja de llamar nuestra atención que este texto ya agotado, es reclamado actualmente por muchos poetas y estudiosos. Espero que Jesús escuche este clamor y se anime a reeditarlo insertando nuevos estudios sobre la actividad poética reciente.
 En 1947, tres poetas se reúnen con el interés de fundar un grupo literario: Guerra Peñaloza, Carlos Loayza y Víctor Mazzi. Viajes impostergables truncan la idea hasta 1950 en que Mazzi organiza el grupo “Tierra y Libertad”. Se encontraba por entonces en Paucartambo. Sin embargo, fue el azar el que permitió que vuelvan a encontrarse en Lima en 1956. Aquí es donde decidieron fundar el “Grupo Intelectual Primero de Mayo” (G.I.P.M.) en el local donde funcionaba el “Movimiento Social Progresista” (Jr. Chincha 243-Lima). Y no es que el GIPM haya nacido bajo los principios del M.S.P. sino que Mazzi, el principal animador del grupo trabajaba y vivía en dicho local. Por ese entonces militaba en el M.S.P: Sebastián Salazar Bondy, Manuel Jesús Orbegozo, Hugo Bravo, Hernán Velarde, Luis Alberto Ratto, Francisco Moncloa, Leopoldo Vidal Martínez y Alejandro Romualdo, éste último elegido presidente honorario cuando se fundó el G.I.P.M. Después militaría en el movimiento, José Miguel Oviedo, entre otros.
Al iniciarse el GIPM contó con catorce miembros: Víctor Mazzi Trujillo, Leoncio Bueno, José Guerra Peñaloza, Carlos Loayza Gómez, Víctor Raúl Ladera, Miguel Herrera Gallegos, Moisés León Paitán, Algemiro Peréz Contreras, Benjamin Inocente Alcántara, David Gonzaga Gálvez, Emilio Saldarriaga García, Jorge Sosa, Danilo Valladares y Eusebio Arias Vivanco . Su acta de fundación permite entrever aspectos de importancia:

 "Sin desechar las experiencias positivas de los movimientos artísticos y filosóficos de todos los tiempos, ni caer en el sectarismo, ni en los prejuicios negativos, lucharemos consecuentemente por superarnos al máximo mediante el esfuerzo colectivo, trabajando en equipo, rechazando las pretensiones individualistas, la pedantería, el autoelogio y la maledicencia, hasta construir nuestra propia fuerza, que será en todo momento fuerza de renovación y pureza, de decidido apostolado con fecundidad de mensaje y columbramiento del futuro."

A la fecha el G.I.P.M. ha lanzado su segunda declaración. En ella puede notarse casi un cambio radical frente a la primera declaración de 1956. Sus miembros en la actualidad no pasan de cuarenta, pero en todos late un espíritu de lucha ejemplar. Cabe anotar que desde 1968 ya no pertenecen al G.I.P.M.: Leoncio Bueno, Jesús Ángel García, Carlos Milla y José Gutiérrez Olaya, ya que según sus declaraciones del actual Secretario, el G.I.P.M. no tiene militancia política (se entiende como grupo) y los miembros mencionados pretenden pretendían imprimirle un sello característico . Por lo expuesto es útil revisar algunos pasajes de la segunda declaración:

“Pero creemos que lo importante es destacar, subrayar, sostener que la concepción proletaria del mundo también se hace extensiva a la poesía y a todas las cosas llamadas del espíritu. Y esta poesía proletaria, pues, no surge del aire. Es todo un proceso que va de lo inferior a lo superior, que va perfeccionando sus armas (técnicas y conceptuales) para mejor interpretar los hechos y los objetivos que más y mejor que convienen al proletariado, a esa clase que es dueña del futuro y que no es excluyente de quienes, no siendo proletarios por extracción obrera adoptan sus intereses y se identifican con su lucha en la única causa justa que en el estado actual de la sociedad, es la destrucción de ese orden que permite a unos pocos explotar a las grandes mayorías, que permite a unos pocos chupar la sangre de los muchos, que permite la cárcel, el hambre, la muerte, la ignorancia para el pueblo, y los placeres, el hartazgo, la riqueza, la educación para los zánganos.

Puedo afirmar que parte de los ocho excelentes cuadernillos publicados por el G.I.P.M. entre 1957 y 1970, el trabajo mejor organizado y el que los representa, es la antología: Poesía Proletaria del Perú (1930-1976) perteneciente a Mazzi. Esa antología habla por todos los esfuerzos de quienes han hecho del G.I.P.M. un grupo sin antecedentes en la historia de la literatura del país. Si existen algunas divergencias propiamente con el contenido y elección de los poetas, en parte se debe a la necesidad de selección y criterios del antólogo –no incluye, por ejemplo, a César Lévano y Julián Petrovick-; pero lo que sí, deja notar en general, es que la poesía proletaria principalmente trata de ajustar sus temas a los problemas que le concierne al proletariado. Así resulta ser la intérprete de una realidad que en la mayoría de los casos el poeta no la comparte pero la hace suya, la vive con intensidad, se identifica con su angustia. Muchas veces su versión, a fuerza de datos obtenidos de segunda mano, es falseada, pero siempre buscará los temas de palpitante actualidad: el hambre, la miseria, las injusticias, etc. Su eje de acción es el presente y existe el particular convencimiento en el tipo de lector al que se dirigen. Están seguros que cuentan con un auditorio heterogéneo pero totalmente de acuerdo con lo que tratan. En todo caso, la poesía proletaria está limitada por quienes la comparten. Si existen ocasiones en que la individualidad vence al hecho de fondo que trata, estas le restan fuerza y energía a temas de mayor horizonte, insistiendo en impactar, convocar sentimientos más o menos de interés público desde la única alternativa ideológica: el proletariado. Sin ser explícitamente una poesía política, es en suma, una poesía destinada a reflejar el sudor y la esperanza del mismo.
Víctor Mazzi Trujillo (Apata, Jauja, 1925) insurge en la década del 50, pero su obra significativa alcanza el nivel de sus postulados que esgrimen desde los manifiestos del G.I.P.M., logrando excelente tono corrosivo lindante a la ironía y el sarcasmo, en este último lustro. Gran parte de lo que hemos indicado se encuentra en sus libros: A lengua Viva (1975), Poemas del albañil (1976) y Memorial de un tiempo a otro (1978). En este último, pese a su brevedad, descubrimos poemas de un fervor admirables por las causas de las mayorías. Dice:
Si no hubiera señales
las inventaría
para decir lo que es
un pueblo
la vida, el mundo.
Cogería el sonido
de una hoja en el otoño
de unos tiestos crepitantes
o de un pájaro pequeño.
Quizás dibujaría
signos de un árbol
o en una piedra
para hablar de los míos.
Así diría
¡Estoy presente!
y soy testimonio de un tiempo
con el cuchillo entre los dientes.

(“Señales”, p. 6)

Precisamente a la antología de Mazzi que refleja en todo sentido su gusto, criterio e ideología, se debe la presencia de poetas como Algemiro Pérez Contreras, silenciado sin ningún escrúpulo; y los más recientes: Julio Carmona, Martín Parodi, Artidoro Velapatiño y Alberto Alarcón. En mi opinión, el éxito del G.I.P.M. obedece en gran parte, a la participación activa de elementos jóvenes de diferentes lugares del país, no necesariamente de Lima. Se puede notar en ellos, cierta correspondencia con lo que manifiestan, sea que estén más cerca de la República Popular de China que de la U.R.S.S. Ya pueden señalarse la diferencia abismal que guardan con grupos similares: un rechazo frontal a “Hora Zero” y acercamiento, por ejemplo, al Círculo Literario “Javier Heraud” de Ayacucho.

Algemiro Pérez Contreras (Jauja, 1934 – Ocros, Ayacucho, 1960) se dio a conocer en los cuadernos que editara el G.I.P.M. Por esos años es que publica Herida Innegable (Chosica, 1957) y Biografía del amor (Huancayo, 1958), además de la antología infantil, una plaqueta Poemas para navidad y las revistas que dirigió: “Formas de la Voz” y “Honda Tierra”. Sus dos libros éditos reducen una constante reiterativa: el amor. El autor no intenta otros temas sino la correspondencia entre el yo-amor. Su mundo queda reducido a la amada ausente que desconoce sus pasiones y penurias. No por ello, su canto deja de ser transparente, emotivo, doloroso. El lenguaje como consecuencia, será sencillo, a veces cortante, impulsado por el hecho de impactar e impactarnos. Este será el sello intransferible de reconocimiento de toda su obra, válido para indicar los inéditos. Una estrofa del segundo poemario puede adelantar lo propuesto:

Días que me conducen
de bruces a la noche
y no quisiera llamarme Algemiro
Que bien me vendría un César
un Luis un Manuel un Alberto
o un Ricardo simplemente
pero no soy más que un hombre del amor.
(VI, p. 7)

El poeta llega al extremo de la negación de su identidad, la cual está en función de un nombre deseado que culmina nuevamente en el amor. En otro poema afirma: “A veces desenredo silencios/y me digo/Tú tendrás la edad/donde el amor es canto” (p. 9) Y concluye: “Para el amor/yo siempre seré un niño” (p. 11). Estos dos únicos poemarios editados nos dan las claves para una interpretación de su quehacer poético: el asombro ante la desigualdad social y el desamparo en el que se vio inmerso, ya por la prematura muerte de la madre o el abandono del padre –al cual prácticamente niega-, lo condujeron a frenar esa realidad y qué mejor si pone los ojos del corazón correspondiente a un niño.

 A dieciocho años de su trágica desaparición, muy contados han sido los esfuerzos realizados para difundir su obra. Por un lado están: la Antología de la Literatura de Junín preparada por Apolinario Mayta, la antología de Mazzi y por el otro, la revista “Proceso” Nº 2 (sep-oct, 1973) en su sección “Poesía de Junín” a cargo del poeta y narrador Félix Huamán Cabrera. Al silencio físico del poeta ahora se une el silencio impuesto por la indiferencia. En sus libros inéditos: Cercana ausencia (1955), Poemas para después (1956), Andinelas (1957), Nadil (1957) y Desnuda Voz; de tema amatorio, que peligrosamente se irá inundando del fantasma de la muerte; incluso, lo vence, es la médula de su poesía. En Cercana… afirma: “Quiero vivir mi muerte amando”. O lo invade la confusión: “Esta tarde amigos,/ni yo mismo he podido encontrarme”, para después presentar un futuro incierto: “Ahora que la soledad/me acosa y me destruye,/y siento los días lejanos de la luz”. Su vida, pues, corresponde a un torturado que, no es lo mismo que un rebelde.
En Poemas para después sorprende su creciente madurez:

Y tú anciana muerte
en ansias de soledad
querrás destruir todas mis formas
con tus sombras de siempre
pero seguirás siendo a través
de los astros perdidos
la raíz de mis manos
que yo asesiné porque dolía mucho.

El aparente triunfo sobre la pesadumbre y el escepticismo se transforma en una bandera de lucha, en un ideal de liberación social: “Amad la libertad. Id a buscarla”. El tono imperativo es un buen índice del cambio que viene operándose en Algemiro. Dice: “Amadla si queréis/Rompedla si queréis/Yo solamente digo:/mi voz es la de ustedes”. Este sentido plural de sentirse parte del mundo es reconocer los conflictos de ese mundo, al cual debe enfrentarse y por eso confiesa: “Soy un hombre en pie/abierto a la esperanza”. Y al igual que Neruda, de quien no puede desligarse, le canta al pan: “Yo te canto pan nuestro como el día/ porque en ti canto a mi madre panadera”.

Nadil está dedicado o por lo menos lo escribió pensando en Nila Esther Robles Román, presumiblemente otra de las musas del poeta. A este juego difícil de conjugar el amor y la muerte, hemos visto que la trama social ha ido adquiriendo categoría de protesta sutil. En el poema “Soy el amor” concluye:

Soy el fuego eterno
del espacio
del mar
de la tierra
hermosamente ardiendo.

La musicalidad de esta estrofa, nos recuerda a Javier Heraud. El poemario es breve y mejores perspectivas puede encontrarse en Desnuda Voz. Aquí la emoción social gana propiamente al poema: “Y soy un hombre hambriento de justicia”, pero logra modular este grito:

y que ya no será necesario
sufrir para seguir viviendo
llorar para seguir viviendo
luchar para seguir viviendo
cantar para seguir viviendo
hoy sé que la vida es muy inmensa
y eso me basta para seguir viviendo.

El ansía desmedida de la vida se trasluce mejor en un poema no catalogado en libro, y que es un homenaje a César Abraham Vallejo:

Te esperaba socialista
como esperé la libertad
en versos de Mao Tse Tung,
como esperé el amor
en el rostro de mi amada.
Te esperaba armado de esperanzas

A estas alturas ya puedo lanzar un juicio mayor: las manifestaciones de que Pérez Contreras tuviese inclinaciones izquierdistas se esfuman en su obra. Su poesía fue vencida por la soledad, la angustia, la desesperación. El poeta estuvo más cerca de la muerte por que ella era una alternativa de desprendimiento de la amargura, que de la comprensión cabal y solidaria de las luchas del proletariado. Ciertos pasajes de su poesía plantean el desequilibrio social, pero la espontaneidad de su visión resulta sólo una fugaz afirmación sin mayor importancia. El problema de su formación, naturalmente influyó en su poética, fiel reflejo de un hastío fronterizo al suicidio. Acaso, además de los puntos indicados, la misma geografía serrana, por lo general, de vida apacible y nostálgica, haya influido poderosamente en su ánimo. Me explico: le faltó formación ideológica que precise su función como poeta y como hombre. No podemos separar este binomio indisoluble. Sus poemas que pueden clasificarse de corte social mantienen el aliento místico, temeroso del poder divino que para él es Dios. A la sazón de Luis Monguió, Pérez Contreras no fue un poeta proletario sino proletarista. Diría mejor: iniciado de proletarista, truncado prematuramente por la muerte.

Otro de los representantes de la nueva promoción de poetas del G.I.P.M es Julio Carmona (Chiclayo, 1945). Poeta que desde influencias tácitas, ha forjado una poética que lo emparenta en parte con la llamada “generación del 50”. La importancia de su poesía radica en su desenfado plasmado en sencillez y claridad. Su primer poemario Mar revuelta (Lima, 1970) aparte de la predisposición para abarcar el entorno social tiene el eco tierno y dolorido del hombre desamparado que busca un norte en el camino. Es al mismo tiempo, el niño, el hijo, el hombre que desde su condición incierta elige libremente el compromiso de la época. No por ello su poesía puede ser nominada de tendencia, política, de agitación, social, etc. No. El recoge del lirismo tan antiguo como el vino, que parece entusiasma sus primeros pasos, la melodía grave, a veces agonista. Esto no niega que la mejor “poesía social”, o por lo menos la más trascendente en el Perú, sea de eminente lirismo. Afirmo pues, que Carmona, en esta primera parte que es a la vez su libro inicial “Luz Canora” (1966-67) es consciente de sus limitaciones. La falta de una ideología de ninguna manera puede sustentarse en la espontaneidad. Si nos refiere que: “No todos los cadáveres están muertos” es porque la escena inmediata responde a los frustrados movimientos guerrilleros del 65. Los mejores exponentes a sangre y fuego han sido reducidos a las cárceles, otros como Edgardo Tello han caído con las armas en el combate. De ahí, el verso entrecortado, casi arenga: “…aún/ podemos dejar/ constancia que este tiempo,/ mañana, /ha de ser mejor”.
“Entretiempos” (1968) que es la segunda parte de “Mar...”, también presenta vacilaciones en los textos: “Me obligas a enmendar mis cojas/ esperanzas/ tu corazón/ enredadera del aire…”; o “Hermano, fui y estuve. La soledad/me envolvió en sus metales/grises, en sus abrazos ciegos…”. El poeta avanza:

LA CIUDAD
a pesar de su sol es noche:
mina de tiempo. Se ignora
que la luz crece.

Pero el amor
construye el alba. No es
necesario verter agua
sobre la noche.

Cortar la noche
(sólo el amor corta la noche)
tallar sus mal torneadas
piernas. Enderezar
sus pasos a la aurora.

(“3”, p. s/n).

En casi todo este trayecto, la ciudad es rescatada del silencio, en este caso de sinónimo de vacío; y el poeta no teme presentar el verdadero rostro del llanto, el cual aparece como una experiencia de reencuentro personal y de hombría. Pero sobresale, su preocupación por describir, darle movimiento a su ciudad: “Y mi ciudad/con sus rincones sucios/ no es hermosa”; “…mi ciudad llamaríase: /ventana/palomar,/ puertas abiertas,/lucidad…” y así podríamos citar tantos ejemplos como poemas conforman el poemario. La evocación a la ciudad (su ciudad naturalmente) por momentos domina la trama poética, se vuelve intransigente. Nos muestra los contrastes de esta sino prefiere el recuerdo prolongado de su pequeño pero significativo mundo.

No puede ocultarse el trasfondo político que va ganando en su obra en A nivel de la arcilla (Lima, 1972). Más que autocrítica es crítica. El panorama es diverso, precisamente por los tópicos que enfrenta, pero su apego a la patria que reconoce “vendida al mejor postor…” plantea su arte poética que denomina Profesión y fe: “Y aunque sea lo último que haga/ sólo quiero trabajar como trabajan los constructores del surco, los dadores del sudor:/ con humildad.//Quiero ser algo/ útil en su diario trajín;/ en su lucha quiero ser:/ trozo de canto, brizna de risa,/ ayudadora mano.//Sólo eso me propongo./Creo que he de lograrlo”, (p. 18). Impacta en Carmona el denodado esfuerzo que libra porque sus planteamientos sean claros, sencillos, arremetedores; y en esto hay una gran dosis de sinceridad y de correspondencia: “por hacer con mi palabra/ un serio compromiso de labranza, /un obsequiar ternura, amor y fuerza/ de agua y de tierra y de semilla/ para el alba” (p. 28). El libro en realidad presenta varias partes diferenciables por los temas que trata, pero en ellos existe un elemento correlacionador: el amor a la batalla, a la victoria necesaria frente al sistema. Aún cuando les dedica dos sentidos poemas a Juan Ojeda y René Ramírez Lévano, antes que intentar la elegía, arriesga la actitud serena del mensaje. Otros ejemplos serían los poemas: “Porque no murieron cuando los mataron”, “Letanía al amor sin olvido” y “Petición y promesa por la madre”. En este último desafío queda en pie:
Madre
venceremos
venceremos en tu nombre. 
(p. 75)

En 1974, Julio Carmona obtuvo el Primer Premio de Poesía en el concurso “José María Arguedas” compartido con Rosina Valcárcel y en 1975, el segundo premio de poesía en el concurso “Poeta joven del Perú” otorgado por los “Cuadernos Trimestrales de Poesía” de Trujillo. Su obra premiada en este último certamen fue A orillas del Amar. Aquí, a la inversa de lo intentado en sus poemarios anteriores, se sumerge en las profundidades del amor a veces con resultados adversos. Antes que el triunfo, Carmona le canta a la tristeza, porque su experiencia amorosa es inalcanzable, dura, difícil. El escepticismo lo domina; aunque diga que “Muriendo por amor vivo sin llanto” (VIII), y que de ello mismo se desprenda un verso categórico: “Vivir en soledad es vivir muerto” (XX). Sin embargo, la clave del poemario construido en sonetos que le deben algo a Martín Adán, principalmente, está el soneto XXIII:

Vuelvo a mi corazón sin abrigo
Vuelvo a mi cautiverio y mi desierto
Vuelvo a mi soledad sin un amigo
ni una amiga de sol. Estoy despierto
y el sueño queda atrás (nada es eterno).
Sin sollozar recuerdo el tiempo ido,
el tiempo en tus ojos, y el invierno
que ellos negaron vuelve a mi tiempo,
entrando, viento, a un túnel sin salida;
huyendo, mariposa, de tu incendio,
Y siendo llanto y sueño parva helada
(nacieron de una muerte o de una herida)
tú sola en mi dolor quedas reinada.

Carmona en esta obra no pretende responder a inquietudes sociales ni escandalizar por los mismos; se presenta tal como aspira a ser, desnuda patéticamente sus relaciones más elementales, sus preocupaciones distan de la tentativa o la experimentación. El hallazgo de su vida está en peligro y el amor ya no le es suficiente en la lucha diaria, pese a sentirse vencido, doblegado y taciturno. Carmona ha escrito su primer poemario que se resuelve por el contenido, en un libro sin la atracción por los temas públicos o sociales, que es la línea dominante en No sólo de amor… (1980).

Martín Parodi (Tacna, 1945) es un caso ejemplar. Su único libro édito: Futuro pretérito (1975) pretende irónicamente señalarnos la otra vertiente del futuro, es decir el pasado, que siempre es un presente fugaz y escurridizo. Afrontarlo es el desafío, la tentación de responder por una voz múltiple ajena a lo mítico y fantasioso, pero inmersa en una problemática universal:

El hambre es un artículo
de primera necesidad
que sólo lo consumen
los pobres.
(“Axioma”, p. s/n)
A la brevedad cortante se suma la causticidad, la definición original que persiste:
Si prestigio y dinero
es lo que usted
desea
Nosotros podemos ayudarle
a conseguirlos:
Compre la lotería
de la nación
y colabore
con el progreso del país
siendo un nuevo millonario.
(“Slogans”, p. s/n)

No puede negarse la buena dosis de humor, acompañado del enfrentamiento a situaciones que el poeta conoce a perfección:

Marx y Lenin:
Sí, camaradas:
Dos
que se hicieron famosos
con nuestros problemas.
(“Periplo”, p. s/n)

Como se ve, Parodi no rechaza a secas, pero tampoco acepta pasivamente las ocurrencias de una realidad inmediata, su “realidad” forjada desde su puesto de trabajador de tapicería. De ahí porqué afirmábamos que era uno de los pocos casos que se ventilan en el frente cultural del país y que es necesario estimular. El primer paso ha sido dado es una valiosa sorpresa.
Artidoro Velapatiño Castilla (Ayacucho, 1947) es profesor de Matemáticas en la U.N. de Tacna. El conocimiento de esta disciplina se constituirá en el elemento de enlace para su manifestación poética. A tiempo Completo (1971) su obra primigenia, plantea desde el título un acápite: presenta una fe proclamada sin horario. La entrega a veces vehemente de un derrotero tomado como fin y como medio de respuesta a implicancias sociales. El cuestionamiento de Velapatiño es de voz imperativa, no resignada sino indignada. El recurso matemático encuentra amplía proyección, va más allá de una simple hipótesis. Si se quiere, resuelve el teorema correspondiente a la vida, pero incluida en una sociedad nefasta y cruda por sus contradicciones. Así nos habla de “rectas paralelas que no se cortan” y es cierto, porque una de las propiedades de este tipo de rectas, indica que, para que su paralelismo se cumpla, no debe haber un punto de intersección, es decir, un punto común. El poema que mejor lo representa en esta etapa es “Triangulación”:

He trazado un triángulo.
Observen
Un vórtice hacia arriba:
llamémoslo m
(Los militares son intrépidos. Arriba, siempre arriba
trepan)
Sean m1 y m2 los vórtices de la base.
(Somos la base.
Somos más que uno,
sin embargo,
estamos debajo, muy debajo de la altura)
Si trasladamos los vórtices de la base
hacia arriba.
Observen
Que no ha pasado nada:
El triángulo es siempre un triángulo
Pero mejor triangulado.
Frente a esta lógica básica, al alcance del lector más modesto, se contrapone el alarde discursivo que francamente, resiente algunos poemas como “Extraprogramáticas” y “Registro de notas”; pero es un libro inicial, ambicioso pese a su brevedad. Marco Martos en la presentación: De Entre los Muertos (1979) señala ya, el respeto que Velapatiño siente por la palabra escrita. Lo que se traduce en estudio, depuración del lenguaje para lograr imágenes sugerentes, frescas y decididas. Esta constante es válida para los poetas más jóvenes del G.I.P.M. quienes han llegado a la Universidad y los autodidactas se preocupan excesivamente por el tratamiento del lenguaje; lo que es un excelente signo de solvencia creativa y crítica. Sí muestran un denominador común es en la medida que reconocen a los líderes de todas las épocas, presentes con el ejemplo, con la audacia de haber sostenido en la praxis los valores teóricos. Velapatiño en la primera parte intitulada “Crónicas”, habla de José Gabriel, Atahualpa, Robespierre, Galois, Rimbaud, Chocano, Alfonso Capone, Martín Luther, etc. Lo que no explica que se realice un enjuiciamiento de la historia partiendo de personajes diversos, sino por oposición, el poeta se limita a la descripción de actos que más o menos han convulsionado la historia de la humanidad. No se nota el humor del que se refiere Martos, insinuándolo como sinónimo de calidad. El asunto es más sencillo, de desarrollo lineal, no forzado. Se ha recurrido a lecturas dispares y de ellas se ha armado una visión muy particular. Aquí está el logro, a fuerza de insistencia, diré que Artidoro Velapatiño encuentra su auténtica fuerza en el poema “Perlaschallay”. Lejos de la amargura, late la imprecación, la impotencia ante los ejércitos de la represión, del castigo. Toda la hipocresía que ha engendrado encuentra eco hasta en el aspecto religioso. De aquí pues, que no tengamos salvación si relegamos la esperanza a los cánones de la democracia. Se requiere de otros resortes que impulsen el proceso de transformación, porque “En Ayacucho se aprende a cantar a la vida/ y al combate”.
“Patria o Muerte” la segunda parte, se limita a poemas reclamativos: el poeta ya no advierte sino tal parece que su preocupación es atrapada por el testimonio de quienes, bajo el lema impuesto por Ernesto Guevara, principalmente, cayeron por el mismo fuego. Así, “Cuentas Claras”, la tercera y última parte, resulta ser más intensa, mordaz y poéticamente más lograda. Precisamente el siguiente poema puede presentarse como arte poética proletaria:

No perdonamos a los que de la mano en la masa. Demasiado
saben lo que hacen. Y no tenemos por qué temer maldiciones
las cuentas claras. Demasiado ralo el chocolate y el azúcar
nos cuesta.
No estamos, en verdad, para perder el tiempo,
Los trapos
             al aire
esperamos
ajustar cuentas.
(“Cuentas Claras”, p. 55-56)

Y cito otro ejemplo:
Cuando Darwin lanzó aquello de que el hombre
viene del mono, era el diablo encarnado.
Muchos se resisten aún a admitirlo.
Pero ¿A qué dudar incrédulos, no observáis
que los gorilas trepan a todos los árboles
y pretenden dirigirnos?
El sabio y su teoría, lo creo
están confirmados.
(“Evolución de las especies”, p. 74).

Estoy seguro que Velapatiño en próximas entregas, reunirá poemas estrictamente seleccionados. Aparte de haber logrado ganar los Juegos Florales convocados por el Grupo “Javier Heraud” (Ayacucho, 1967), es promotor de la revista de literatura proletaria “Canto y Seña”, así como de “La Cossa Nostra”. Sus dos recientes plaquetas: “Comandante Che Guevara, presente” (Tacna, 1974) y “Al otro lado del camino” (Tacna, 1976), son dos muestras de su madurez creciente y terca empresa acusatoria.
El más joven poeta proletario seleccionado por Mazzi, Es Alberto Alarcón (Talara, Piura – 1949). Su obra, que se inicia con Puño en la Niebla (¿1969?) es un constante ejercicio de ataque a la imposición de un sistema brutal y marginal. A esa concepción ha llegado por la vía del estudio, de constatación fiel y frontal. No ha buscado una trinchera de fuego o montaña; se ha decidido por el canto lúcido, hiriente, desmitificador. Uno de sus versos nos previene: “…meto fuego a mis versos” y eso es lo que hace, partiendo de una realidad que no le es ajena porque él es el principal protagonista. Su experiencia adquirida como ex-obrero de construcción ha jugado y juega un rol importantísimo, si tenemos en cuenta que todos los personajes que desfilan en sus poemarios, o son líderes de acciones transformadoras (no propiamente guerrilleros), o son miembros del pueblo que siempre pugnan por su liberación. En la misma dirección apunta: El viento en los cerrojos (1972). El poeta está atento a los acontecimientos nacionales: “En Puno. En Puno/ mañana será tarde para /amarrar el viento”, o esa estrofa que lo revela por entero: “Y no olvidéis que por todos los pájaros que/ muran en Haipong envenenados,/ la primavera un día cantará por el puño de los hombres”. Sólo dos elementos sobresalen de esta etapa preparatoria: 1º La redención del hombre ha de lograrla el hombre sin caer en la garras de los falsos dioses dirigidos desde Casa Blanca y 2º. La práctica de la esperanza como arma de empuje para la insurrección general.
Viban los compañeros (1975) no se aparta considerablemente de sus poemarios anteriores, pero hay un esfuerzo por despojarse de influencias. Si el ritmo de antes nos remitía a Songoro Cosongo de Nicolás Guillén, no puede afirmarse lo mismo de los versos dedicados a los patriotas españoles acribillados por Francisco Franco. Si existe un antecedente en la temática y estilo, es la de César Vallejo. Aunque el breve homenaje a España no deja de ser importante, porque ahora el poeta ha decidido hablar de su condición diaria, necesita puntualizar su propia actitud:

No cabrá nunca la tristeza en estas manos
ni la ancha soledad en este nido.
A mi me anida el sol con muchos pájaros
y no conozco la ausencia y el olvido.
No aguardo aquí la paz ni espero olvido.
Soy sangre de mi tiempo. Amo el aroma
de la tierra y el árbol que se escombra
desde su húmeda claridad estremecida.
Y amo esta vieja espada que es mi vida
rama en que nunca ha de cantar la sombra.
(“Confesión de Vida”, p. s/n)

Los poemas que siguen como “Biografía”, “1965” y “Los Intrusos”, aquilatan parte de esta travesía militante.
 A fines de 1975, Alarcón obtuvo una Mención Honrosa en el concurso “El Poeta Joven del Perú”, 1975. Su obra: Vestiduras del fuego viene a constituir el resumen y el avance de la tarea emprendida. Cinco partes integran el libro: I. Definiendo las cosas; II.- Espinelas de octubre; III.- Aquí convida la sombra; IV.- Patio cantado y V.- Por estas manos. Cada una será diferenciable en la medida de sus objetivos. Si es la incitación a la rebelión, a la denuncia, veamos la primera parte:

Mi patria es una amarga mariposa
No le quieren pintar sus mustias ramas
ni agregarle una flor en primavera;
mi patria huele a cuervo, a luz llorada,
a muro en llanto, a violenta puerta;
mi patria es este preso en cuya barba
baja la noche a construir sus rejas.
(“Grito en Puño para mi patria en Silencio”, p. s/n)

Considero que esta instancia es la mejor organizada; ya por la madurez expuesta que evidencian los poemas incluidos, ya por la extensión de los mismos. Aunque la extensión siempre será en la poesía sólo un artificio, no una meta ni una garantía de aliento poético. En cambio, la segunda parte dedicada “al comandante che guevara”, aparte de lo novedoso por la utilización que le da a los epígrafes de diferentes poetas, viene a ser la afirmación de otros poemas escritos con anterioridad. No deja de sorprender su habilidad para las conclusiones: “Y decirte también que en la alborada/ arderás tú y no el sol sobre la tierra”. Es el reconocimiento totalizador no exento de filiación, al héroe indiscutible de estos tiempos. Su fe está cargada de las luchas perdidas pero aleccionadoras. Ahora su canto es la mejor defensa y reconstrucción del presente. No habla para el futuro. El poeta está convencido de su necesaria participación para la conquista de la alegría y ésta, debe ganarse aquí y no en ningún otro infierno o cielo.

Cuando se sumerge en las relaciones amorosas, Alarcón recoge lo mejor del lirismo de los poetas de los años 50, principalmente. Tal parece, a una primera lectura que este es un grosero pretexto para entablar un nuevo frente de lucha. No es así. La concepción del amor marcha paralela a la praxis de la réplica social:

Yo sólo sé que te amo, sin dudas, en medio de esta guerra.
No quiero, no puedo compararte con nubes inventadas,
quiero que seas tan cierta como el tiempo en que te amo,
Nada hay en nuestras almas que se parezca al agua, nada sea brisa;
Todo es fuego terrible bajo el cielo,
todo es como un caballo,
como un ancho remolino.
(“El corazón de la tierra”, p. s/n)

Le dice a su compañera “Tú eres hermosa aunque el mundo esté obscuro/ y para poder mirarte tenga que arder yo entero”. Este mismo latido, se apodera de los sonetos que integran la penúltima parte del libro. Ahora le acompaña el conocimiento del amor frustrado, del amor que no llega a pesar de la espera interminable. De ninguna manera, esta experiencia adquiere relieves mayores. En los poemas a sus dos menores hijos retoma ese aire de pelea, de esperanza, de agitación. Tres constantes que singularizan también a otro libro: ¡Señoras y Señores! (1976). Veamos un ejemplo:
Una noche el General
soñó que escribía versos

con solamente saberlo
los ruiseñores han muerto.
(“Competencia”, p. s/n)

Su libro: El árbol de la Ira, aún inédito, reúne las palpitaciones siempre cercanas al hombre –en la acepción general-, de lograr el triunfo definitivo. La poesía contribuye en esta batalla, necesariamente; para Alarcón es su alternativa, o su salvación.

Notas finales del texto

(1) Véase: Prólogo del Alba, revista del G.I.P.M., Lima 1957.
(2) Quinto cuadernillo del G.I.P.M. : Perú es tu hora, Lima, mayo, 1964, p. 5
(3) Entrevista de Jesús Cabel a Víctor Mazzi. Chosica 7 de enero de 1978.
(4) En: Canto y Seña Nº 2. Director Víctor Mazzi. Lima 1977. P.3. Reproducido en Síntesis/ Suplemento Dominical de la Voz de Huancayo, Año I, Nº 14, Huancayo 30 de abril, 1978. pp. 6-9.
(5) Mazzi, Víctor Poesía Proletaria del Perú (1930-1976). Lima. Ediciones de la Biblioteca Universitaria. 20 de abril, 1976, 125 pp.
(6) Cabel, Jesús “Mazzi y la Poesía Proletaria”. Crónicas de condenado (IX). Diario La Voz de Huancayo, Huancayo, 9 de noviembre , 1976, p. 6.
-Gonzáles Vigil, Ricardo “El memorial de Víctor Mazzi”. Suplemento Dominical de El Comercio. Lima, 18 de junio de 1978. p. 20.
-En : Q’awari Año 1, Nº 01. Lima, Facultad de Letras de la U.N.M.S.M. febrero de 1969, pp. 21-23.
(7) Consúltese: Cabel, Jesús. “Editemos a Algemiro Contreras”, Crónicas de Condenado (VI). Diario La Voz de Huancayo, Huancayo, 17 de octubre de 1976, p. 6.
- Ybazeta Cabello, René Zenaida. “Negativos para un Estudio de la Vida y Obra de Algemiro Pérez Contreras”. (Tesis para optar el grado de Bachiller en Humanidades- especialidad de Español y Literatura- U.N. del Centro del Perú). Huancayo, 1971. Biblioteca particular de Félix Huamán Cabrera, quién además fue asesor de dicha tesis, aun inédita.
(8) Gonzáles Vigil, Ricardo. “Carmona: sonetos humanos”. Suplemento Dominical de El Comercio. Lima, 2 de noviembre de 1980. p. 20.
(9) Martín Parodi co-dirigió con Artidoro Velapatiño, la revista La Cossa Nostra (Año 1, Nº 1, Tacna, 1975) que lamentablemente no pasó del primer número.
(10) Gonzáles Vigil, Ricardo. “Velapatiño: educación y poesía” Suplemento dominical de El Comercio. Lima, 11 de marzo de 1979. p. 20

* Tomado del libro Fiesta Prohibida, pp. 141-159. Se publica con la autorización expresa del autor, dado en la ciudad de Ica en enero del 2010.

jueves, 11 de febrero de 2010

VÍCTOR MAZZI TRUJILLO, IN MEMORIAN....

Apunte a lápiz de Julio Fernandez Carmona.

Partió un domingo 12 de febrero de 1989. Aunque muchos de sus amigos no lo han olvidado, su poesía ronda en los escritos de muchos desposeídos, en el corazón de cada oprimido que ve el futuro con mucha esperanza. Él supo derribar los muros que separaban la cultura de las élites contra la cultura popular. Su inmensa sabiduría se asentaba en sus estudios primarios. Recuerdo que muchos estudiantes universitarios y docentes solían frecuentarlo en su pequeño stand de libros, para conversar de literatura, poesía contemporánea, ideología, política, historia, filosofía entre muchas materias que conocía muy bien. El debate y la lectura profunda fueron su cotidiano aprendizaje como autodidacta.

Por las noches se instalaba en su vieja máquina de escribir remington y tac.. tac.. tac.. sonaba su escritura hasta la madrugada. Escribía con convicción y mucha fe, sus ideas volaban en cada bocanada de humo que expelía, de fondo lo acompañaban Miles Davis con su vieja trompeta interpretaba So what, (que a veces sonaba en todo el espectro de las sombras de la noche), Duke Ellington con su vigoroso Take the “A” train, Ella Fitzgerald interpretando maravillosamente a Cole Porter, o Billie Holiday cantando Strange fruit. Ese universo musical incluía el acordeón a París de Freddy Balta, interpretando Sous le ciel de París, Les feutlles mortes o los tangos en voz de Armando Sosa. En fin ese universo era mayor cuando recurría a Mozart o Beethoven, era un paseo inacabable del placer de escuchar música. Usualmente Víctor Jara y Mercedes Sosa entonaban sus tristezas y esperanzas. A los 17 años compuso letras para huaynos y mulizas, amor al terruño que le enseñó su maestro Gamaniel Blanco en Morococha, muchas de estas letras se publicaron en cancioneros como Perucanta.


Fotografía tomada por Eduardo Ibarra, enero 1989.

Sus ideas y compromiso social las representó desde el 7 de julio 1956 cuando fundó el GIPM con Leoncio Bueno Barrantes, José Guerra Peñaloza y Carlos Loayza Gómez. Recuerdo sus actividades en el extenso jardín que teníamos en casa. Los debates al interior del GIPM fueron muy intensos, la pasión por las ideas y la acción inmediata, fueron las consecuencias naturales de hacer poesía. Tuve la oportunidad de conocer gente extraordinaria que guardaba amistad con él. Recuerdo mucho al poeta argentino Jorge Alejandro Boccanera, la amistad entre ambos fue ejemplar y aún con los años esa amistad fue continuada como una herencia de familia. También la amistad que guardó con Paco Carrillo, compartían la edad (ambos nacieron en 1925), el trabajo por la poesía, el vino, el buen Jazz y los buenos libros.

Dentro del GIPM siempre mantuvo cerca tanto de sus antiguos miembros Víctor Ladera Prieto o Carlos Loayza Gómez, como de las nuevas generaciones entre ellos los poetas Alberto Alarcón, Julio Carmona, Artidoro Velapatiño, Eduardo Ibarra Sánchez y Néstor Espinoza entre otros. Era de verlos pujantes y optimistas, construyendo en cada poema, sus ideales y perspectivas. Después de su partida, en ese viaje sin retorno, que es la muerte, muchos de ellos tomaron distintos rumbos personales, pero se mantienen en vigencia publicando sus textos con la vitalidad de hace 30 años.

Han pasado ya veintiún años de su partida, Víctor Mazzi Trujillo siempre está presente en nosotros. “El viejo” como lo llamaba cariñosamente Julio Carmona, tiene aún mucho que brindarnos con su poesía, aún hay manuscritos inéditos que próximamente serán editados por la familia del poeta.


Bibliografía básica de Víctor Mazzi Trujillo.

(1947) Reflejos del carbón. Lima. Editado por la Compañía de Impresiones y Publicidad.
(1968) Nana para el nene de la sonaja roja. Lima. Ediciones del Instituto de Cultura.
(1975) A lengua viva. Buenos Aires. Editorial Papeles de Buenos Aires.
(1975) Poemas de vecindad. Lima. Ediciones Sutel.
(1976) Poemas del albañil. Tacna. Editorial Santa María.
(1976) Guirnalda de canciones a Chosica. Lima. Ediciones Universidad Nacional de Educación.
(1976) Poesía proletaria del Perú. Lima. Ediciones de la Biblioteca Universitaria.
(1978) Memorial de un tiempo a otro. Tacna. Ediciones GIPM-Mojinete.
(2006) No descansada vida. Lima. Arteidea editores. (Edición Póstuma)

lunes, 8 de febrero de 2010

LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION EN AUGUSTO SALAZAR BONDY.


Este artículo forma parte de mi investigación sobre la filosofía educativa. Fue sustentado en el VII Congreso de Filosofía, realizada en la ciudad de Lima. ¿Cuáles son los tópicos educativos vigentes en el pensamiento filosófico de Augusto Salazar Bondy? A pesar de los actuales avances en distintos campos de la investigación educativa que se relacionan con factores cognitivos y del aprendizaje, consideramos aún queda pendiente el tema teleológico educativo,  tema relacionado con la elección de la construcción de un modelo antropológico educativo. Es de actualidad concebir modelos cognitivos que permitan la eficiencia del aprendizaje, sin embargo, se olvida fácilmente que el sistema educativo impone y controla la formación de este nuevo ciudadano bajo un sistema de valores y cultura que muchas veces colisiona con la realidad misma.

Augusto Salazar fundó una filosofía de la liberación partiendo de la propia condición histórica de la realidad peruana. Sus propuestas educativas aún alcanzan a problemas tan vigentes como la interculturalidad y el bilingüismo que existen actualmente en muchas regiones del Perú.

Después de este artículo, inserto la entrevista que me concedió Helen Orvig Bjerring, viuda de nuestro ilustre pensador, quien con mucha generosidad nos brindó sus recuerdos y opiniones. Al final presento un repertorio bibliográfico registrado hasta el año 1998, aclaro que la mayor parte de este repertorio fue tomado de la revista Textual Nº 9. Espero este dossier sea de provecho para los estudiosos de la filosofía en el Perú y del pensamiento de Augusto Salazar Bondy.

I. Una Filosofía de la educación.

La filosofía estudia la educación desde un enfoque que le permita entender racionalmente la multiplicidad de hechos que hacen posible el acto educativo. La articulación entre educación y filosofía requiere ubicar valores y elegir determinado modelo antropológico de ser humano que pueda obtenerse posterior al acto educativo. La antropología educativa establece el tipo de hombre que se requiere construir dentro de un sistema educativo determinado. Aborda en sentido estricto la educabilidad del hombre.

Al proponer una filosofía educativa en la obra filosófica de Augusto Salazar Bondy, esta puede confrontarse en sus obras: En torno a la educación (1967), Didáctica de la filosofía (1968), La Educación del hombre nuevo (1976), Dominación y Liberación. Escritos (1996) y sus artículos agrupados en la revista Textual Nº 9 (1974).

El concepto de educación, sostiene Augusto Salazar, se define como las acciones que operan en ella y los resultados de aquella son juzgados de acuerdo con un modelo social que funcione como patrón valorativo. Conduce a situar la educación como un sistema de valores. Los individuos que participan en el modelo educativo reproducen el modelo social expresado en sistemas de valores. Los sujetos insertos en el proceso educativo reproducen el modelo social vigente, que debe estar constituido bajo un sistema axiológico.
La axiología contribuye a comprender como el sujeto histórico se introduce al hecho social. Salazar considera que quién se educa adquiere valores y toma para sí determinada cultura, se inserta en alguna finalidad del mismo acto educativo por el cual «... se socializa, desarrolla sus capacidades y disposiciones personales y aprende a desenvolverse en la realidad» (Salazar: 1976, 106-107), adquiere una imagen del mundo que le permitirá orientarse en su existencia.

Augusto Salazar indica la direccionalidad del proceso educativo bajo los siguientes rasgos:

a) «El hecho educativo es paradigmático respecto al hecho social; no se entiende sino dentro de un contexto histórico-natural concreto y no es reducible a meras relaciones causales, porque tiene signo, es decir, tiene sentido» (Salazar: 1976, 10)

Sostiene el criterio que el proceso educativo es sistemático y, en cierto modo, determinista históricamente, pues ubica los momentos educativos acorde con los momentos históricos; a cada momento histórico corresponde determinado paradigma educativo y cada hecho social debe coincidir con el paradigma legitimizado por el conjunto social y la sociedad política. Este criterio historicista conduce a sostener que el hecho educativo no puede apartarse de las fronteras que se presentan como trascendencia misma del sujeto.

b) «La educación es una constelación de actividades teleológicamente orientadas» (Id. 10). La función del hecho educativo en sí, es télico. La adaptación es el resultado producido mediante el hecho educativo. La acción del educador posibilita introducir aquellos cambios en la conducta del educando. Sostiene que educarse es adaptarse a determinadas formaciones de sociedad o estar en determinado «clima» histórico. Si bien no recurre a diferenciar la tensión entre conciencia e ideología; induce a que estas podrían explicarse correctamente bajo los términos de una axiología finalista.

c) «Quien se educa pasa de un estado a otro» (Id, 11), Educar o poseer educabilidad significa poseer la capacidad de cambiar de estado o situación en la que se desenvuelve el individuo hacia determinadas condiciones fácticas, lo cual, requiere comunicar conductas adquiridas. La función del hecho educativo es el de socialización: el individuo o el conjunto social recepciona y adopta valores, actitudes e ideas entendiendo que se realiza por cuanto constituyen una comunidad de intereses o una unidad social cuyos paradigmas culturales residen en modelos de identidad. Si el hecho educativo es una expresión de valores, aquellos valores también ingresan a una tensión con la sociedad en la que participa aquel individuo, el proceso de su conversión se conceptúa como acto educativo.

d) «La adquisición y perpetuación de conductas adquiridas indican la presencia del medio de trasmisión de todo una amplia gama de conocimientos sistemáticos al cual denominaremos «cultura» (Id, 12) Implica que todo proceso educativo requiere reflexividad y reciprocidad. Se recurre dentro de un proceso cruzado e inverso del mismo proceso educativo, por el cual, el educando puede transformarse en educador de su educador y autoeducarse. Postula la unicidad antropológica, pues el hombre es el único quien puede educarse, dentro de las condiciones expuestas, se le denomina «agente de cultura».

Estos rasgos implican una construcción del hecho educativo, bajo una dicotomía entre perfeccionar y deseducar, sostiene Salazar que: «En su forma propia educar es, pues, promover la creatividad y la originalidad del sujeto y provocar cambios en las ideas, los valores y las conductas que hace suyos o elabora el sujeto, cambios susceptibles de beneficiarlo» (Id. 13). Definición necesaria para desarrollar su filosofía educativa desde sus aspectos de originalidad y autenticidad.

II.- Educación y antropología

Augusto Salazar dejó inconclusa su Antropología de la dominación (Cf. Dominación y liberación. Escritos, pp. 281-322), pues representa uno de los aportes más originales en la reflexión filosófica latinoamericana. Tiene sus precedentes en sus ensayos sobre cultura de la dominación.

Mediante la construcción histórica, Salazar presenta una explicación racional de los orígenes de la carencia de autenticidad y originalidad que caracterizan nuestro proceso cultural. Al escribir Bartolomé o de la dominación, muestra sus ideas sobre el impacto de la dominación colonial española en nuestra América, situación de conflicto que ha conducido a los dominados a perder identidad y trascendencia, se les ha impuesto una cultura fracturada y se le ha dado modelos de existencia que no corresponden a los intereses propios. Esto implica pérdida de la distinción que nos permite ser «nosotros» en oposición a «aquellos», sus efectos inmediatos son la alienación y enajenación por consiguiente una condición de permanente desconcientización; pues ambos representan una condición de dominación. Si la inautenticidad es conceptuada como un «autoengaño colectivo», se apuesta a la construcción del sujeto bajo condiciones educativas «no propias», conduce inevitablemente a la frustración histórica del sujeto como ente consciente.

 Salazar (1996: 287) al construir su antropología, establece una fenomenología de la dominación, dado que: «.., la dominación se establece entre entes dotados de conciencia y de voluntad y susceptibles de desarrollo, decaimiento, alienación y destrucción. Por otro lado, son entes capaces de establecer instituciones, seguir reglas de acción, aceptar pautas de valor y entrar en relaciones sociales muy significativas.» A este criterio corresponde las pautas en que se es dominador o dominado.

La dominación como relación -Propone Salazar- se operacionaliza mediante la formalización lógica en la cual «dominador» es representado por «A» y «dominado» por «B», a dicha relación corresponden las siguientes propiedades: asimetría, transitividad e irreflexividad.

La condición de liberación es antitética con respecto a la dominación, le corresponde las siguientes cualidades lógicas: simetría, transitividad, reflexividad.

Salazar sostiene que la relación entre «A» y «B» pueden contenerse bajo relaciones de liberación, dependencia, subordinación, enfrentamiento, complementación y explotación (Id. p. 293). Si bien la condición de liberación requiere el requisito de la negación, esta debe definirse como «... la capacidad de un ente de actuar sin compulsión externa ni interna y según su propio principio de constitución.» (Id. 294).

Al fundamentar una tipología de la dominación, había establecido la distinción entre los mecanismos que posibilitan la dominación y sus propiedades; distinguía entre una dominación incontestada y una dominación cuestionada, sosteniendo una dialéctica de la liberación, indicaba: «El dominado se reconoce a si mismo como ser-libre y afirma su identidad. Recusa el orden del dominador, rompe la comunicación con él, lo trata como ser cosa y aún aspira a dominarlo» (Id. 311) Vislumbra la doctrina de las finalidades de la acción es ser libre, afirmándose en toda su plenitud, y esto requiere reconocerse a sí mismo como ser libre, acción volitiva que permite acceder a un reconocimiento de la condición de dominado.

A esta relación entre A y B se inserta la condición de la formación humana bajo determinados valores que pueda ser formado o deseducado, pues entre una relación antropológica de dominación y la negación a esta, se presentan consideraciones de carácter objetivo, en las cuales el sujeto accede al proceso educativo, puede reproducir la condición en la que se encuentra. Sobre este problema Salazar (Id. 150) considera que:

«..no podemos (...) tratar de desarrollar el concepto de educación o formación humana sin tener en cuenta la dominación ni el concepto de valor sin tener en cuenta la dominación; porque aquello que da sentido a la dominación es que el hombre puede ser más o menos, puede lograrse o malograrse, puede perder su ser o liberarse. Y eso mismo es lo que da sentido a la formación humana porque el hombre sería ya, desde siempre, desde el principio, algo cosntituido y no podría ni formarse ni deformarse, ni lograrse ni malograrse. Esta idea de valor -que ímplica una exigencia de reconocer una racionalidad compartible por todos en la práctica- no es posible sino en la medida en que hay superioridad e inferioridad reconocidas, en la misma medida en que hay los hechos y las jerarquías.»

Al proponernos una relación entre las consideraciones antropológicas del sujeto y su educabilidad, Salazar sostiene que deben revisarse los fundamentos en las cuales surge la dominación y se reproduce dentro de la formación humana, pues, en su educabilidad plantea la formulación de un proyecto que lo construya, pues «el modelo surgirá en el proceso de desarrollo de la humanidad» ( Id. 141)

El problema de que sí en la escuela se reproducían los factores de dominación y liberación, ya Salazar había establecido sus criterios sobre la alienación cultural y sus secuelas en la ausencia de identidad, pues en toda relación humana cabría esperar dicha condición por cuanto: «…la acción en grupo, la interacción de los hombres, dentro de la comunidad, la acción en la escuela y después la acción de los medios de comunicación tienen mucha relevancia para lograr la formación humana o el malograrse del hombre» (Id. 143)

Bajo tales condicionantes, los patrones valorativos se correlacionan con la formación del sujeto, lo cual implica la dicotomía que toda dominación contiene latente una respuesta de liberación, pues:

«Siempre que haya una relación humana hay la posibilidad de una dominación, hay también la posibilidad de una liberación, y que no sabemos exactamente dónde comienza la liberación, que tenemos aquí un problema de saber los limites entre lo que es una relación normal hacia la liberación y lo que es una relación, digamos, nociva, una relación más bien de tipo alienante que impide la liberación y que asegura la dominación.» (Id. p. 149).

Salazar invoca las premisas que toda relación humana causa dominación y que esta dominación también sujeta a determinadas relaciones donde unos dominan y otros se liberan, se pregunta nuestro filósofo: « ¿Cómo saber, desde dónde y en qué circunstancias alguien está dominado, desde dónde y en que circunstancias alguien comienza a liberarse? (Id. 149).

Sí a estas preguntas, las extendemos dentro de la praxis educativa, aún podría establecerse límites desde cuando encontramos indicios de dominación en la escuela. Desde la autoridad del maestro se fundamenta una educabilidad sometida a determinado sistema normativo y determinado marco ideológico, cuya jerarquía es unidireccional, acusa verticalidad y somete al educando a la adaptación de un sistema de valores impropio. Dicha forma de autoridad reproduce dominación, el sujeto educativo sometido bajo reglas de autoridad pretende lograr determinados objetivos en su formación, no incluye el acto de elegir, ni de objetivarse como sujeto libre, se le ha impedido optar determinados modelos alternativos, o acaso, fuera de paradigmas educativos que le restringen dicha libertad. Desde que se somete a las reglas del sistema escolar, está impedido de decidir. Se le impone criterios valorativos que posibilitan deformarlo. El sentido de su libertad, se restringe progresivamente a medida que la escuela impone determinados moldes que no coinciden y articulan con su identidad. El sujeto se cosifica, sujeto a un sistema de normas y responsabilidades , las cuales no comprende, pero debe acatar; a un sistema oficial de creencias, un conjunto de conocimientos que debe consumir, pero jamás producir; adaptarse al sistema, careciendo de certezas y praxis que pueda impulsarlo como sujeto realizado. Adopta un sistema de valores y determinada formación moral que no coincide a la forma y modo de existencia; en algunos casos, el mismo acto educativo contradice sus intereses, la reproducción de su cultura, o, restringe deliberadamente su forma de existencia; el grupo humano donde se realiza pierde perspectiva, y su formación como persona se pone en riesgo.

Dentro de un proceso educativo el aula viene a reproducir aquella opresividad que se halla intrínseca en el mismo acto del aprendizaje. La praxis educativa - observa Salazar- finalmente resulta siendo un proceso de adaptabilidad, antes que de formación. Ese «apuntar al hombre», según Salazar, debe ser modificable y revertir la teleología educativa; consideraba que la importancia de la educabilidad del hombre no es la acción educativa en sí misma, sino la construcción del sujeto bajo paradigmas que le permitan ser auténtico, idéntico y original dentro de una acción que le permita ser libre.

III. El modelo antropológico educativo de Augusto Salazar.

La filosofía educativa de Augusto Salazar introduce para sí la antropología educativa propuesta por Herman Nhol, considera que se recurre a teorías como «formación humana» y una «teoría del valor» aplicada a la praxis educativa.

El concepto de formación humana se integra al concepto antropológico de Augusto Salazar como «educabilidad del hombre», condición típicamente humana. Se concibe como el proceso en el cual el hombre «alcanza su forma», «su configuración», se define como el conjunto de acciones que el ser humano comporta para autorrealizarse; apela Salazar a una visión antropocéntrica de la «construcción del hombre».

Si bien el término mismo se asocia con el de «trascendencia», mediante el cual, el hombre tiene la capacidad de proyectarse al futuro, de elegir y concretar posibilidades; de superar la propia existencia. Salazar incluiría en sus postulados educativos la idea del «trascender» dentro de lo que él consideraba «formación humana». Toda acción humana es trascendente porque configura un determinado proyecto de ser humano. El acto educativo asimismo configura un proyecto que el sujeto debe someterse para alcanzar determinada forma. Lo fáctico concreta lo ya logrado del proyecto, según la propuesta de Salazar Bondy, la antropología educativa recurre a dicho criterio como: «el proceso mediante el cual el hombre alcanza su forma, su configuración. Formación humana debemos entenderla como todo aquello que un ser humano realiza en vista de una formación que le es propia; en todo caso, para alcanzar su forma» (id. 141).

La elección de la forma requiere un proyecto, se limita de acuerdo a consideraciones fácticas:

«Esta idea de la formación humana, puesto que se apunta a una forma que se logra o no se puede alcanzar, que hay una cierta normatividad, un cierto modelo, un cierto paradigma al cual cada uno de nosotros trata de acercarse y, por lo tanto, que hay carencias cuando este paradigma no se logra y hay exigencias de lograr ese paradigma.» (Id. 141- 142).

Si bien para el discurso Salazariano, la elección del individuo, ese «apuntar a su construcción», puede truncarse y oponerse una serie de factores por los cuales el individuo no logra alcanzar a formarse, deriva en inautenticidad. Al considerarse extenso el principio de educabilidad, el hombre prescribe para sí mismo su propia condición, sin cancelarlo niega su trascendencia y lo incluye dentro de un proceso donde no llegará a identificarse consigo mismo. El individuo se deformará y no logrará el paradigma o modelo validado por los otros, el individuo contiene en sí una condición que no le es propia, considera Salazar que:

«...con respecto a este sentido cabe hablar de alienación en el hombre, alienación como concepto antropológico general, dentro del cual se sitúa como un caso la alienación desde el punto de vista médico o psiquiátrico. Porque si el hombre no logra su forma o la pierde, entonces puede resultar alienado. (Id. 142)

El hombre al «perder su forma» pierde su esencialidad antropológica, lo que le distingue e identifica, lo que hace que él sea representativo de cualquier conjunto social; al apelar a dicha consideración fáctica, su educabilidad debe identificarlo consigo mismo, moldear sus valores, en general todos los paradigmas a través de las instituciones originadas para tal fin, para Salazar, «...la escuela comienza a convertirse en la agencia oficial de la operación para dar forma a los hombres y esta es toda la historia de la educación escolar o escolarizada» (id, 143)

Si bien establecemos que la institución encargada de formar al hombre es la escuela, ésta contiene en sí misma un determinado paradigma que opera en la formación del individuo:

«Una vez que tenemos estos patrones establecidos, ya sabemos que es lo bueno, y que es lo malo, que es lo valioso y que es lo que no tiene valor, o sea que estamos seguros respecto a la justeza de nuestro juicio. Pero cuando entran en juicio o cuando nos adentramos lo suficientemente en la ciencia del hombre y tocamos esos momentos en que el hombre ya no es seguidor de un patrón establecido sino creador, entonces nos damos cuenta de que esta conciencia valorativa derivada no es nada que en definitiva nos permita responder a esta pregunta, porque en realidad la pregunta se responde en estos casos en base a una valoración previamente establecida» (Id. 146-147).

La formación humana que sostiene Salazar debe verse en el sentido de la oposición o de relación entre lo que podría ser dado al hombre como su base permanente y lo que vendría a alcanzar éste por relación con los otros, por el devenir histórico, por lo que determinan las condiciones de cultura. Pero esta forma versus lo que es deformante en el hombre cabría interrogarse: ¿Cómo se le establece? ¿Cómo se le construye? para luego inferir ¿Cuál es su teleología? ¿Cuál es la modalidad de su acción? ¿Cómo se le define en cuanto a paradigma?

El problema de la formación humana y la educación, conllevan a formular las siguientes interrogantes: ¿Cómo saber de que modo se establece el individuo educado? ¿Cuál es la forma a la cual apuntamos? ¿De qué modo se verifica si estamos en lo justo apuntando a determinada forma? ¿De qué modo podemos corroborar que estaremos deformando a alguien? ¿Cuándo estamos lográndonos? ¿Cómo establecer todo esto? Esto plantea la construcción de un sistema antropoeducativo para establecer las condiciones de la formación humana, que Salazar había planteado en sus escritos educativos.

La segunda parte de la antropología educativa de Salazar es el criterio del valor dentro de la educabilidad del hombre. La acción humana no puede cancelar ninguno de aquellos valores que el ambiente de la cultura da y la sociedad civil vigila para que se cumplan dentro de aquel ambiente, estos valores « significan un cierto apuntar a una exigencia de adoptar una actitud respecto a algo o una actitud contra algo si el valor es negativo, una exigencia que debe entenderse en el sentido de un debe, de una normatividad» (Id, 144). Criterio que nos acerca al asunto de la intención en la acción humana; su principal finalidad debe tener sentido positivo, debe generar bienestar entre los otros; sólo en condiciones excepcionales dicha normatividad puede suspenderse.

Los valores a los cuales refiere Salazar establecen un proyecto de existencia, pues «pretende fundar la racionalidad de la convivencia humana» (Id, 145), sin embargo la existencia es continuamente violentada por factores que escapan a dicha racionalidad.

Valores positivos y formación de la persona implican la elección adecuada para enfrentar la condición de dominación, pues presentan condiciones propicias para liberar al individuo:

«Cuando esos valores son auténticos, con la posibilidad que tenemos de formar a otros, formarnos a nosotros o entre formarnos adecuadamente, y con la posibilidad que tenemos de saber qué cosa es la situación de dominación, hasta dónde y cómo estamos dominados y cómo podemos hacer para liberarnos. Y esto es válido para todo tipo de dominación, para todo tipo de deformación humana, para todo tipo de juicio de valor» (Id. 151)

Valores y educación son discursos con el cual se inicia la construcción del sujeto; éste al someterse a determinado paradigma, se forma o apunta, construye una escala de valores, en las cuales jerarquiza, adopta y sostiene, adecuándose a sistema de valores: los cuales « implican el proyecto de una racionalidad de la praxis, una racionalidad del mundo humano, la idea de un diálogo en el cual todos convergen» (Id, 145)

El pensamiento educativo de Salazar Bondy, representa uno de los primeros en introducir la noción de «educación en valores», configurando una taxonomía de valores, los cuales rescató en el programa de la Reforma educativa de 1970, y luego fue relegándose en los programas y políticas educativas contemporáneas. Representa un de los primeros planteamientos que toma para sí la construcción de un modelo antropológico educativo inédito en la filosofía peruana.

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Recordando a Augusto:
Conversación con Hellen Orvig.

¿Fue necesario un marco histórico para que Augusto Salazar desarrolle sus ideas sobre la antropología de la dominación?
No creo que Augusto necesitara que le dieran un marco histórico, él ya tenía una visión clara sobre esta propuesta.

Pero en su libro: “Bartolomé o de la dominación” se considera la recreación de un hecho histórico…
No. El estaba más preocupado por el presente. Claro, como parte de una situación difícil del momento peruano, pero sus consideraciones sobre dominación son abstractas, son más generales. No sé si se aplica, digamos, al Perú con toda su historia, como se aplica a cualquier tipo de situación mundial. Eso es justamente lo que buscaba Augusto, con su lenguaje riguroso, ser entendido con una propuesta mucho más general.

Sin embargo él hablaba de la cultura de la dependencia. ¿Que lo hizo cambiar?
Fue el primer trabajo para el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en el trabajaron su hermano Sebastián, José María Arguedas y un conjunto de intelectuales limeños. En 1966 Augusto presentó su ponencia en el Movimiento Social Progresista y hubo críticas y debates sobre su tesis, la cultura de la dependencia fue finalmente cambiada a cultura de la dominación.

¿Fue importante para él cambiar su reflexión sobre dependencia?
Fue algo que le permitió ser el mismo, le ayudó a avanzar sobre sus conceptos de dependencia. Porque hay dependencia en relación con dominación, lo dice en su trabajo de antropología, sin dominación hay dependencia afectiva e interdependencia. La dependencia, dominación y la cultura no son palabras sencillas, ellas guardan un profundo significado. No es sólo la presencia de cultura dominante o que esta sea el resultado de la dominación. En esa época, algunos intelectuales peruanos le reprochaban sus ideas sobre dominación, sostenían que él veía la realidad negativamente. Él sostenía que contrario a dominación, la liberación es llegar al punto cero y partir de allí, esto es encontrar autenticidad en un hombre aún empobrecido.

¿Siente que su esposo influenció mucho en la filosofía de la liberación latinoamericana?
Me parece que esto ocurrió en 1973, durante el Seminario de San Miguel1 ahí se discutió sobre la obra publicada por Augusto, pero muchos no coincidían en el tema de liberación, pero sí en el tema de dominación, ¡aunque ellos hablaban de caridad! Cuando Augusto regresó de Argentina me habló de Enrique Dussel y de otros filósofos, consideraba a Dussel como una promesa importante dentro de su línea filosófica.

¿Asumió su filosofía de la liberación?
¡Claro que sí! Por ejemplo, como feminista lo aplico en la situación de las mujeres. Para mi es importante, ya que desde el año 1966 cuando Augusto escribió su Cultura de la dependencia y me hablaba de ello, fíjate, empecé a tomar conciencia, justo en ese momento reaccionaba como mujer joven y radiante, ya que no podía seguir educándome por mis responsabilidades en el hogar. Por ello empezó mi rebeldía entre 1965 y 1966, más cuando sentía que Augusto hablaba del Perú en la situación de dominación, sentía que hablaba de mi y de la mujer en general, y no sólo de la situación peruana, porque hasta ese momento vivía de espaldas a la realidad. Y, además vas discerniendo tanto que uno al hablar de dominación lo hace de manera muy global, en cambio para Augusto el análisis de dominación fue de “acá no hay dominación porque A+ B, no es dominación, es otra cosa, es una dependencia pero no dominación, va descartando y poniendo el concepto muy claro.


¿Cuales fueron las perspectivas de liberación femenina en el Perú?
Mira, la verdad es que Augusto se interesó en analizar mucho más el problema en sentido general. Hay algunas partes de su manuscrito sobre Dominación y Liberación que en estos momentos no las tengo por diversas razones. No estoy hablando de la mujer, porque la verdad es que él quería dejarme a mí que continuara su proyecto. El último día que estuvo capaz de corregir su manuscrito, yo le llevé el que había hecho el día anterior. Él con un gran suspiro y cansancio nos pidió a mí y a mi hija que nos preocupáramos por la dominación de la mujer. ¡Pero alcanzar el gran nivel filosófico y lógico en el sentido que él alcanzó, fue difícil! Pero muchas veces siento que en ese texto sobre la antropología de la liberación de la mujer está pendiente.

¿Qué recuerda usted sobre la amistad de su esposo con Paulo Freire e Iván Illich?
Sí, ellos eran muy amigos. Ellos estuvieron aquí en la casa. Se conocieron entre los años 1970-1973. Recuerdo que por esos años las ideas de Augusto ya estaban muy arraigadas en América Latina. Los aportes de Paulo Freire sobre la pedagogía de la liberación encajaban perfectamente en las visiones de Augusto, y también las ideas acerca de la desescolarización de Iván Illich. Estos temas eran luces para Augusto. ¡Nunca me voy ha olvidar cuando una noche conversaban los tres juntos, las ideas volaban, era una cosa mágica! Nunca había visto esto antes y, aún después de muchos años me queda el recuerdo muy claro del momento del encuentro de los tres que volaban juntos, fue una experiencia lindísima, yo no podía seguirlos, pero vivir aquel momento fue muy hermoso.

¿Cual fue la idea de “hombre nuevo” que ellos conversaban?
El de las distintas culturas. Creo que el hombre nuevo debe sentir como muy importante el multiformismo de la cultura peruana, y los más importante es el aporte en la educación, el respeto al educando y que éste sea crítico y sobre todo analítico.
       Recuerdo que en las conversaciones con Augusto, cuando había controversias en la Comisión de la Reforma de la Educación, él cuestionaba: “¿Qué derechos tengo yo de imponer al educando mis ideas?”. Le preocupaba de sobremanera cómo lograríamos enseñar sin imponer, en esa línea la educación debe ser ética y moral. El docente debe ser orientador de la persona, cualquiera fuera su condición cultural, económica o social. Este es el punto mediador de un proceso educativo nuevo, y para mí, es lo más importante.

¿Cuán metódico era respecto a su labor filosófica?
Él estaba preocupado siempre por la enseñanza de la filosofía. Él cuestionaba permanente la labor y el programa que existía sobre filosofía. Para esto él solicito una beca para Europa y se informó como enseñar adecuadamente la filosofía, aún cuando era un exigente docente universitario, después de esto participó en la Comisión de la Reforma Educativa con todos sus originales aportes.
       Augusto trabajó muchos años como catedrático y se alegraba de sus más destacados alumnos, los que más se acercaban a él. La filosofía era muy importante en su labor diaria, como también lo eran la axiología y las tendencias filosóficas del mundo, se comprometió en ellas.

¿Qué tendencia filosófica tenía mayor importancia para él?
Le interesó la filosofía analítica de los ingleses George Moore y Bertrand Russell; sobre todo la axiología y los valores y su modo de tratar el lenguaje filosófico. En los años 50, él estuvo muy interesado en la axiología inglesa, y en los años 60 se reafirmó esta tendencia en Europa. La reflexión que Augusto profundiza en estos dos filósofos es un cuestionamiento sobre el lenguaje, es la cúspide de su obra, como la fenomenología está presente en su acción. Como dice David Sobrevilla en la formación de Augusto convergieron todos los sistemas filosóficos, influyendo en su antropología de la dominación.
Barranco, 25 de julio de 1998.

NOTA
1 Se refiere al Simposio sobre filosofía latinoamericana, realizado en San Miguel, Argentina, en agosto de 1973, donde Augusto Salazar presentó la ponencia: Filosofía de la dominación y filosofía de la Liberación, publicada en Stromata, año XXIX, Nº 4, oct-dic 1973, p. 395). El debate que sucedió después de su ponencia, incluyó entre otros a Enrique Dussel y Juan Carlos Scannonne.

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REPERTORIO BIBLIOGRÁFICO.


(1950) El saber, la naturaleza y Dios en el pensamiento de Hipólito Unanue. (Tesis de Bachillerato). Lima. UNMSM, Facultad de Letras.
(1958) Irrealidad e idealidad. Biblioteca Filosófica de la Universidad de San Marcos, Lima
(1958) La reforma de la Facultad de Letras y los estudios de Filosofía. Talleres Gráficos P.L. Villanueva, Lima.
(1959) La educación peruana en el mundo contemporáneo. UNMSM, Lima.
(1965) En torno a la Educación. UNMSM, Lima.
(1966) La Cultura de la dependencia. IEP, Serie: Mesas redondas Nº 8. Lima.
(1966) Apuntes sobre el pensamiento de Wittgenstein. UNMSM, Lima.
(1967) Historia de las ideas en el Perú contemporáneo. El proceso del pensamiento filosófico. Francisco Moncloa Editores 2 Vol. Lima.
(1967) Didáctica de la enseñanza universitaria. UNMSM, Lima.
(1967) ¿Qué es la filosofía? Ed. Vilock, Lima.
(1967) Filosofía de la educación universitaria. UNMSM, Lima.
(1967) La filosofía en el Perú. Ed. Universo, Lima.
(1968) Didáctica de la filosofía. Ed. Universo, Lima.
(1968) Educación cívica, para el 5º año de educación secundaria. Ed. Arica, Lima.
(1969) Sentido y problema del pensamiento filosófico hispanoamericano. The University of Kansas. Center of Latin American Studies, Lawrence.
(1969) ¿Existe una filosofía de nuestra América? Ed. Siglo XXI, México D.F.
(1969) Iniciación Filosófica. Curso Universitario. Edit. Arica S.A., 4ª edic. Lima.
(1970) Introducción a la Filosofía. Ed. Universo, Lima.
(1970) Manual de Filosofía (en colaboración con Francisco Miro Quesada), Lima.
(1970) Educación cívica, para el 4º año de educación secundaria. Ed. Arica, Lima 1970.
(1970) Entre Escila y Caribdis. Reflexiones sobre la vida peruana. Ed. Casa de la Cultura, Lima.
(1971) Nuevo enfoque de la educación. (mimeo) Primer forum sobre el Decreto Ley General de Educación. Ed. Colegio de Abogados de Lambayeque.
(1971) Para una filosofía del Valor. Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
(1971) En torno a la desescolarización. Edic. IICA-CIRA, Bogotá.
(1972) Breve vocabulario filosófico. Ed. Universo, Lima.
(1973) Los núcleos educativos comunales como organismos de base para la reorientación de la educación en condiciones de cambio estructural y con la participación directa de la comunidad. (Informe preparado para el Instituto de Viena para el desarrollo). Austria.
(1973) Dominación y extensión universitaria. III seminario FUPAC, San Salvador.
(1974) Bartolomé o de la dominación. Ed. PEISA, Lima.
(1976) La educación del hombre nuevo. Ed. Paidós, Buenos Aires. (Edición póstuma).
(1995) Dominación y liberación. Escritos. Ed. Facultad de Letras UNMSM. Edición póstuma preparada por David Sobrevilla y Hellen Orvig.

HEMEROGRAFÍA
(Artículos periodísticos, ensayos, separatas)

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02.«La filosofía contemporánea del Perú». En Novedades, Suplemento Literario. México 1949.
03.«Hipólito Unanue en la polémica sobre América». En Documento, Lima 1949-1950, año II, N° 1, págs. 395-413.
04.«Panorama de la filosofía en el Perú en los últimos cincuenta años». En Mar del Sur. Lima 1950, vol. V, N° 14, págs. 42-50.
05.«La filosofía de Alejandro Deustúa». En El Nacional, Suplemento Dominical, México, 2 jun. 1950, N° 171.
06.«Memoria de Imaz». En Letras Peruanas, Lima 1951, vol I, N° 1. Reproducido en Novedades, Suplemento Literario, México 1952.
07.«Las corrientes filosóficas de San Marcos». En Fanal, Lima 1951, año VI, págs. 8-10.
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09.«La filosofía peruana durante la Ilustración». En Letras Peruanas, Lima 1952, N° 5, págs. 7 y 16-17.
10. (Artículo sobre Camus). En El Comercio, Suplemento Dominical, Lima 1953
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12. «El redescubrimiento de la naturaleza humana en Camus». En El Comercio, Suplemento Dominical, Lima 4 Jun.1954. N° 67, págs. 2 y 8.
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89. «¿La science appliquée á l’homme peut-elle se passer d’axiologie?». En Axiologie et sciences de l’homme, Cahiers de I’ I.S.E.A.., París, décembre 1970, t. IV, 12 págs. 2245-2253.
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92. «El signo de los tiempos: Calley-Manson». En Expreso, Lima, 14 abr. 1971, pag. 19.
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95. «Francois Perroux». En El Expreso, Lima, 16 oct. 1971, pág. 15.
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97. «Nuevo enfoque de la educación». En Documentos de trabajo 3, Lima, 1972. Ministerio de Educación, INIPM, Centro Superior de Perfeccionamiento Magisterial. Versión de una conferencia; texto con numerosas erratas y descuidos de puntuación.
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103. «La desescolarización y la educación de las áreas rurales». En Expreso, Lima, 12 mar. 1972, pág. 23.
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108. «Sobre objetivos y orientaciones de la difusión cultural universitaria». En: II Conferencia Latinoamericana de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, México 1972. Unión de Universidades de América Latina. Comentario de ASB a la ponencia de Leopoldo Zea. Reproducido en Jornada, Suplemento, San José, Consejo Superior Universitario Centroamericano, Año 2, N° 7, págs. 6-7
109. «Cultura y dominación» I. En Expreso, Lima, 2 abr.1972, pág. 19. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 17. Reproducido en Expreso, Lima, 14 feb. 1974, pág. 11.
110. «Cultura y dominación» II. En Expreso, Lima, 9 abr.1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, pp. 18-19.Reproducido en Expreso, Lima, 15 feb. 1974, pág. 11.
111. «Cultura y dominación» III. En Expreso, Lima, 16 abr.1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 19-20.Reproducido en Expreso, Lima, 16 feb. 1974, pág. 11.
112. «Cultura y dominación» IV. El diagnóstico de nuestro mal. En Expreso, Lima, 23 abr.1972, pág. 21. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 20-21.Reproducido en Expreso, Lima, 17 feb. 1974, pág. 11.
113. «Cultura y dominación» V: El reto de la historia contemporánea. En Expreso, Lima, 30 abr.1972, pág. 21. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 21-22. Reproducido en Expreso, Lima, 18 feb. 1974, pág. 9.
114. «Cultura y dominación» VI: Individuo y cultura. En Expreso, Lima, 7 may. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 22-23. Reproducido en Expreso, Lima, 19 feb. 1974, pág. 11.
115. «Cultura y dominación» VII : De la opresión a la revolución en la cultura. En Expreso, Lima, 14 may. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 23-24.
116. «El sentido de la libertad de educación». En Expreso, Lima, 21 may. 1972, pág. 23.
117. «El sentido de la libertad de educación (II) : Libertad de educación y libertad de empresa». En Expreso, Lima, 28 may. 1972, pág. 23.
118. «El sentido de la libertad de educación (III)». En Expreso, Lima, 4 jun. 1972, pág. 23.
119. «La Reforma Educativa desde fuera». En Expreso, Lima, 11 jun. 1972, pág. 24.
120. «A propósito de la difusión cultural». En Expreso, Lima, 18 jun. 1972, pág. 24. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 25-26.
121. «Difusión cultural (2)». En Expreso, Lima, 25 jun. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 26-27.
122. «Un ‘salvador’ de Mariátegui». En Textual, Revista de Artes y Letras. Lima, Instituto Nacional de Cultura, jun. 1972, N° 4, págs. 56-58.
123. «La reforma de la educación peruana». En Revista del Centro de Estudios Educativos, México D.F., Segundo trimestre de 1972, Vol. II, N° 2, págs. 98-106. Reproducido en Cuadernos del Consejo Nacional de la Universidad Peruana, Lima, set. 1972, N° 10, págs. 213-220.
124. «A propósito de la difusión cultural (III): La difusión cultural en el Tercer Mundo». En Expreso, Lima, 2 jul. 1972, pág. 19. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 27-28.
125. «Sobre una definición de cultura». En Expreso, Lima, 16 jul. 1972, pág. 25.Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 28-29.
126. «Notas sobre el concepto de cultura». En Expreso, Lima, 23 jul. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 29-30.
127. «Cuando la ciencia se torna mortal». En Expreso, Lima, 6 ago. 1972, pág. 23.
128. "A propósito de Minesla". En Boletín de Educación, publicación semestral de la Oficina Nacional de Educación de UNESCO, Santiago de Chile, ene.-jun. 1972, págs. 23-25.
129. «Valor, cultura y sociedad». En Expreso, Lima, 13 ago. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 30-31.
130. «Problemática del pensamiento social». En Expreso, Lima, 20 ago. 1972, pág. 23.
131. «Una conquista educativa que no debe perderse». En Expreso, Lima, 3 set. 1972, pág. 19.
132. «Desmitificando la educación peruana». En Expreso, Lima, 10 set. 1972, pág. 23. Publicado nuevamente en Expreso, 15 de marzo de 1975.
133. «La educación y el cambio de la imagen del mundo». En Expreso, Lima, 17 set. 1972, pág. 23. Reproduce con modificaciones y ampliaciones, la primera parte del texto de título análogo incluido en En torno a la educación. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 40-41.
134 «La educación y el cambio de la imagen del mundo (2): La perspectiva peruana». En Expreso, Lima, 24 set. 1972, pág. 25. Reproduce la parte final del texto de título análogo al encabezamiento; incluido en Entorno a la educación; contiene además, otros desarrollos. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p.41-42.
135. «La educación y el cambio de la imagen del mundo (3)». En Expreso, Lima, 1 oct. 1972, pág. 23. Contiene desarrollos no incluidos en el texto de Entorno a la educación.
136. «La educación y el cambio de la imagen del mundo (4): Entorno al desarrollo y al crecimiento». En Expreso, Lima, 8 oct. 1972, pág. 23. Parte completamente nueva.Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 42-43.
137. «Para una nueva educación cívica: Verdades obvias que son errores». En Expreso, Lima, 15 oct. 1972, pág. 21.
138. «Para una nueva educación cívica: educación, política y adoctrinamiento». En Expreso, Lima, 22 oct. 1972, pág. 21.
139. «El frente de Chile». En Expreso, Lima, 29 oct. 1972, pág. 23.
140. «En el combate del Tercer Mundo». En Expreso, Lima, 12 nov. 1972, pág. 25. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 49-50.
141. «Discurso pronunciado a nombre de las delegaciones de la América Latina y el Caribe, en la sesión de clausura de la 17a. Conferencia General de la Unesco, en París». En Conferencia General. Decimoséptima reunión. Acta literal provisional. Cuadragésimoprimera sesión plenaria. París, 21 nov. 1972, págs. 22-25. Reproducido en Revista de la Academia Diplomática del Perú, Lima 1972, N° 7, págs. 56-59 (texto con erratas). También en Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 114-115.
142.- "Dominación, valores y formación humana" En: Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 76-80. [Transcripción de ponencia en seminario sobre la condición femenina ofrecida en el INC el 26 noviembre de 1972]. Publicado Además en Dominación y liberación, 1994, pp.141-152.
143. «La educación para la liberación en la Unesco «. En Expreso, Lima, 26 nov. 1972, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p.50-51.
144. «La educación para la liberación en la Unesco (II) «. En Expreso, Lima, 27 nov. 1972, pág. 13. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 51-52.
145. «Les orientations de la réforme de l’enseignement au Pérou «. En Perspectives. Revue trimestrelle de l’education, París. Hiver 1972, vol II, N° 4, págs. 429-437. Hay una versión inglesa en la edición en esa lengua de la misma revista de Unesco, Prospects. Asimismo una versión castellana traducida del francés en el número de la revista en español (1973).
146. «Hacia una alfabetización integral». En Expreso, Lima, 3 dic. 1972, pág. 21. Vid. La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp.149.
147. «Hacia una alfabetización integral (II)». En Expreso, Lima, 10 dic. 1972, pág. 21. Vid. La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp.151.
148. «Hacia una alfabetización integral (III)». En Expreso, Lima, 17 dic. 1972, pág. 23. Vid. La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 153.
149. «Hacia una alfabetización integral (IV)». En Expreso, Lima, 24 dic. 1972, pág. 19. Vid. La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 155.
150. «Sobre objetivos y orientaciones de la difusión cultural universitaria». En La difusión cultural y la extensión universitaria en el cambio social de América Latina. Actas de la Segunda Conferencia Latinoamericana de Difusión Cultural y Extensión Universitaria. México 1972. Unión de Universidades de América Latina. Contiene los comentarios de ASB a la ponencia de Leopoldo Zea sobre el tema N° 1, págs. 66-71, y sus diversas intervenciones en el curso de la conferencia.
151. «Réquiem para Truman». En Expreso, Lima, 31 dic. 1972, pág. 19.
152. «Actualidad de Mariátegui». En Textual, Revista de Artes y Letras, Lima, Instituto Nacional de Cultura, dic. 1972, Nos. 5-6, págs. 19-22. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p.59-62.
153. «Hacia una alfabetización integral (V)». En Expreso, Lima, 12 ene. 1973, pág. 20.
154. «Contra la corriente de la historia». En Expreso, Lima, 21 ene. 1973, pág. 19.
155. «Cuando el Vietnam ganó su guerra». En Expreso, Lima, 28 ene. 1973,
156. «Hacia una alfabetización integral (VI)». En Expreso, Lima, 14 ene. 1973, pág. 20. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 157.
157. «Hacia una alfabetización integral (VII)». En Expreso, Lima, 18 feb. 1973, pág. 21. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 160.
158. «Los escritores y el proceso revolucionario peruano». En Expreso, Lima, 25 feb. 1973, pág. 21.
159. «Actualidad de Basadre». En Expreso, Lima, 4 mar. 1973, pág. 22. Vid. Textual Nº 9, Dic. 1974, p. 46-47.
160. «Educación y revolución». En Expreso, Lima, 11 abr. 1973, pág. 25. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 171.
161. «Educación y revolución (II): Un nuevo concepto de educación». En Expreso, Lima, 8 abr. 1973, pág. 23. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 174.
162. «Educación y revolución (III): La educación como ideología». En Expreso, Lima, 20 abr. 1973, pág. 23.Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 178.
163. «Educación y revolución (IV): La educación contrarrevolucionaria». En Expreso, Lima, 29 abr. 1973, pág. 19. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 180.
164. «Propiedad social: principio peruano desde hace más de mil años». En Expreso, Lima, 6 may. 1973, pág. 23.
165. «Educación y revolución (V): La educación extraescolar y la revolución». En Expreso, Lima, 6 may. 1973, pág. 23. Incluida en: La Educación del Hombre Nuevo, 1976, pp. 183.
166. «La hora del Perú». En Expreso, Lima, 27 may. 1973, pág. 20. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 47-48.
167. «El gatito de Enrico Mattei». En Expreso, Lima, 31 may. 1973, pág. 21.Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 64.
168. «En pro de «El último tango en París». En Expreso, Lima, 2 jun. 1973, págs. 19-25. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 65-67.
169.-"Si no hacemos revolución en la conciencia, no puede haber revolución en la estructura". Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 80-85. [Transcripción de conferencia dictada en la Escuela Normal de Mujeres del Sagrado Corazón, Chiclayo, Chiclayo, 12 de junio 1973]
170. «La waflera simbólica». En Expreso, Lima, 19 jun. 1973, pág. 18. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 52-53.
171. «Una insólita censura al arte». En Expreso, Lima, 21 jun. 1973, pág. 19. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 67-68.
172. «Wiriyamu: un testimonio». En Expreso, Lima, 22 jul. 1973, pág. 23.
173.- "La educación de adultos, un círculo en el cual cada uno es educador y educacndo". Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 92-99. [Transcripción de Conferencia en el Taller Nacional sobre Educación de Adultos en Areas Rurales, Escuela de Villa María, Chaclacayo, 11 de agosto de 1973.]
175. «Educación y deporte (1)». En Expreso, Lima, 12 ago. 1973, pág. 25.
176. «Educación y deporte (II)». En Expreso, Lima, 18 ago. 1973, pág. 24.
177. «Remember Guatemala, Santo Domingo». En Expreso, Lima, 9 set. 1973, pág. 20. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 53-54.
178. «En la hora del sacrificio de Allende». En Expreso, Lima, 16 set. 1973, pág. 21. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 54.
179. «El sentido de la concientización». En Expreso, Lima, 23 set. 1973, pág. 21.
180. «Con el Perú o con la Cerro». En Expreso, Lima, 30 set. 1973, pág. 23. Vid. Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 48-49.
181. «En la hora del sacrificio de Allende». (reproducción). En La verdad sobre Chile. Lima, 1973. Ed. Causachun, págs. 63-65
182. «Mas sobre la concientización». En Expreso, Lima, 10 oct. 1973, pág. 19.
183. «Examen de la concientización (I)». En Expreso, Lima, 17 oct. 1973, pág. 23.
184. «Examen de la concientización (II)». En Expreso, Lima, 21 oct. 1973, pág. 21.
185.- "Contra la pretendida razón universal". Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 87-89. [Transcripción de intervención en el INC el 24 de octubre 1973, con motivo del XXVIII aniversario de la Naciones Unidas.]
186. «La desconcientización». En Expreso, Lima, 28 oct. 1973, pág. 23.
187.-Los estudiantes frente a la reforma de la educación". Textual Nº 9, dic. 1974, pp. 99-109. [Texto de intervención en la I Convención de juventudes del distrito de San Miguel, Lima, 26-28 octubre 1973.]
188. «Los medios de la nueva pedagogía». En Expreso, Lima, 11 nov. 1973, pág. 21. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp.126.
189. «Los medios de la nueva pedagogía». En Expreso, Lima, 18 nov. 1973, pág. 21. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 128.
190. «Los medios de la nueva pedagogía (III): La función del currículum». En Expreso, Lima, 25 nov. 1973, pág. 23. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 132.
191. «Los medios de la nueva pedagogía (IV): La renovación del currículum». En Expreso, Lima, 2 dic. 1973, pág. 21. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 136.
192. «Los medios de la nueva pedagogía y la tecnología». En Expreso, Lima, 9 dic. 1973, pág. 21. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 138.
193. «La evaluación y la nueva pedagogía (I)». En Expreso, Lima, 16 dic. 1973, pág. 22. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 142.
194. «La evaluación y la nueva pedagogía (II)». En Expreso, Lima, 30 dic. 1973, pág. 21. Incluida en: La educación del Hombre Nuevo, pp. 145.
195.- "Filosofía de la dominación y filosofía de la liberación". En: Stromata, San Miguel, Argentina, Año XXIX, Nº 4, octubre-diciembre 1973, pp. 393-397. Incluida en: Dominación y Liberación, pp. 153-157.
196.- "Diálogo sobre dominación y liberación". Stromata, San Miguel, Argentina, Año XXIX, Nº 4, Octubre diciembre 1973. pp. 431-445. Incluida en: Dominación y liberación. pp. 159-177.
197. «La Reforma de la Educación Peruana». En Proceso, Oficina del Primer Ministro, Lima, dic. 1973, págs. 43-50.
198. «Listen, yanqui». En Expreso, Lima, 13 ene. 1974, pág. 21.
199. «Liberación femenina y Reforma Educativa». En Expreso, Lima, 20 ene. 1974, pág. 11.
200. «La promoción educativa de la mujer». En Expreso, Lima, 27 ene. 1974, pág. 11.
201. «La viga en el ojo: Watergate, una tempestad en un vaso de Whisky». En Expreso, Lima, 10 ene. 1974, pág. 19 (Seud. Filodemo Yupanqui). Vid. Textual Nº 9, diciembre 1974, pp. 69-70.
202. «La universidad al agua». En Expreso, Lima, 16 ene. 1974, pág. 10 (Seud. Filodemo Yupanqui). Mutilado. Vid. Textual Nº 9, diciembre 1974, pp. 70.
203. «La viga en el ojo: La universidad al agua». En Expreso, Lima, 18 ene. 1974, pág. 10 (Seud. Filodemo Yupanqui). Vid. Textual Nº 9, diciembre 1974, pp. 70.
204. «La viga en el ojo: His master’s voice». En Expreso, Lima, 19 ene. 1974, pág. 10 (Seud. Filodemo Yupanqui). Vid. Textual Nº 9, diciembre 1974, pp. 70-71.
205. «La viga en el ojo: El tercer mundo revolucionario». En Expreso, Lima, 29 ene. 1974, pág. 10 (Seud. Filodemo Yupanqui). Vid. Textual Nº 9, diciembre 1974, pp. 71.
206.- "Por una educación para el trabajo, por el trabajo y en el trabajo". Textual Nº 9, Diciembre 1974, pp. 110-112. [Transcripción de diversas entrevistas concedidas por Augusto Salazar Bondy].
207.- "Liberación femenina y reforma educativa" En: Expreso, 8 de marzo de 1975. p. 8.
208.- "El pensamiento Latinoamericano en el contexto del tercer mundo" [Transcripción de conferencia dictada en el Centro de Estudios Filosóficos de la Universidad de Buenos Aires, agosto de 1973]. Publicada en: Dominación y liberación, pp. 179-190.

ANTOLOGIAS, PROLOGOS Y TRADUCCIONES

01. Rudolf Carnap. «La antigua y la nueva lógica». En Letras, Lima, 1947, N° 36, págs. 20-108. Traducción del francés.
02. Emile Brehier et al. «Ciencia y humanismo». En Las Moradas, Lima, jul.-ago. 1947, págs. 209-225. Traducción del francés.
03. Manuel González Prada. Ensayos escogidos. Selección y prólogo por ASB. Lima, 1956. Patronato del Libro. 2da edición. Lima 1958. Editora Latinoamericana. 3ra edición aumentada. Lima 1970. Ed. Universo.
04. G. E. Moore. El concepto del valor intrínseco. Lima 1963. Universidad Nacional de San Marcos. Biblioteca Filosófica. Traducción del francés.
05. Lecturas filosóficas. Selección, introducción, notas y anexos. Lima 1965. Ed. Educación Renovada, 536 págs. 2da edición. Lima 1968, Ed. Universo, 396 págs. Con la colaboración de César Valega.
06. L. Wittgenstein. En torno a la ética y el valor. Lima, 1967. Universidad Nacional de San Marcos. Biblioteca Filosófica. Nota preliminar, traducción del inglés de «Lecture on Ethics» y revisión de la versión del alemán, por Beatriz Benoit, del texto de las conversaciones con Moritz Schlick, editados por F. Waismann.
07. Francois Perroux. «La alienación en el medio industrial». En Amaru Lima 1967. N° 2, págs. 34-47 . Traducción del francés. Es un capítulo del libro Alienación y creación colectiva del mismo autor, traducido para Francisco Moncloa Editores.
08. Breve antología filosófica. Prólogo, selección y apéndices. Lima 1967. Ed. Universo. 162 págs.
09. «Prólogo» a: Aristóteles. Etica a Nicómaco. Lima, 1967. Ed. Universo , págs. 2-6.
10. «Prólogo» a: Aristóteles. La Política. Lima, 1968. Ed. Universo , págs. 7-8.
11. «Prólogo» a: Descartes. Discurso del Método. Lima, 1968. Ed. Universo , págs. 7-8.
12. «Prólogo» a: Platón. Diálogos escogidos. Lima, 1968. Ed. Universo , págs. 7-9.
13. «Prólogo» a: Platón. La República. Lima, 1969. Ed. Universo , págs. 8-9.
14. «Prólogo» a: Jorge Guillermo Llosa. Sobre la experiencia de la cultura. Lima, 1969. Universidad Nacional de San Marcos, págs. 5-6.
15. Francois Perroux. Alienación y creación colectiva. Lima 1971. Moncloa-Campodónico. Ed. Asociados. Traducción del francés.
16. José Carlos Mariátegui. Ensayos escogidos. Selección y prólogo por ASB. Lima 1971. Ed. Universo.
17. «Prólogo» a: Aristóteles . Metafísica. Lima, 1972. Ed. Universo, vol. 1, págs. 7-9.
18. «Estudio preliminar y traducción» a: Gastón Bachelard. El nuevo espíritu científico. Lima, 1972. Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Ministerio de Educación. El estudio preliminar, que ocupa las páginas VII a XLVI, reproduce con modificaciones, el ensayo «La epistemología de Gastón Bachelard», publicado en 1958.
19. «Prólogo» a: Manuel Gonzáles Prada . Horas de Lucha. Lima, 1972. Ed. Universo, págs. 7-9.
20. "Prólogo" a: G.E. Moore El concepto de valor intrínseco. Lima 1993, 2da edición; UNMSM- Universidad Complutense.

COMENTARIOS, RESEÑAS Y NOTAS

01. «Lógica de F. Miró Quesada». En Mercurio Peruano. Lima 1946.
02. «El Kant de Cassirer». En Las Moradas. Lima 1947, año I, N° 4, págs. 91-93 Reseña del libro Kant por Ernest Cassirer.
03. «La filosofía helénica y el problema de los tipos de conocimiento». En Las Moradas. Lima 1949, vol. III. Nros. 7-8, págs. 152-159. Comentario del libro de Walter Peñaloza La evolución del conocimiento helénico. Ilozoismo-eleatismo.
04. «Martín Buber. ¿Qué es el hombre?» En Filosofía y Letras, México 1949. N° 34, págs. 312-317. Reseña del mencionado libro.
05. «Blumenfeld, Walter. Sentido y sinsentido» En Filosofía y Letras, México jul.-set. 1949. N° 35, págs. 121-125. Reseña del mencionado libro.
06. «R. G. Collingwood. Idea de la naturaleza» En Cuadernos Americanos México 1949. Reseña bibliográfica.
07. «La experiencia y la naturaleza» En: Cuadernos Americanos México set.-oct. 1949. págs. 131-142. Comentario del libro de John Dewey del mismo título.
08. «Szilasi, Wilhelm ¿Qué es la ciencia? En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña bibliográfica.
09. «Weilenmann, Evelyne El mundo de los sueños». En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña bibliográfica.
10. «L. C. Dunn y Th. Dobzhansky. Herencia, raza y sociedad». En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña bibliográfica.
11. Buber, Martín. ¿Qué es el hombre?». En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña bibliográfica.
12. «Bloch, Ernst. El pensamiento de Hegel». En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña bibliográfica.
13. «Bobbio, Norberto: El existencialismo». En El Nacional. Suplemento Dominical. México 1949. Reseña del libro mencionado.
14. «San Anselmo. Proslogion». En La Prensa. Lima 23 oct. 1953. Reseña bibliográfica.
15. «Francisco Romero. ¿Qué es la filosofía?». En La Prensa. Lima 31 mar. 1953. Reseña bibliográfica.
16. «Filosofía y fenomenología». En La Prensa. Lima 27 may. 1954. Reseña de Edmundo Husserl. La filosofía como ciencia estricta.
17. Julián Marias. Idea de la metafísica «. En La Prensa. Lima 1954. Reseña bibliográfica.
18. «Psicología y cárceles nazis». En La Prensa. Lima 1955. Reseña del libro de Viktor E. Frankl. Un psicólogo en el campo de concentración.
19. «Nicolás Hartmann. La nueva ontología». En La Prensa. Lima, 14 jun. 1955. Reseña bibliográfica.
20. «Un libro de Kant». En La Prensa. Lima, nov. (?) 1955. Reseña de la traducción española de Prolegómenos de Kant.
21. «¿Qué es la lógica?». En La Prensa. Lima, 7 ene. 1958. Reseña del libro del mismo título de José Ferrater Mora.
22. «Metafísica del conocimiento». En La Prensa. Lima, 8 ene. 1958. Reseña del libro de Nicolás Hartmann Rasgos fundamentales de una metafísica del conocimiento.
23. «Sobre la libertad humana». En La Prensa. Lima, 7 abr. 1958. Reseña del libro de Carlos Vaz Ferreira Los problemas de la libertad y los del determinismo.
24. «Biología del hombre». En La Prensa. Lima, 21 abr. 1958. Reseña del libro de Th. Dobzhansky. Bases biológicas de la libertad humana.
25. «Sler, Racaurte. El positivismo argentino. Pensamiento filosófico y sociológico». En Letras. Lima, primer semestre 1959. N° 62. Reseña del libro mencionado.
26. «Funke, Gerhard. Investigaciones fenomenológico-trascendentales. La subjetividad trascendental y el problema del ser». En Letras. Lima, primer semestre 1959. N° 62. Reseña del libro mencionado.
27. «Democracias latinas en América» En Diccionario Literario. (Gonzáles Porto-Bompiani). Barcelona 1959. Montaner y Simón, t. III, pág. 878. Artículo sobre el libro de: Francisco García Calderón del mismo título.
28. «Hombres e ideas de nuestro tiempo». En Diccionario Literario. (Gonzáles Porto-Bompiani). Barcelona 1959. Montaner y Simón, t. III, pág. 30. Artículo sobre el libro de Francisco García Calderón del mismo título.
29. «Pájinas libres». En Diccionario Literario. (Gonzáles Porto-Bompiani). Barcelona 1959. Montaner y Simón, t. VII, pág. 823. Artículo sobre el libro de Gonzáles Prada del mismo título.
30. «Perú contemporáneo (El)». En Diccionario Literario. (Gonzáles Porto-Bompiani). Barcelona 1959. Montaner y Simón, t. VIII, pág. 90. Artículo sobre el libro de Francisco García Calderón del mismo título.
31. «7 ensayos de interpretación de la realidad peruana». En Diccionario Literario. (Gonzáles Porto-Bompiani). Barcelona 1959. Montaner y Simón, t. IX, págs. 619-620. Artículo sobre el libro del mismo título de José Carlos Mariátegui.
32. «Carl Wellmann. The language of Ethics». En Crítica México, ene. 1967. vol I, págs. 122-126.Reseña del mismo libro.

INFORMES Y PROYECTOS
01. Proyecto de la Facultad de Estudios Generales. Lima 1964 Universidad de San Marcos, 248 págs. Elaborado por una comisión dirigida por ASB. Texto mimeografiado.
02. «El departamento de Metodología». En Educación, Organo de la Facultad de Educación de la Universidad de San Marcos. Lima 1965-1966, años XIX-XX. Nos. 28-29, págs. 108-109. Informe del Director.
03. Informe sobre los Departamentos de Humanidades y Educación de la Universidad de Oriente. Cumaná Venezuela 1967.
04. Informe sobre la Organización de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico. Río Piedras - Lima, may. 1969.
05.Comisión de la Reforma de la Educación. Informe Preliminar. Lima, may. 1970. Ministerio de Educación.. Escrito por ASB en colaboración con otros miembros de la comisión.
06. Comisión de la Reforma de la Educación. Informe Preliminar. Lima, set. 1970. Ministerio de Educación. Escrito por ASB en colaboración con otros miembros de la comisión.
07. Anteproyecto de la Ley General de Educación. Lima, mar. 1971. Ministerio de Educación. Preparado por ASB en colaboración con otros miembros de la Comisión de Reforma de la Educación.
08. Informe de la Misión UNESCO/PNUD para la evaluación y proposición de proyectos regionales de educación en Centroamérica y Panamá. San Salvador 1973. Texto mimeografiado, preparado en colaboración con los dos otros miembros de la Misión, Hans Reiff y J.M. Gurriarán.

ENTREVISTAS, DECLARACIONES E INTERVENCIONES

01. «Declaración conjunta de los Directores de los Colegios Deustua: Dres. Augusto Salazar Bondy y Rosalía Avalos de Matos». En El Bancario. Lima, año IX, N° 20, págs. 10-11.
02 .«Educar es quehacer público». En El Bancario. Lima, feb.-may. 1955. año IX, N° 20, pág. 31. Discurso pronunciado en las ceremonia de inauguración de los colegios cooperativos bancarios «Alejandro O. Deustua». Reproducido en En torno a la educación.
03.«El Social-Progresismo es un partido socialista, humanista, revolucionario y peruano». En Libertad. Lima, 20 dic. 1961, cuarta época, N° 35, págs. 6,7 y 9. Versión taquigráfica de la entrevista hecha a ASB. en televisión.
04. «Crisis universitaria». En Gaceta Sanmarquina. Boletín Informativo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, may. 1965, N° 12, págs. 8-9. Incluido en En torno a la educación.
05. «Sobre la crisis universitaria, cuatro preguntas a Augusto Salazar Bondy». En El Comercio. Suplemento Dominical. Lima, 18 jul. 1965. Entrevista.
06.Arguedas, José María et al: Mesa Redonda sobre el monolinguísmo quechua y aymara y la educación en el Perú. Lima, 1966. Casa de la Cultura del Perú. Documentos regionales de la etnohistoria andina. N° 2, 1966. Intervenciones en los debates.
07.«Discurso del Dr. Augusto Salazar Bondy» En Gaceta Sanmarquina Lima, feb. 1966. N° 21. Se incluye dentro de la información sobre el homenaje al Director de la Comisión Organizadora de Estudios Generales.
08.Intervención en la sesión plenaria 38 de la 17° Conferencia General de la Unesco, París, nov. 1972. En: Acta literal provisional de la trigésima sesión págs. 11-27. A propósito del proyecto de resolución presentado por el Perú y otros países sobre defensa del mar territorial y agresión económica.
09.«Entrevista con Augusto Salazar Bondy». Lic. Luis F. Valero Iglesias. En El Mundo, San Salvador, 6 ene. 1973.
10.«Entrevista colectiva sobre alfabetización integral» En Expreso, Suplemento Dominical. Lima, 8 abr. 1973, págs. 10-11. Intervienen, además de ASB, César Picón y Alfonso Lizarzaburu.

LIBROS, ENSAYOS, ARTICULOS, PONENCIAS ACERCA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE AUGUSTO SALAZAR BONDY

ABUGATTAS, Juan (1984) Augusto Salazar Bondy, diez años después. En: Marka, El Diario, 5 febrero, pp. 6-7.
ANDRADE, Rolando (1990) Augusto Salazar Bondy: hacia una educación liberadora. Ed. Labrusa. Lima. Edic. auspiciada por CONCYTEC.
CABRERA, Julio (1974) Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 121.
CAMPOS, Aníbal (1997) Augusto Salazar Bondy: Reflexiones sobre la educación. En: Yachay Nº 3, año 3, pp. 7-12.
CARPIO, Alfredo (1974) Discurso del Ministro de Educación en el Cementerio. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 141.
CASTILLO, Carlos (1974) Así era Augusto. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 117.
CHIAPPO, Leopoldo (1974) Palabras para Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 139.
DE LA FLOR, Angel (1974) Discurso del Ministro de Relaciones Exteriores ante la tumba de Augusto. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 139.
DE LOS RIOS, Edmundo (1994) El hombre que enseñaba. En: Caretas, 03 de marzo, pp.90-91. Lima.
DEL VALLE, Augusto (1994) Salazar contra Salazar. Ponencia V Congreso Nacional de Filosofía, Universidad de Lima. (Aún no se han publicado las actas).
EDUCACION, Revista de, (1975) Augusto Salazar Bondy: una fe, un destino, un ejemplo. Lima.
ESCOBAR, Alberto (1974) En torno a la educación bilingüe. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 137-138.
EXPRESO (1975) Salazar Bondy: una año de lejanía muy cercana. 09 de febrero. p.4-5.
(1974) Una vida al servicio del pueblo, 15 de febrero. p. 2.
GONZALES, Raúl (1991) Augusto Salazar Bondy reflexiones en torno a su propuesta educativa. En: TAREA Nº 26, pp. 34-41. Lima.
GUEVARA, Juan (1974) Palabras del Rector de San Marcos en el Cementerio.En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp
LI, Víctor (1974) Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 134-136.
LLOSA, Jorge (1974) Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp 117.
MAZZI, Víctor (1998) La filosofía de la educación en Augusto Salazar Bondy: originalidad, dominación y liberación. En Resúmenes del VII Congreso Nacional de Filosofía, Pontificia Universidad Católica del Perú, p. 42.
(1998) La filosofía de la educación en Augusto Salazar Bondy: originalidad, dominación y liberación. En: Trabajos de investigación 1997. Resúmenes. Instituto de Investigación . Universidad Nacional de Educación. p. 12.
MIRO QUESADA C, Francisco (1974) Augusto Salazar Bondy: biografía filosófica. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 131-133.
MIRO QUESADA RADA, Francisco (1994) El compromiso intelectual. En: El Dominical, suplemento de El Comercio, 06 de febrero, pp.7-8.
MONCLOA, Francisco (1974) Augusto. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 118.
(1975) Socialista Humanista cuando nadie o muy pocos lo eran. En: Extra, 08 de febrero, p. 15.
NEIRA, Hugo (1974) Una filosofía del alba. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp 122-123.
ORVIG, Hellen (1994) Prólogo a Dominación y liberación. Fondo Editorial Facultad de Letras, UNMSM, Lima. pp.11-14.
PAZ Y MIÑO, Manuel et. al. (1996) El Quehacer filosófico en el Perú. Ed. RPFA, Lima.
PEÑA, Antonio (1974) Homenaje. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 124-127.
RENGIFO, Saúl (1996) Aspectos de la concepción antropológica de Augusto Salazar Bondy. Resumen de ponencias del VI Congreso Nacional de Filosofía, U. de la Amazonía, Iquitos, p. 52.
RUIZ, Alberto (1974) Homenaje al maestro Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 119-120.
SANZ, Julio (1994) Pensamiento filosófico de Augusto Salazar Bondy. Proyecto de investigación. Referencia: Logos Latinoamericano, Nº1, Año 1, Revista del Instituto de Investigación del Pensamiento Peruano y Latinoamericano, U.N.M.S.M. p. 72.
(1974) La filosofía del valor de Augusto Salazar Bondy. En: TEXTUAL Nº 9, [Número dedicado a Augusto Salazar Bondy], diciembre, pp. 128-130.
SOBREVILLA, David. (1988) Repensando la tradición nacional. 2 vol, Edit. Hypatia. Lima.
(1996) La filosofía contemporánea en el Perú. Carlos Matta editor, pp. 251-295.
(1994) Augusto Salazar Bondy en la filosofía peruana y lantinoamericana. En: El Dominical, Suplemento de El Comercio, 06 de febrero, pp. 7-8.
UNIVERSIDAD DE LIMA [V Congreso Nacional de Filosofía] Seminario sobre Augusto Salazar Bondy, ponencias de María Luisa Rivara de Tuesta, Enrique Dussel y Juan Abugattas. Agosto 1994. (Versión magnetofónica).
VERASTEGUI, Ricardo (1975) Salazar Bondy: Padre de la Reforma Educativa. En: Extra, 07 de febrero, p. 5.