jueves, 3 de octubre de 2013

NUEVO LIBRO SOBRE GUAMÁN POMA POR ALFREDO ALBERDI VALLEJO

Por: Roberto de Alva

Hemos tenido la ocasión de conversar con el doctor Alfredo Alberdi Vallejo y ver el sumario de su nuevo libro sobre el cronista Felipe Guamán Poma de Ayala. El autor, en este nuevo libro trae novedades. Alberdi Vallejo ha tenido la gentileza de responder a nuestras breves preguntas que reproducimos.

¿Cuál es el título de su nuevo libro sobre Guamán Poma, cuándo saldrá a la venta y en qué editorial?
Mi nuevo trabajo se titula: “El mundo está perdido. Influencias de Acuña y Arteaga en el ideario de Guamán Poma”: Circulará el libro, si no hay inconvenientes, a partir de octubre del 2013. Pondrá a la venta la “Editorial de las Ciencias de Berlín” (Wissenschaftlicher Verlag Berlin – WVB, 444 páginas) que distribuirá mediante librerías (Shop) y Amazon a un precio asequible para cualquiera.

Algunos estudiosos de Guamán Poma, afirman que hay influjos del mercedario Martín de Murúa en el cronista indio, ¿qué nos pude decir al respecto?
Los estudiosos también tienen el derecho a equivocarse. En verdad, en la obra de Guamán Poma casi nada existe de la influencia de Murúa, sino que el fraile Murúa aprovechó muchos de sus datos (relatos) y algunos dibujos de la mano del cronista quechua. Para mí en cambio habría la posibilidad de afirmar: “los influjos de Guamán Poma en Murúa”.

En el nuevo libro usted presenta “el documento gemelo de la Nueva Crónica.” ¿Podría explicarnos qué manuscrito es aquel?
Cuando escribo sobre los influjos en la obra de Guamán Poma, me estoy refiriendo a los contactos directos que tuvo el autor quechua con algunos funcionarios coloniales. Trabajó mucho tiempo como traductor al servicio de Juan Pérez de Gamboa en las minas de Huancavelica y más tarde, laborando Guamán Poma como lengua de la Real Audiencia de
Abusos por corregidores 
 dibujados por Guamán Poma.
Lima en 1588, viajó al servicio del oidor Pedro Arteaga de Mendiola a la visita de las mismas minas de Huancavelica. En esa ocasión el cronista firmaba como Lorenzo Anchachumbi, asimismo, con los nombres Felipe Lorenzo o Felipe Lázaro Guamanchumbi o Anchachumbi (el mismo don Felipe Guamán Poma de Ayala) que trabajó de traductor también para el oidor de la Real Audiencia de Lima doctor Alberto de Acuña quien, estando en Panamá, escribió un “memorial en 1598” que dirigió al Consejo de Indias una extensa descripción de los numerosos abusos cometidos contra los indígenas por los funcionarios españoles coloniales, los encomenderos, los curas, y los mismos caciques nativos. Este documento “gemelo” contiene 43 capítulos cuyos puntos fundamentales son las quejas que también están en la parte de “Buen gobierno” de Guamán Poma; en algunos puntos del memorial de Acuña, al parecer, discrepa Guamán Poma, pues esto demuestra que no es una copia textual de ninguno de ellos, al contrario, nos estaría presentando que ambos autores conocían sus pensamientos para criticar o acogerlos. Guamán Poma tendría este documento tal vez de modelo para agrupar en su crónica los títulos comunes como: Iglesia, curas, mineros, encomenderos, españoles, indios, curacas, negros, entre otros.

En su libro está el tema de la “conquista” del Perú por Pizarro, que esa empresa militar estaba subvencionada por el banquero alemán Jakob Fugger. ¿Qué puede decirnos del asunto?
Existe suficiente documentación del siglo XVI donde consta que el Perú estaba “hipotecado” por “ocho años” al banquero alemán Jakob Fugger, según un acuerdo con la Corona hispana firmada en 1531; de ahí que Pizarro no podía disponer el reparto de las tierras sino hasta después de 1539. Nos preguntamos: ¿En el año de 1532 y siguientes, con el oro de Atahualpa, con las joyas de los templos de Pachacamac, el Qorikancha del Cusco, el templo del Sol de Vilcashuamán, etc., habrían pagado la deuda militar española al banquero alemán? Casi nada se sabe sobre este asunto económico de esa lejana etapa, pero en el futuro, las generaciones venideras, tal vez tengan la tarea de aclarar este panorama poco visible en la historia peruana.

Hay temas nuevos en el libro como la “contradicción de la perpetuidad de los indios” y la utopía del conde de Aranda y la distopía de Guamán Poma de los “cuatro reinos” ¿podría en breves palabras aclararnos al respecto?
Los Habsburgo (en castellano la Casa de los Austria) tenían una deuda fabulosa contraída con el banquero Fugger desde la elección de Carlos V como Emperador del Sacro Imperio
La colonización fue brutal contra
la resistencia inka.
Romano Germánico, pues para saldar esta deuda Felipe II, hijo de Carlos V, decidió estudiar la posibilidad de “vender hombres y tierras” de por vida a los encomenderos, es decir que esos señores serían dueños perpetuos de tierras e indígenas y aquellos podían hacer y deshacer de su propiedad. Contra este proceder hubo una reacción de los principales nativos cusqueños, de ahí que se llame “la contradicción a la perpetuidad”. En cuanto al caso singular del planteamiento de Guamán Poma quien luchaba por la Nación nativa libre del colonialismo y la devolución de las tierras a los indígenas, el cronista quechua propiciaba los “cuatro reinos de naciones y castas”: una “Nación de indígenas”, la “Nación de Guinea o negros”, la otra “Nación de moros o Turcos” y la “Nación de Roma o cristianos”, es decir se levantarían Naciones–Estados soberanos, con una economía tipo empresas concentradas en las comunidades nativas. Mientras en el siglo XIX, para evitar la Independencia de las colonias de América, el conde de Aranda propugnaba una monarquía de “cuatro reinos” absolutista así para volver a levantar al viejo colonialismo que se caía a pedazos.


                                                                                                                Berlín, octubre de 2013.

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