lunes, 16 de noviembre de 2015

Terror en Paris



l asesinato de más de 120 ciudadanos franceses ocurrido el último viernes 13 de noviembre llama a la solidaridad y condena mundial contra dicho acto de terror, inaceptable y repudiable. Deben ser castigados tanto sus perpetradores como quienes planificaron, financiaron y ordenaron el asesinato en masa.

Nuevamente se orienta la opinión pública mundial contra posibles autores sin tener información objetiva y veraz. ¿Estamos nuevamente frente a un proceso de manipulación de la información para justificar una ofensiva militar contra un país soberano? Se hace evidente que el Derecho Internacional y la función de las Naciones Unidas son sólo figurativa y de poco sirve apelar a ella. Tanto la OTAN y el gobierno francés como miembro, han utilizado y utilizan la violencia para derrocar gobernantes y sacar la riqueza en petróleo que poseen, tal como ha sucedido en Libia, donde armó un ejército de mercenarios y los hizo pasar como “luchadores por la libertad”. Se bombardeó ciudades importantes de Libia y se asesinó personas inocentes sin que la comunidad internacional estuviera bien informada. Evidentemente las guerras económicas se encubren bajo el manto de guerras religiosas.

Se apunta a que el ataque a Paris estuvo realizado por miembros del Estado Islámico y se busca desenfrenadamente a sus autores que provendrían de Siria. Lo que no se dice es que posiblemente sus autores inmediatos tengan nacionalidad francesa o provengan de algún país europeo. En Francia hay una fuerte campaña de enrolamiento como mercenarios al Estado Islámico, y hay permisibilidad de los encargados de controlar tal campaña.

Se hace evidente quien financia al Estado Islámico
El llamado Estado Islámico es una organización de mercenarios entrenados, financiados y dirigidos por un país que dice no negociar con terroristas. Si alguien tiene dudas véase las imágenes de un Senador acompañando a los principales líderes del EI. Funcionarios del Imperio han reconocido que “fue un error financiar y proveer armas al Estado Islámico”.

En el argot de la geopolítica del poder económico mundial, Siria es un país con reservas de petróleo y su gobierno no es proclive a seguir los dictados de los grandes grupos económicos mundiales. La necesidad de derrocar a sus gobernantes se encubre bajo argumentos risibles, el imperio sólo ve dictadores donde hay petróleo, exige la implantación de la democracia europea a quienes quiere dominar, sin embargo, sería una locura exigir lo mismo a países aliados con grandes riquezas petroleras gobernado fuera de cualquier tipo de democracia occidental.
Funcionario norteamericano en reunión con lideres del Estado Islámico

El petróleo obtenido con la intervención de mercenarios en Irak y Siria ha reducido su precio mundial, ¿quiénes compran el crudo que vende el Estado Islámico en la frontera turca? ¿Serán conocidas corporaciones mundiales? Desde el ingreso de Rusia al conflicto, el ajedrez del conflicto vuelve a poner en aprietos a los países que entrenan y abastecen al Estado Islámico. El respaldo ruso al gobierno sirio frena las ansías de derrocarlo pasando por encima del derecho internacional y cualquier justificación para invadirlo con tropas y tomar la capital para instalar un gobierno títere. El bombardeo de la supuesta capital del Estado Islámico sólo es más de la espiral de violencia, las bombas lanzadas no hacen distingos entre inocentes y culpables y eso deben saberlo el mismo pueblo francés. La paz mundial no es sólo un anhelo, es un imperativo que debe confrontar a quienes la fomentan con sus políticas de Estado, que usualmente les son desconocidas a los ciudadanos convocados a elegir a gobernantes, quienes tienen otra agenda muy distinta a la que dicen seguir y hacer.

Inserto comentarios que vienen circulando en la red que resultan muy diferentes a la manipulación de las corporaciones “informativas”.

Después de la carnicería ...

Impresionante y horror, inmensa tristeza por las víctimas afectadas en la convivencia de un asombro noche festiva de este "decencia común", la "honestidad ordinario" que es popular, como fue tan bien señalado Orwell, que "el hombre Regular "no tiene que recurrir a la Autoridad para actuar moralmente: valentía de las fuerzas de seguridad, servicios médicos, donde profesionales acudían voluntaria, recepción espontánea de las víctimas, aún afluencia de donantes de sangre, etc. etcétera

La guerra no vivió que en la televisión, y de monstruo de Frankenstein creado y mantenido durante años por el intervencionismo occidental, escapando de sus amos, vino a recordarnos, mediante la reducción de París el horror que es ' Además sombra durante años.
Algunos palo para repetir a nosotros mismos: "¿Quién tiene la culpa?" Y vilipendiar a nuestros "señores de la guerra" grotesca que han trabajado para desestabilizar Libia y Siria, al igual que su mentor de desestabilizar Irak?

A la inversa, que puede pesar delante de este pacifistas conjuros nos implorando a tomar el camino de la esperanza de una política real de la paz, de la erradicación de esta monstruosidad? Paz, sí, pero, ¿cómo hay que hacer cuando estamos en guerra?

Por no hablar de las súplicas de no amalgama, mientras que, por supuesto, todo el mundo sabe el terreno sociológico, donde los fanáticos de la contratación de prioridad y, por lo tanto, todo el mundo ve que hay otros fanáticos que se elegir el ajuste.

Nadie tiene soluciones llave en mano. Por ahora, lo que muchos consideraron el francés es la necesidad de estar juntos, de unirnos y mostrar su determinación de no ceder a la barbarie. Sin embargo, todo el mundo siente que emigramos en una zona donde guías caos proclamado no nos parecen más seguros, como nuestra Constitución, en este caso, les da plenos poderes.

El futuro es sombrío, de verdad.

Rene Merle (Francia)

El terror vivido ayer en París, y hace pocos días en Beirut por la brutalidad del Estado Islámico debe llamarnos a la reflexión. Cerrarle paso al fundamentalismo islámico es necesario, pero también al fundamentalismo católico y al de Occidente que cree que la "solución" es la guerra. El Estado Islámico es producto de una guerra, una que dijo estar basada en la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak que hoy reconocen no existían, una guerra por el petróleo. Las acciones unilaterales de un puñado de Estados en Irak dejó heridas abiertas con efectos no previstos. Un bombardeo masivo a Siria hoy, no resolverá el problema.

En medio del miedo que genera el Estado Islámico, atacar refugiados sirios, que también huyen del horror es sólo una muestra más de lo absurdo. No dejemos que el odio nos gane. Veamos el origen de los problemas y defendamos la vida.

Los terrorismos no solucionan nada, sólo traer muerte y deben ser condenados enérgicamente.

Marisa Glave

El gobierno francés ha atacado el territorio sirio. El Estado Islámico es una invención de USA, no existe como Estado en Siria. ¿Acaso le ha pedido permiso al gobierno sirio para hacer esa incursión y bombardear una ciudad en la que viven ciudadanos sirios inocentes, capturados ahí por los terroristas? Y seguro los terroristas estaban ahí esperando el ataque francés. Eso es agresión a un Estado soberano que está siendo diezmado por los terroristas, ataque al que ahora se suma Francia? 
JC.

El atentado, es un impulso para que Francia aproveche la oportunidad de seguir metiendo su nariz en Libia, Siria e Irak. 
A. M.

Salvo que el ataque terrorista en París haya sido el pretexto para que Francia intervenga directamente en Siria, creer que el gobierno sirio y su pueblo son los responsables, es lo más alejado de la lógica. Cómo podría hacerlo si apenas tiene fuerza para soportar (y casi ir perdiendo) el ataque terrorista del Estado Islámico. Eso significaría abrirse, de manera suicida, otro frente de guerra con Francia de manera directa (porque indirectamente si se da ya que Francia ayudó a crear el Estado Islámico. 

El Estado Islámico se les escapó de las manos, pero ellos (USA y la Unión Europea, apoyados por Israel, Turquía y Arabia Saudita) lo crearon (lo mismo que pasó con Osama Bin Laden), y como ya no pueden controlarlo, entonces se han vuelto enemigos. De esto no hay la menor duda. Todos los análisis serios apuntan a eso.
JC.

Mi total rechazo a esa irracional y salvaje liquidación de vidas en París... ¿Será el inicio para justificar nuevas agresiones, muertes y sacrificios de gente inocente?, ¿Será la justificación para que los racistas y facistas ataquen a los refugiados de las guerras que sus gobiernos propiciaron?, ¿Será motivo de alegría para la industria de armamentos que ganará con el aumento de la producción y venta de armas?, ¿Cuál será la actitud de los gobiernos europeos con respecto a los gobiernos de Arabia Saudita y Turquía que apoyan las acciones del Estado Islámico?, ¿Les seguirán proporcionando armas y dinero?.... 
C.M.

En Francia hacen un atentado terrorista y de repente el mundo entero se encuentra en estado de shock, mostrando su bandera y su torre Eiffel.

En Siria hay bombardeos constantemente donde hay más de 300,000 muertos y casi el 30% de los muertos son niños y NADIE muestra la bandera Siria como respeto. ¿Cuál es la diferencia? ¿Acaso no son seres humanos los de Siria? 
L. Siccha

jueves, 12 de noviembre de 2015

El mitogenoma completo de momia niño Inka de 500 años de antigüedad.


Figura 1: La momia Aconcagua. El recuadro muestra una imagen de una parte del pulmón
diseccionado de la momia. Un pequeño trozo de 350 mg se utiliza para la extracción de ADN.
La foto de la momia ha sido tomada de 49 y se reproduce aquí con el permiso de la
Universidad de Cuyo Editorial (Argentina).

Alberto Gómez-Carballa, Laura Catelli, Jacobo Pardo-Seco, Federico Martinón-Torres, Lutz Roewer, Carlos Vullo y Antonio Salas

Resumen

n 1985, una momia congelada fue encontrada en el Cerro Aconcagua (Argentina). Los estudios arqueológicos identificaron la momia como un niño de 7 años de edad, víctima de sacrificio inca, vivió hace 500 años, en el momento de la expansión del Imperio Inca hacia el cono sur. Se obtuvo la secuencia de todo su mitogenoma. Después de consultar una gran base de datos mundial de mitogenomas (~28.000) encontramos que el haplotipo Inca pertenecía a una rama del haplogrupo C1b (C1b i) que aún no se ha identificado en modernos nativos americanos. La expansión de C1b en las Américas, según las estimaciones utilizando 203 mitogenomes C1b, se remonta a los asentamientos paleoindios iniciales (~hace 18,3 mil años [kya]); sin embargo, su variación interna difiere entre Mesoamérica y América del Sur. Al consultar grandes bases de datos de haplotipos de la región de control (150.000), encontramos a pocos C1b i miembros en Perú y Bolivia (por ejemplo aymaras), incluyendo un haplotipo recuperado del antiguo ADN de un individuo perteneciente al Imperio Wari (Andes peruanos). En general, los resultados sugieren que el perfil de la momia es una muy rara sub-clado que surgió 14,3 (5-23,6) kya y podría haber sido más frecuentes en el pasado. Un origen Inca Peruano de hoy en día C1bi haplotipos podría satisfacer tanto a los hallazgos genéticos y paleo-antropológica.

Introducción

En el verano de 1985 un grupo de montañistas descubrió una momia congelada sólo parcialmente desenterrado a una altitud de 5.300 metros, en el extremo suroeste de la montaña Aconcagua ("Cerro"), en la base de la Montaña Pirámide, en la provincia argentina de Mendoza. En lugar de la excavación del cuerpo, los montañeses regresaron a sus localidades y especialistas informadas sobre este hallazgo. Las excavaciones se llevaron a cabo posteriormente por arqueólogos profesionales. En el entierro ritual, los arqueólogos identificaron un niño de siete años de edad, muy bien conservado envuelto en numerosos tejidos y rodeado de seis estatuillas.1

El inca constituyó el más grande (unos 12 millones de personas) y una de las más complejas civilizaciones de la América precolombina. Su centro político, administrativo y militar se encuentra en Cuzco (actual Perú). El Inca surgió en las tierras altas de Perú a principios del 13° siglo. De 1438 a 1533 conquistaron o asimilaron pacíficamente una gran parte de América del Sur occidental, incluyendo la actual Perú, una gran parte de Ecuador, centro-sur de Bolivia, el sur de Colombia, noroeste de Argentina, y en el norte-centro/norte de Chile. Los fechados de la momia hallada en Aconcagua durante este período de expansión hacia el sur, fue encontrado cerca de la orilla meridional de la expansión inca. Hay abundante evidencia arqueológica que apoyan la práctica del sacrificio dentro de la sociedad Inca 4. El último emperador de los incas (Atahualpa) fue ejecutado en 1533 por los soldados del conquistador español Francisco Pizarro, que marca el final de los 300 años de la civilización Inca.

El análisis de ADN antiguo (aDNA) floreció en la última década, con la llegada de las nuevas tecnologías de secuenciación de 5, 6, 7, 8. Sin embargo, relativamente pocos estudios genéticos se han llevado a cabo en momias 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15. Ermini. Et al 10 analizaron la tirolesa Iceman, un hombre de 46 años de edad, quien vivía en la transición del Neolítico-Edad del Cobre en Europa Central sobre 5 kya; esto representó la primera secuencia del genoma mitocondrial completo de un europeo prehistórico. A lo mejor de nuestro conocimiento, sólo hay unos pocos estudios realizados sobre momias indígenas americanos; todos ellos dirigidos solamente el ADN mitocondrial (ADNmt) primera región hipervariable (HVS-I). Por ejemplo, Monsalve. Et al 9 analizaron los Kwäday Dän Ts'ìchi restos antiguos de un hombre encontrado en un glaciar que se derrite en la Columbia Británica (Canadá); los autores podrían caracterizar su ADNmt como pertenecientes al haplogrupo A, y encontró coincidencias en las poblaciones de todo el continente americano. Wilson et al. 16 analizaron muestras de otro sacrificio de niños incas que emplea un enfoque multidisciplinario. Estos autores informaron el ADNmt HVS-I y algunos SNPs ADNmt de siete muestras, lo que les permite asignar ampliamente estos haplotipos de los nativos americanos y los haplogrupos C segmento D. El HVS-I de los restos de la momia "Juanita" (también conocidos como "Dama de Ampato" o "Doncella Inca de Hielo") fue publicada en GenBank (Acc Nº EF660742 y EF660743).; Este fue identificado como otro sacrificio víctima Inca: un niño 12-14 años de edad, que vivía en el monte Ampato (cerca de Arequipa, Perú) hace unos 500 años; su haplotipo ADNmt podría asignarse al haplogrupo A (su secuencia motivo está muy extendida en todo el continente americano).

El presente estudio representa el primer intento de informar todo el ADNmt de una momia de nativos americanos, con el interés adicional que esta momia representa un miembro de la civilización Inca. El objetivo principal es arrojar luz sobre la variación genética existente en el momento de la civilización inca e interpretar esta variación a la luz de los patrones observados en las poblaciones actuales.

Resultados y discusión

Se extrajo el ADN de un pequeño pedazo de pulmón de la momia (Fig. 1). El haplotipo de la momia tiene 51 variantes con respecto a la rCRS 17 (Tabla 1). La variación observada en mitogenome de la momia encaja perfectamente dentro de la filogenia de uno de los haplogrupos más típicos americanos nativos, C1b. Por otra parte, este haplogrupo representa una de las ramas más frecuentes dentro de C1 (junto con C1c y C1d) y se identificó recientemente como uno en más de quince fundadores ADNmt americanas 18, 19, 20, 21.

Tabla 1: variantes encontradas en el mitogenome de la momia Inca
usando el rCRS 17 como una referencia.
Un total de 201 mitogenomes C1b podría ser compilado a partir de la literatura (aunque dos de ellos carecen de información sobre la región de control). La filogenia de C1b fue reconstruida y actualizada (ver completa la filogenia en la figura S1 y su esqueleto en la Fig. 2), utilizando la última versión disponible en Phylotree Build 16 (http://www.phylotree.org), lo que permitió salir con el tiempo de El ancestro común más reciente (TMRCA) a diferentes nodos ancestrales C1b. En este análisis filogenético, 23 nuevos sub-clados menores podrían ser identificados, todos ellos caracterizado por al menos dos mitogenomes diferentes. C1b es de aproximadamente 18,3 (16,2-20,4) kya (Tabla 2; Fig. 2), apoyando así evaluaciones anteriores que indican que C1b más probable surgió relativamente temprana, ya sea en Beringia o en una etapa muy inicial de la migración hacia el sur paleoindia 19, 22. De acuerdo con los hallazgos previos 18, 23, el hecho de que C1b es sólo ligeramente mayor en Mesoamérica que en América del Sur (Tabla 2) confirma que la expansión hacia el sur de este clado fue muy rápida18. Mientras que algunos sub-clados C1b se observaron exclusivamente en Mesoamérica o en América del Sur, algunos de ellos fueron encontrados en ambos territorios.




Figura 2: Esqueleto de la filogenia mundial C1b.
El C1b1i clado representado por el haplotipo encontrado en la momia inca también se encuentra en la filogenia. Hay una mitogenome (JX413043) que pertenece al haplogrupo C1b13b muestreada en un individuo español, aunque nacido en Talagante (Chile); por lo que etiquetamos aquí como originarios de América. TMRCA se ha indicado anteriormente etiquetas haplogrupo. Un asterisco a la derecha de las etiquetas haplogrupo identifica sub-clados que fueron recientemente identificados en este estudio, en comparación con la última versión de Phylotree (Build 16). La posición de la secuencia de referencia Cambridge revisado (rCRS) está indicado para la lectura de motivos de secuencia 17. Variantes de ADN mitocondrial se indican a lo largo de las ramas del árbol filogenético. Las mutaciones son transiciones menos un sufijo A, C, G, o T indica una transversión. Otros sufijos indican inserciones (+), sinónimo de sustitución (s), cambios mutacionales en tRNA (-t), cambios mutacionales en rRNA (-r), variante no codificante situada en la región de codificación de ADNmt (-NC) y una sustitución de aminoácidos (se indica entre paréntesis). Variantes subrayados representan mutaciones recurrentes en este árbol, mientras que el prefijo '@' indica una mutación espalda. Variantes hotspot mutacional en las posiciones 16182, 16183 y 16519, así como la variación alrededor de la posición 310 y longitud o punto heteroplasmies no fueron considerados para la reconstrucción filogenética. Los números en pequeños cuadrados unidos por encima de etiquetas haplogrupo indican el número de ocurrencias (mitogenomes) de los haplogrupos disponibles correspondientes en el dominio público (literatura y / o GenBank); el color de los cuadros indica su origen geográfico según la leyenda inserción. Más detalles sobre el origen geográfico o étnico de todos los mitogenomes utilizados en esta red se proporcionan en datos suplementarios Tabla S1. El recuadro inferior derecho muestra una red de secuencias HVS-I que potencialmente pertenecen al haplogrupo C1b i (izquierda) y un mapa de América del Sur que muestra su localización geográfica (derecha). El mapa fue construido usando un mapa en blanco basado en las coordenadas GPS y la saga v 2.1.1. (Http://www.saga-gis.org/; véase métodos).

Tabla 2: Haplogrupo estimaciones de tiempo de coalescencia en kya para C1b y sus sub-clados
basados ​​en ML y el cálculo de la distancia promedio (AD) de los haplotipos de un clado dado a la
respectiva haplotipo raíz.
El BSP de C1b (Fig. 3) puntos generales a un episodio importante de crecimiento de la población constante dentro de los Estados Unidos que comienza muy temprano durante el asentamiento inicial-Paleo indio en el continente americano y su propagación hacia el sur. Aproximadamente 9 kya hay una disminución progresiva del tamaño efectivo de la población que duró hasta las 5 kya. A continuación, el BSP indica un nuevo episodio de crecimiento constante de la población en general, coincidiendo con el inicio del periodo arcaico, es decir, con la reunión cada vez más intensivo de una amplia gama de recursos y el declive de la forma de vida de caza. Este crecimiento progresivo se expande durante el Formativo y el período clásico (por lo tanto, incluidos los períodos iniciales del desarrollo de la civilización Inca). Sólo en tiempos muy recientes, el BSP parece sugerir un episodio final de la reducción de la población, encajando con la llegada de los europeos.

Figura 3: BSP que indica la mediana del tamaño efectivo de la población
hipotética en el tiempo sobre la base de datos de los mitogenomes C1b.
El tiempo máximo es la estimación mediana ´posterior de la genealogia de la
raíz de altura.
La figura 4 muestra que se encontraron mitogenomes C1b en torno a dos principales ubicaciones geográficas, una en Mesoamérica, y el otro por el Perú y que se extiende hacia el sur desde aquí a lo largo de la costa del Pacífico. Figura 4 también muestra un esqueleto filogenético de las principales ramas C1b en la cronología de América contexto. El patrón observado de la variación geográfica es compatible con el siguiente escenario amplio de migración para los transportistas C1b: (i) temprana y rápida propagación de C1b en todo el continente americano completo durante el período de la colonización continental inicial; (Ii) el aislamiento importante población de la Mesoamérica y los acervos genéticos de América del Sur durante largos períodos, como se indica por la presencia de clados muy antiguas y muy jóvenes que se encuentran exclusivamente en cada una de estas dos regiones sub-continentales; y (iii) el intercambio de genes esporádicos entre ambas regiones sub-continental, como lo sugiere la existencia de unos clados que están presentes hoy en Mesoamérica y América del Sur; estos clados tienen edades entre los 15 kya (C1b3) a 2 kya (C1b2) hace. Las principales civilizaciones americanas antiguas, como los mayas y los incas, podrían haber contribuido al flujo de genes entre las principales regiones continentales 24.


Figura 4. (A)  filogenia ML y TMRCA de los principales clados C1b analizados en el presente estudio y la cronología de América (LGM: Ultimo Máximo Glacial). (B) Distribución espacial frecuencia del haplogrupo C1b. El mapa fue construido como se indica en la Figura 2 y en base a información de la región de control. Tenga en cuenta que hay dos picos principales de frecuencias C1b haplogrupo, uno centrado en México y otra en Perú. Además, hay un tercer pico en Puerto Rico (n  = 23); esta alta frecuencia en los proyectos de la isla más al noreste de América del Sur (es decir, Venezuela y el norte de Brasil), donde en la realidad C1b está prácticamente ausente. El mapa fue construido usando un mapa en blanco basado en las coordenadas GPS y la saga v. 2.1.1 (véase métodos).

El haplotipo de la momia inca pertenece a un nuevo clado que se ramifica desde la raíz del haplogrupo C1b, proporcionando así un apoyo adicional a la autenticidad del haplotipo (véase la sección M & M). Este nuevo clado, C1b i (donde "i" significa 'Inca'), dispone de 10 mutaciones privadas (Tabla 1). Todas las mutaciones privadas fueron revisadas ​​con mucho cuidado y replicados en el análisis de secuencia de confirmación. Aunque no hay manera de fecha C1bi utilizando sólo una mitogenome, el importe de la variación acumulada en el haplotipo de la momia es compatible con una edad avanzada, por lo menos tan antigua como otras ramas viejas dentro C1b que se han acumulado una cantidad similar de variación. Figura S2 muestra el número de mutaciones acumuladas desde la raíz del haplogrupo C1b a todos los consejos de la filogenia (Figura S1) y su frecuencia relativa; las diez mutaciones observadas en el otoño de la sucursal de la momia dentro de los valores esperados. El HVS-1 con motivos (Tabla 3) se utilizó para la búsqueda de los miembros de C1bi en las bases de datos de haplotipos comunes (> 170.000 secuencias de ADNmt parciales). Sólo cuatro muestras pertenecientes a C1b comparten la transición en la posición 16124 (Tabla 3; Fig. 2). Una tentativa de citas puede llevarse a cabo utilizando estos pocos haplotipos región de control que caen dentro de C1b i (Tabla 3). El TMRCA estimada a partir de estos haplotipos (basados ​​en ρ) es 14,3 (5,0-24,0) kya, lo cual es consistente con la sugerencia de que C1b i constituye un viejo clado. Al mismo tiempo, los patrones filogeográficos de C1b i controlan haplotipos región apuntan a una distribución de este linaje restringida a Sudamérica. Por otra parte, estos patrones se adaptan bien a la máxima extensión del Imperio Inca alrededor de 1525, cuando el mandato de Huayna Cápac (undécimo "Sapa" terminó del Imperio Inca). Dentro C1b, hay un sub-clado diferente que muestra características muy similares a C1B i, es decir, C1b13. El TMRCA de esta sub-clado es 11,8 (8,6-15,1) kya; es prácticamente ausente de Norte-América Central y su ubicación geográfica se centra principalmente en Chile. C1b13 muy probablemente surgió en la región Cono Sur y diferenciado a nivel local poco después de la llegada humana, durante el proceso de tribalización y diferenciación lingüística25. La distribución geográfica de C1b13 también encaja bien con la expansión de la civilización Inca en los territorios del norte de Chile, aunque su edad es mucho mayor, lo que sugiere que tal vez sólo algunos (todavía un-muestreados) sub-linajes de C1b i podrían estar relacionados con línea de tiempo de los incas (como ocurre con otros sub-clados C1b; Fig. 4).

Tabla 3: Los haplotipos que están estrechamente relacionados con, o pertenecen, C1b i clado.
Ref .: [1]: Barbieri. Et al 50. [2]: Kemp et al. 15. [3]: batai et al. 51. [4]: Taboada-Echalar. Et al 52.
En conclusión, los patrones filogenéticos de C1bi apuntan a un origen geográfico en el lado andino del subcontinente sudamericano aproximadamente 14 kya. El haplotipo encontrado en el niño Inca desde el Cerro Aconcagua, interpretado a la luz de la variación de hoy en día en América del Sur y, junto con los diferentes hallazgos arqueológicos y antropológicos, es compatible con la existencia de movimientos demográficos a lo largo de la costa del Pacífico en el período Inca. El hecho de que C1b i es muy poco común en las poblaciones actuales de América del Sur podría explicarse por el muestreo insuficiente de las poblaciones modernas (aunque las bases de datos de haplotipos actuales de mitogenomes y secuencias de ADNmt parciales son muy grandes). Alternativamente, esta rareza podría reflejar cambios importantes en el acervo genético de América del Sur desde el período de la civilización Inca. Nuevas investigaciones sobre las poblaciones de América del Sur modernos y antiguos, de preferencia basado en la secuenciación de mitogenomes a un nivel de población, probablemente permitirá una mejor comprensión del linaje materno observado en la momia y la demografía de los Incas.

Material y métodos

La extracción de ADN de la momia y cuantificación.

Un pulmón diseccionado de niño del Aconcagua se utilizó para la extracción de ADN (Fig. 1). El tiempo de post-mortem fue de aproximadamente 500 años de acuerdo a la información antropológica e histórica obtenida 1. El pulmón se conservó a -20 ° C, ya que fue exhumado en 1985.

Todos los protocolos de ADN se llevaron a cabo en los laboratorios dedicados especialmente diseñados para la extracción de ADN de muestras envejecidas con instalaciones para minimizar el riesgo de contaminación, siguiendo las recomendaciones ISFG26. Los operadores utilizan los equipos necesarios para evitar la contaminación de las muestras en cada paso del análisis (traje de cuerpo completo estéril, guantes, protector facial, etc). Plástico-ware utilizado fue libre de ADN, autoclave y UV irradia como una precaución adicional. Todas las etapas se llevaron a cabo en cabinas de flujo laminar. Blancos de reactivos que acompañan el procedimiento de extracción fueron procesados ​​y comprobados para la contaminación.

El uso de un bisturí y pinzas estériles, una pieza interior de la muestra de tejido del pulmón se extrajo y se coloca más dentro de una caja de Petri estéril desechable. Todas las superficies exteriores se descartaron para evitar la contaminación de ADN contemporánea. Por lo tanto, una pieza de 350 mg de tejido pulmonar, se obtuvo marrones signos de colores y mostrando de deshidratación y se coloca dentro de un tubo estéril de 50 ml. Los detalles sobre el protocolo de extracción se proporcionan en los datos de texto suplementario S1.

El extracto de ADN se cuantificó usando el kit de ADN humano AB QuantifilerTM Cuantificación con el sistema de PCR en tiempo real 7500 de acuerdo con el protocolo del fabricante. Con base en los resultados de la cuantificación, la muestra se diluyó para región de control del ADNmt amplificación por PCR.

La amplificación del ADN mitocondrial y secuenciación

La secuenciación de la región de control de la momia ADNmt se llevó a cabo en los dos laboratorios que participan en el presente estudio. Todas las reacciones de PCR incluyó un control negativo, así como ADN de control 9947A. Un mínimo de dos amplificaciones se realizaron en el extracto de ADN. Replicar análisis de los mismos extractos se llevó a cabo para proporcionar control duplicado secuencia de la región consenso. No hubo evidencia de contaminación en los espacios en blanco de reactivos o controles de PCR negativos (Figura S3).

Para las reacciones de amplificación y secuenciación se utilizaron los siguientes pares de cebadores para la región de control: 15967F-16429R, 16268F-186R, 430R-6F, 350F-639R en el laboratorio argentino y 15997F-16401R, 16380F-17R, 16555F-408H, 332F- 599H en el laboratorio español. El genoma completo se secuenció usando los cebadores descritos por Kivisild et al. 27 y siguientes protocolos previamente descrito 28. Las condiciones de PCR fueron descritos anteriormente 29, 30.

Todos los productos de PCR obtenidos se comprobaron mediante electroforesis en gel de agarosa. Para la purificación de PCR amplificado, se utilizó productos EXOSAPit.

Las reacciones de secuenciación se realizaron utilizando kit de secuenciación BDTv3.1 (Applied Biosystems) utilizando 3 l de PCR plantilla de producto purificado. Centrisep columnas y placas EdgeBio Performa® DTR V3 96 pocillos fueron el método de purificación de secuenciación. La electroforesis capilar se realizó en un ABI Prims 3130 en el laboratorio argentino y ABI 3730 Genetic Analyzer (Life Technologies, CA, EE.UU.) en el laboratorio español. Software de análisis de secuenciación de 5,2 se utilizó para el análisis de secuenciación de calidad. Edición de secuencias se realizó mediante el uso de Sequencher (Ann Arbor, MI, EE.UU.) en el laboratorio argentino y SeqScape (AB) en el laboratorio español; las secuencias obtenidas fueron analizadas contra los rCRS (revisado Cambridge Secuencia de Referencia). A posteriori calidad secuencia fue evaluado siguiendo los métodos descritos anteriormente 31, 32.

La región de control del ADNmt se obtuvo por dos laboratorios independientes de Argentina (Córdoba) y España (Santiago de Compostela). Una comparación prueba a ciegas de los resultados de la secuenciación se llevó a cabo: los resultados fueron transversal comparación y combinar por completo. El ADN de la momia estaba bien conservado, como se indica indirectamente por la buena calidad de los resultados de la secuenciación obtenidos en ambos laboratorios.

El ADNmt de todos los operadores de laboratorio fue secuenciado con el fin de facilitar la identificación de la posible contaminación de fuentes biológicas.

La Tabla 1 muestra la variación total observada en el haplotipo de la momia. Tenga en cuenta que la alineación de la haplotipo encontrado en la momia muestra variabilidad de la longitud en el segmento de HVS-II, y esta alineación permite varias nomenclaturas tales como (i) 56 56 T + C y (ii) 56 T 57 60 + T. Aunque la primera opción parece más parsimoniosa, la segunda opción se ajusta mejor a la filogenia mundial 26.

Examen de las cuestiones de contaminación

Estudios anteriores sobre ADN antiguo asumieron que una cierta cantidad de contaminación es inevitable, incluso en ejemplares antiguos que fueron excavados siguiendo protocolos específicos que prestan especial atención a la cuestión de la contaminación 10, 33. También es bien sabido que el impacto de la contaminación es altamente dependiente del grado de conservación del ADN original 34. El caso de la momia inca es diferente de la mayoría de los estudios previos sobre ADN antiguo, y tiene algunas similitudes con el tirolés Iceman 10 en términos de preservación con la ventaja adicional de la momia inca siendo mucho más joven que la tirolesa Iceman. De este modo, la muestra analizada en el presente estudio es un cuerpo humano momificado que fue sometido a un proceso de congelación y desecación espontánea y se conservó a una temperatura muy baja. Varias líneas de evidencia sugieren una muy buena conservación del ADN endógeno de la momia: La momia fue casi completamente enterrada en el momento de su descubrimiento. Se trasladó directamente a un congelador y se mantuvo congelado todo el tiempo hasta la extracción de ADN. La extracción de tejido pulmonar se realizó en una sala de operaciones en condiciones completamente estériles. Con el fin de evitar una mayor contaminación potencial, una porción interior de la pieza de pulmón fue tomada para la extracción de ADN en un laboratorio dedicado.

Toda su región de control del ADNmt haplotipo se obtuvo por dos laboratorios independientes. Los resultados se compararon-cruz y coinciden completamente.

Se obtuvo el ADN mitocondrial de todos los operadores y cotejará con el haplotipo de la momia (Suplementario de datos Tabla S2). Estos haplotipos fueron filogenéticamente incompatibles con el mismo haplogrupo observado en haplotipo de la momia.

La variación observada en la momia encaja perfectamente con la filogenia nativo americano esperado, y por lo tanto no hay ninguna indicación de artefactos de secuencia 31, 35. Por otra parte, las características filogenéticas de las mutaciones observadas privadas no consistentemente apuntan a la presencia de haplotipos de contaminantes y la recombinación artificial 36, 37, 38.

Múltiples heteroplasmies no son comunes y con frecuencia apuntan a problemas de secuenciación 31. No se detectaron heteroplasmies puntuales en las secuencias de la momia.

Haplotipo de la momia tiene 10 mutaciones en la parte superior del de la raíz C1b. El hecho de que este haplotipo identifica un nuevo linaje que no cae dentro de las principales sub-clados existentes del C1b y la filogenia mundial nativo americano (representado por 201 y> 1.200 mitogenomes completos, respectivamente), añade soporte adicional a la autenticidad de la secuencia de 10. Hay sólo unos pocos haplotipos región de control que se ajustan con motivo de haplotipos de la momia (n  = 6 a partir de una base de datos estadounidense de más de 170.000 haplotipos), lo que indica que este haplogrupo es al menos muy poco frecuente en las poblaciones actuales y, por tanto, muy poco probable para aparecer como contaminante en nuestro análisis 10.

Las 10 mutaciones que caracterizan C1bi son privadas dentro C1b haplogrupo, pero sólo el T662C transición no se ha observado previamente en las bases de datos y búsquedas en Internet (ejecutados como en 39) llevado a cabo en la variación del ADNmt en todo el mundo.

La cantidad de variantes acumulados en este haplotipo con respecto a lo que se observa para los muchos clados C1b también cae dentro del rango esperado como puede estimarse a partir de la filogenia (Suplementario de datos Figura S2).

El análisis estadístico

Árboles de máxima parsimonia fueron construidos para mitogenomes C1b. La figura 2 muestra el esqueleto de C1b filogenia. TMRCA de esta filogenia mitogenome se calculó utilizando un procedimiento de máxima verosimilitud (ML) de acuerdo con Phylotree 16 filogenia (Tabla 2). Para este propósito, el software PAML 4,4 40 se utilizó suponiendo que el modelo de mutación HKY85 (ignorando indeles, según la práctica común) y el uso de las tasas de gamma-distribuido (aproximado por una distribución discreta con 32 categorías) y tres particiones: HVS-I (posiciones 16051-16400), HVS-II (posiciones 68 a 263), y el resto. El TMRCA de mitogenomes enteras y C1b i controlan secuencias de la región (Fig. 2) también se calculó utilizando la distancia promedio (ρ) de todos los haplotipos de un clado al respectivo haplotipo raíz. Esto se hizo (i) el uso de toda la variación observada en mitogenomes, y (ii) teniendo en cuenta las mutaciones sólo es sinónimo. Una estimación heurística del error estándar (σ) se calculó a partir una estimación de la genealogía 41. Todos los cálculos TMRCA se obtuvieron utilizando la totalidad de los genomas de ADN mitocondrial, pero excluyendo las mutaciones hotspot como 16182C, 16183C y 16519. El "estrella-semejanza 'de los árboles se midió utilizando el índice estrella ρ / n × σ 2; este índice puede tomar valores entre 1 / n (haplotipo único que representa n ADNmts) y 1 (filogenia estrella perfecta) 19, 42.
Ambos métodos, ML y ρ, produjeron edades de divergencia muy similares (Tabla 2). Hubo comportamientos anómalos en las fechas obtenidas para algunos sub-clados (por ejemplo C1b1, C1b3; Tabla 2); lo que podría explicarse por el bajo / sobrerrepresentación de algunos sub-clado en la filogenia (de una manera similar a la que se observó para haplogrupo A2w1 en Söchtig et al. 24) y / o porque la estrella-semejanza de algunas ramas es muy baja (C1b1, C1b2, etc). Por otra parte, las edades calculan utilizando ρ no tienen sentido filogenético para algunas sub-haplogrupos; por ejemplo, la edad de C1b1 usando sinónimo mutaciones es más antiguo que la edad de todo el haplogrupo C1b. En general, las edades obtenidas utilizando ML parecen ser más consistentes y estos fueron los utilizados para la discusión a lo largo del texto con la excepción de las edades coalescentes computadas en la región de control para el que sólo rho se obtuvieron estimaciones.

Distancias mutacionales se convirtieron en años utilizando la tasa corregida evolutiva (y la calculadora) a partir de Soares et al. 43, a saber, para la molécula entera (1.16649 × 10 -8 sustituciones por nucleótido por año o una mutación cada 3624 años) y para la región de control (HVS-I: 1,64273 × 10 -7; HVS-II: 2.2964 × 10 -7). Las desviaciones estándar de las estimaciones de edad se observan como SD todo el texto.

Parcelas horizonte Bayesiano 44 (BSP) se obtuvieron mediante el software v1.8 BESTIA 45 para las secuencias C1b completas usando (i) un reloj molecular relajado (lognormal de distribución a través de las ramas y no correlacionados entre ellos) 46, y (ii) el modelo HKY de sustituciones de nucleótidos con tasas de gamma-distribuido. Ancestrales árboles de genes para cada región se infiere utilizando un modelo de sustitución de GTR. Cada muestra MCMC se basó en un plazo de 100 millones de generaciones, con muestras dibujado cada 20.000 pasos MCMC, después de una quemadura-en de 10.000.000 pasos descartado. BSP se visualizaron utilizando trazador v.1.6 47. Se utilizó una estricta reloj molecular con una tasa de mutación de 1,16649 × 10 -8 sustitución / sitio / año para toda la mitogenome 43. Se utilizó un tiempo de generación de 25 años, como en Fagundes et al. 48.

Búsquedas filogeográficos de haplotipos de ADNmt se llevaron a cabo en una base de datos interna que contiene> 27.000 mitogenomes y> 170.000 (principalmente HVS-I) secuencias de ADN mitocondrial parciales. Búsquedas adicionales se llevaron a cabo en EMPOP (http://empop.org), FamilyTree (https://familysearch.org/), Mitosearch (http://www.mitosearch.org), y el Sorenson (http: // www.smgf.org/) bases de datos.

La representación geográfica de mitogenomes C1b se llevó a cabo usando SAGA v. 2.1.1 (http://www.saga-gis.org/). Se utilizó el método Kriging ordinario para interpolar haplogrupo frecuencias.

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viernes, 6 de noviembre de 2015

LA NATURALEZA EN LA COSMOVISIÓN DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE LA AMAZONÍA PERUANA

Comunidad Yahua, Iquitos, Perú.




Julio César Olórtegui Sáenz
jcolortegui06@hotmail.com
Universidad Nacional de la Amazonía-Iquitos-Perú.

Ponencia magistral en el XV Congreso Nacional de Filosofía, realizado en la ciudad de Puno, del 26 al 30 de octubre del 2015.




os españoles del siglo XVI al encontrarse con los pueblos originarios de la Amazonía peruana, hallaron en estos no solo un conjunto de lenguas e idiomas distintos, sino fundamentalmente una forma distinta de pensar y de actuar. La cosmovisión que ellos traían consigo era muy diferente a la de los pueblos originarios. Por ejemplo, en la cosmovisión occidental sobre la naturaleza, hacen de ésta  un objeto de adquisición de riquezas; por el contrario en la cosmovisión amazónica,  no  se ve a la naturaleza como un objeto, sino más bien la entienden y, sobre todo, se sienten como parte de ella, es decir, la naturaleza es parte significativa de su ser y existir.

Existía entonces, y existe aún hoy un conflicto, entre estas dos cosmovisiones en torno a la naturaleza, que corresponden, sin duda, a dos visiones muy distintas, pues se puede afirmar, que la cosmovisión occidental es básicamente antropocéntrica, y la de los pueblos originarios es cosmocéntrica, pues se fundamentan en los principios: de armonía, de diversidad, de relacionalidad, de correspondencia, de complementariedad de contrarios, y de reciprocidad. Por  lo tanto, difieren en aspectos centrales, como parte de sus respectivas cosmovisiones, en sus concepciones sobre la naturaleza, Al tener dos cosmovisiones distintas, y diferentes formas de explicación e interpretación del mundo que los contiene y rodea, tienen, por tanto, imágenes distintas del mundo.

Actualmente se han agudizado los problemas de, la calidad de vida y la ecología, Algunos investigadores  occidentales se han planteado la tarea de dar soluciones a estos problemas, mientras que otros creen que indefectiblemente no es posible solución alguna para tan grave encrucijada.

Pretendemos aprehender la cosmovisión y principios de acción de los pueblos originarios respecto al cuidado de la naturaleza, y el sentido cosmocéntrico que ellos tienen en torno a la naturaleza.

Esta  preocupación nos permitirá abrir un diálogo intercultural en torno a las preocupaciones ecológicas, ambientales y comunitarias de ambas culturas y sus respectivas cosmovisiones. También nos permitirá un diálogo, ya no vertical, sino en forma horizontal entre la racionalidad tecnocientífica, característica de esta época con la visión cosmocéntrica  (racionalidad  de los pueblos originarios), para proyectos conjuntos de cooperación y sana convivencia.

1. Formas de ver el mundo

Desde la instauración de la modernidad, las llamadas sociedades industriales menoscabaron las cosmovisiones de los pueblos originarios y sus relaciones interpersonales. Es más, la cosmovisión occidental se autoproclama como la poseedora de la razón universal y del pensamiento abstracto, y que su forma de racionalidad es la más desarrollada de todas; esto da lugar al etnocentrismo, que permite la intolerancia, la irracionalidad y el autoritarismo, para con las demás cosmovisiones y las culturas de los demás continentes.

La formación educativa en nuestro país, configurada por la cosmovisión occidental, nos inclina a que, cuando escuchamos narraciones de las cosmovisiones de los pueblos originarios, las entendamos como simples leyendas o mitos fantasiosos, que testimonian  la ignorancia y el atraso de esas culturas; pero no nos ponemos a analizarlas como poseedoras de una rica historia y cultura, y menos aún tratamos de comprender su enorme significado para comprender el mundo, la sensibilidad y  espiritualidad de su relación con la naturaleza y de percibirnos como parte de ella. El individuo se integra a su comunidad cuando interioriza los símbolos, motivaciones y sentidos compartidos que son comunes. Es imprescindible evitar los choques traumáticos sobre la cosmovisión de los pueblos originarios, de sus principios cosmogónicos, normas morales, y de formas de vida   que son opuestos a la cosmovisión de occidente. Los encargados de impartir la educación en nuestro país, tienen una ardua tarea en éste sentido, pues esto permitirá acentuar la identidad cultural de nuestros pueblos.

2. La Naturaleza para la Cosmovisión Amazónica

Entendemos por Naturaleza, a todo aquello que existe por sí misma y no depende de ningún observador, ni creador “…y que los humanos pueden mejorar o degradar, estudiar o ignorar, pero no crear ni aniquilar”. (Bunge, 2207,146). En forma general podemos decir que naturaleza es todo aquello que conforma el universo, en el cual no interviene la mano del hombre.

Desde los albores de la humanidad, el hombre ha estado relacionado con la naturaleza, pues en ella encontraba la solución a los problemas que se le presentaban, tratándose de adecuarse a ella y tomando sólo lo necesario para suplir sus necesidades elementales, sin tratar der violentarlas o contradecirlas, es decir respetándola. El hombre antiguo tiene una visión simbólica y sacralizada de la naturaleza, de la cual  forma parte, se siente como un intermediario entre el mundo de arriba y el mundo de abajo.

Para los pobladores amazónicos, la naturaleza es entendida y comprendida como una madre que cría, todo lo existente, no está objetivada como un recurso  sino más bien como una fuente que da vida y permite vivir.

Miembro de la comunidad Yahua.
Para ellos la naturaleza, no sólo está conformada por lo material, sino que también forma parte de ella lo espiritual (madres de las cosas, guardianes de los animales y plantas, y otros espíritus que pueden ser benignos o malignos para el ser humano), y tanto lo material como lo espiritual tienen que mantener un equilibrio y armonía. Consideran que la Naturaleza tiene “sentimientos” por tener espíritu, así como tenemos los seres humanos.

La naturaleza es todo aquello que mantiene y tiene relaciones entre sí y con los seres humanos, conformando un todo, y que ésta tiene principios que deben ser respetadas, si se quiere mantener un equilibrio entre todas las partes que lo conforman,  y que el ser humano a su libre albedrío no puede modificarlas, atentando contra su integridad y totalidad como un “ser” que merece ser catalogado como tal.

Al considerar desde esta perspectiva a la naturaleza, los descendientes de los pueblos originarios, querer imitarla manteniendo la armonía y el equilibrio, que se materializa en la cultura del compartir: los recursos, las festividades, los saberes, las tecnologías.

La naturaleza integra todo lo existente, nada está fuera de ella, es la misma realidad, que es Una  y que todas las cosas subsisten –como unidad y como multiplicidad– bajo la totalidad de la Naturaleza.
“…esta Naturaleza proporciona al hombre el alimento material (comida, enseres, alojamiento…) y el alimento espiritual o del alma, ya que no se concibe un Universo sin vida propia, sin la existencia de los seres que lo habitan y lo rigen y sin una comunicación con ellos a través de sus manifestaciones simbólicas. (Ochoa, J. 2003, 196-197).

La naturaleza para los pueblos Cocamilla, Cocama, Asháninka, Machiguenga, Huitotos, entre otros, está concebida y centrada en el territorio, en el bosque y en los elementos conformantes de ésta, con los cuales hay que mantener una relación armoniosa de equilibrio y no de dominación, pues esta última conduce a la alteración o trastrocamiento. La naturaleza no es algo ajeno o externo y opuesto a las relaciones sociales que establecen los descendientes de los pobladores originarios. Existe una estrecha relación entre lo biológico y lo social.

Para los descendientes de los pueblos originarios amazónicos, el cosmos, la naturaleza, la sociedad y los seres humanos conforman un todo, todo lo existente tiene vida y por lo tanto deben ser respetados como tales, “…y cada uno de ellos tiene un espíritu, una energía transformadora, y que a su vez este espíritu tiene una madre o un padre al que está supeditado. Así, la mejor forma de entablar relaciones con estos seres es invocando a su “madre” o “padre”. (Pinedo, D. 2015, 2).

Los diferentes pueblos han concebido su relación con la naturaleza de diferentes maneras y a  partir de ellas, las personas han construido sus cosmovisiones, sus relaciones económicas y sociales. Para los descendientes pueblos originarios amazónicos, en sus cosmovisiones no existen límites rigurosos entre naturaleza y sociedad, lo humano y lo animal, lo sagrado y lo profano, no existe esa dicotomía tan característica en las sociedades de tradición occidental, para las cosmovisiones indígenas  existen una multiplicidad de esferas de la realidad, que se relacionan entre sí, y  configuran la interacción entre todos los miembros de la naturaleza.

En la cosmovisión de los pueblos originarios, es un denominador común la unión indisoluble con la naturaleza, ella es su espejo, su referente, es así que cada pueblo, cada cultura es el espejo del mundo natural en el que vive. La diversidad cultural es el espejo de la diversidad natural. La naturaleza es concebida como un ente sagrado, Para los descendientes de los pueblos originarios amazónicos, todo lo existente en la naturaleza, es sintiente y viviente y por ende, un principio fundamental es el respetar y tratar a la naturaleza como un sujeto esencial para la vida de todo ser. Es necesario observar con detenimiento el comportamiento de la naturaleza, para poder conocerla y comprenderla, escuchar los sonidos que emiten sus miembros, para armonizar con ella y no dañarla. En ésta cosmovisión, el ser humano, no es una especie superior a las otras especies (animales o plantas), él ocupa un lugar en la naturaleza y comparte el destino común de todos los seres vivos y no humanos.

(Polo, M. 2005, 30) cita al brasileño Léo Pessini, quien plantea tres modelos de concebir a la naturaleza: “La naturaleza como algo sagrado, la naturaleza teleológica, la naturaleza dotada de poder y elasticidad”.

La naturaleza como algo sagrado. Este modelo está presente en la mayoría de los pueblos y culturas antiguas, así por ejemplo en las cosmovisiones amazónicas, los ríos, cochas, quebradas, plantas y animales tienen un espíritu y están animados. El cristianismo también nos dice que la naturaleza es sagrada porque es obra de Dios, pero no es Dios mismo, pero siendo su obra hay que cuidarla. Este modelo exige al hombre respeto y veneración hacia lo que se considera sagrado.

La naturaleza teleológica. Plantea que la naturaleza tiene una dinámica en sí misma, y no hace referencia a un  creador o hacedor. Esto fue propio de los filósofos griegos de la antigüedad, que consideraban que la naturaleza tiene sus propios fines inherentes a ella misma. Según este modelo, el hombre debe contemplar, admirar, conocer a la naturaleza, pues así el hombre está cumpliendo con los fines de su propia naturaleza. Este modelo se sostiene siempre y cuando la ciencia sólo sea contemplativa, pero no operativa ni transformadora, esto realmente no es posible en la era de la tecnociencia propia de nuestros tiempos.

Modelo de poder y elasticidad. Según éste modelo la naturaleza está alejada del hombre, es independiente y las fuerzas que actúen en ella son impersonales y no corresponden a nada sagrado. Este modelo permitió al hombre, al concebirla como ajena a él, el poder dominarla, moldearla y darle diversos usos, no sólo el valor de uso sino más bien el valor de cambio y explotarla con la mayor eficacia.

Nosotros creemos que estos tres modelos de entablar las relaciones de la naturaleza con el hombre no deben ser excluyentes entre sí, sino más bien habría que relacionar los diferentes modelos, buscando lo más óptimo de estas relaciones para el beneficio no sólo de los seres humanos sino de todos aquellos que conforman el mundo en que vivimos. Y esto es necesario comprender, pues de las actitudes y acciones que tomemos depende el futuro no sólo de la humanidad, sino también de nuestro planeta. Hace menos de cuatro meses, hubo una reunión en la capital de la República, de líderes de distintas latitudes del mundo, preocupados por el Cambio Climático, Calentamiento Global y Efecto Invernadero, esta preocupación es por la naturaleza, por el mundo, porque nos afecta directamente, pero, para muchos de estos líderes mundiales lo principal no es la salud ni el beneficio de la humanidad, sino más bien los intereses económicos, y en vez de aceptar  de reducir o eliminar lo que nos está haciendo daño, prefieren posponerlo para más adelante, les alarma ahora, pero no están pensando en las generaciones venideras, sólo les interesa el presente. Debemos tomar conciencia y responsabilidad ante este problema, pues este ha sido causado por la actividad del hombre, por sus industrias que contaminan el ambiente, no son cambios generados por la propia naturaleza, pero ésta ha encendido una alarma que debemos escuchar para no seguir destruyéndola, comprendamos que la naturaleza es como un ser vivo, no es algo inerte, que entre ella y nosotros existen relaciones y complementaciones que nos permitirán mantener el equilibrio y la armonía.

Bosque inundado en el Amazonas, Iquitos.
En los pueblos originarios, el conocimiento adquirido es a través de la práctica diaria, “el saber hacer”, los saberes son transmitidos de generación en generación, a través de la cosmovisión se entrelazan las costumbres, las normas morales, las relaciones interpersonales y también su relación estrecha con la naturaleza, de la cual se derivan el respeto y la armonía con ella, como servirse de ella sin dañarla. Nosotros formados en, y con la cosmovisión antropocéntrica, debiéramos tomar conciencia del significado de la naturaleza y hacerla nuestra para percibir que todos los seres existentes en nuestro entorno, están relacionados de múltiples formas y que nada está aislado o es superfluo, pues cada uno cumple un propósito en este entramado de relaciones dependientes no sólo con los seres vivos, sino también con los objetos inanimados (ríos, cochas, quebradas, arboles, etcétera.), y que todos ellos tienen derecho a existir. Debemos dejar de lado la valoración de la naturaleza como algo instrumental (Antropocentrismo), con valor de cambio, como mercancía; y comprenderla que en la naturaleza existen valores de uso. Es necesario ver que nosotros los seres humanos no sólo tenemos obligaciones morales  entre sí, sino que este debe ser ampliado a la naturaleza en su conjunto. Hay que propugnar que los seres humanos tomen conciencia del rol que desempeñamos en la naturaleza.

3. La naturaleza como el otro


La relación del hombre y la naturaleza, tiene antecedentes remotos, según Ojeda  citando a Laurie: “la Humanidad ha transitado por cuatro momentos históricos referidos a esta relación: Temor, Respeto, Rompimiento y Reconciliación”. (Ojeda, A. 2008, 2).

Al aparecer el hombre sobre la faz de la tierra, tiene el mismo comportamiento que el resto de los seres vivos es decir el de la sobrevivencia. La tierra lo alimentaba y guiaba, y todo aquello que acontecía su alrededor, era explicado mediante la magia y el mito, no se sentía ajeno a la tierra, sino como parte de ella, pero sentía temor hacia ella.

Luego el hombre, toma una actitud de respeto, principalmente en el mundo antiguo griego, donde se comenzó a explicar el porqué de las cosas. En el Renacimiento, comienzan a cambiar las relaciones entre los hombres y la naturaleza, se comenzó a separar la política de las consideraciones morales, el hombre se considera con mayor relevancia el centro del mundo, también se comienza a perfilar el individualismo y el fetichismo de las mercancías, el hombre ya no se siente tan pendiente de su comunidad, su individualidad le hace sentirse otro, diferente para con los demás y para con su comunidad originaria, se acentúa el desprendimiento con respecto a la naturaleza.

Aparece el rompimiento de la relación: Hombre - Naturaleza; con el surgimiento de la revolución industrial, aparecen nuevas formas de relación entre los mismos hombres y se perfilan afanes de negociación y consumo. El hombre busca encontrarse consigo mismo, y en base a su individualismo se siente distinto a los demás y a su comunidad.
“El racionalismo como doctrina filosófica, juega un papel importante, pues está acompañado con la idea del progreso, y en el siglo XVIII se llegó a identificar el progreso de la ciencia con el progreso social; y las relaciones que mantenía el hombre en su imaginario con la naturaleza, se las comenzó a catalogar como retrógradas y perjudiciales para el progreso de la humanidad. El concepto de comunidad empieza a debilitarse ante el de individualismo, como supuesta forma racional de evolución y crecimiento moderno. Las culturas alejadas y extrañas a la cosmovisión eurocentrista se verán seriamente dañadas y lesionadas en su riqueza cultural y ambiental, como fueron los casos de las mesoamericanas y africanas”. (Ojeda, A.2008, 6)
En las culturas de los pueblos originarios, se entiende a la naturaleza como un ser vivo que mantiene relaciones muy estrechas con todos sus miembros, mientras que para los pueblos de occidente, la naturaleza es como una máquina, a la cual hay que investigarla, para sacar de ella todos sus secretos, para utilizarla en beneficio de la humanidad.

El siglo XIX, pone su fe en el Positivismo como doctrina filosófica, para conocer más sobre la naturaleza, tratando de eliminar del conocimiento del hombre todo aquello que le parezca metafísico o que  no esté de acuerdo con el desarrollo de la ciencia y la lógica impuesta por la modernidad. El hombre de éste siglo, en base a su individualismo, se sintió que estaba por encima de la naturaleza, tenía derechos sobre ella, pero no obligaciones; y por lo tanto podía manejarla a su antojo y buscar en ella lo que más le convenía sus intereses, sin tener que respetarla, ni considerarla como “el otro” que tiene que ser respetado y considerado. Nadie en su sano juicio, puede negar el logro alcanzado por la humanidad, gracias a los planteamientos del racionalismo y el positivismo, pero tampoco podemos dejar de mencionar, que para algunos individuos, sólo es válido el conocimiento obtenido por la ciencia y la lógica de la misma, no siendo reconocida como conocimiento válido, lo obtenido gracias a la experiencia ancestral de los pueblos originarios.

La extracción del oro está causando un grave daño
ecológico en el Amazonas.
El capitalismo como sistema de producción imperante en el mundo, remarcó el concepto de mercancía, que comenzó a regular las relaciones entre los hombres y para con la naturaleza. Aparece un nuevo modelo de hombre acorde con éste sistema, que tiene como principios necesarios e ineludibles: La individualidad, el pragmatismo, el egoísmo y la acumulación de riquezas. Las clases privilegiadas y dominantes del sistema tienden a reducir los valores de uso a los valores de cambio, es decir de las riquezas, para éstas el valor máximo se convirtió en tener más y cada vez más, a costa del tener menos o incluso no tener nada,  los otros. Para éste sistema, adquiere una desmedida importancia el tener antes que el ser. Al separar el hombre de la naturaleza, esta última es vista como una cosa, como “lo otro”, lo no humano, este “otro” ya no es el compañero del espacio, ya no es la vida, ya no se mantiene  relaciones intrínsecas; para el capitalismo, la naturaleza  tiene que ser objetivado y considerado como algo distante y ajeno, pasible de ser explotado.

La facultad de ver es la más desarrollada en la cultura occidental, hasta los últimos límites desarrollados por la ciencia y la técnica, mirar y observar es todo; en las culturas de los pueblos originarios, se cultiva y se desarrolla la facultad de escuchar a la naturaleza y también la de verla, y es  que a través de estas facultades, pueden escuchar los mensajes que emiten los seres que cohabitan con el ser humano, la naturaleza emite diversos mensajes a distintos destinatarios, por eso es necesario aprender a escucharlos y aprender sus simbologías, para poder establecer un diálogo que les permita mantener la armonía y el equilibrio, es decir la vida misma.

Los indígenas proponen: “La naturaleza es vida y la vida habla, pero muchos olvidaron escucharla. Si no nos oímos entre humanos, menos aún oiremos el mensaje de los árboles, los pájaros, los animales, el agua. Quien no escucha a la vida y pisotea a la naturaleza, cultiva culturas de muerte” (Conclusiones del Encuentro de Pueblos Indígenas 2008).

Para los pueblos originarios los distintos componentes de la naturaleza emiten sonidos, símbolos y  expresan las relaciones estrechas que existen en la misma como un todo. No ven en la naturaleza entes aislados, independientes, sino que existen entre ellos una sincronía y una armonía.

En nuestra sociedad actual, donde existe el individualismo, el egoísmo y el afán desmedido por la riqueza de unos cuantos en detrimento de los muchos; se manifiesta visiblemente la inequidad social, que trae como consecuencia una situación de desigualdad alarmante injustificable, pues hay diferencias entre los grupos o clases sociales en el acceso a los bienes y servicios, tales como vivienda, educación y salud.

Frente a ésta situación es necesario e ineludible reconocer que se está atentando contra la naturaleza, explotándola irracionalmente para obtener de ella el máximo provecho sin tener en cuenta el daño que la hacemos y nos hacemos nosotros mismos al no respetarla y cuidarla; y éste respeto y cuidado debiera ser hecho, regulando los sistemas irracionales de explotación de la naturaleza, reencontrarnos con la naturaleza, escucharla y verla, sintiéndonos como parte inherente de  ella, para garantizar el futuro de nuestros hijos, nietos, y de las futuras generaciones su sana existencia.

Vista aérea de la destrucción de la selva amazónica en Madre de Dios, Perú.
Las relaciones entre el hombre y la naturaleza en los tiempos modernos se han plasmado desde la perspectiva antropocéntrica (centrada en el hombre), teniendo como finalidad la satisfacción de sus necesidades, aprovechándose de los recursos que  les brinda la naturaleza, utilizando para éste propósito todos los medios que la ciencia y la técnica le ofrece, sin tener en consideración el cuidado y el respeto que como un ser vivo tiene la naturaleza como tal. Y al no tener en cuenta, ese respeto y cuidado, rompen la relación naturaleza-hombre, para  satisfacer  a la insaciable sociedad de consumo, que no tiene reparo en mantener una relación instrumental con la naturaleza, que tiene como consecuencias funestas: el deterioro del medio ambiente, el cambio climático, la expulsión de los pueblos originarios de sus tierras ancestrales.

La naturaleza en la sociedad moderna, es algo extraña a nosotros, no nos sentimos parte de ella, es algo externo y que no tiene vínculos directos con nosotros. Para el poblador originario, la naturaleza es cercana, directa, mantiene relaciones estrechas, la escucha y la ve, está atenta  a las más mínimas manifestaciones del deterioro de sus relaciones, no trata de divorciarse de ella y pretende mantener esas relaciones que constituyen su ser. “…el hombre moderno ha ido desconociéndola cada vez más como su propio medio, su alter, su sí mismo e, incluso, le ha negado su alteridad constitutiva”. (Rodríguez, B. 2012, 49).

El distanciamiento o divorcio del hombre contemporáneo con respecto a la naturaleza, es patentizado al ver a la naturaleza como un objeto, como una cosa, y no como el “otro”, como un ser, que tiene existencia, que es, y por lo tanto  se le debe tener consideración y respeto, muy por el contrario al cosificarlo y objetivarlo, lo ve como algo extraña, ajena, al mismo hombre, éste hombre contemporáneo no se siente parte inherente de la naturaleza, él se siente externo y ajeno a ella.

Para los pueblos originarios la naturaleza es como un libro abierto, donde puede aprender todo aquello que es necesario para su subsistencia, y como ellos dicen es su “mercado”, su “botica” de donde  extraen lo necesario para mantener la armonía con ella. Nunca buscan alterarla o contradecirla, porque son conscientes de que con ello destruía su equilibrio y bienestar.

El hombre  de los pueblos originarios de la Amazonía, tiene una visión simbólica y sacralizada de la naturaleza. Donde existe un orden y se mantienen relaciones, en la que cada ser ocupa el lugar que le corresponde. Él no se considera lo más importante, no se coloca en la cúspide de la pirámide, no tiene una mirada vertical para con los demás miembros de su entorno sino, tiene una mirada horizontal, y trata de no distorsionar  el orden existente dado por la naturaleza para todos sus miembros.

Este hombre amazónico, al igual que el andino, mantiene una relación de respeto hacia la naturaleza, entreteje un vínculo muy estrecho que podríamos llamarlo afectivo, parecido al que mantiene con los demás hombres de su entorno, cómo intimidad, seguridad, confidencialidad; de esta relación surge la reciprocidad entre ambos por los favores recibidos por el hombre de parte de la naturaleza, y ésta recibe del hombre los ritos y ofrendas correspondientes por lo que otorga. Si el hombre mantiene relaciones afectivas con la naturaleza., entonces podríamos considerar a ella, como “el otro”, y este “otro” no es algo inerte, insensible, sino más bien algo lleno de vida y sensible, por lo que debemos evitar hacerla daño con nuestras acciones, tendríamos que entablar un diálogo con ella, para evitar su enojo o ira,  estableciendo un diálogo fluido con ella, ya que somos nosotros los que más necesitamos de ella, y este diálogo no sólo debe ser individual, sino también como colectividad organizada, pues debemos tener en cuenta que nosotros formamos parte de ella, pero no somos indispensables para el desarrollo de la misma.

Juan Pablo II, cuando habla de cómo la naturaleza, es vista por el hombre actual, nos dice lo siguiente: “el ser humano parece no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente de aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo”. (Francisco, 2015, 5).

A causa de esta percepción, año tras año se van perdiendo miles de especies animales y vegetales, por la acción irracional del hombre. Sólo en la Amazonía Peruana, con la explotación petrolera y minera, se han perdido miles de hectáreas de bosque y también se contaminan sus cochas, lagunas y ríos que ya no pueden ser utilizadas por los descendientes de los pueblos originarios. Estos pueblos son poseedores de una gran biodiversidad y multiculturalidad, pero las instituciones y gobernantes de turno, poco o nada hacen para conservarla y preservarla para nuestras generaciones futuras. Habría que recomendar prestar la debida atención a lo que dice el Papa Francisco con respecto a lo anteriormente expuesto:
“La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas”. (Francisco, 2015, 113).
Es urgente y necesario poner muchísima atención a los pueblos originarios, con sus respectivas tradiciones culturales, y sus conocimientos ancestrales sobre la fauna y la flora de sus territorios, más aún cuando sus espacios de subsistencia van a ser afectados por algún proyecto de inversión, pues ellos son los únicos interlocutores válidos, pues para ellos la tierra no tiene el valor mercantil que la asigna la cultura occidental, sino que tiene un valor casi sagrado, para sostener su identidad como comunidad y sus valores.

Para el hombre de nuestra época, la naturaleza sólo es vista como objeto, no es vista como un sujeto capaz de entablar un diálogo, es visto como algo inerte, sin vida, y a la cual no hay que tenerla mayor respeto o consideración. En cambio para los pobladores originarios de las distintas culturas amazónicas, la naturaleza es algo vivo que debe ser escuchada y vista desde otra perspectiva, tratando de mantener una buena relación con la naturaleza, respetando sus ritmos y tratando de mantener la armonía entre el hombre y la naturaleza, que durante miles de años lo han practicado, y que tienen fundamentos en sus conocimientos ancestrales; y que el hombre moderno no las quiere entender y explota a la naturaleza en forma irracional para que entregue sus frutos y riquezas, desoyendo el llamado que hace la naturaleza. Pero a aquellos que ven y oyen  a la madre naturaleza, se los llama ignorantes, “perros del hortelano”, "ciudadanos de segunda o tercera categoría" (Alan García).

El hombre actual con su soberbia, ve a la naturaleza como un objeto inerte, que sirve para satisfacer sus necesidades, a veces superfluas sin tener ninguna consideración hacia ella y la sobrexplota, logrando con ello la ruptura de la relación hombre-naturaleza, no como de sujeto- sujeto, sino más bien como sujeto-objeto, olvidando adrede que existe una relación afectiva  entre el hombre y la naturaleza, y sólo  tiene importancia para él, la productividad más eficaz.

No es que estemos en contra de que el hombre satisfaga sus necesidades, lo que criticamos es que para hacerlo tengan que atentar contra el equilibrio armónico y poner en peligro la subsistencia de miles de pobladores amazónicos de forma inmediata, y a largo plazo la depredación y extinción del planeta tierra.

Debemos recalcar, que el hombre es una especie más en la naturaleza, con ciertos rasgos muy particulares que lo hacen muy diferentes a las demás especies; pero eso no le da primacía y la soberbia para determinar que todo está  a su disposición y voluntad, sino más bien que debe tener muy en cuenta que él, es solo una parte del conglomerado de relaciones existentes en la naturaleza, y que hay que saber escuchar y dialogar con ella para mantener la armonía y el equilibrio si queremos que las próximas generaciones puedan contemplar y amar a la naturaleza.

El respetar a la naturaleza debe ser una actitud no sólo individual, sino colectiva de la humanidad, por un simple sentido común, pues estamos viendo directa e indirectamente como  se está destruyendo nuestro hábitat, y por ende estamos siendo condenados inexorablemente a desaparecer como especie de éste planeta. Muchas de las actitudes agresivas para con la naturaleza, las minimizamos so pretexto que son necesarios para la producción, el consumo y para el bienestar de la humanidad (pero no de toda, sino de una parte mínima), pues la gran mayoría no puede acceder a una vida digna y esa parte mínima es adicta al consumo excesivo.

El respeto a la naturaleza, debe iniciarse aprendiendo a respetarnos entre nosotros mismos, no veamos a la naturaleza como un objeto, sino como algo vivo, como “el otro” que siente y mantiene relaciones muy sutiles con todos los seres que habitamos este planeta.

4. El territorio. Equilibrio y armonía        

El territorio amazónico peruano tienen una extensión de 782.880,55 km², es decir el 61% del territorio peruano, según el criterio utilizado por el IIAP. La superficie total de la Amazonia es de: 951,591.00 Km2 correspondiente al 74 % del área total del País, (por lo tanto no es muy correcto decir que el Perú es un país andino, mejor sería llamarlo Andino-Amazónico). Políticamente comprende las regiones de Loreto, Ucayali y Madre de Dios, y parte de las regiones de Amazonas, Cajamarca, Huancavelica, La Libertad, Pasco, Piura, Puno, Ayacucho, Junín, Cusco, San Martín y Huánuco. (Dourojeanni, M., & Barandiarán, A., & Dourojeanni, D. 2009,17).

El criterio de que las áreas naturales protegidas naturales (16.5 millones de hectáreas) y las comunidades nativas y reservas territoriales (13.3 millones de hectáreas) son suficientemente grandes para asegurar la conservación del patrimonio natural y los servicios ambientales no es sustentado por los hechos. En efecto, a pesar de que ambos tipos de áreas cubren un 38% de la Selva, apenas poco más de un cuarto de esas tierras corresponden a protección integral.
De lo anteriormente expuesto, podemos afirmar que el 62% restante de la Amazonía peruana, está permitido explotar sus recursos naturales: ya sea para la agricultura (producción de biocombustibles), explotación maderera, hidrocarburos (gas y petróleo), minería,  energía hidráulica, carreteras, hidrovías; para lo cual no se está tomando en cuenta los graves impactos ambientales y sociales para la Amazonía peruana.

Diversidad y armonia de la flora amazónica.
La selva amazónica del Perú es una de las zonas con mayor diversidad biológica del planeta. Es tan grande la variedad de especies que se estima que la mayor parte de ellas sigue sin ser descubierta y menos estudiadas adecuadamente. Pese a conocer sobre esta gran biodiversidad, nuestros gobernantes de turno, hacen oídos sordos y se enceguecen ante las propuestas de las transnacionales de explotar éste territorio amazónico, por ello no dudan en permitir, construir carreteras, represas,  interconexiones eléctricas, puertos comerciales e infraestructuras energéticas  en toda la cuenca del Amazonas, por intermedio de la transnacional empresa brasilera: de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que amenazan el territorio de los pueblos amazónicos. También existen planes ya concretizados en explotación maderera, petróleo, oro y gas. En el estudio “Amazonía Peruana en 2021” dejan constancia de numerosos proyectos —poco difundidos— de explotación de los más diversos recursos naturales en la región e infraestructura: 52 proyectos de centrales hidroeléctricas, 53 lotes petroleros, 24,818 derechos mineros, 4,486 km. de proyectos de carretera, 483,581 has de tierras destinadas a nuevas plantaciones de biocombustibles. El escritor Roger Rumrill nos alerta diciendo que el 68% de la extensión de bosques amazónicos “ya está lotizada” y 4 millones de hectáreas., están “en proceso de venta” para la producción de biocombustible. 

Desde la perspectiva antropocéntrica, “tierra” y “territorio” son sinónimos y constituyen un recurso económico, y como tal deben generar alguna utilidad para la sociedad, en cuanto se la dedique a la agricultura, la ganadería o para cualquier otra actividad humana que de provecho, de lo contrario será considerada como “eriaza”, inútil. Desde esa perspectiva, el territorio o mejor dicho la “tierra”, tiene un potencial económico, y no es vista como parte integral del cosmos, y que éste (territorio), pertenece por milenios a los pobladores aborígenes, y que estos no pueden ser separados de sus antepasados y de las relaciones que ellos tienen entre sí y con el territorio. Pero la economía del mundo globalizado a través  de sus diferentes agentes, comenzaron a introducir el concepto de “propiedad privada” en oposición a la propiedad comunal; el individualismo en oposición a la solidaridad; el interés y el lucro en contra de la reciprocidad; el monocultivo en contra de la diversidad y multicultivo.

Pero para los pueblos amazónicos, el territorio está conformado no sólo por las chacras de cultivo, o zonas de caza y pesca, sino por el conjunto de bosque, cochas, ríos y lagunas que es un espacio mínimo donde desarrolla sus actividades cotidianas económicas, sociales y espirituales, y fundamental mente donde descansan sus ancestros, donde están sus raíces.
“Territorio para el pueblo indígena lo llamamos como madre territorio porque de ahí vivimos los indígenas; es toda la geografía que habitamos, de ahí sacamos la tierra, el alimento de cada día, sacamos también todo lo que es madera para la construcción de casas, todo lo que es para el uso local de la población de la tierra donde trabajamos. […] bueno, la tierra es la madre para el movimiento indígena, es lo que nos hace vivir con una vida sana, la selva no tiene contaminación, no vivimos, no usamos un río contaminado, aire, es la esencia del mundo indígena, la base de su resistencia”. (Durand, A. 2011, 5).
Para los pueblos originarios amazónicos, el concepto de “propiedad” sobre las tierras, que maneja el mundo occidental, les es extraño, pues para ellos el territorio es hasta donde podían cazar, pescar, cultivar, sin crear conflicto con otra comunidad. La “propiedad” de la tierra o el territorio no tiene el sentido de la propiedad individual o familiar, piensan que el territorio es libre, sin límites, no es propiedad de nadie, porque nadie tiene el derecho de apropiarse de lo que es de todos.

En la cosmovisión de los pueblos originarios, el territorio tiene una enorme importancia, pues para ellos el territorio es el punto de partida que permite la existencia de sus pueblos con culturas e identidad propia. Son conscientes que si no tienen territorio, no tienen vida, y están  sentenciados a desaparecer. Este sentimiento, más que una definición conceptual es contradictoria al planteamiento de la cosmovisión antropocéntrica, que plantea que la tierra es de uno cuando se tiene un título de propiedad inscrita en los registros públicos; que la tierra es una mercancía y es algo negociable Para ellos el dueño del territorio es la “madre de la tierra”; el territorio es sagrado, pues es en el habitan los espíritus. Ellos no conciben el concepto tierra, sino el de territorio, porque este implica en la cosmovisión amazónica la integralidad con la naturaleza que es un bien colectivo que es parte consustancial con ella, de la cual el territorio es uno de los elementos primordiales.

“Los indígenas y la naturaleza en nuestros territorios somos uno solo, una sola cosa, y así los Asháninkas exigimos no sólo la tierra para nosotros, sino para los monos, las huanganas, los añujes. Ellos también tienen derecho a vivir” (Juaneco, Dirigente Asháninka, Perú)
“La tierra es nuestra madre que da luz, que genera la vida; ella misma es la vida y por eso la amamos, respetamos y protegemos comunitariamente. Siendo vida, es sagrada, y destruirla es destruirnos a nosotros mismos. Por eso convivimos y dialogamos con ella, como expresión de los continuos beneficios que de ella recibimos. Por eso la tierra es la base esencial de toda nación indígena. El indígena lo es en cuanto posee la tierra, porque en ella se desarrolla su personalidad individual y colectiva… El indígena, al perder su tierra, pierde sus costumbres, idioma, ritos, organización comunitaria y social.” Segunda Consulta Ecuménica: Los Pueblos Indígenas de América, Conclusiones 1.1 (Mayor, P. & Bodmer, R. 2009, 49).
El problema del territorio, adquiere una enorme importancia para los pueblos amazónicos, ante el acecho de políticas de Estado para favorecer a terceras personas con concesiones mineras, forestales, turísticas y madereras. Para los pueblos originarios, las fronteras no existen, la única frontera que reconocen, es aquella que marca el límite de lo desconocido, del más allá, en su concepción del espacio el territorio es un continuo, pero respetando los territorios de caza de cada grupo, que nunca se superponen unos a otros, y mantienen una disciplina entre ellos.

El hombre amazónico concibe a la realidad como un todo integrado por la naturaleza, la sociedad, la cultura, la economía. No conciben separaciones dicotómicas de tipo ontológico o gnoseológico como el pensamiento occidental.

Los principios fundamentales que regulan su pensamiento sobre la naturaleza son: Totalidad, Unidad, Diversidad, Movimiento e Integralidad. Principios que incluyen a la sociedad.

Es bueno tener presente, que el mundo para los amazónicos está centrado en el territorio y el bosque con sus elementos constituyentes como son los ríos, lagunas, cochas, caídas de agua, animales y plantas constituyen un todo , y que cada uno de esos elementos están protegidos por un “espíritu” o “madre”. Más aún si tenemos en cuenta que para ellos, el espacio no tiene límites y no es propiedad de nadie, y los elementos que están en ese espacio están protegidos por los espíritus que los cuidan que no sean explotados desmesuradamente. Para ellos es incomprensible, la destrucción de la naturaleza, por parte de los intereses privados, avalado  por la política del Estado peruano.

                                               Iquitos, 20 de Octubre del 2015
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