viernes, 28 de junio de 2013

EL PERÚ, LOS PERUANOS Y TRES CARTAS INÉDITAS DE VALLEJO

Por: Jesús Cabel.
El Boletín de la Academia Peruana de la Lengua recientemente ha publicado estas tres cartas halladas por Jesús Cabel en el archivo Luis E. Valcárcel. La difícil situación que nuestro vate vivió en París, muestran sin embargo, su optimismo por lo que se desarrollaba política y culturalmente en el Perú del siglo pasado.


Si nos preguntáramos por el concepto del Perú y los peruanos que tenía César Vallejo, en París, vamos a constatar a lo largo de su correspondencia, que la respuesta no es tan alentadora como quisiéramos, pues palpita en él un resentimiento a flor de labios. Sin embargo, en la comunicación que sostendrá  con los poetas y escritores peruanos, a propósito de la edición de los libros de aquéllos, se opera en él un cambio total; hay un tono celebratorio, fraternal y de adhesión espiritual permanentes. Así puede advertirse en las cartas dirigidas a los poetas: José María Eguren (al único que le escribe desde Trujillo, durante su estancia en el Perú), Emilio Armaza, Rafael Méndez Dorich y Juan Luis Velásquez; así como a los escritores: Antenor Orrego, José Carlos Mariátegui y Luis Alberto Sánchez.

   Se ha escrito con justeza[1], que a partir de estas cartas puede hallarse las claves de los criterios poéticos y estéticos de Vallejo, que devendrán luego en la posición de éste acerca  del compromiso del escritor. Precisamente, el año de 1926, que lo sorprende enfermo[2], co-edita con Juan Larrea la revista Favorables, París, Poema y empieza a interesarse por la política, a partir del proyecto de edición de la revista Foro. Este es el año que va a contactarse epistolarmente con los poetas: Alejandro Peralta, Alcides Spelucín y Emilio Armaza.

   Alejandro Peralta fue uno de los ejes centrales al lado del talentoso Gamaliel Churata[3] (o Arturo Peralta, su hermano) del movimiento cultural Orkopata, en cuyo trajinar lo encontramos vinculado a los primeros voceros indigenistas: Boletín Kuntur y Vórtice (Sicuani), Atusparia (Huaraz), Chiripu y Waraka (Arequipa), Inty  (Huancayo), La Sierra y La Región (Lima), Puna (Ayaviri) y Boletín Titikaka (Puno), alentados por la célebre revista Amauta de José Carlos Mariátegui. Referente a Ande de Peralta, hallamos que el indio en su poesía no es un personaje novelesco ni de ficción, es el autor de un drama cuyo discurrir tiene como telón de fondo la realidad  violenta y heterogénea del medio, donde hasta la esperanza, como señalara en cierta oportunidad Manuel González Prada, se le está extirpando. Por eso, Vallejo le escribe: "Siga usted por su vía. Puede estar seguro de que sus poemas quedarán. Son ellos de los versos que andan y viven. Lo demás está en los estantes y eso nos tiene sin cuidado". [4]. Por cierto que no se equivocó.
   

   Otro que perteneció a ese gran movimiento cultural sureño, fue Emilio Armaza, a quien le acusa recibo del libro Falo, en  los términos siguientes:
Su libro Falo responde a esta exigencia fundamental de la vida y del arte. Fuera de este mérito verdaderamente excepcional en estos tiempos, sus versos respiran peruanidad, es decir, humanidad, por anchos y salubres pulmones titikakas. La paja de la jalca vibra en Falo, contra el ventisquero y a favor de la dicha de cancha y cal domésticas. ¡Qué bellas estrofas que revientan blanco, blanco! [5]
   A Spelucín[6] que no sólo es el compañero integrante de ese movimiento norteño tan importante e injustamente silenciado, llamado Grupo Norte -del que él también es uno de sus más ilustres integrantes- , sino del que guarda la hermandad más sincera y solidaria, le escribe refiriéndose a El libro de la Nave Dorada:
Tu libro es un libro maestro, que servirá de guía espiritual a los mozos de América. Creo que no hay precedente en el continente de una obra primigenia de tanto dominio en la técnica y de tan acabada maestría verbal. Tu libro es una obra clásica en el sentido de perfección de la palabra [7].
   En febrero de 1928 escribe a Rafael Méndez Dorich: "He leído tus poemas y sé que hay en ti un poeta cazador de tiempo y poesía limpia. Insiste, persiste y verás que las palabras llegan cuando se les llama muy temprano..." [8]
   En ese mismo año, envía una carta a José Varallanos, desde Moscú disculpándose de no haberlo hecho antes, pues ha estado fuera de París. Escribe: "Ahora lo hago felicitándolo por el coraje de su estética y por los reales granos de buena poesía, que hay en su obra." [9]
    Expresiones de esta naturaleza, vamos a encontrar en la misiva dirigida a Nazario Chávez Aliaga, en relación a su libro Parábolas del Ande.
No sé la edad civil en que usted ha escrito sus poemas, que denuncian una edad espiritual verdaderamente madura. Reposada cesura  de periodo, desarrollo procesional y tranquilo de la alegría y del dolor, discurso doctrinal sin disgresión ni aparato, solidez casi clásica del espinazo que ama y odia y del carpo que avanza y permanece. Proclama de bastos, arenga de copas, cada poema suyo emborracha y aporrea, tunde en la historia, apasiona en el instante[10]
   De estas misivas dirigidas expresamente a los poetas, hay que rescatar no sólo la cordialidad de Vallejo para responder u opinar, sino también su preocupación por dar a conocer en París lo que éstos producían, convirtiéndose así en el difusor y promotor secreto de los poetas peruanos  y  sus  libros. Como puede apreciarse, no adopta posturas para alentarlos a que continúen escribiendo ni escatima esfuerzos para mostrar su admiración por ellos. Vallejo es transparente, humano, sensible y sobre todo, poeta.



   Otro de los grandes amigos de César Vallejo, fue indiscutiblemente el poeta Juan Luis Velásquez[11], el inolvidable autor de El perfil de frente (1924), quien desde su llegada a París en los primeros días de febrero de 1927, es recibido por Vallejo con la fraternidad del hermano mayor, considerando que éste era 11 años mayor que aquél. En una de las cartas, específicamente la de 1936, que es cuando Velásquez se encuentra nuevamente en Lima, Vallejo muestra en reiteradas oportunidades su preocupación por la vida política y cultural del país, así como su deseo de «volver cuanto antes al Perú»[12], y en la última carta que le escribiera a Juan Luis, del 31 de mayo de 1937, le confirma: "He leído tus poemas con el fraternal interés que todo lo que haces me despierta. Ardo en ganas de ver el conjunto de tu producto intelectual." En esa misma carta, Vallejo sostendrá: "A mi modo de ver, todo el secreto del destino social del escritor sobre todo, está en eso: en saber a ciencia cierta lo que quiere y puede hacer. Definido este enunciado previo, lo demás viene por añadidura".[13]
   Gran parte de estas preocupaciones, que tiene que ver, incluso, con su decisión personal como poeta, en cuanto a la publicación de sus poemas, pueden encontrarse también en las cartas dirigidas a Luis Alberto Sánchez. En una de ellas, le escribe:
Me admira de veras su tenaz e inteligente actividad. He leído y leo siempre, con el cariño más fraternal,  cuanto escribe usted: sus libros, sus crónicas y ensayos. Palpita en todos ellos una creciente inquietud y una capacidad visual y reflexiva extraordinaria en el Perú[14]
   En otra misiva, le expresará a Sánchez, que es lamentable que no asista al «Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura», pero «... tu nombre queda siempre vinculado a los trabajos y a las conclusiones del Congreso. Sabemos que estás con la causa   mundial  de la cultura, viejo defensor como eres de sus más puros destinos en nuestra América»[15]; y en una última carta del 10 de enero de 1938, le manifiesta que de acuerdo a las instrucciones de Orrego y Spelucín, «hemos iniciado aquí los trabajos encaminados al desarrollo de una enérgica campaña por las libertades en el Perú».[16]

   Es conveniente, por otro lado, tener una idea de lo que sucedía en nuestro país en el lapso epistolar de Vallejo con los poetas peruanos. Empezó entonces –escribe el maestro Estuardo Núñez- una etapa desoladora en la cultura del país, una especie de colapso cultural. Además de que no aparecían revistas culturales y los periódicos habían suprimido suplementos de esa índole, estaban cerradas las salas de conferencias, las instituciones asimismo en crisis, no funcionaban galerías de arte o salas de conciertos, y entre otras realidades como la restricción de la importación de libros, se habían clausurado varias universidades del Estado. Sólo subsistía en Lima  una universidad particular. La depresión era general y la vida intelectual paralizada.




   Como podrá deducirse, entre la etapa convulsa europea que soportaba Vallejo y la anárquica que se imponía  en  nuestro  medio   ¿qué  esperaba?  «En   el   alma  de Vallejo –continúa el maestro Núñez- se abría otro frente de angustia y desazón. El Perú y España se habían convertido en dos campos divergentes dentro de   la   inquietud  social  de Vallejo. El  poeta quedaba sin asidero en su normalidad anímica. Antiguos proyectos de seguir viviendo en España o regresar al Perú dejaban de tener sentido.[17]

   Estas misivas, concluimos, no sólo prueban el gran respeto que Vallejo sentía por la obra de los poetas y escritores peruanos –las cartas a Orrego y Mariátegui son pruebas irrefutables-, su evolución como poeta inmerso ya en problemas políticos, adscrito al partido Comunista, sino también y fundamentalmente, su gran preocupación y solidaridad[18] por nuestro país, del que sin duda, sintió, padeció y vivió en lo más hondo de su vida y de su obra, tal como lo ha señalado Américo Ferrari: «Tres criterios podrían servir de hilos conductores para rastrear la presencia del Perú en esta poesía: el lenguaje del poeta, la temática nuclear de cierto número de poemas, y las alusiones o referencias al Perú o a aspectos, gentes y cosas de la tierra dispersa a todo lo largo de la obra, que no constituyen  forzosamente el  tema central de un poema, pero que por eso mismo, por incrustarse sorpresivamente en un texto que a  veces habla de otra cosa, como fragmentos de nostalgia, de pesadumbre o de esperanza proyectados  desde   lejos,   poseen   un   fuerte  valor  referencial», para concluir: «El Perú es ya totalmente del mundo y su presencia en esta poesía es realmente universal».[19]

   En estas tres cartas inéditas a la fecha, Vallejo se dirige al insigne historiador Luis E. Valcárcel, autor no solo de la Historia del Perú Antiguo sino de la Ruta cultural del Perú, libro tan leído como Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana de José Carlos Mariátegui, el editor también de su Tempestad en los andes, obras que son claves para entender mejor al Perú de ayer y de siempre. En estas cartas, Vallejo reafirma su fe «por los trances, pasados y presentes, de mi raza» que están ligados a la arqueología e historia, solidarizándose «plenamente con sus esfuerzos al servicio de los valores y derroteros indígenas de nuestro pueblo».

   Si consideramos que la última misiva escrita por Vallejo fue dirigida a Luis José de Orbegoso, el 15 de marzo de 1938 y que posteriormente no se conocen otras de fechas posteriores, la dirigida a Luis E. Valcárcel el 2 de febrero de 1938 es la penúltima que en vida redactó el poeta. Aquí se vuelve al viejo tema del regreso al Perú, tantas veces frustrado por diferentes circunstancias, en este caso resulta revelador que él mismo concluya: «a juzgar por el fracaso de la persona encargada de gestionar mi pasaje», presentándose como alternativa el nuevo proyecto de publicar una revista «sin esperar mi llegada a Lima». Proyecto que, finalmente, no se realizará por la inexplicable desaparición física del poeta pero que nos deja una gran lección de amor, vocación y solidaridad con el Perú, los peruanos y su historia.

Carta 01




                                                                                                         París, 15 Marzo 1936
   Querido compañero:
   Correspondo a sus noticias de 6 de Enero último, y le agradezco inmensamente los folletos y revistas que se ha servido usted enviarme.

    Me doy cuenta de la lucha que debe usted sostener allí con las tinieblas y concupiscencia criollas, para llevar a cabo la empresa nacionalista de verdad en que está usted empeñado. Todos los légamos de que me habla usted, los conozco. Admiro, por eso, su tesón y su energía, para no huir para siempre, como usted dice, de ese mundo emponzoñado. ¡Y estoy seguro de que no huirá usted! Yo me solidarizo plenamente con sus esfuerzos al servicio de los valores y derroteros indígenas de nuestro pueblo. El interés que siento por un tal empeño procede de una convicción tanto más entrañablemente humana, cuanto que ésta se apoya, me
parece, sobre conclusiones científicas de curso universal y corriente en nuestros días y que ya solo unos pocos reaccionarios recalcitrantes o interesados, continúan negando o discutiendo.

       Mándeme su próximo libro y todo cuanto cree usted que puede interesarme sobre nuestra historia y nuestra raza. Pienso dar algunas cosas suyas al francés, pero hacen falta fotos para los periódicos. Trate de enviarme todas las que pueda.

                                          Las dos manos cordiales de su amigo.

                                                                                              César Vallejo.

Carta 02


                                                       París, 7 diciembre 1935

Querido compañero:

     Sigo con un cordial y vivo interés su labor a la cabeza del Museo Nacional de Lima, de sus penetrantes artículos y comentarios sobre nuestra arqueología y nuestra historia. Alguna vez he citado su nombre en algún artículo mío publicado en un periódico de París. En fin, me intereso entrañablemente por los trances, pasados y presentes, de mi raza: demás está decirle que me siento ligado,  también entrañablemente, a los esfuerzos de recreación nacional de todos los que, como usted, ven en nuestra tradición secular y en la carne viva de los Andes, uno de los principales trampolines de un Perú que vendrá.

     Mándeme sus artículos. Mándeme su revista del Museo. Mándeme lo que estime y me pueda hacer aquí la propaganda de nuestra historia y arqueología. Yo haré aquí lo que pueda, coordinándome con ustedes. Puede usted dirigir sus cartas a la Legación del Perú en París.

     Un apretón de manos.

                                                                                   César Vallejo

Me olvidaba: mándeme noticias, documentos, fotos y estudios traducibles al francés.

Carta 03




                                                                                                                                                                                     París, 2 de febrero 1938

         Querido compañero:

       Con ansiedad esperaba sus noticias, que, al fin, he recibido hace tres días.
      
     Le agradezco cuanto me comunica en lo que toca a mí proyectado  viaje al Perú, viaje que, a juzgar por el fracaso de la persona encargada de gestionar mi pasaje, creo que se verá postergado por algunos meses.
        
     Lo felicito por su viaje al Uruguay. De todos modos, él le proporciona ocasión de propagar los valores vernáculos de nuestra historia, que es la historia de América. Los ajetreos y cansancios de la travesía están compensados con el precioso fin de ese cursillo.

     Tomo nota de lo que me dice usted sobre la situación peruana en orden a la coyuntura internacional. Sus informes me han despejado más de una incógnita al respecto.

     En lo que concierne a nuestra revista en perspectiva, sus noticias son, igualmente, muy estimulantes. A este propósito, me parece que, dada la dificultad que por ahora se presenta para realizar mi viaje, convendría afrontar la publicación de la revista inmediatamente y sin esperar mi llegada a Lima. Es decir, creo que usted y Barrantes Castro podrían publicarla de acuerdo con los grandes lineamientos planeados con usted aquí y sobre la base de mi cooperación desde aquí. Más aún: de París, podría yo colaborar con ustedes en forma, en cierto modo más útil, sirviéndonos del correo aéreo. Un material enorme, fresco y bien escogido tendría de esta manera, la revista. En suma, este procedimiento me parece, en principio, por ahora, susceptible de ser, por lo menos, estudiado. Contésteme lo que ustedes piensan, pero cuanto antes.

     Hablando con Tristan Tzara, se me ocurre que un viaje de este amigo a América, podría sernos útil, desde el punto de vista de las ideas universales que nos son comunes. Le ruego, por eso, tentar con la dirección de la Universidad de Montevideo, que Tzara sea invitado para un ciclo de conferencias en ese claustro, De allí, Tzara pasaría a Buenos Aires y luego a Chile, al Perú, Ecuador, Colombia y Cuba. 

      Naturalmente, la gestión personal de usted habría que hacerla aprovechando su permanencia en Montevideo, a fin de ganar tiempo. Ojalá me conteste usted pronto sobre el particular y con buenas noticias. Sobre la personalidad de Tzara, creo que sería obvio que usted insista cerca de la Universidad uruguaya, dado que se trata de uno de los escritores de mayor irradiación mundial en estos momentos.

     Me promete usted escribirme de Buenos Aires. Espero estas noticias con vivo interés. Yo volveré a escribirle ya a Lima.

     En cuanto a lo que le digo sobre la revista, todo es cuestión de ponerse de acuerdo. Esto, mientras se posibilite mi viaje, desde luego.

     Cumplí con su encargo para González.

     Si ve usted a Muelle, dele muchos recuerdos de mi parte.

     ¿Qué piensa Beltroy sobre todas las cuestiones que nos interesan y de las cuales hemos hablado en París?

     Mi señora corresponde afectuosamente sus atentos saludos y, en espera de sus nuevas cartas, le abraza fraternalmente su amigo y compañero.
                                                             
                                                                       César Vallejo

NOTAS



[1] David  Sobrevilla. César Vallejo poeta nacional y universal y otros trabajos vallejianos. Lima, Amaru Editores, 1994. p. 207.  Revísese su utilísimo libro: Introducción Bibliográfica a César Vallejo. Lima: Amaru Editores, 1995. 143 p.
[2] COYNÉ, André. César Vallejo. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1968. p. 275. Revísese su: Medio Siglo con Vallejo. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999. 728 p.
[3] Gamaliel Churata no sólo fue el organizador del movimiento cultural Orkopata; sino también el director de Editorial Titikaka/Boletín; su órgano de expresión, en el que puede verificarse la gran acogida que tuviera el libro Ande de Alejandro Peralta.
[4] «Editorial Titikaka / Boletín». Puno, setiembre, 1926. pp. 12-13. En 1997 Dante Cúneo y Juan Alberto Osorio han realizado una edición facsimilar de este Boletín, que comprende los 24 primeros números.
[5] Correspondencia completa/ p.213.
[6] Alcides Spelucín le ha dedicado el libro: Contribución al conocimiento de César Vallejo. (Trujillo: Ediciones SEA, 1989. 106 pp.), cuyo texto apareció en «Aula Vallejo». II, 2,3-4. Córdoba, Argentina, 1963.
[7] RIBERO-AYLLÓN, Teodoro. Spelucín, poeta del mar. (Trujillo), Trilce Editores, 1996. p. 125.
[8] AYALA, José Luis. El cholo Vallejo. Lima: Editorial FIMART S.A., 1994. pp. 106 –107.
[9] Correspondencia completa/ p. 307. Vallejo se refiere al libro: El hombre del Ande que asesinó su esperanza.
[10] CHÁVEZ ALIAGA, Nazario. Autobiografía. Lima: Talleres Gráficos de la Librería Editorial Minerva. 1973. p. 402.
[11] Léase el excelente libro: «Juan Luis: el poeta incomunicado. (Lima: Edición de la Asociación Cultural El Ultimo Jueves», 1995, 89 pp.), escrito por el poeta, ensayista y maestro universitario Manuel Velásquez  Rojas, hijo del insigne poeta piurano.
[12] VELASQUEZ ROJAS, Manuel. Ojos de venado. Lima: Ediciones Perú Joven, 1990. p. 46.
[13] Correspondencia completa/  p. 458.
[14] Op. cit. p. 359.
[15]   Ibid, p. 463.
[16]  Ibídem,  p. 464.
[17] NUÑEZ, Estuardo. “Vallejo y el Perú: los difíciles años treinta”. En: Intensidad y altura de César Vallejo. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993. pp. 59-61.[Ricardo González Vigil Editor]
[18] Nadia Podleskis Feiss en: La solidaridad en la poesía de César Vallejo; postula que la solidaridad plena implica una idea de comunidad; y que esta posición que asume Vallejo es cuando ya había asumido la ideología comunista; (p. 127). En: César Vallejo/ Varios. Lima: Universidad Ricardo Palma, 1994. 163 pp.
[19] Américo Ferrari: «El Perú en la poesía de César Vallejo» pp. 77-86. En: César Vallejo / Vida y obra.  Lima: Amaru Editores, 1924. 211 pp. (Roland Forgues Editor)

lunes, 17 de junio de 2013

Documentos internos de la CVR: números vs. personas


El principal “descubrimiento” de la CVR fue de tipo cuantitativo: la proyección del número de muertes y desapariciones ocurridos en el Perú de 1980 al 2000. Los nueve volúmenes de su informe final no contienen nada sustancialmente diferente a lo que ya se sabía antes de la creación de la CVR.1 
Lo realmente “nuevo” y muy sorpresivo para mucha gente estuvo crucialmente basado en la cifra estimada por los consultores Ball y Asher: una cifra de muertos que triplicaba los estimados previos y una composición de responsabilidades que revertía lo conocido hasta entonces. Efectivamente, es eso lo que resaltan los titulares de los diarios al día siguiente de la presentación del informe final de la CVR.

La República “Sendero provocó 69 mil muertes. El Peruano: “Sendero, principal culpable”. El Comercio: “El gran culpable: Sendero Luminoso”. Todos estos titulares están basados en la principal conclusión de la CVR, de tipo estadístico.
 La obtención de esta cifra fue desde luego el resultado de una serie de decisiones de parte de los comisionados: la decisión de diseñar un trabajo de recojo de datos orientado a la cuantificación, la decisión de anunciar anticipadamente los posibles resultados de la investigación, la decisión de detener el recojo de testimonios y priorizar el trabajo cuantitativo, la decisión de construir una base de datos destinada a hacer proyecciones estadísticas antes que una base de datos destinada a hacer estadísticas descriptivas, la decisión de aceptar la incorrecta extrapolación de cifras practicada por Patrick Ball y equipo que validaba sus anuncios anticipados. Fue esta serie de decisiones la que llevó al resultado cuantitativo final sobre el cual se basa el discurso de esta instancia estatal.

En el presente post a partir de documentos internos de la CVR se intenta encontrar pistas sobre cómo así es que el trabajo de la CVR desde el comienzo se va perfilando al resultado obtenido. A la vez se ilustra sobre algunas posibilidades que hubo en el trabajo de la CVR, diferentes de las decisiones que tomaron los comisionados, antes de que la mayoría de ex-integrantes de la CVR cierren filas en torno al discurso final de esta temporal instancia estatal.

1. La CVR organiza el trabajo de recojo de datos

La CVR se establece formalmente por el gobierno peruano el 13 de julio de 2001. El gobierno de Valentín Paniagua designa a doce comisionados, la mitad de ellos políticos muy conocidos, mayormente de orientación centro-izquierdista (Enrique Bernales, Rolando Ames, Carlos Tapia, Carlos Iván Degregori, Sofía Macher, Beatriz Alva Hart, Humberto Lay Sun, además del general Luis Arias Graziani, los sacerdotes católicos José Antúnez de Mayolo, Gastón Garatea y Luis Bambarén, y los ex-rectores univesitarios Alberto Morote Sánchez y Salomón Lerner Febres). Ese gobierno les asigna un plazo máximo de 23 meses para su tarea. En octubre de 2001, la CVR comienza a trabajar en el diseño del proceso de recolección de datos.

Desde octubre de 2001 hasta abril de 2002 la CVR trabaja en la definición de la base de datos. Para tal objetivo cuenta con la asesoría del consultor internacional Michael Yard, propuesto y contratado por USAID-OTI (Office of Transitions Initiatives), en la persona de Sandy Schuster, y Oscar Mazariegos, estadístico guatemalteco contratado por el ICTJ (International Center for Transitional Justice), que en su país había trabajado con Patrick Ball en la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) y como autor del capítulo 6 del libro “Making the Case” de Patrick Ball (Un persona con la que también conversa la CVR y el ICTJ es Rocío Mezquita de Guatemala, también colaboradora de Patrick Ball, en el libro “Making the Case”, capítulo 8). Estos consultores de USAID y del ICTJ, uno de ellos colaborador de Patrick Ball, asesoran a la CVR en temas como cuántas personas se necesitan para digitar la información que se introducirá a la base de datos, en qué formato se presentarían los datos, qué programas de software se usaría, el número estimado de fichas y el tipo de reportes que habría. Por parte de la CVR el trámite con Sandy Schuster de USAID-OTI y Lisa Magarrell del ICTJ (en coordinación con Priscilla Hayner, co-fundadora del ICTJ) es hecho principalmente por Jorge Salazar cc. a Javier Ciurlizza, Secretario Ejecutivo de la CVR. (Este Jorge Salazar sería Jorge Luis Salazar Cussianovich).

Los asesores vienen al Perú y hacen talleres con diversos funcionarios del equipo Técnico y el equipo de Apoyo Metodológico de la CVR. Estas asesorías determinan que desde las etapas más iniciales de su labor la CVR se oriente por un diseño de la base de datos que priorizaba la cuantificación estadística de los casos. Al parecer la prioridad en lo cuantitativo y lo cualitativo alguna controversia causó internamente en la CVR. El 14 de diciembre de 2001 en un memorándum interno en que el equipo de Apoyo Metodológico – Sistemas de Información presenta una propuesta de diseño de la base de datos donde se intenta aclarar:

Nos parece necesario recalcar que la base de datos no es una herramienta “cualitativa” o “cuantitativa” de investigación, sino un instrumento que nos permite almacenar y organizar una gran cantidad de información proveniente de los testimonios que la CVR recogerá sobre crímenes y violaciones a los derechos humanos.

Una aclaración que se consideró necesaria hacer.

En esta etapa, en que no había comenzado el trabajo de recojo de datos, ya comienzan algunos anuncios de los comisionados,2 algo contradictorios, por cierto. Unas declaraciones, de Salomón Lerner Febres, van en el sentido que “sólo se investigará los casos más significativos” mientras otras, como las de Sofía Macher, deslizan que “la cifra de 30 000 podría aumentar sustantivamente”.3

2. Talleres internos y viajes

Al igual que los talleres de los dos consultores mencionados, la CVR realiza diversos talleres internos y participa de talleres para “expertos internacionales en derechos humanos”. Un taller interno celebrado el 4 y 5 de enero de 2002 es particularmente interesante pues ilustra sobre la división del trabajo entre los comisionados de la CVR:

1ra Parte. EL CONTEXTO QUE ENMARCA LA INVESTIGACIÓN

I. CONTEXTO NACIONAL

1. Transición 1978/80 y proceso político 1980-2000
Expositores: Rolado Ames, Enrique Bernales.

2. SL y MRTA
Expositores: Carlos Iván Degregori, Carlos Tapia.

3. Evolución de la estrategia de las FFAA y PP.
Expositores: Carlos Tapia, Luis Arias Graziani.

4. La respuesta campesina: comités de autodefensa y secuelas de la violencia.
Expositores: Salvador Peña, Rosalía Storck, C.I. Degregori, José Coronel, Edgardo Rodríguez.

II. CONTEXTO INTERNACIONAL

5. La experiencia de otras Comisiones de la Verdad.
Expositor: José Burneo.

2da Parte. LA INVESTIGACIÓN SOBRE ESCLARECIMIENTO DE HECHOS

1. El diseño de investigación.
Expositor: Carlos Iván Degregori

2. Metodología e instrumentos de investigación
Expositor: David Sulmont.

3. Revisión del diseño, instrumentos de investigación y estrategias de aplicación de esos instrumentos a la luz de lo trabajado en la 1ra Parte y de los testimonios ya recogidos.
Discusión general.

4. Plan de trabajo. Estimado de la dimensión del trabajo. Requerimientos aproximados de persona y talleres de capacitación para los equipos de campo en sedes regionales, etc.
Carlos Iván Degregori, Javier Ciurlizza
Discusión general

5. Presentación de los temas: a) Estudios de profundidad, b) Historias Regionales. Panel con expositores a definir.

Se establece así una cierta división del trabajo entre los comisionados y funcionarios de la CVR según área temática, que básicamente se mantiene a lo largo del trabajo de la CVR. En un documento posterior, de junio de 2002 se da un Agrupamiento de líneas de trabajo, acordada por el Pleno de Comisionados de la siguiente forma:

Grupo 1: Proceso Nacional de Violencia: Comisionados Degregori y Ames.
Grupo 2. Crímenes y Violaciones a los DD.HH. Comisionados Sofía Macher.
Grupo 3. Secuelas, Reparaciones y Salud Mental: Comisionados Gastón Garatea y Beatriz Alva.
Grupo 4: Reconciliación y Prevención: Comisionados Salomón Lerner y Sofía Macher.
Grupo 5: Impacto público: Comisionados Rolando Ames y Carlos Tapia.
Grupo 6: Grupo especial de apoyo a las sedes: Comisionados Alberto Morote, Antunes de Mayolo y Humberto Lay.

Igualmente diversos funcionarios de las CVR realizan viajes a diversos países principalmente europeos para familiarizarse con las experiencias de otras CVRs en el mundo y buscar posibilidades de cooperación, entre las que se considera las posibilidades de apoyo económico a la CVR.

La CVR cuenta con el apoyo de USAID-OTI en los siguientes aspectos:

- Campaña de información sobre la CVR
- Apoyo metodológico.
- Sistemas de Información.
- Protección a víctimas y testigos.
- Taller interno de los Comisionados.

Por lo cual, tiene que presentar informes de cumplimiento a esa organización.

3. Las metas cuantitativas de la CVR

En abril de 2002, la CVR determina el diseño del proceso de recolección de datos, que incluye una meta de recolección de 12,000 testimonios para el 31 octubre de 2002, estratificada geográficamente de la siguiente forma:
  
Región
Sede
Meta
Sur Central
Ayacucho
4,320
Centro
Huancayo
1,980
Nor-oriental
Huánuco
2,640
Sur Andino
Abancay
1,200
Lima y norte
Lima
1,860
Total

12,000

Esta asignación de metas a nivel regional se hace en base a la información cuantitativa disponible hasta entonces sobre las zonas donde hay una mayor cantidad conocida de víctimas.

4. “Equipos móviles” y centralización de la información

El recojo de testimonios consiste en enviar “equipos móviles” de una o dos personas a áreas lejanas a entrevistar a los testigos durante aproximadamente una hora y media. Esos equipos luego escriben resúmenes de la entrevista y llenan formularios sobre información socio-demográfica de los testimonios. Los reportes van de las oficinas regionales a la oficina central de la CVR en Lima donde otros equipos digitan la información a la base de datos y la analizan tratando de clarificar los hechos, principalmente evitando la duplicación o repetición de información y eliminando inconsistencias. Este trabajo es hecho simultáneamente por diversos equipos.

La recolección de datos se hace con el criterio explícito de maximizar el número de testimonios que la CVR puede recolectar dadas sus restricciones de recursos y tiempo. Correspondientemente, la CVR recolecta muchos más testimonios que su meta, y sigue recolectándolos después de su fecha de terminación del trabajo de recolección. Ver Recojo de Testimonios: Una misión importante y delicada de la CV, en un boletín de la CVR. http://www.cverdad.org.pe/informacion/boletines/pdfs/boletinenbusca3.pdf

En esta etapa, julio de 2002, algunos comisionados anuncian que la cifra estimada de 25mil muertos se duplicaría, sin que la base de datos esté terminada.4 Efectivamente, para julio de 2002 la CVR ha recolectado 7,980 testimonios de su objetivo de 12,000. A lo más sólo tiene reportes internos confidenciales, informando a los comisionados sobre estadísticas descriptivas preliminares que surgen de la base de datos.

5. El informe confidencial y preliminar de octubre de 2002

El 17 de octubre de 2002 hay un reporte interno del Área de Sistema de Información, hecho con la advertencia que no debía ser citado. Este documento proyecta un número total de víctimas de 30,957 personas. Lo hace en base a un total de 2,858 víctimas registradas mediante 1,244 testimonios analizados. Esto significa un ratio víctima/testimonio de 2.3, que multiplicado por los 13,479 testimonios recogidos da 30,967. Ese sería el total esperado de víctimas documentadas por la CVR cuando ésta acabara su trabajo de análisis de testimonios.

 Sin embargo, el documento señala lo siguiente:
  •  Se estima que para la primera quincena de enero [2003], la base de datos podrá proporcionar información suficiente para determinar las principales tendencias y patrones de violaciones a los derechos humanos, según agente perpetrador, tipo de víctima, periodo de análisis y principales divisiones geográficas (departamentos, ámbitos de principal afectación).
  • Para la misma fecha, se estima haber identificado en la base de datos aproximadamente 13,140 víctimas de asesinatos o desapariciones.
En octubre de 2002 la CVR no estaba de ninguna manera en condiciones de hacer anuncios públicos de avances de resultados, si bien internamente manejaba una cifra de 31mil víctimas proyectadas. Recién para enero de 2003 habría unas 13,000 víctimas identificadas.

En su página 3 este informe señala cuál sería el resultado del trabajo cuantitativo de la CVR:

Respecto de las metas de procesamiento y fechas finales de entrega de relatos

La meta de testimonios a procesar debería fijarse en un mínimo de 12,000 y un máximo de 13,500.
La fecha estimada para culminar el procesamiento de 13,500 testimonios debe ser el 31 de mayo del 2003.
La fecha par arrojar el listado de casos y víctimas que podrían ser publicados en el informe final puede ser el 15 de marzo del 2003. A esa fecha se estima tener
Entre 9,500 y 10,000 testimonios procesados.
Entre 13,300 y 13,000 eventos codificados.
Entre 21,000 y 23,000 personas fallecidas y desaparecidas identificadas.
Entre 31,300 y 33,000 victimas del conjunto de crímenes y violaciones que registra la CVR. (Detenciones, desapariciones, secuestros, torturas, asesinatos, violaciones sexuales).

El informe también propone a la CVR como la fuente oficial del estado, no otras fuentes, como la Defensoría del Pueblo o las ONGs de Derechos Humanos. En caso contrario, dice el reporte, su reporte y sus recomendaciones perderían peso y credibilidad.

La información sobre qué pasó entre 1980 y el 2000 que registre la CVR en su informe final tiene que ser considerada como el referente OFICIAL del Estado; de lo contrario, se le restaría peso y credibilidad al informe y sus recomendaciones.

En términos de conclusiones la “hipótesis adelantada” es que:
  • Sendero Luminoso y los Agentes del Estado fueron responsables, casi en igual proporción, de la eliminación (por asesinato, ejecución, o desaparición definitiva de personas) de un considerable número de peruanos. Sendero es responsable de una mayor proporción de víctimas eliminadas que el Estado (ver tabla 1). Esa práctica fue focalizada en provincias y zonas rurales.
  • Las prácticas predominantes fueron diferentes según los actores:
  • SL procedía a la eliminación a través de asesinatos abiertos. No buscaba encubrir sus crímenes puesto que éstos tenían el propósito de “dar un ejemplo”.
  • Las víctimas eliminadas por los agentes del Estado lo fueron en gran medida (casi el 50%) mediante la modalidad de desaparición completa de la víctima. Se montó una estrategia sistemática de encubrimiento de la eliminación física de víctimas.
  • Antes de la CVR, la información que se había registrado sobre la identidad de las víctimas concierte especialmente de aquellas que fueron eliminadas por Agentes del Estado. Del total de víctimas que la CVR ha registrado como eliminadas por agentes del Estado, 41% aparecen en los listados de la Defensoría del Pueblo.
  • Ni la sociedad ni el Estado parecen haber registrado en forma sistemática la identidad de las víctimas eliminadas por Sendero Luminoso. Del total de estas víctimas registradas por la CVR, sólo un 3% aparecen en la base de datos de la Defensoría del Pueblo. La excepción pueden ser las bajas causadas entre las fuerzas militares y policiales. Sin embargo las víctimas civiles no parecen haber sido objeto de un registro o una denuncia sistemática. Habría que cotejar esto con los datos que puedan surgir de los expedientes judiciales de los condenados por terrorismo.
Es un reporte muy claro sobre lo que la CVR había recolectado hasta el momento como fuente exclusiva y que según sus autores debía ser la fuente oficial del estado peruano. Los responsables del área de sistemas tenían, al parecer, mucha seguridad sobre lo que veían en sus datos preliminares de Sendero Luminoso como principal perpetrador. Sin embargo, esos datos son solamente los recogidos por la CVR; no consideran en su totalidad los datos que aportan la Defensoría del Pueblo y las ONGs de Derechos Humanos, que tienen una composición muy diferente según perpetrador. En estas organizaciones el principal perpetrador es abrumadoramente el estado. Y son precisamente los datos de estas dos organizaciones que los responsables de esta área proponen descartar como no oficiales. Por otro lado, en este informe para nada se menciona como parte del trabajo una proyección de una cifra total de víctimas mortales de parte de la CVR en base a algún método estadístico.

Detrás de cada cifra estadística hay un drama humano por revelar. Las madres de
los desaparecidos cuentan experiencias tan desgarradoras que una cifra
estadística jamás informa.

6. Los comisionados dan la directiva de no hacer anuncios públicos sobre estadísticas preliminares (pero ellos sí los hacen)

El 4 de octubre de 2002 el Secretario Ejecutivo envía un memorándum en que se comunica que:
En la Sesión del Pleno de Comisionados del pasado 2 de octubre, el Presidente de la CVR recordó la importancia de guardar la debida reserva y confidencialidad respecto a la información a la que tiene acceso el personal en el ejercicio de sus funciones.
Y solicita “dar debido cumplimiento” a diversas directivas referidas a la confidencialidad de la información de la CVR, entre las que se encuentran:

1. La única información estadística oficial de la CVR es la producida por la oficina de sistemas de información, cuya reserva y cuidado estará a cargo del coordinador de dicha unidad.

2. Los avances de información o estadísticas preliminares de cada área que sean utilizados por Comisionados y grupos de trabajo deben ser considerados en todos los casos como información preliminar y no podrá ser utilizada con fines de difusión sin autorización previa y escrita de la Presidencia o la Secretaría Ejecutiva de la CVR.

Nadie que trabajara en la CVR podría hacer ninguna divulgación de los avances de información, salvo los comisionados.

Sin embargo, sí se hacen diversas divulgaciones. Más aún, en esta etapa se precisan los adelantos de grandes cifras de parte de los comisionados a la prensa, y se divulga por primera vez la versión que Sendero Luminoso es el mayor victimario: el presidente de la CVR anuncia que el número de muertes sería mayor del que se pensaba, y el comisionado Carlos Tapia anuncia con contundencia que Sendero Luminoso es el más grande violador de los derechos humanos. Estos anuncios se basan evidentemente en el reporte interno sobre los datos preliminares exclusivos de la CVR. No son el resultado de una proyección estadística, que no se anuncia por ningún lado en los informes internos. 5

7. La CVR califica la información recolectada

De noviembre en adelante se detiene la recolección activa de testimonios y los equipos de la CVR se dedican principalmente a verificar y a analizar la veracidad de los testimonio. Muchos testimonios son poco claros, usualmente referidos a las mismas víctimas, y son complementados con “un análisis del contexto en que ocurrieron los eventos violentos”, patrón de conducta de ambos bandos y “el proceso histórico regional”. Un criterio explícito para esta tarea fue la “presunción de veracidad”: las declaraciones de las víctimas no necesitan ser documentadas para ser aceptadas como verdaderas. Sin embargo, la CVR realiza un trabajo de contraste, reconstrucción de eventos y depuración de los datos recolectados.

En muchos casos en que un testigo no señala un victimario que haya matado a su familiar, un funcionario de la CVR procede a deducir quien fue el victimario en base a los criterios señalados anteriormente. Este proceso de calificación se considera como una de las misiones de la CVR: “encontrar la verdad”. (En un futuro post veremos algo más sobre este trabajo de “calificación”.)

En este proceso hay muchos problemas y retrasos, pues las incompatibilidades entre los testimonios son numerosas y no hay cómo resolverlas tan rápidamente. Hay también problemas en el manejo del software que se usa para introducir los datos al sistema:
“la información que viene en los testimonios aparece mucho más interrelacionada de lo que inicialmente estimábamos, lo que nos obliga a realizar mayores cruces de información y analizar más testimonios para reconstruir el mismo caso. Ello hace el trabajo más lento y obliga a prever procesos de depuración y consolidación de información más complicados de lo que inicialmente esperábamos.”
Memorándum de David Sulmont, Coordinador del Equipo de Apoyo Metodológico – Sistemas de Información, a Javier Ciurlizza, Secretario Ejecutivo de la CVR y a Arturo Peralta, Gerente de la CVR. 9 de octubre de 2002
Es decir, mientras los comisionados consolidaban en la opinión pública lo que sería el mensaje principal de la CVR, los evaluadores de los datos tenían problemas en aclarar los hechos, debido a la repetición de testimonios que no eran muy compatibles entre sí.

8. Informe de abril de 2003: proyecciones para el estado, simulaciones para Sendero.

Un nuevo informe interno del Área de Sistemas de Información (coordinado por David Sulmont) del 9 de abril de 2003 presenta un “Plan de procesamiento de testimonios”. Informa que se han procesado 10,002 testimonios que han pasado por la primera fase, reconstrucción del padrón de personas. (Son tres fases: 1. Reconstrucción del padrón de personas, 2. Cruce de testimonios y depuración del padrón de personas, y 3. Reconstrucción de Eventos o Casos.) El principal problema que tiene esta área es que hay retrasos en el procesamiento de la información, por falta de recursos, que hay un exceso de testimonios, 16,805 testimonios, cuando sólo se esperaban 12,000, con una gran densidad de reportajes sobre las mismas personas y hechos, lo que hace el proceso de cruce de información (fase 2 y 3) mucho más laborioso que lo inicialmente pensado.

Dados estos problemas el informe señala que:
"no será posible culminar el procesamiento completo de todos los testimonios (las tres fases) hasta fines de septiembre o mediados de octubre del presente año." [2003]
La propuesta del área coordinada por Sulmont ante estos problemas se basa en la consultoría de Patrick Ball:
"Luego de la consultoría con Patrick Ball, se han tomado algunas decisiones estratégicas que implican un cambio en la secuencia en que se venían procesando los testimonios."

Esta propuesta consiste en dejar de trabajar “en paralelo” para trabajar “en serie”, es decir, concentrarse en tener una base de datos depurada (que pase por las tres fases de depuración) en un corto plazo. Por primera vez se expresa la intención de hacer una estimación antes que un recuento documentado de víctimas totales.

Al poder contar con un padrón completo de víctimas registradas por la CVR, en un corto plazo (fines de mayo – mediados de junio) será posible contar con los estimados del total de víctimas mortales o desaparecidas ocurridas en el conflicto. Con la asesoría de Patrick Ball se plantea realizar este cálculo siguiendo dos metodologías diferentes:

Para las víctimas provocadas por agentes del Estado se utilizará el método de análisis de muestras múltiples (método empleado en Guatemala y Kosovo).

Para las víctimas provocadas por Sendero Luminoso se deberán hacer simulaciones sobre la base de un conjunto determinado de escenarios hipotéticos a especificar.

El uso de estas dos metodologías distintas se debe el hecho que, a diferencia de las víctimas provocadas por agentes del Estado, no hay ninguna institución fuera de la CVR que proporcione un padrón sistematizado de víctimas provocadas por Sendero Luminoso a nivel nacional que pueda utilizarse para hacer el análisis de muestras múltiples.

A la vez que se establece que se harán estimaciones similares a las de Guatemala y Kosovo (hechas por Patrick Ball) se deja claro que éstas son sólo aplicables a las víctimas del estado, no así a las de Sendero Luminoso ni a “otros perpetradores”.

9. Patrick Ball en Lima: proyecciones para todos

El sociólogo Patrick Ball visita Lima para asesorar a la CVR en el proceso de recolección de datos en marzo y en abril de 2003 (visita Lima tres veces en total). Como vemos, por recomendación suya el énfasis se desplaza a la construcción de la base de datos que sea utilizable para construir una figura cuantitativa de la guerra interna. La venida del consultor Ball al Perú es posible gracias al apoyo económico del ICTJ, institución que, como vimos arriba, apoyó en el diseño de la base datos con otro consultor.

Por los reportes internos de la CVR se entiende que las estimaciones conducidas por Ball y Asher se deben haber realizado a finales de mayo o a comienzos de junio de 2003. Son estimaciones en que no sólo se hace proyecciones para las víctimas del estado, sino también para Sendero Luminoso y Otros perpetradores, a pesar de que para estos dos grupos el método de captura-recaptura es inaplicable. Recurren a un procedimiento inusual en estadística que es hacer una “estimación residual” consistente en sumar las víctimas de Sendero al Estado, proyectar y luego resta de este total las víctimas proyectadas para el Estado, ver Las sobrestimaciones de la CVR.

Una vez más los resultados recién obtenidos son inmediatamente anunciados públicamente por los comisionados. En junio de 2003 anuncian en Nueva York que son entre 40mil y más de 60mil victimas mortales y luego se producen diversos anuncios a través de personas que trabajan en la CVR, hasta que se anuncia la cifra final, con un nuevo y sustancial aumento: son 69 mil víctimas con un máximo de 77,000 y un mínimo de 61,000. 6

10. Voces internas discrepantes: “La Comisión no trabaja con números, sino con personas

La decisión de la CVR de detener el recojo de testimonios y dar prioridad a la construcción de la base de datos genera opiniones discrepantes, como la siguiente:
“La Comisión no trabaja con números, sino con personas. Quizá lo único realmente tangible para la mayoría de las víctimas sean esas dos o tres horas que pasan con los entrevistadores sintiéndose por primera vez oídos y acompañados. Es gente que espera ansiosa la llegada de la Comisión porque siente que es su única esperanza. Y si esto podemos hacerlo en sitios a dónde no hemos llegado todavía dentro de los plazos que he mencionado, ¿por qué no? ¿Por qué negarle a la gente esta oportunidad y reducir el trabajo de la CVR a una cifra impuesta por la base de datos?. No perdamos la dimensión ética y humanitaria de nuestra misión. La Comisión es un encuentro esperanzador con los que sufrieron, más allá de las miles de cuartillas que se escriban y cuya lectura no garantizaremos.”
Rolando Luque Mogrovejo, Coordinador de la Oficina Regional Lima, Norte, Oriente, Sur
Comisión de la Verdad y Reconciliación, 11 de septiembre de 2002. Memorándum dirigido a Javier Ciurlizza, Secretario Ejecutivo.
 Este coordinador expresa preocupación porque sus puntos de vista no están siendo considerados por el Secretario Ejecutivo:
Por el tenor de tu memorándum Nro. (…), veo que la extensa reunión de trabajo que sostuvimos en la oficina regional de Lima NOS con David Sulmont, en la que él se mostró favorable a nuestra posición, no ha influido mayormente.
Y efectivamente, no es este el punto de vista que prevalece en la CVR. 7

11. Conclusión

La CVR pudo haberse limitado al recojo de testimonios y a reportar los números documentados, sin hacer ninguna extrapolación. Se habría evitado toda la controversia que hubo y hay hasta ahora por su inverosímil, sobrestimada y cada vez más indefendible cifra de víctimas mortales totales, ver aquí. Otras CVRs del mundo no practicaron tales extrapolaciones y se concentraron en la exposición de testimonios con los que llegaron a resultados principalmente cualitativos. Esas CVRs no tuvieron la innecesaria discusión posterior que melló decisivamente la credibilidad de la CVR peruana. Dentro de la misma CVR hubo voces discrepantes de funcionarios que dejaron sentada su posición: “la CVR trabaja con personas, no con números”, pero fueron desoídas. Hubo la posibilidad de darle una mayor centralidad a los testimonios y que el discurso emergente de los mismos estuviera en la esencia del discurso de la CVR, como notablemente ocurrió en Argentina y en Chile, donde no hubo ninguna extrapolación de datos que fuera un lastre para su rol de búsqueda de la verdad y la reconciliación. No se hizo y se perdió tiempo que el Perú no podía darse el lujo de perder.

Hubo además un agravante. Los comisionados fueron muy conscientes de la importancia de los anuncios públicos a la prensa de información preliminar, pero aun así hicieron anuncios de cifras y de responsabilidades desde antes de que siquiera se iniciara el trabajo de construcción de la base de datos. Algo así es devastador, pues condiciona a que se opte por procedimientos que simplemente validen lo que ya se anunció. Era imposible que los anuncios de los comisionados de duplicación del número de víctimas, cifras mayores que lo esperado o reversión de responsabilidades se cumplieran, si la CVR se ceñía a los datos documentados completos (es decir documentados por la CVR, la Defensoría del Pueblo y las ONGs de derechos humanos y reportados solamente cuando el trabajo de recolección de datos hubiera acabado). Los informes estadísticos preliminares pueden cambiar y las tendencias que se creían estables pueden revertirse. En tal sentido un anuncio público es irresponsable, cuando no interesado en fijar una imagen en la opinión pública. Cumplir con tales anuncios sólo era posible adoptando un método de proyección, y eso fue lo que se hizo, incluso cuando este método era inaplicable. Y desde luego, con tales tempranos anuncios de figuras cuantitativas era aún menos posible que se prestara atención a las voces que pedían darle prioridad a las personas por sobre los números. Y aún menos que se reconocieran errores: los funcionarios de la CVR se han mostrado muy reacios a cualquier autocrítica.8 Tomaron decisiones equivocadas y obtusamente quedaron prisioneros de las mismas, lo que los llevó a que tomaran aún más decisiones equivocadas, hasta que sus afirmaciones, principalmente las de naturaleza cuantitativa, se hicieron completamente inverosímiles e insostenibles.

A diez años de presentado el informe final de la CVR todavía se puede retomar el camino de que la centralidad la tengan los testimonios y los datos documentados, que se hagan proyecciones sólo en los casos en que los métodos estadísticos son aplicables, sin forzarlas en casos en que no lo son. Las sobrestimaciones hechas por la CVR han sido su mayor pasivo y va siendo tiempo que sean definitivamente abandonadas. La CVR contribuyó a la documentación de las víctimas a manos de Sendero Luminoso, mayormente ignoradas hasta entonces, pero erró al atribuirle a Sendero Luminoso una responsabilidad mayor de la que tiene. Esa no es una imagen correcta de lo ocurrido en el país, pues está basada en una mala aplicación de un método estadístico. Que Sendero Luminoso no sea el mayor victimario en una guerra que perdió contra el estado peruano para nada minimiza o justifica lo cruento de su accionar. Que los ex-funcionarios de la CVR esgriman repetidamente sus sesgadas estimaciones no ha apaciguado los ataques de sectores políticos derechistas o militares, descontentos por cualquier señalamiento a violaciones de derechos humanos por parte del estado peruano. Lo que el Perú necesita es un trabajo cuantitativo bien hecho, basado en la evidencia, que sustente una imagen lo más objetiva posible de lo ocurrido. Tocará que la investigación social presente siga por los rumbos que la CVR no siguió y llene sus vacíos.

NOTAS

1. Más aún, algunas capítulos son lo mismo que ya había sido publicado antes, como el informe sobre Villa El Salvador, publicado entes por Jo Marie Burt, o el de Puno, publicado por José Luis Rénique.
2.      Al respecto ver los posts: http://grancomboclub.com/2010/08/la-cvr-cronica-de-una-cifra-anunciada.html y http://grancomboclub.com/2010/09/la-cvr-cronica-de-una-cifra-anunciada-2.h La CVR: crónica de una cifra anunciada 2 y forma parte de la familia de posts publicados en el presente blog que evalúan críticamente el trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación: La CVR en el Gran Combo Club.
3.      Los primeros anuncios públicos de los comisionados sobre esta etapa del trabajo de recolección de datos no den mucho énfasis en un trabajo de tipo cuantitativo:
SALOMÓN LERNER, presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, señaló que es imposible descubrir en tan sólo 1 año y medio lo que ocurrió con más de 20000 muertos y 5000 desaparecidos por la violencia política y manifestó que por esa razón su grupo sólo investigará los casos más significativos.
10 de octubre de 2001 en La República, Liberación y El Peruano.
En enero de 2002, la construcción de la base de datos todavía no había comenzado, pero una comisionada ya anuncia que el número de muertes (elevado a 30mil) iría a aumentar “sustantivamente”:
SOFÍA MACHER, integrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, advierte que la cifra de 30 mil muertos víctimas de la violencia política podría aumentar sustantivamente debido a la presentación y acopio de nuevos testimonios. Pide a los partidos políticos no utilizar el trabajo de la Comisión para su campaña electoral. Por otra parte, señala que las recomendaciones de pagos de reparación tienen que ser realistas, para que el Gobierno pueda implementarlas
El Peruano, 6 de enero de 2002.

4.       Paralelamente al proceso de recolección de datos, diversos comisionados y funcionarios de la CVR hacen anuncios a la prensa.
El 15 de julio de 2002, un comisionado anticipó que de acuerdo a los 8 mil testimonios la cifra de 25 mil muertos se duplicaría:

SOFÍA MACHER, integrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, señaló que el número de víctimas de la violencia política entre 1980 y 1992 podría ser el doble del manejado oficialmente en el país. Explicó que de acuerdo a los 8 mil testimonios recogidos hasta hoy la cifra de 25 mil muertos puede verse duplicada.
Gestión, Liberación, 15 de julio de 2002.

5.      El 9 de octubre el presidente de la CVR anuncia en una entrevista a la prensa que el número estimado de muertes sería mayor del que se pensaba y que la responsabilidad de Sendero Luminoso en violaciones a los derechos humanos sería mayor (La República.).
En noviembre y diciembre de 2002 el comisionado Carlos Tapia corrobora que Sendero es el más grande violador de los derechos humanos:

CARLOS TAPIA, integrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, afirma que SL es el más grande violador de los ddhh. Considera que la reconciliación sólo es posible después de la verdad, la justicia, la definición de secuelas y reparación, y no sobre la base de la impunidad (Liberación).

CARLOS TAPIA, miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, afirma que, de acuerdo a la información que han recogido, SL fue el más grande violador de ddhh durante el conflicto interno. De otro lado, señala que no cederán ante presiones, de corte anti aprista por ejemplo, porque su mandato es develar la verdad histórica (La República).

6.      El 18 de junio de 2003 el presidente de la CVR adelanta cifras en la Naciones Unidas en Nueva York. El número de víctimas es entre 40 000 y 60 000, y Sendero Luminoso es el principal perpetrador, de casi la mitad de ellas La República informa en página central recogiendo información de AFP:
Los veinte años de guerra interna en el Perú (1980-2000) pudieron dejar un saldo de entre 40 000 y 60,000 muertos, afirmó este martes en Nueva York el presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú Salomón Lerner.
“Hay un umbral mínimo de 40 000 por el umbral mínimo y un pueden ser más de 60 000 por el umbral máximo”, dijo Lerner en conferencia de prensa en la sede de la ONU en Nueva York

El adelanto de resultados siguió hasta el último día. Finalmente el público no se enteró de los resultados finales de la CVR por el Informe Final presentado oficialmente, sino por los adelantos de resultados. Al parecer el último adelanto fue el del historiador Nelson Manrique, quien ratificó lo que diversos comisionados ya habían anunciado más un año antes. El 22 de agosto de 2003, seis días antes de la presentación del Informe Final de la CVR, declaraba a EFE (publicado en Perú 21):

Nelson Manrique: SL causó la mitad de las 60 000 muertes
EFE: Sendero Luminoso es culpable de la mitad de las más de 60 000 víctimas que se presentaron durante la guerra interna vivida en el país entre 1980 y 2000, aseguró el historiador y sociólogo Nelson Manrique.
(…)
Manrique remarcó que “gracias a la Comisión de la Verdad se va a conocer que Sendero Luminoso es el principal causante de víctimas y no las Fuerzas del Orden”.

El Informe Final sólo se presentaría el 28 de agosto de 2003, ver aquí: http://www.cverdad.org.pe/ifinal/discurso01.php. Perú 21 entrevistaría a Manrique al respecto el 24 de agosto de 2003 y diversos columnistas lo rebotarían, como Mirko Lauer (La movediza verdad histórica, La Republica, 25 agosto 2003), Edmundo Cruz (Cifras del horror. Muertes documentadas: 24,692 no documentadas: más de 60 mil, La Republica, 26 agosto 2003), Augusto Álvarez (¿Cuanto vale la vida de un cholo?, 25 de agosto de 2003).

El 28 de agosto de 2003 el informe final completo se presenta al país. Comienza la discusión sobre los números de la CVR.

7.      El discurso de los funcionarios de la CVR es que optan por presentar números estimados y no números documentados, porque muchas víctimas no fueron incluidas en el recuento final de los números debido a limitaciones de tiempo y de recursos. Personas pobres e indígenas iban a ser excluidas de la cifra total. Este enfoque, adoptado en CVRs de Guatemala y Kosovo por Patrick Ball, fue recomendado a la CVR por el presidente de la American Association of Statistics (que, contratado por la organización de Patrick Ball para la CVR, validó el trabajo estadístico de Patrick Ball) y por expertos de la ONU Los comisionados de la CVR consideraron que usar los números estimados era una forma de llamar la atención del drama sufrido por el Perú.

Cuando, en el fragor de la elaboración del informe final, la CVR tuvo que tomar la decisión sobre las cifras que serían presentadas, se opto por la proyección porqué se pensó que ella reflejaba tanto un dato más cercano a la evasiva realidad, como también por el hecho claro y concreto que en el Perú es muy fácil que un campesino, pobre y quechua hablante se extravíe sin que nadie lo note. Esta fue una decisión muy meditada y discutida, y sustentada además con la opinión favorable de quien era en ese entonces Presidente de la Asociación Americana de Estadísticas, y expertos de las Naciones Unidas.
Javier Ciurlizza, Los debates por las cifras de la CVR peruana en la Internet, p. 146. Ver: http://grancomboclub.com/wp-content/uploads/2010/08/DebateCVRagosto.

Como vemos arriba, la CVR tomó la temprana decisión de priorizar construir una base de datos y que se hiciera una proyección de los datos, cuando pudo tomar la decisión de seguir recogiendo testimonios.

8.    Recordemos cómo Salomón Lerner criticó duramente el reconocimiento de errores de parte de los comisionados Enrique Bernales y Sofía Macher.