domingo, 12 de octubre de 2014

SOBRE LAS ÚLTIMAS ELECCIONES REGIONALES Y MUNICIPALES EN PERÚ.

REFLEXIÓN


Gonzalo Vega Miranda.
 
Las recientes elecciones regionales y municipales reafirman la tendencia de los últimos años referente a la agonía de los Partidos Políticos nacionales, la fragmentación del Perú y la pésima elección de autoridades.

Esos fenómenos, entre muchos otros, se deben básicamente, a la incipiente, o mejor dicho, seudo democracia que tenemos. No basta con acudir a las urnas, lo fundamental es que funcione el sistema, a través de instituciones confiables, transparentes, probas, que practiquen la ética, el bien común, la igualdad, la equidad, etc, es decir, exactamente lo contrario de lo que representan actualmente el Poder Ejecutivo, el Judicial, la Fiscalía, el Congreso, la Policía Nacional, los gobiernos regionales, etc.

Es tan grave la crisis democrática e institucional que tenemos un expresidente preso y otros dos investigados por casos de corrupción. Todos los presidentes regionales salvo 1 o 2 están investigados y la cuarta parte de ellos están presos, sentenciados o prófugos de la justicia. Más de la tercera parte de los congresistas tienen investigaciones serias ligadas a negocios ilícitos como narcotráfico, tala ilegal, minería ilegal, trata de personas, lavado de activos, contrabando; el Fiscal de la Nación actual y su antecesor tienen graves acusaciones penales, igualmente el presidente del Poder Judicial tiene serios cuestionamientos y la gran mayoría de jueces y fiscales en todos los niveles son corruptos. Es decir, todo anda mal. El mundo al revés como diría el cronista Felipe Guamán Poma de Ayala.

Pero no solo las instituciones funcionan mal, la población escoge autoridades sin importar que el candidato haya robado, abandonado sus hijos, tenga procesos de investigación en curso, es decir, los valores, que décadas atrás tenían un peso importante en la decisión, ahora, ya no interesa.

Democracia significa también vivir, mejor dicho convivir en armonía. Es decir, dar una atención preferente a los ancianos y niños. Que los conductores respeten la luz roja y no paren y doblen donde les dé la gana interrumpiendo el tránsito y los peatones crucen las calles solo en las esquinas y con la luz que les ceda el paso.

Vivir en democracia significa aplicar los valores de paz, justicia, honestidad, respeto, cumplir la ley, ser inclusivos, practicar la equidad. Nada de eso se cumple, somos un país racista, vivimos despreciándonos entre compatriotas, la fragmentación es consecuencia justamente de la falta de justicia y equidad.

Tampoco tenemos el valor de la compasión y justicia social al permitir que niños hayan crecido y sigan creciendo prácticamente solos, sin suficiente alimentación y sin dormir bien; se los ve en las calles vendiendo golosinas o limpiando lunas, son magros, bajos de estatura y leves de peso, trabajan en la calle, desertan de la escuela, tienen baja autoestima, tienen conflictos con la autoridad, tienen rencor, no conocen los valores, tienen baja inteligencia y su lenguaje precario; ahora, varias generaciones de estos niños ya son adultos, y están cobrando la factura de nuestra indiferencia, muchos, sino son todos, integran las pandillas, bandas, mafias, que hacen de Lima y de otras grandes ciudades del país como las más inseguras del mundo.

Al desaparecer los partidos políticos nacionales y esto se ha dado en todas las regiones, han aparecido una gran cantidad de movimientos y frentes, financiados en su mayoría con dinero ilícito: narcotráfico, minería ilegal, contrabando, mafias organizadas, con el único objetivo de llegar a una alcaldía o gobierno regional para saquear sus arcas. La fragmentación es tal que hay regiones que han tenido hasta 19 nuevos movimientos, haciendo ingobernable y explosiva no solo a la región sino también en un futuro cercano al país.


La ilusión que la regionalización solucionaría el olvido de las provincias por el centralismo limeño nos ha reventado en la cara. Muchas tienen canon minero multimillonario, sin embargo, sus índices de desnutrición, anemia o tuberculosis en la infancia no han disminuido, al igual que tampoco ha mejorado la calidad de educación, seguridad y salud; como hemos mencionado, mafias organizadas y dirigidas por los mismos presidentes regionales se han aprovechado a través de licitaciones amarradas, desvíos de dineros, sobrevaloración de precios, etc. 

Lo único que se ha descentralizado bien es la corrupción y vamos a ser testigos nuevamente de nuevos robos, fraudes, licitaciones amarradas, etc. Cada nueva elección es peor que la anterior, ya no son raros los asesinatos y extorsión de competidores políticos y suben al poder autoridades que están predispuestas al delito.

No todo es malo, el Perú es un territorio extraordinario, tiene la mayoría de climas y círculos ecológicos de la tierra, lo flanquea el mayor océano del mundo y la mayor selva del planeta y es atravesado por la cordillera más larga del mundo, si Dios quiso crearnos bajo ese contexto de inmensidad y belleza geográfica, de abismos, volcanes, desiertos, selvas y nevados, no hay derecho pues, que sea estúpidamente desperdiciado por los propios peruanos.

(12/10/2014)

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