domingo, 23 de marzo de 2014

¿TIENE USTED PETRÓLEO?


Detrás de las noticias que diferentes “medios de comunicación” propalan sobre lo que ocurre en Venezuela resultan versiones parciales, antojadizas, tendenciosas y sobre todo interesadas en introducir en la opinión pública mundial la versión que poderosas transnacionales quieren que veamos. Lo que pasa en Venezuela sólo puede entenderse por intereses económicos sobre su fuente de riqueza: el petróleo.

Aquí una versión de Mark Weisbrot, periodista británico del diario The Guardian, quien relata con objetividad lo que viene sucediendo en este país latinoamericano, a diferencia de la mayoría de diarios y cadenas de televisión, Weisbrot nos ofrece su testimonio de los hechos que vienen ocurriendo, desvela un orquestado plan financiado y urdido por una potencia económica para desestabilizar al gobierno venezolano y apropiarse de su riqueza económica. Si en Chile el preludio a un golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, fue justamente marchas de cacerolas encabezada por la burguesía antidemocrática, que proclamaba “escases de alimentos”, en Venezuela se viene aplicando el mismo esquema. A la avalancha de noticias tendenciosas de los “masters of the information”  he preferido colgar esta opinión que merece ser leída.

La verdad sobre Venezuela: una revuelta de los ricos, no una 'campaña de terror'

Mark Weisbrot
theguardian.com, Jueves 20 de marzo 2014 14.35 GMT

http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/mar/20/venezuela-revolt-truth-not-terror-campaign

La retórica de John Kerry está divorciada de la realidad sobre el terreno, donde la vida continúa - incluso en las barricadas

Una manifestante venezolana posa para una fotografia
en la Plaza Altamira en Caracas. Fotografía Jorge Silva. Reuters.

Imágenes forjan la realidad, la concesión de un poder de la televisión e incluso fotografías fijas pueden zambullirse profundamente en la conciencia de la gente sin que ellos lo sepan. Pensé que yo también era inmune a las representaciones repetitivas de Venezuela como un Estado fallido en medio de una rebelión popular. Pero yo no estaba preparado para lo que vi en Caracas este mes: poco de la vida cotidiana parecía estar afectada por las protestas, la normalidad se impuso en la gran mayoría de la ciudad. Yo, también, había sido engañado por las imágenes mediáticas

Los medios de comunicación más importantes han ya se ha informado de que los pobres de Venezuela no se han unido a las protestas de la oposición de derecha, pero eso es un eufemismo: no se trata sólo de los pobres que están en abstinencia - en Caracas, que es casi todo el mundo con excepción de unas pocas áreas ricas como Altamira, donde pequeños grupos de manifestantes participan en batallas nocturnas con las fuerzas de seguridad, tirando piedras y bombas incendiarias y corriendo por los gases lacrimógenos.

A pie desde el barrio de clase trabajadora de Sabana Grande al centro de la ciudad, no había ninguna señal de que Venezuela está en las garras de una "crisis" que requiere la intervención de la Organización de los Estados Americanos (OEA), no importa lo que John Kerry le diga. El metro también funcionó muy bien, aunque no pude bajar en la estación de Altamira, donde los rebeldes habían establecido su base de operaciones hasta su desalojo esta semana.

Conseguí mi primer vistazo de las barricadas en Los Palos Grandes, una zona de altos ingresos, donde los manifestantes tienen el apoyo popular, y los vecinos van a gritarle a cualquiera que trate de quitar las barricadas - lo cual es algo arriesgado tratar (al menos cuatro personas han sido aparentemente asesinado a tiros por hacerlo). Pero incluso aquí, en las barricadas, la vida era más o menos normal, salvo por algún congestionamiento. El fin de semana, el Parque del Este estaba lleno de familias y corredores sudando en el calor de 90 grados Fahrenheit - antes de que Chávez, que había que pagar para entrar, y los residentes de aquí, me dijeron, se sintieron decepcionados cuando los menos favorecidos a -donde se les permitió entrar gratis. En el local todavía se amontonan en la noche.

Los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana custodian las calles
de Altamira, en el municipio Chacao de Caracas.
 Fotografía: Miguel Gutiérrez / EPA.
Travel ofrece poco más que una revisión de la realidad, por supuesto, y visité Caracas principalmente para recopilar datos sobre la economía. Pero me fui escéptico de la narración, informó el diario en los medios de comunicación, que el aumento de la escasez de alimentos básicos y bienes de consumo son una motivación seria para las protestas. Las personas que están más molestos por esas carencias son, por supuesto, los pobres y las clases trabajadoras. Pero los residentes de Los Palos Grandes y Altamira, donde vi las protestas reales que suceden -que tienen los funcionarios para hacer cola para lo que necesitan, y tienen la renta y el espacio de almacenamiento para acumular algún inventario.

Estas personas no están haciendo daño -que están haciendo muy bien. Su ingreso ha crecido a un ritmo saludable desde que el gobierno Chávez obtuvo el control de la industria petrolera hace una década. Incluso conseguir un folleto caro del gobierno: cualquier persona con una tarjeta de crédito (que excluye a los pobres, y millones de personas que trabajan) tiene derecho a $ 3,000 por año a un tipo de cambio subsidiado. A continuación, puede vender los dólares para 6 veces más de lo que pagaron en lo que equivale a un subsidio anual de miles de millones de dólares para los privilegiados - sin embargo, son ellos los que se suministra la base y las tropas de la rebelión.

La naturaleza de clase de esta lucha ha sido siempre cruda e ineludible, ahora más que nunca. Al pasar por la multitud que se presentó a los 05 de marzo ceremonias para conmemorar el aniversario de la muerte de Chávez, era un mar de obreros venezolanos, decenas de miles de ellos. No había ropa cara o $ 300 zapatos. ¡Qué contraste con las masas descontentas de Los Palos Grandes, con $ 40.000 jeeps Cherokee con el lema del momento: SOS VENEZUELA.

Cuando se trata de Venezuela, John Kerry sabe de qué lado de la guerra de clases que está encendido. La semana pasada, justo cuando me iba de la ciudad, el Secretario de Estado de EE.UU. se duplicó en la lluvia de la retórica contra el gobierno, acusando el presidente Nicolás Maduro de librar una "campaña de terror contra su propio pueblo". Kerry también amenazó a invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA contra Venezuela, así como las sanciones de aplicación.

Blandiendo la Carta Democrática contra Venezuela es un poco como amenazar Vladimir Putin con una votación auspiciada por la ONU sobre la secesión de Crimea. Quizá Kerry no se dio cuenta, pero sólo unos pocos días antes de que sus amenazas, la OEA tomó una resolución que Washington dirige contra Venezuela y la convirtió de dentro a fuera, declarando "del organismo regional de solidaridad "con el gobierno de Maduro. 29 países la aprobaron, sólo con los gobiernos derechistas de Panamá y Canadá ponerse del lado de los EE.UU. en contra de ella.

El artículo 21 de la OEA Carta Democrática se aplica a la "ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado miembro" (como el 2009 golpe militar en Honduras que Washington ayudó a legitimar, o el golpe militar de 2002 en Venezuela, con la ayuda aún más por los EE.UU. gobierno). Dada su reciente voto, la OEA sería más probable para invocar la Carta Democrática contra el gobierno de EE.UU. para sus asesinatos con aviones no tripulados de ciudadanos estadounidenses sin juicio, de lo que sería para hacerlo en contra de Venezuela.

Los manifestantes sostienen carteles de cartón que muestran las imágenes
de los muertos durante las protestas contra el gobierno dentro de la
Plaza Altamira en Caracas.
 Fotografía: Marco Antonio Bello / Demotix / Corbis.
Retórica "campaña de terror" de Kerry es igualmente divorciada de la realidad, y previsiblemente provocó una respuesta equivalente del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, quien llamó a Kerry de "asesino".  Aquí está la verdad sobre los cargos de Kerry: desde que comenzaron las protestas en Venezuela, parece que más personas han muerto a manos de los manifestantes de las fuerzas de seguridad. De acuerdo con las muertes reportadas por CEPR en el último mes, además de los que murieron por tratar de eliminar "las barricadas, a las siete, aparentemente han sido asesinadas por los manifestantes de barreras - incluyendo un motociclista decapitado por un cable se extendía a través de la carretera - y 5 Agentes de la Guardia Nacional han sido asesinados.

En cuanto a la violencia de la policía, al menos tres personas que parecen haber sido asesinado por la Guardia Nacional o de otras fuerzas de seguridad - incluyendo dos manifestantes y un activista progubernamental. Algunas personas culpan al gobierno por un período adicional de tres homicidios cometidos por civiles armados, en un país con un promedio de más de 65 homicidios por día, es muy posible que estas personas actuaron por su cuenta.

Un total de 21 miembros de las fuerzas de seguridad están bajo arresto por supuestos abusos, entre ellos algunos de los asesinatos. Esta no es una "campaña de terror".

Al mismo tiempo, es difícil encontrar una grave denuncia de la violencia de la oposición de los principales líderes de la oposición. Datos de sondeo encuentra que las protestas sean profundamente impopular en Venezuela, a pesar de que hacen mucho mejor en el extranjero cuando se promueven como "protestas pacíficas" por la gente como Kerry. Los datos también sugieren que la mayoría de los venezolanos ver estos disturbios como lo que son: un intento de eliminar al gobierno elegido democráticamente.

Las políticas internas de la postura de Kerry son bastante simples. Por un lado, usted tiene la derecha cubano-americana de Florida vestíbulo y sus aliados neoconservadores gritando por derrocamiento. A la izquierda de la extrema derecha no es, bueno, nada. Este de la Casa Blanca se preocupa muy poco de América Latina, y no hay consecuencias electorales para hacer la mayor parte de los gobiernos en el hemisferio más disgustado con Washington.

Quizás Kerry cree que la economía venezolana va a colapsar y que traerá algunos de los no ricos venezolanos a las calles en contra del gobierno. Pero la situación económica se estabiliza en realidad - la inflación mensual se redujo en febrero, y el dólar en el mercado negro ha caído fuertemente en las noticias que el gobierno está introduciendo un nuevo tipo de cambio basado en el mercado. Bonos soberanos venezolanos regresaron 11,5% del 11 de febrero (el día antes de las protestas comenzaron al 13 de marzo), los mayores rendimientos en el índice de bonos emergentes mercado del dólar Bloomberg. La escasez es muy probable que la facilidad en las próximas semanas y meses.

Por supuesto, eso es exactamente el problema principal de la oposición: la próxima elección es una-y-uno-mitad año de distancia, y en ese momento, lo más probable es que las penurias económicas y la inflación que por lo que han aumentado en los últimos 15 meses hayan disminuido. La oposición entonces probablemente perderá las elecciones parlamentarias, ya que han perdido todas las elecciones en los últimos 15 años. Pero su estrategia insurreccional actual no está ayudando a su propia causa: parece haber dividido a la oposición y unido a los chavistas.

El único lugar donde la oposición parece estar obteniendo un amplio apoyo es Washington.




jueves, 20 de marzo de 2014

MARÍA LUISA RIVARA DE TUESTA


s difícil escribir cuando te sorprende la noticia que una persona muy apreciada, dedicada a la filosofía, ha fallecido. Que su ausencia deja tras sí una brillante obra, la que marca un derrotero en el ejercicio reflexivo para las nuevas generaciones, en un país donde se concibe aún, que el género femenino debe ser relegado a tareas domésticas.

Conocí a María Luisa Rivara de Tuesta en un Congreso de Filosofía hace muchos años y nuestra primera conversación giró en torno al pensamiento y la reflexión Inka, diálogo que se prolongó por muchos años. Me sorprendió el manejo profundo que tenía de las fuentes manuscritas coloniales sobre el Perú y su erudición acerca del jesuita Joseph de Acosta. Había publicado en la década del 70 un texto que estudiaba su pensamiento y siempre acotaba lo que Acosta opinaba sobre el conocimiento logrado por los sabios andinos, los hamut’aq: “nos hacen grandes ventajas”.

Su cercanía con el pensamiento peruano hizo frecuente mis visitas y encuentros para conversar sobre los avances y crítica de fuentes sobre la reflexión Inka. Una tarde fría -mientras conversábamos sobre las fuentes que denotaban pensamientos originales de los hamut’aq- me recomendó leer como fuente de apreciación crítica, la edición de Laureano Robles: Filosofía iberoamericana en la época del encuentro (1992, Madrid:Trotta). En mi perplejidad me alcanzó el ejemplar y me dio un plazo razonable para devolvérselo. Así era María Luisa cuando se trataba de ahondar la investigación sobre el pensamiento peruano, no escatimaba en proveer las fuentes y alentar la postura reflexiva personal.

Siempre me decía que mejor hubiera estudiado Filosofía en San Marcos –estudié Educación, con especialización en filosofía- y frecuentemente me confundía con alguno de sus estudiantes. Nuestras conversaciones siempre terminaban resumiendo dos posturas sobre los orígenes del pensamiento peruano: autoctonismo o universalismo asuntivo de la filosofía.

El rigor de su formación intelectual que formó en San Marcos, le hacía definir sus ideas basadas en la solidez de la fuente escrita. No dejaba nada al azar, acotaba los errores y potenciaba las ideas que construían un discurso creativo y coherente, recordaba siempre el dicho de Aristóteles: “soy amigo de Platón, pero más amigo soy de la verdad”. La maestría de María Luisa Rivara rebosaba nuestras expectativas sobre los nuevos enfoques y estudios acerca del pensamiento peruano.

Cuando la Universidad Nacional de Educación, -mi alma mater-, otorgó Honoris Causa al Dr. Francisco Miro Quesada Cantuarias, preguntado por quien leería el laudatorio, no dudó en nombrar a María Luisa Rivara. El panegírico que escribió llenaba de emoción al maestro y filósofo, no sólo era un recuento de vida del homenajeado, sino un reconocimiento de su obra y pensamiento, que también había forjado en ella un camino dentro de la filosofía peruana y la gratitud a quien había forjado entre muchas generaciones de pensadores.

La docencia no sólo la ejercía en las aulas sino fuera de ella. Mis estudiantes de filosofía peruana en cada semestre de estudios tenían la obligación de indagar la obra y el pensamiento de determinado filósofo peruano. Grande fue mi sorpresa cuando ellas presentaron una entrevista grabada a María Luisa Rivara. La claridad de su exposición y la profundidad de sus reflexiones, hizo que amaran la filosofía cadavez más. La apertura a estudiantes de filosofía de otras universidades, dice mucho de su labor como maestra.

Hoy, a más de un mes de su sensible deceso, quiero rendir un sentido homenaje y reconocimiento de su obra filosófica que aporta a la filosofía peruana, es un adiós muy conmovedor para la amiga y filosofa. Hasta siempre recordada María Luisa Rivara.

Obra publicada

(2000). Tres ensayos sobre la filosofía en el Perú. Lima. Fondo Editorial Banco de Reserva-Facultad de Letras UNMSM.
(2000). Pensamiento prehispánico y filosofía e ideología en Latinoamérica. México D.F. En: Filosofía e historia de las ideas en Latinoamérica. Vol. III. Fondo de Cultura Económica.
(1994). Pensamiento prehispánico y filosofía e ideología en Latinoamérica. Lima. En: Areté, Vol 1, Nº 1, PUC, pp.103-116.
(1992). "El Pensamiento incaico". En: Robles Laureano. Filosofía iberoamericana en la época del encuentro.Madrid: Trotta. pp. 103 -116.
(s.f.). Pensamiento Incaico: Wiracocha. Lima: Instituto de Investigaciones humanísticas, U.N.M.S.M.
(1970). José de Acosta: Un humanista reformista. Lima: Universo.                           

martes, 11 de marzo de 2014

89 NATALICIO DEL POETA VÍCTOR MAZZI TRUJILLO.



El poeta Víctor Mazzi Trujillo nació en el distrito minero de Morococha un 17 de marzo de 1925. En recuerdo de su vida y obra poética, insertamos el testimonio del poeta y matemático Artídoro Velapatiño, quien narra su amistad con el vate y sus vivencias como miembro integrante del GIPM.

onocí a Víctor Mazzi Trujillo, en 1966, cuando él vendía libros en un puesto ubicado en las escaleras que conducían al comedor de estudiantes de la Escuela Normal Superior, que después de una ardua lucha con huelgas y marchas, se convirtió en Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta.

Vendía libros de política, ciencias sociales, pero sobre todo de literatura. En alguna de nuestras primeras conversaciones, me enteré que él era un famoso poeta obrero. Yo le mostré algunos de mis primeros poemas y él me animó a seguir escribiendo y me recomendó algunas lecturas. Muy pronto congeniamos, así llegué a saber de la existencia del Grupo Intelectual Primero de Mayo, del cual Víctor había sido fundador junto al poeta obrero Leoncio Bueno y otros intelectuales obreros como Eliseo García, José Guerra Peñaloza y Carlos Loayza.

Tenía en su sala, una pequeña mesa de trabajo, con su máquina de escribir Remington, un viejo sillón y un famoso sofá donde pernocté infinitas veces. Había también un tocadiscos y por allí estaban algunos libros y una ruma de discos de 45 y 33 r. p.m. y también viejos discos de 78 r.p.m. que se ejecutaban en una vieja vitrola.

Escribía sus poemas a mano con lápiz o con una pluma metálica mojando en un tintero. Cuando usaba su vieja máquina de escribir, lo hacía usando un sólo dedo: el índice de la mano derecha. Había adquirido cierta habilidad con esa extraña manera de escribir y lo hacía a una velocidad notable. Yo a veces le llevaba mis poemas para recibir su crítica que era severa, aunque sin la rigurosidad de Segundo Cancino, porque a veces era condescendiente conmigo, porque tenía fe en que mejoraría. Con otros jóvenes era implacable.

Nuestras conversaciones eran largas. Él me contaba su niñez y sus experiencias como obrero, siempre con el fondo musical de jazz, tango, música clásica o folklore. A veces me leía poemas de Hesíodo, Luis Cernuda, Nazim Hikmet, Elvio Romero, Carlos Oquendo de Amat y luego comentábamos. A veces me acompañaba David Valenzuela. Muchas veces teníamos que culminar la conversación, porque tenía que volver a la residencia estudiantil de la Universidad La Cantuta.

Pronto me convertí en su asiduo visitante, donde se suscitaban amenas charlas sobre literatura, pintura, arte, política, pedagogía o de lo que sea, y donde concurrían estudiantes y docentes. Se sumaba a la conversación Ricardo Respaldiza, era de aquellos maestros que prolongan su cátedra más allá de las aulas. También el novelista Oswaldo Reynoso, aunque no tuve la suerte de tenerlo entre mis maestros, porque yo soy de la especialidad de Matemática. Él fue uno de mis primeros lectores críticos y consejeros. A veces pasaban por ahí Juan Gonzalo Rose, Ricardo Dolorier Urbano; el profesor Rojas Penas. Solían detenerse para charlar un rato Guillermo Daly y Luis Yañez, Y como no, el Rector Juan José Vega, a quien mis compañeros de promoción de la especialidad de Historia lo recuerdan con cariño y agradecimiento. En fin gente de alguna trascendencia, si no caía por ahí, al menos resbalaba.

Es la época en que conocí más a fondo la creación literaria de Víctor y a través de él a Nazim Hikmet, a Federico García Lorca (cuya poesía escuchábamos a través del gran Jorge Mistral, en especial el Romancero Gitano y el célebre Llanto por Ignacio Sánchez Mejía, quizá una de sus inmortales elegías junto a las Coplas de Manrique y la Elegía a Ramón Sijé), a Miguel Hernández y al entrañable poeta paraguayo, Elvio Romero (amigo personal de Víctor y célebre biógrafo de Miguel Hernández), a Luis Cernuda, a Luis de Góngora, al abuelo instantáneo de los dinamiteros (Vallejo dixit) Francisco de Quevedo, a Sor Inés de la Cruz, a Hesíodo, a Antonio Machado, a Juan Gelman, a Vicente Aleixandre, entre otros muchos. Víctor además de leer con emoción y énfasis matizaba las conversaciones con innumerables anécdotas y respondía a nuestras acuciosas preguntas. Tenía una información bárbara, no sólo sobre literatura proletaria, nos hablaba con la misma desenvoltura de Walt Withman, T.S. Eliot, Ezra Pound, John Keats, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y Bertold Brecht (a quien ya leía desde la Academia Preuniversitaria de la Federación de Estudiantes de la UNSCH). Y por supuesto, cada lectura y conversación escuchando jazz. Ahí estaban: Bix Beiderbecke y su inmortal corneta, Louis Armstrong y su trompeta con voz ronca y rasposa, Billie Holiday con su voz dulce y débil pero potenciada por la magia del micrófono, Bessie Smith la más grande cantante del Blues, Duke Ellington genial creador y director de orquesta donde cada integrante es a su vez estrella, el inmortal y genial renovador Charlie «Bird» Parker y su saxo alto, -para quien el entrañable Julio Cortázar escribió El perseguidor (su biografía) y el gran Clint Eastwood lo eternizó con su filme Bird-; las célebres cascadas pianísticas de Erroll Garner. El saxo tenor de Coleman Hawkins, Lester Young, Stan Getz (mi favorito) y un largo etc, etc, etc. En guitarra Charlie Christian, el gitano Django Reinhardt, Wes Montgomery, entre otros. Nat King Cole en su fase jazzística, no cuando se convirtió en comercial y populista. Mención aparte merece el gran trompetista Miles Davis y su canto, silente y de protesta, innovador del jazz y del rock, el primero en fusionar ambas vertientes con talento y creatividad, a quien Víctor le dedicó varios poemas. También traté de homenajearlo en Orfeo, después de los infiernos. Todo lo que sé de jazz lo aprendí de Víctor.

"Todo lo que sé de Jazz lo aprendí de Víctor". Poeta
Velapatiño en Tacna, enero 2014.
Pero no sólo era jazz lo que escuchábamos, también era el tango, del cual Víctor tenía una envidiable colección, especialmente de Aníbal Troilo, Carlitos Gardel, Libertad Lamarque, la entrañable Tita Merello y sobre todo Julio Sosa. Yo soy hincha del Tango desde la primaria, porque en las radiolas serranas nunca faltaban tangos y música mejicana. Y también era folklore latinoamericano, especialmente argentino. Pero sobre esto, mis conocimientos iban casi a la par con los de Víctor, porque también yo desde estudiante de secundaria me había gustado mucho todo lo referente a folklore y había coleccionado folklore peruano en primer lugar, mejicano y argentino, especialmente Atahualpa Yupanqui y los Chalchaleros. Pero con Víctor pude conocer también folklore colombiano, chileno, venezolano y paraguayo. A través de él pude conocer a nuevas figuras del folklore argentino como Carlos Di Fulvio, Los Cantores de Quilla Huasi, los Fronterizos, Julia Elena Dávalos, los Hermanos Dávalos, entre otros muchos.

Leoncio Bueno, junto a Víctor es uno de los más destacados poetas obreros fundadores del GIPM, gran conversador y muy noble en su trato. Creo que es una de las grandes voces del GIPM. En su taller de mecánica automotriz El Tungar (recuérdese su poemario Al pie del Tungar) ubicado en Breña, nos reuníamos los sábados a las 4 p.m., reuniones que se prolongaban hasta muy entrada la noche. Allí los miembros del GIPM daban lectura de sus creaciones en poesía, cuento y ensayo y eran sometidos a una feroz crítica donde Víctor y Leoncio, eran los supremos jueces. A veces concurría Spencer O’Connor (intelectual inglés radicado en Chosica) que era el más despiadado crítico y despotricaba contra la abundancia de poetas jóvenes en el Perú. Las reuniones en El Tungar eran acompañadas de enormes tazas de té con canela y clavo de olor y panes con poesía (pan francés de doble dimensión cortado en dos pero sin nada dentro). En estas reuniones Víctor daba rienda suelta a sus amplios conocimientos de literatura proletaria, matizadas por Leoncio que era otro gran conocedor, muchos de los asistentes aprendieron ahí más de literatura y arte en general que en las aulas universitarias. Leoncio, además, era y es un magnífico cocinero. Muchos años después, aquí en Tacna en 1980 me volví a encontrar con Leoncio, nos saludamos efusivamente y conversamos, larga y tendidamente. Lástima que él ya no estaba en el GIPM (es un decir, porque nunca dejó ni puede dejar de ser un auténtico y gran poeta obrero).

El último año que permanecí en Lima fue en 1973, en agosto vine a residir a Tacna por razones de trabajo, sin saber que me quedaría a radicar hasta hoy en día. A insistencia de Víctor y el decidido apoyo de Pablo Vega (quien fue mi editor), Donald Jaimes y Joaquín de los Santos, publiqué mi segundo poemario, cuyo prólogo lo hizo con generosidad Marco Martos. La presentación del libro fue en el SAYCOPE, gracias a Manuel Acosta Ojeda, quien era secretario general. En la actividad hablaron Manuel Acosta, a nombre de la institución, Marco Martos presentó oficialmente el libro y Víctor Mazzi a nombre del Grupo Intelectual Primero de Mayo.

Durante la fase de final encuadernación y colado del libro nos sobraron algunos cartones y papel. Con Donald Jaimes y Joaquín de los Santos preparamos un manuscrito fraguando un viejo códice del siglo XVI e improvisamos un cantar de gesta en castellano antiguo, que decía: «Homenaje a las fazañas del Caballero Andante Don Victor Maese Troxillo, desde su nacimiento en Apata (Junín) hasta el nacimiento de su sexto hijo Federixo, el mochacho de la sonaja roxa sobersiva», y se lo entregamos. Víctor festejó la broma con su risa estereofónica de siempre. También entre estos integrantes y Pablo Vega le propusimos a Víctor publicar una antología de su obra poética que recogiera lo mejor de su creación. La antología debía llevar el nombre: Salvajismo, Barbarie y Civilización porque pretendía ser un juicio crítico de su obra con justamente tres secciones. En Salvajismo iban a ir sus primeros poemas de Guirnalda de canciones a Chosica. En Barbarie iban ir sus poemas casi panfletarios como aquel que empezaba con: Rosa camarada mía, / te entrego la luz de mi canción…, y en Civilización irían sus poemas de madurez, donde el lirismo alcanza su más alta impresión como el poema en homenaje a Jiri Wölker: Jiri Wolker / las jarcias en altamar / las gaviotas en el muelle / y tu canto / que asiste en el rompeolas / de nuestra clase obrera…, iba a ser prologado por Francisco «Paco» Carrillo. Víctor compartía nuestro divertimento y él mismo sugería el destino de sus poemas para determinada sección.

He preferido hacer este testimonio sobre Víctor Mazzi Trujillo, de lo que significó para mí como persona, del entrañable e inolvidable amigo y maestro, y así también, de los recuerdos del Grupo Intelectual Primero de Mayo, tan presentes en este poemario que se edita en su memoria.

jueves, 6 de marzo de 2014

LUIS VILLORO


La filosofía latinoamericana está de duelo: El filósofo Luis Villoro, destacado pensador mexicano, ha fallecido. Muy amigo del Perú y de sus pensadores, Villoro es muy apreciado por sus posturas en favor de lo que se ha denominado “indigenismo”. Desde este blog le rendimos homenaje por su apreciable obra filosófica y sus reflexiones sobre Latinoamérica y México –su patria adoptiva-. Insertamos este magnífico artículo escrito por Pablo de Llano, desde México y publicado en El País.

Muere a los 91 años Luis Villoro, filósofo del indigenismo

PABLO DE LLANO. México. El País.

http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/06/actualidad/1394084712_254548.html

El pensador, nacido en España y arraigado en México, se forjó en el existencialismo y pasa a la historia de América Latina como un defensor clave de la integración democrática de las etnias.

l filósofo Luis Villoro ha fallecido este miércoles en la Ciudad de México a los 91 años. Su obra, su discurso teórico y su compromiso político han sido una referencia clave del México contemporáneo. Ligado en sus inicios a la escuela existencialista, Villoro, nacido en Barcelona en 1922, fue un teórico de la historia de su país de adopción y un crítico izquierdista del funcionamiento del poder, veta que en la fase final de su vida se concretó en un marcado apoyo –teórico y práctico– al movimiento zapatista en contra de la exclusión indígena.

La última aparición pública de Luis Villoro fue el 25 de febrero en la ceremonia de ingreso de su hijo Juan en el Colegio Nacional de México, del que él era miembro desde 1978. Del propio Juan Villoro, escritor y periodista, es un perfil sobre su padre que profundiza en la relación entre su desarraigo de partida (nació en España, estudió en Bélgica y de ahí su familia escapó hacia México durante la Segunda Guerra Mundial) y su apasionado vínculo final con el levantamiento indigenista: una insurgencia telúrica para un hombre falto de raíces.

En el texto, Mi padre, el cartaginés, su hijo cuenta una anécdota originaria de la búsqueda vital del filósofo. En el internado jesuita en el que estudiaba en Bélgica, los alumnos ensayaban una competición académica entre romanos y cartagineses. “Mi padre creció como cartaginés, resistiendo contra el imperio, posponiendo el holocausto de la ciudad sitiada. Estudiar, saber latín, significaba vencer a Roma. Aprendería a no tener familia, ciudad, país concreto. Su guerra púnica sería abstracta, intensa, sostenida”.

El chico que decidió en la escuela que su bando sería el contrario al del que somete fue, décadas más tarde, un filósofo que en su vejez encontró el mejor amigo para pensar en un guerrillero, el subcomandante Marcos, con el que mantuvo un constante intercambio epistolar –como si fuera uno de los Diálogos de Platón, pero con uno de los interlocutores encapuchado y fumando en pipa en la selva Lacandona.

En otoño de 2011, con unas nuevas elecciones presidenciales en el horizonte cercano, el guerrillero le escribía así al intelectual, al que siempre se dirigía con un respetuoso don Luis: "Con estos textos, ni usted ni nosotros buscamos votos, seguidores, feligreses. Buscamos (y creo que encontramos) mentes críticas, alertas y abiertas. Ahora arriba seguirá el estruendo, la esquizofrenia, el fanatismo, la intolerancia, las claudicaciones disfrazadas de táctica política. Luego vendrá la resaca: la rendición, el cinismo, la derrota. Abajo sigue el silencio y la resistencia. Siempre la resistencia... Vale don Luis. Salud y que sean vidas las que las muertes nos hereden. Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos".

Luis Villoro entendió la filosofía como un ejercicio de disidencia intelectual. En su discurso de ingreso al Colegio Nacional, titulado Filosofía y dominación, leyó lo siguiente: “La reforma del entendimiento suele acompañarse así de un proyecto de reforma de vida y, eventualmente, de una reforma de la comunidad. Si por su preguntar teórico, la actividad filosófica era cuestionamiento y discrepancia, por su actitud práctica adquiere un signo más de negación. Frente al pensamiento utilizado para integrar la sociedad y asegurar su continuidad como esa misma sociedad, el pensamiento filosófico es pensamiento de ruptura, de otredad”. Lo otro, ese concepto grabado en los esquemas teóricos de Villoro desde su formación existencialista, lo que queda fuera, apartado, al margen, fue finalmente Chiapas, la tierra en la que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se levantó en 1994 para tratar de romper con el secular sometimiento indígena.

Licenciado en Filosofía y Letras en la UNAM, Luis Villoro concibió en su tesis doctoral su primera gran obra, Los grandes momentos del indigenismo en México. El antropólogo Roger Bartra, en entrevista telefónica con este diario tras conocerse su fallecimiento, opinó que se trata de un libro “fundamental” en el pensamiento filosófico mexicano, aunque su autor, con el tiempo, acabase por "renegar" hasta cierto punto de ese trabajo por su encuadre existencialista.

En aquel tiempo, Villoro formó parte del grupo Hiperión, una corriente que nació bajo la tutela intelectual del filósofo español exiliado José Gaos y que escarbó en la identidad mexicana con las herramientas teóricas del existencialismo. De esa época es otro de los trabajos de referencia de Luis Villoro, El proceso ideológico de la revolución de independencia.

En el ecuador de su carrera filosófica, fue girando del existencialismo hacia la teoría política. De esta fase son obras como Signos políticos (1974), El concepto de ideología y otros ensayos (1985), El poder y el valor. Fundamentos de una ética política (1997) o De los retos de la sociedad por venir (2007). El tránsito hacia el terreno de la política, primero en el marco académico y luego en el terreno civil, es interpretado por Rafael Vargas, editor de la antología de textos de Luis Villoro La significación del silencio y otros ensayos (2009), como un movimiento congruente con su espíritu constante de crítica de la injusticia. “Su pensamiento se decantó en la acción. Es lógico que al final se encargase de ver lo que tenía más cercano; un hombre como don Luis no podía sino volcar su pensamiento en tratar de comprender un país tan difícil y doliente como México”.

Villoro fue Premio Nacional de Ciencias Sociales en 1986 y Premio Nacional en Investigación en Humanidades en 1989. Hizo estudios de posgrado en la Universidad de La Sorbona y en la Ludwiguniversität de Munich. Dio clases en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad Autónoma Metropolitana, y tradujo a autores como Edmund Husserl y Gabriel Marcel.

De madre mexicana y padre español, Luis Villoro pasa a la historia del pensamiento contemporáneo en América Latina como un articulador del pluralismo indigenista, como una conciencia lúcida del desarraigo poscolonial que pervive todavía en las democracias latinas del siglo XXI. Un hombre que salió de Europa con su familia escapando de la guerra y que al otro lado del océano Atlántico convirtió su vida en un esfuerzo intelectual de búsqueda de la identidad.

Cuenta en el perfil su hijo Juan que en los años noventa él y sus hermanos se interesaron por conseguir la nacionalidad española, dado que su origen familiar se lo permitía. Cuando se lo planteó a su padre, la respuesta del viejo exiliado fue destemplada: “¿No te da vergüenza?’, me dijo: '¿Para qué quieres ser español? (…) ¿Te das cuenta del trabajo que nos ha costado ser mexicanos? ¿Vas a tirar todo eso por la borda?'. Entendí al fin", escribió su hijo. "Él llegó a un país que repudió en el acto, pero se quedó ahí para interpretarlo y quererlo con esfuerzo. A mí no me había costado nada ser mexicano; no podía ser otra cosa; para él, se trataba de una conquista espiritual".