viernes, 15 de enero de 2016

Marco Aurelio Denegri entrevista a César Hildebrandt [SIN COMERCIALES]



sta entrevista fue emitida el 16 de diciembre del 2015 en Canal 7, TV Perú, canal oficial del Estado peruano.


La televisión comercial (privada) en el Perú enseña la estupidez como género de normalización de la vida cultural entre sus televidentes. La crítica de Hildebrant es certera y puntual: los “medios de comunicación” privados propenden frivolidad y olvido del pasado político que vivimos todos los peruanos después del golpe de Estado de 1992. 


Instaurada la dictadura, cuyo cabecilla está encarcelado por crímenes de lesa humanidad, fueron los dueños de estos canales de televisión que sirvieron como aparato de respaldo político y propagandístico, participando activamente, recibiendo ingentes sumas de dinero provenientes de las arcas del Estado peruano. Véase el siguiente link: https://www.youtube.cowww.youtube.com/watch?v=utld7-pFvL0m/watch?v=utld7-pFvL0


Una consecuencia funesta de la propagación de estos programas televisivos se observa en la educación peruana. La escuela es erosionada permanentemente mediante programas televisivos que fomentan banalidad, frivolidad y alienación: el concepto de cultura y educación ha sido borrada de manera permanente.


El diálogo entre ambos periodistas es interesante y muy aleccionadora por sus propuestas y comprensión del momento en que nos encontramos. Desde este blogspot hacemos eco del clamor general del televidente culto y descreído: este tipo de programa cultural debe ser emitidos continuamente para beneficio de todos sus televidentes.

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Aquí nuestra transcripción del diálogo.


Marco Aurelio Denegri: Hoy está con nosotros César Hildebrandt escritor y periodista de reconocida y muy meritoria trayectoria y a quién no es necesario presentar formalmente porque todo el mundo lo conoce de modo que sencillamente le damos la más cordial bienvenida.

César Hildebrant: Gracias.

MAD: Quiero iniciar esta conversación recordando lo siguiente: hace años -alrededor de 20- cuando yo estuve en cable mágico cultural en el canal 14, recuerdo que un día anuncié en un programa que próximamente me iba a ocupar de la patrona de la televisión, sí recuerdo pues que la gente pensó inmediatamente pues  la televisión que todos conocemos que es esa trasmisión a distancia de imágenes  mediante ondas herztzianas era la televisión a la que yo me estaba refiriendo entonces dijeron “bueno fíjate tiene una patrona así como la ciudad tiene también tiene otra patrona” en fin, va a ser interesante, pero luego yo les aclare más adelante que no me refería a esa patrona sino a otra patrona que por supuesto ellos desconocían, claro, yo conté esto inicialmente para demostrar que la gente estaba tan imbuida de televisión, la televisión había entrado tanto en este país y no podían pensar sino en esa televisión, la televisión de la caja boba, pero no se  imaginaban que podía haber otra televisión, bueno entonces sencillamente les expliqué pues que había que fijarse en la etimología, que era “la visión a distancia” y que yo me estaba refiriendo a algunas iluminadas, a algunas mujeres místicas, que tenían esta facultad en común de ver cosas a distancia como si hubieran estado en el lugar de la ocurrencia sin estarlo, ósea podían estar a miles de kilómetros y sin embargo después referían exactamente lo que había pasado pero no habían estado allí, habían televisado los acontecimientos. Bueno yo conté esto porque  dije ahora solamente la televisión, la que todo el mundo piensa, es la televisión que todos conocemos, yo creo que la televisión aquí –tú me dirás después qué opinas- tiene la gran facilidad de estar en la casa cosa que no tuvo el cine nunca porque había que ir a un local,en la casa tenías la televisión ahí, inicialmente tu recuerdas que estaba en el comedor la televisión ya para comenzar interrumpió la sobremesa o la anuló y luego bueno se mudó de lugares, estuvo en el hall hasta la sala de recibo en fin…

CH. Llegó al baño creo… para ser coherentes…


MAD: para ser coherentes…pero esta ya presencia del televidente de lo que [Giovanni] Sartori llama pues el homo videns en realidad es el homo televidens fue cada vez más creciente entonces sencillamente pues se posesionó allá de esta intimidad hogareña y la desplazó completamente. Creo que toda nueva innovación tiene una serie también de de inconvenientes, pero no son solamente conveniencias las que trae,  últimamente estuvo acá el filósofo, el científico Mario Bunge en una conversación muy breve que tuve con él y el insistía en eso, que todos los males que también ha traído la computadora no solamente son bienes, recuerdo que dio una conferencia sobre eso lo de la computación, entonces enumeró pues los inconvenientes también de eso. Él decía: “imagínense ustedes para mí -viéndolo con ojos de científico- este mono desnudo que es el hombre que es una cuestión pues completamente primitiva está frente al elemento más extraordinario de siglo XX, entonces  es absolutamente normal de que este hombre primitivo esté 7 años frente a ella”, pues es así le decía yo, bueno no hay nada que hacer pues. Entonces la primera cuestión que quiero poner sobre el tapete es ¿cuáles son las consecuencias o qué repercusiones ves tu desde el advenimiento de la televisión entre nosotros poco más o menos si no estoy mal informado el año 58 (1958) me parece que ya…

CH: La comercial, 57 (1957) fue la nacional, justamente con éste canal…

MAD: ¡Claro! ¿Cuáles han sido las consecuencias de esa propagación?

CH: A nivel educativo y cultural con el paso del tiempo devastadora. Se ha empobrecido la comunicación, se ha empobrecido la masa crítica de inteligencia en el Perú, se ha reducido considerablemente por muchas causas pero una causa sin lugar a dudas es la televisión y los paradigmas que vende que produce que recrea y además hay un proceso de decadencia en los últimos 15 años ó 20 años de la televisión comercial, los contenidos son cada día menos exigentes más brutales y más tendientes a la barbarización de la especie [humana] ósea si la televisión gobernara nosotros tendríamos que estar en calzoncillos en este set y con un par de garrotes por si acaso, sí la televisión realmente pudiese ejercer la dictadura que quisiera, yo la veo mal, yo he estado en la televisión por mucho tiempo y nunca la he visto peor la televisión comercial de hoy, nunca más bruta, nunca más ignorante, nunca más sin horizontes, nunca más sin audacia alguna…

MAD: Ahora…


CH: Dicen que hace lo que le gusta a la gente pero el círculo es vicioso pues, sí la gente no tiene otros menúes, si la gente no tiene otras alternativas, pues hombre escoge. Pero sí es cierto que si la televisión está así es porque hay una democracia de tumulto, de muchedumbre, en algunos casos en algunos casos de oclocracia, sí porque no, esa gente produce también esa televisión. La pregunta es: ¿El Perú se merece otra televisión? No puedo responder eso porque no me atrevería no sé si tú tienes la respuesta…

MAD: Bueno pero una vez yo recuerdo cuando estaba en cable mágico cultural la televisión comercial admitía a los llamados “cómicos ambulantes” y una de las personas del canal estaba horrorizada frente a esa admisión, yo defendí a los cómicos ambulantes porque dije bueno que más quieren ellos si los distraen, los llaman, no han venido aquí a tocar la puerta, entonces han visto la coyuntura, los directivos del canal, no los cómicos ambulantes, porque no podían imponer nada, y le han dicho: “bueno esto lo que necesitábamos” este tipo de “contenidos” eso es lo que necesitamos…

CH: Exacto.

MAD: Y entonces el asunto…


CH: Porque es un asunto de rating Marco Aurelio, este programa que es muy bueno que es magnífico, acepté [venir] porque rechazó muchas invitaciones como ésta, porque este programa en términos de rating es poco significativo y eso es todo un síntoma, todo un test del Perú y yo he estado en la televisión comercial y te puedo decir que el gran problema precisamente es la presión publicitaria, el rating, la dictadura del rating, en realidad la televisión es un montón de espacios que lo que venden es la publicidad, la protagonista es la publicidad, los intervalos son los espacios con que los llenas con aquello que puede precisamente producir atractivo, magnetismo, estupor, sobre todo, lo último. Y esto se ha ido degradando a un punto tal que ya no es suficiente la violencia ni la muerte sino el detalle de la muerte, una especie de pornografía de la muerte: ¿De qué tamaño era la herida? ¿Por dónde salió la bala? ¿Qué orificio es? ¿Cuántos fueron? Etc. Etc. Y no sé a dónde vamos a llegar porque esto no tiene límites evidentemente y como no hay capacidad autocrítica alguna, el horizonte es infinito para esto.

MAD: Claro pero ahí viene el asunto que ya otras veces se ha debatido de la autorregulación…

CH: Já... já.


MAD: Claro yo aquí más de una vez conversando con Fernando Vivas que defiende la autorregulación, él me decía que era la única salida, entonces yo le recordaba que cuando Herbert Marcuse estuvo en Berkeley, en la Universidad de Berkeley en la época de los 60, la protesta juvenil y todo lo que tú conoces, le preguntaron también esto, oiga usted ¿Qué hacer con los medios de comunicación masiva? ¿Qué hacer? hay que intervenirlos pues, yo a los tres meses comienzo a cambiar la mentalidad de California, mientras que se diga y se hable no se puede hacer nada, entonces esa es una medida drástica, bueno acá se asustan, entonces te dicen cualquier cosa.


CH: Pero no es necesario intervenir basta apelar al artículo constitucional que dice que los medios de comunicación deben contribuir a la educación y la cultura, lo dice la constitución del 93, estoy hablando de la fujimorista, la impuesta, la dictatorial, ya no te digo la del 79  así que la constitución, pero la constitución como tú sabes es un libro humorístico en el Perú, la pudo haber escrito Sofócleto, ¡para matar de risa la constitución!

[...]
MAD: Estamos dialogando con César Hildebrant. Este televidente que ahora se dice víctima o dicen que es víctima de una serie de males ocasionado por la televisión, es un resultado de una televisión que adviene a mediados de la década de 1980 o un poco más adelante, pero no muy adelante, ósea antes de esa época no había ese tipo de televidentes, el televidente que surge después es un televidente que ya está de suyo alterado o ya ha visto ciertas cosas como por ejemplo el que probó drogas y entonces quiere seguir probando y quiere seguir experimentando y quiere seguir hundiéndose, pero no es un inicio, no sé si está de acuerdo entre esta primera etapa -llamémoslo así- del año cincuenta y tantos al ochenta y tantos y luego otra etapa ya deletérea.


CH: Sí, sí, básicamente estoy de acuerdo, si recordamos la televisión en blanco y negro por ejemplo hombre, produce una especie melancolía dulce, recordar a Pablo de Madalengoitia a Pepe Ludmir al propio Humberto Martínez Morosini digamos “auroral”, si pues hacían televisión blanca una eso le llamaran televisión blanca el concurso de preguntas por 64 mil soles, “ésta es su vida” hombre programas donde, por ejemplo Juan Gonzalo Rose hizo de guionista en “esta es su vida” nada menos, nada menos, Juan Gonzalo Rose, imagínate Juan Gonzalo Rose tocándole las puertas ahora a canal 2 ¡lo matan! lo matan por intruso. Sí era una televisión blanca, era una televisión casta y era un público distinto sin lugar a dudas. Algo pasa en los 80, tú dices que es un fenómeno más o menos mundial yo también lo creo, coincide con la brutalización de una ola neoliberal que empieza con Reagan y con la Tatcher y que, en fin, empodera a una serie de círculos y de gentes que antes simplemente no habrían tenido ninguna relevancia, me refiero al nivel mediático, les concede una autoridad que no tiene que ver con la meritocracia sino con la imposición del mercado. La televisión norteamericana por ejemplo, en esa época empieza a limpiarse de toda disidencia, empieza, desde luego que hay todavía gente que piensa distinto pero la gran limpieza empieza en esa época, lo mismo pasa en Europa y en el Perú igual y efectivamente hay una necesidad mundial de que la gente esté menos informada, de que la gente sea menos lúcida, de que la gente tenga menos capacidad crítica, es una necesidad mundial el capitalismo con hipercríticos no funciona, con críticos funciona a medias, el capitalismo necesita anuencia, necesita resignación y necesita mucha distracción.


MAD: El crítico de televisión Fernando Vivas dice –y lo dijo aquí en este programa- y lo dice en su libro sobre la historia de la televisión peruana, dice: “la figura más importante de la televisión del Perú en los últimos 50 años es Genaro Delgado Parker”, cuando dijo esto yo le manifesté que esa era una afirmación estremecedora y estupefaciente. Si –me dijo- seguramente te puede estremecer y te puede dejar estupefacto pero los hechos son los hechos, y el hecho existe, y ahora yo digo Vivas es una persona inteligente, culta y como puede haber llegado a decir eso.


CH: Bueno, es su derecho opinar como opina pero no puedes dejar de pensar que Fernando Vivas es un funcionario muy importante del diario El Comercio, un escritor, editorialista, columnista, reportero en fin, casi multioficios en el diario El Comercio que es propietario del canal comercial más importante que es América Televisión, entonces ahí hay también una filtración de intereses en su discurso un poco contaminado hay que una filtración de intereses sin lugar a dudas, ahora que diga que Genaro Delgado Parker fue el hombre más importante de la televisión bueno entonces habría que decir que la televisión que padecemos ahora también es producto de esta especie de Cid campeador, de este fundador que es Genaro Delgado Parker porque te das cuenta que es una frase contradictoria y dice que ha sido el hombre más importante de los 50 años entonces es la mitad responsable de lo que está sucediendo ahora porque claro el legado de señor Delgado Parker entre otras cosas es “Risas y Salsa” que fue el programa que hizo del humor la pacotilla que es ahora en la televisión, la gran hazaña de Genaro fue que durante 20 años tuvo el programa de más alto rating con el menor costo posible que se llamaba “Risas y Salsa”, pero claro este, el asesinato de Chaplin estaba implícito en ese humor ¿no?, el asesinato de toda ironía, de toda fineza y de todo humorismo real estaba implícito en ese programa, entonces al señor Vivas habría que recordarle eso.

MAD. No pero me parece a mí que es una comparación forzada, porque traer a colación a Chaplin comparado pues con un circo como “risas y salsa” es demasiado violento.

CH: Claro pero justamente quiero ser violento para que la gente entienda que el humor no ha estado presente en “risas y salsa”, estaba en fin, la parodia grotesca, la caricatura gruesa, la chabacanería…


MAD: Pero claro comienzan a aullar -la trocha, digamos del facilismo- que es una de las características de la llamada posmodernidad y la era digital y la sociedad informática. El problema de esta nueva etapa es que tenemos cuatro “ismos”, en primer lugar tenemos el inmediatismo, en segundo lugar tenemos el fragmentarismo, en tercer lugar tenemos el superficialismo y luego tenemos el facilismo, ósea estos son 4 “ismos” que están en todo y qué están en todo y qué están despotenciando al ser humano porque dependen de la multiplicación de prótesis, ósea de adiciones, entonces ahora tu no podrías concebir a un ser humano común y corriente sin la cantidad de prótesis que cualquier ser humano tiene comenzando pues por el celular y 20 cosas más, no es cierto, le quitas todo eso entonces lo dejas desprotegido completamente no sabía qué hacer cada visión es una pérdida de alguna facultad o una disminución de esa facultad que ya no va se va a usar …

CH: No hay humanismo posible ahora… no existe…


MAD: Claro, pero tampoco ya eso es reversible sencillamente el asunto es así y bueno… yo recuerdo -seguramente tú también lo vas a recordar- que cuando se popularizó la calculadora automática tú ibas a cualquier cambista y digamos que el dólar estaba a 3 soles y le decías dame 10 dólares (tum, tum, tum, tum, tum) no podía ser ya mental, ese es el problema no es cierto, si te ves aquí apretando esto que jalando esto te evitas el esfuerzo o el pequeño esfuerzo, entonces comienza a lastrarse...

CH: Sí pero digamos que podríamos pensar que evitarte labores menores como multiplicar o sumar eso  te daría tiempo para pensar en cosas mayores pero no sucede eso, es que usas la calculadora para no pensar en cosas y tampoco piensas en cosas mayores, el problema es fundamentalmente la frivolización de la agenda, esté antropóceno que ya se llama así, esta era espantosa donde el hombre destruye el planeta y no hace nada básico para evitarlo da una idea de que la estupidización humana -y ese es un tema recurrente en ti- es universal, absolutamente universal y que tiene que ver muchísimo con una clase política que no está a la altura de los desafíos y que probablemente ha sido producida por las corporaciones, precisamente por eso, porque no está a la altura de los desafíos, le debe mucho más a la British Petroleum que al futuro, por ejemplo la clase política inglesa, esté, el fracaso de las COPS, este nuevo fracaso de la COP- París que está dando mediocridades, que está dando, en fin, generalidades, consejos de perogrullo, otra vez compromisos que no se cumplen etc, etc, y  además la idea de lo suicida que es el ser humano…


 [...]
MAD: Seguimos dialogando con César Hildebrandt. Yo he sostenido en más de un artículo con la sociedad informática con la era digital advienen 4 ismos- los 4 son peligrosísimos el inmediatismo el fragmentarismo el facilismo y el superficialismo, entonces ahora hay toda una delegación de capacidades y de facultades que ya no hay que hacer porque están los aparatos y los adminículos que hacen lo que ya la gente no quiere hacer o que ya no puede hacer o que no quiera aprender a hacer etc. Ahora me parece ilusorio revertir esta tendencia pero visto así desde el punto de vista puramente intelectual y objetivo ¿Qué se podría hacer sí que se puede hacer algo?

CH: Pero tú no crees que eso que estás describiendo es parte de una política global trazada premeditadamente para que precisamente la gente no se ocupe de lo importante…

MAD: Bueno pero eso supondría que haya un genio maléfico.

CH: Puede haber una concertación de intereses en la aldea global esto es muchísimo más factible que antes…

MAD: No, pero eso necesitas antes una persona inteligente


CH: Pero es que es que hay, evidentemente en Chicago se han creado políticas que después [Henri] Kissinger ejecuta y los think tanks de los conservadores han sido a nivel universitario primero importantísimos y luego a nivel de implementación política decisivos en Estados Unidos y en América Latina como consecuencia. Yo sí creo que hay, no una conspiración diabólica, pero sí una concertación muy armónica casi musical de intereses mundiales para que la gente sea lo que tú describes: la gente de los pulgares móviles, la gente que va a llegar a ser simplemente pulgares, sus pulgares, yo visto escenas espantosas dos novios en un restaurante cada uno ejerciendo sus pulgares sobre determinadas teclas de sus respectivos y sendos teléfonos inteligentes donde lo único inteligente era allí el teléfono, media hora cada uno en su soledad tecnológica, ensimismados en su nadería evidentemente, y eso te dice mucho, pero claro la pregunta es a quién interesa tanto eso, porque se fomenta tanto eso, porque si no tienes un smartphone estas fuera de la competencia, porque te exigen tanto, porque te acosan está y un interés pues Marco Aurelio, el asunto es que tú a veces piensas de un modo tan abstracto, tan sobriamente abstracto y tan elocuentemente abstracto que te olvidas que hay un contexto social y político, que hay intereses de por medio, esto no es gratis, este mundo que vivimos de espaldas a lo verde, este mundo donde estamos por exterminar especies valiosísimas, este mundo que va a terminar en la quinta gran extinción del planeta tierra que tiene 4.600 millones de años, no es gratis… lo han inventado, la han inventado las grandes corporaciones, los grandes intereses que son los que dominan todo.. todo, nosotros que somos una minúscula sucursal aquí en Perú una mota de poca relevancia también estamos sujetos al dominio de 4 bancos, 3 financieras y 5 grandes firmas que son las que controlan todo, son los chicos de la CADE, los que invitan a [César] Acuña para hacerlo de los suyos, no vaya a ser que salga por la libre el señor Acuña… y yo sí creo que hay explicaciones sociales, yo sí tengo esperanzas de que esto pueda cambiar, va a ser archidifícil, por supuesto, de pronto no va a ser…

MAD: ¿Sobre qué bases tienes estas esperanzas?


CH: Bueno cuando yo escuchó por ejemplo a Pablo Iglesias como lo escuché anoche en un debate televisivo para las elecciones españolas en canal 3 o canal 6 de Madrid cuando escucho un tipo como ese digo hay esperanzas, porque Pablo Iglesias es un tipo que precisamente ha reunido la indignación de su generación que ha podido tener información suficiente como para construir una plataforma de cambio verosímil y que lo ofrece, entonces ya depende de ti si lo escoges o no, si escoges el continuismo, la inercia, la agonía o escoges el cambio, pero por lo menos se abren, se abren posibilidades en algunas partes del mundo que nos dicen hombre esto no es inexorable el libreto no tiene que ser uno solo hay posibilidades de desentonar, de desafinar.
Tienes razón tú en decir que esto es muy difícil que en algunos casos ya es irreversible lo que le hemos hecho al planeta ya es irreversible, el planeta va a aumentar su temperatura en 2 o 3 grados eso ya es irreversible, el asunto es que no llegue a 6.


MAD: Ahora yo recuerdo que cuando leí hace muchos años el libro de Karl Menninger, ilustre psiquiatra, titulado El hombre contra sí mismo, vi la declaración perfectamente fundada de que la mitad de la destrucción que hay en el hombre y en el planeta es autodestrucción, que es un error pensar que solamente nos destruimos los unos a los otros, no, también nos auto[destruimos] entonces toda la obra de Menninger es una explicación o un intento de explicación, acerca de esta auto-destrucción, entonces en el comportamiento actual del homo videns hay también un proceso auto-destructivo, ósea no solamente estamos destruyendo nuestro hábitat, que estamos destruyendo el planeta y estamos embarcados en una serie de correrías demenciales, sino también que nos vamos destruyendo y no hay ninguna especie que destruya su hábitat sin que se destruya que yo sepa, por lo menos ninguna especie importante, esto también es otra singularidad que nunca se tuvo en cuenta porque se creyó el que éramos lo suficientemente racional como para no estar embarcados en éste –como diría Sylvia Platt- en éste llamativo striptease del acabamiento, un striptease interminable pero nos vamos aniquilando no…

CH: Sí, pero si lo consideramos esto como un destino inflexible la otra alternativa es el suicidio que siempre será el gran problema…

MAD: Bueno eso decía [Albert] Camus, el único problema importante de la filosofía es el suicidio…

CH: El único problema de la filosofía es el suicidio, el verdadero problema. Pero yo soy un lector asiduo de Émile Cioran, que es también una de tus lecturas seguramente…

MAD: Claro, claro!


CH: Este rumano genial y hay una entrevista que le hicieron alguna vez y Cioran bueno desplegaba esta especie de estética del pesimismo, era un pesimista, es un pesimista que decía las cosas con tanta belleza que imantaba, de verdad daban ganas de ir con él al agujero negro que nos proponía y de batirnos ahí en la nada y entonces el periodista le dice: “señor Cioran usted es pesimista y fatalista y tremendista y apocalíptico, pero a usted, yo lo he visto a usted alegrarse porque  las radiografías de su pulmón estaban bien, entonces usted también quiere vivir” y Cioran decía: “Sí es cierto, porque la vida no es opcional es un mandato y yo soy como todos, quiero vivir y voy al metro” y eso es un poco lo que nos puede pasar a los que creemos que hay una estética del pesimismo, no podemos perder el vínculo con la posibilidad del cambio porque sino entonces la otra alternativa es tomarnos 40 nembutales, ¡No! hacer lo que hizo algún poeta que tú me contabas al principio del programa que hizo al final de su vida, y yo no quiero…


MAD: Pero para eso tienes que tener una lucidez, estabas citando hace un momentos a [Ray] Bradbury recuerdo una cita muy interesante y que la digo brevemente, dice Bradbury “todas las mañanas cuando me levanto piso una mina, esa mina soy yo, después el resto del día me dedico a recoger los pedazos”. Bueno ese tipo de lucidez  de un proceso de autodestrucción pero con una pena de percatación de que es así, ósea no hay posibilidad de engaño ni nada y luego de esta cita a otra que se…


CH: Pero fíjate de Bradbury escribió preciosos libros…verdad, no es que pisó la mina y allí terminó hecho pedazos, troceado casi por sí mismo, ¡no! escribió Fahrenheit 451 que es una de las mejores cosas que he leído en mi vida, escribió Cuentos Marcianos, escribió maravillas hombre! fundador de todo un género.


MAD: Ahora yo también quería citar en este contexto a Jean Paul Sartre que tiene una frase es que a mí me gusta citar porque tiene miga y sustancia y es muy breve, dice: “tal vez podamos curarnos de una neurosis, pero no podemos curarnos de nosotros mismos” yo creo que es así…

[…]
MAD: Bien éste es el último tramo de una interesante entrevista con César Hildebrant. Bueno no voy a pedir a nuestro ilustre invitado, ya no diré pues recetas ni siquiera paliativos para esta comprobación de una realidad televisiva devastadora y animalizante, sin embargo sé que César Hildebrant tampoco es un pesimista radical o es un pesimista -como decía Brice- que quiere que las cosas salgan bien…

CH: Huyo, huyo del pesimismo, me cuesta huir, me cuesta, pero me cuesta, porque es una tentación perversa y además poderosa…

MAD: Pero en este caso, concretamente tal como están las cosas en los medios [comunicativos peruanos] casi es una obligación ser pesimista porque tampoco tendría mucho sentido digamos, forjarse ilusiones.


CH: No, desde luego, el diagnóstico es malo, ahora el pronóstico dependerá. El pronóstico en el plazo inmediato es malo también, con la clase política que tenemos, con la abolición virtual de los partidos políticos, convertidos en maquinarias electorales con improvisaciones caudillescas de opereta, te imaginas, los caudillos de ahora frente a los caudillos de antes, entonces sí el pronóstico inmediato… pero yo creo que va a ver pues una reacción, yo creo, si tú me dices ¿en qué te basas?

MAD: ¿De la juventud?

CH: De la próxima juventud. Esta juventud me parece que está demasiado impregnada de todo aquello que tú dices: la frivolidad, los “ismos” que a ti te gusta enumerar…

MAD: Ya, pero como tú vas a desimpregnar a la siguiente porque se supone que habrá que tomar una medida para que no se contaminen.


CH: Bueno hay medidas pues, por ejemplo la reforma electoral es importante, obligar a los partidos a que sean partidos, que sean partidos programáticos que tengan requisitos, (…) digamos académicos, intelectuales, no solamente de bases ni de comités, sino de programas, que nos insertemos un modo más inteligente en el mundo, que no tengamos esta autosuficiencia imbécil de creernos un país privilegiado cuando somos un país este de mediana categoría para abajo, nuestra educación está en el suelo, nuestro nivel cultural es crítico etcétera etcétera, y sin embargo tú sientes que el peruano tiene una especie de optimismo irracional respecto de sí mismo y respecto del país, esto yo sé es difícil que cambien pero tiene que cambiar, tiene que cambiar, mira yo tengo muchísimos años en el periodismo como tú sabes y lo que siento es un tiempo circular, nunca he sentido el tiempo lineal de la teoría del progreso.

MAD: Dirás el eterno retorno.


CH: Si siento el tiempo circular, las frustraciones de ahora son las de ayer, las pérdidas de ahora, las pérdidas de oportunidades, son las mismas es decir hay una constante en el Perú que es justamente el despilfarro de las oportunidades y lo que sí veo es que la clase política se ha empobrecido y está en su mínima expresión, está en mínimos, no he visto de lo que yo sé de lo que he leído la historia de Perú no he visto una clase política tan paupérrima tan indigente intelectualmente hablando como la que tenemos ahora. Se vio en la CADE última, discursos penosos: un demagogo profesional casi andaluz, con perdón de los andaluces, hablando flores y prometiendo maravillas y voluntarismos imposibles ese fue el más aplaudido, ya no hablemos de [César Acuña], ya no hablemos de [Alejandro] Toledo, ya no hablemos de la señora Keiko [Fujimori] que paporretea todo aquello que puede limpiar su imagen respecto del papi que tan leal encarna, entonces claro, por ahora estamos fritos, para decirlo en resumen por ahora estamos fritos!


MAD: Pero Bernard Shaw dijo, hablando de la democracia, que la democracia era el sistema que permite equivocarse libremente, entonces aquí el sistema permite eso, entonces sencillamente los votantes no deciden su voto por el contenido del discurso, ni si fue reiterativo y se dijo una serie de trivialidades, eso no decide el voto, sino cosas completamente ajenas, ¿no? acá me gusta porque es muy simpático, esta señora sí porque parece que es trabajadora etcétera,  cosas que están al margen de la ideología, completamente cosas así de la vida diaria.


CH: Claro pero digamos cuando hay algunos paréntesis anómalos, por ejemplo en el caso de la última elección, cuando se presentó un candidato y dijo yo quiero cambiar esto y esto y esto y esto se va a convertir en la gran transformación y después le dijeron no de ninguna manera así no votamos por ti, entonces muy bien voy a hacer en esto pero queda este núcleo duro de transformaciones y esta es mi hoja de ruta ¡innegociable! Bueno que pasó, lo secuestraron, lo tomaron, lo cooptaron, lo castraron y lo convirtieron en un presidente funcional a los grandes intereses, entonces, este, ni siquiera, ni siquiera es que a veces la gente vota por determinados mensajes porque aquí el crónico ganador, el sempiterno ganador, el eterno ganador es el orden establecido, el mariscal Benavides sigue mandando acá, evidentemente, y eso es lo que hay que romper. La democracia efectivamente en muchos países es un espejismo quinquenal en donde nos hacemos la ilusión de que votamos, al final de cuenta no importa por quién votes, al final gana quien pone el dinero, a quién le debes, ¿no?


MAD: Pero también hay otro argumento relacionado con las características de nuestra especie y por esas características es muy difícil que la democracia triunfe no acá, en cualquier parte, a que me refiero nuestra especie es jerárquica y territorial, bueno toda especie jerárquica y territorial no es igualitaria, la democracia es igualitaria, entonces es imposible que digamos en una especie lo único que es normal en nuestra especie desde el punto de vista evolutivo es mandar o someterse, pero sentirse igual a los demás, o decir todos vamos a ser hermanos, eso puede hacerlo, pero  demanda tal esfuerzo y el ser humano ha tenido tanta repugnancia siempre a esforzarse y a responsabilizarse que entonces prefiere lo otro…

CH: Ese fue el sueño del socialismo real y mira en que terminó, la igualdad convertida en una broma dictadura de unos cuantos

MAD: Sí pues pero de u otro también salimos a un callejón sin salida, mejor dicho nos quedamos ahí pues yo no veo cómo así mientras haya esto que tú has indicado [con claridad].


CH: Sólo algo nos puede salvar al final Marco Aurelio, y es que la extinción va a producir no en esta generación ni en la próxima, en 100 años tal nivel de terror que es posible que ocurra una suerte [de] transformación sometida al miedo, que es probablemente la única transformación factible en nuestra especie, al final fue Robespierre el que impuso los derechos humanos, el terror fue el que creó los derechos humanos de los que ahora hablamos en la Europa democrática bueno pero fue el terror, fue la guillotina. El terror a la extinción cuando hallas ciudades como Lima sometidas a un crecimiento de 5 o 6 metros del nivel del mar, cuando halla islas que desaparezcan y cuando el clima haya cambiado de tal modo y cuando la acidez del mar haya extinguido la mitad el plancton que eso es lo que va a ocurrir y eso es lo que prevén los científicos, cuando el dióxido de carbono empiece a embrutecer aún más a la gente, ese terror es posible que produzca un gran cambio en la humanidad que se deshará de esta clase política absolutamente impresentable a nivel mundial y creará liderazgos de emergencia que son los únicos que nos pueden salvar al final, ésa es -fíjate- la esperanza verde en la que uno puede sostener la subsistencia, luchar por ello es lo que a mí me mantiene, bueno de otra manera abandonamos el barco y nos dedicamos al periodismo. [Jorge Luis] Borges decía que no hay nada más difícil que el periodismo porque el periodismo consiste en fingir que todos los días pasan cosas importantes.

MAD: ¡Claro!

CH: Cosa que es absurdo, no pasan todos los días cosas importantes, todos los días pasan estupideces!!!


MAD: Borges tenía mucha conciencia de lo que podía valer o no, algo de su propia producción, hay una anécdota que él mismo ha referido, tú sabes que su primer libro de poemas se titula Fervor de Buenos Aires entonces llevó –porque él trabajaba en una revista por entonces, se presentó con 200 ejemplares del Fervor de Buenos Aires y el Director le dijo: “pero que cosa quieres que vamos a vender nosotros aquí a través de la revista”, “no de ninguna manera –dijo Borges- yo he traído todo esto porque quiero que haya un pequeño concurso para regalar esto a los ganadores,  pero no ni loco que estuviera”, ósea “he sido ya lo suficientemente loco para publicar esto”, en esa época él dice que en esa época no existía el fenómeno del best-seller, entonces una persona que hacía una edición de 300 ejemplares se quedaba con 200, eso sencillamente no era ningún éxito…

CH: Qué chismoso era Borges, ¿no? Tú has leído sus conversaciones con Bioy Casares…

MAD: Sí excelentísimas…

CH: Qué maravilla, no?

MAD: Así es, así es…

CH: Es una fuente de chismografía intelectual literaria y no-literaria, chismografía bonaerense, porteña.

MAD: Aparece allí un Borges que tú recordarás, aparece un Borges que no aparece en otras partes y es un Borges de chistes gruesos…

CH: De chistes gruesos, de conventillo.

MAD: De conventillo, 2 o 3 ejemplos me deleitaron, es decir chistes buenos, pero que no te lo imaginas en Borges, eso era lo bueno de él.

CH: Tenía una apariencia muchísima más sofisticada, contenida y refinada.

MAD: Claro, claro.


CH: Yo lo entreviste una vez y no olvidaré que me cogió de la mano así ciego, a ciegas guiado por la Kodama y me dijo: “usted es el periodista de Caretas César Hildebrant no”, yo le dije: “Sí Jorge Luis, soy yo”, ha entonces comenzó a hablar que cosa era Hildebrant, que diablos significaba y como estaba y no sé en qué saga la germánica del siglo XIV  y en qué se había convertido, madre mía 5 minutos ahí, hacía alardes…

MAD: Ajá claro.

CH: Hacía alardes, era un tipo exquisito.

MAD: Además ese tipo de ser humano sale pues una década cada 500 años, eso también es otra rareza.

CH: Pero también te das cuenta la frecuencia de talento del siglo pasado con respecto a este siglo, cómo es que hemos perdido masa crítica como ésta.

MAD: Bueno todavía no tenemos una retrospectiva suficiente, 15 años es poco.


CH: Me refiero al siglo pasado y al siglo XXI tal como lo consideran historiadores como Eric Hobsbawn que dice que el siglo XX termina en 1989, que el siglo XXI empieza el 89, entonces tenemos un poquito de más años. Me refería, en resumen al poco talento que veo ahora, en relación ahora, compara lo que se produce ahora con el boom.

MAD: Entre nosotros también César compara tú a la generación del 900, esa gente no ha tenido…

CH: Compara nada más que a [Luis Alberto] Sánchez con [Pedro] Cotillo… y sal corriendo…
MAD: Ha, ¡claro!


CH: Sal corriendo, hay que salir corriendo, uf, guau, cómo nos hemos empobrecido. Y eso es bueno que el Perú y la gente lo acepte, lo tenga como conciencia, lo que nos hemos empobrecido culturalmente, ¡lo poco que somos culturalmente! Hay líderes [políticos] que dicen “teníanos” “habíanos” Dios mío ¿qué es esto?

MAD: Frasioclastas, no.

CH: “Frasioclasta”

MAD: Claro destructores del idioma.

CH: Sí, idiomicidas.

MAD: Terrible no, además para usar una palabra que le gustaba a Ángel Rosemblat, el famoso lingüística maestro de Martha Hildebrant.

CH: Maestro de maestros, venezolano!


MAD: Si venezolano, vericidas, los vericidios están a la orden pues en el campo de la política y todos los días vemos a vericidas y se cometen vericidios y nadie dice nada y otro detalle acerca de eso y con eso terminamos porque desgraciadamente ya se vence el tiempo, has notado, creo que lo dije en algún artículo, que ninguno de los idiomas importantes hay el antónimo de “mentir”, y  todo está ahí siempre un verbo para no decir la verdad, pero para decirla un amigo sugirió “veracear” de veraz, pero cuando no, otro dijo “ortologar”, tampoco pues, ninguno. La pregunta es ¿porque en ningún idioma? entonces yo me pregunte bueno es que la verdad le es tan ajena que ni siquiera se les ha ocurrido un verbo para decirla, que es algo que es una comprobación muy incomodante.

CH: Es una excelente observación.

MAD: Bueno, muchísimas gracias a César Hildebrant por su valiosa colaboración en este programa, se lo agradecemos muy sinceramente…

CH: Gracias a ti.

MAD: Y con ustedes será hasta el programa siguiente.

domingo, 10 de enero de 2016

Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa”


RICARDO DE QUEROL
Tomado del diario El País.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html


s la voz del 'precariado'. El sociólogo denuncia la desigualdad y la caída de la clase media. Y avisa a los indignados de que su experimento puede tener corta vida

Acaba de cumplir 90 años y de enlazar dos vuelos para llegar desde Inglaterra al debate en que participa en Burgos. Está cansado, lo admite nada más empezar la entrevista, pero se expresa con tanta calma como claridad. Se extiende en cada explicación porque detesta dar respuestas simples a cuestiones complejas. Desde que planteó, en 1999, su idea de la “modernidad líquida” —una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la cual “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”—, Zygmunt Bauman es una figura de referencia de la sociología. Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades.
Este polaco (Poznan, 1925) era niño cuando su familia, judía, escapó del nazismo a la URSS, y en 1968 tuvo que abandonar su propio país, desposeído de su puesto de profesor y expulsado del Partido Comunista en una purga marcada por el antisemitismo tras la guerra árabe-israelí. Renunció a su nacionalidad, emigró a Tel Aviv y se instaló después en la Universidad de Leeds, que ha acogido la mayor parte de su carrera. Su obra, que arranca en los años sesenta, ha sido reconocida con premios como el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2010, junto a su colega Alain Touraine.
Se le considera un pesimista. Su diagnóstico de la realidad en sus últimos libros es sumamente crítico. En ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (2014) explica el alto precio que se paga hoy por el neoliberalismo triunfal de los ochenta y la “treintena opulenta” que siguió. Su conclusión: que la promesa de que la riqueza de los de arriba se filtraría a los de abajo ha resultado una gran mentira. En Ceguera moral (2015), escrito junto a Leonidas Donskis, alerta de la pérdida del sentido de comunidad en un mundo individualista. En su nuevo ensayo vuelve a las cuatro manos, en diálogo con el sociólogo italiano Carlo Bordoni. Se llama Estado de crisis y trata de arrojar luz sobre un momento histórico de gran incertidumbre. Paidós lo publica en España el día 12.
Bauman vuelve a su hotel junto al filósofo español Javier Gomá, con quien ha debatido en el marco del Foro de la Cultura, un ciclo que celebrará su segunda edición en noviembre y trata de convocar en Burgos a los grandes pensadores mundiales. Él es uno de ellos.
PREGUNTA. Usted ve la desigualdad como una “metástasis”. ¿Está en peligro la democracia?
RESPUESTA. Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas.

Zygmunt Bauman / SAMUEL SÁNCHEZ
P. El péndulo que describe entre libertad y seguridad ¿hacia qué lado está oscilando?
R. Son dos valores tremendamente difíciles de conciliar. Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad. Ese dilema va a continuar para siempre. Hace 40 años creímos que había triunfado la libertad y estábamos en una orgía consumista. Todo parecía posible mediante el crédito: que quieres una casa, un coche… ya lo pagarás después. Ha sido un despertar muy amargo el de 2008, cuando se acabó el crédito fácil. La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamos precariado. La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece... El conflicto, el antagonismo, ya no es entre clases, sino el de cada persona con la sociedad. No es solo una falta de seguridad, también es una falta de libertad.
P. Afirma que la idea del progreso es un mito. Porque en el pasado la gente confiaba en que el futuro sería mejor y ya no.
R. Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto. Las certezas han sido abolidas. No soy capaz de hacer de profeta. Estamos experimentando con nuevas formas de hacer cosas. España ha sido un ejemplo en aquella famosa iniciativa de mayo (el 15-M), en que esa gente tomó las plazas, discutiendo, tratando de sustituir los procedimientos parlamentarios por algún tipo de democracia directa. Eso probó tener una corta vida. Las políticas de austeridad van a continuar, no las podían parar, pero pueden ser relativamente efectivos en introducir nuevas formas de hacer las cosas.
P. Usted sostiene que el movimiento de los indignados “sabe cómo despejar el terreno pero no cómo construir algo sólido”.
R. La gente suspendió sus diferencias por un tiempo en la plaza por un propósito común. Si el propósito es negativo, enfadarse con alguien, hay más altas posibilidades de éxito. En cierto sentido pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son muy potentes y muy breves.
P. Y lamenta que, por su naturaleza “arco iris”, no cabe un liderazgo sólido.
R. Los líderes son tipos duros, que tienen ideas e ideologías, y la visibilidad y la ilusión de unidad desaparecería. Precisamente porque no tienen líderes el movimiento puede sobrevivir. Pero precisamente porque no tienen líderes no pueden convertir su unidad en una acción práctica.
P. En España las consecuencias del 15-M sí han llegado a la política. Han emergido con fuerza nuevos partidos.
R. El cambio de un partido por otro partido no va a resolver el problema. El problema hoy no es que los partidos sean los equivocados, sino que no controlan los instrumentos. Los problemas de los españoles no están confinados al territorio español, sino al globo. La presunción de que se puede resolver la situación desde dentro es errónea.
P. Usted analiza la crisis del Estado-nación. ¿Qué opina de las aspiraciones independentistas de Cataluña?
R. Pienso que seguimos en los principios de Versalles, cuando se estableció el derecho de cada nación a la autodeterminación. Pero eso hoy es una ficción porque no existen territorios homogéneos. Hoy toda sociedad es una colección de diásporas. La gente se une a una sociedad a la que es leal, y paga impuestos, pero al mismo tiempo no quieren rendir su identidad. La conexión entre lo local y la identidad se ha roto. La situación en Cataluña, como en Escocia o Lombardía, es una contradicción entre la identidad tribal y la ciudadanía de un país. Ellos son europeos, pero no quieren ir a Bruselas vía Madrid, sino desde Barcelona. La misma lógica está emergiendo en casi  todos los países. Seguimos en los principios establecidos al final de la Primera Guerra Mundial, pero ha habido muchos cambios en el mundo.
P. Las redes sociales han cambiado la forma en que la gente protesta, o la exigencia de transparencia. Usted es escéptico sobre ese “activismo de sofá” y subraya que Internet también nos adormece con entretenimiento barato. En vez de un instrumento revolucionario como las ven algunos, ¿las redes son el nuevo opio del pueblo?
R. La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales. Estas las desarrollas cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo, y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable. Ahí tienes que enfrentarte a las dificultades, involucrarte en un diálogo. El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta. Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.
 Estado de crisis. Zygmunt Bauman y Carlo Bordoni. Traducción de Albino Santos Mosquera. Paidós. Barcelona, 2016. 157 págs., 16,95 euros