domingo, 17 de mayo de 2009

Mario Benedetti.

Caricatura del artista plástico argentino Rodolfo Fucile.

El poeta uruguayo Mario Benedetti falleció el domingo 17 de mayo del 2009, a los 88 años de edad. Quienes apreciamos su obra y crecimos leyendo su poesía en momentos más duros de nuestra patria, sentimos que su escritura ha trascendido, reinventado para sí un arte poético en la letras latinoamericanas.

Su poesía tematizó sus convicciones políticas y el compromiso estético. Mario Benedetti enseñó y cultivó el arte poético, uniendo el compromiso social y la belleza. Sufrió exilio entre 1973 a 1985, cuando se instaló una dictadura militar que cerró todos los espacios democráticos en el Uruguay. Residió en Argentina, Lima, Cuba y España. Aparte de la letras incursionó en la música con su compatriota Daniel Viglietti y Joan Manuel Serrat, editando el L.P. "El sur también existe". Muchos de sus poemas han sido musicalizados, entre ellos: "hombre preso que mira a su hijo" por Pablo Milanés.

Este bloguero rinde homenaje al vate uruguayo, insertando tres poemas de su libro: Inventario (La casa y el ladrillo).


CREDO
De pronto uno se aleja
de las imágenes queridas
amiga
quedás frágil en el horizonte
te he dejado pensando en muchas cosas
pero ojalá pienses un poco en mí

vos sabés
en esta excursión a la muerte
que es la vida
me siento bien acompañado
me siento casi con respuestas
cuando puedo imaginar que allá lejos
quizás creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño

está demás decirte que a esta altura
no creo en predicadores ni en generales
ni en las nalgas de miss universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios

a esta altura del partido
creo en los ojos y las manos del pueblo
en general
y en tus ojos y tus manos
en particular


DESPISTES Y FRANQUEZAS
a bud y claribel
i
La política es una forma de amor, pero no vice-
versa; por algo en el amor es mucho más fácil
tener el corazón caliente que la cabeza fría.

ii
El hombre bueno casi siempre se aburre de sus
rencores. Pero siempre hay un rencor que con-
firma la regla.

iii
La muerte es una traición de Dios.

iv
¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad
como conoce lo que le falta!

v
Cuando una mujer dice: “Todo tu cuerpo es co-
razón”, es porque todo su cuerpo es corazón.

vi
Desde que los hijos educan a los padres, se aca-
Baron los complejos de Edipo.

vii
El pan nuestro de cada día provoca gases y malas
digestiones.

viii
Cuando sueño contigo no hablo sino que canto
en sueños.

ix
Cuando parece que la vida imita al arte, es por-
que el arte ha logrado anunciar la vida.

x
Los Otros que invento son confidencias sobre aque-
llo que desgraciadamente no me ocurre.

xi
La generosidad es el único egoísmo legítimo.

xii
Epitafio para un vanidoso: “Bah…”

xiii
La soledad es también un homenaje al prójimo.

xiv
El inconveniente de la autocrítica es que los demás
pueden llegar a creerla.

xv
Los Otros que invento dicen a veces cosas que yo
no habría dicho ni aunque fuera otro.

xvi
No es que uno no cambie, sino que el espejo no
tiene memoria.

xvii
No seamos sectarios: la infancia es a veces un
paraíso pérdido. Pero otras veces es un infierno
de mierda.

xviii
Un torturador no se redime suicidándose. Pero
algo es algo.

xix
Contra el optimismo no hay vacunas.

xx
Cuando el infierno son los otros, el paraíso no es
uno mismo.

xxi
El vicediós siempre es ateo.
HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO
al “viejo” hache

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas

que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre
la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y hechándote
de menos

por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio

y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones

todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar

una cosa es morirse de dolor
y otra morirse de vergüenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder

uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
pero no olvides

viernes, 8 de mayo de 2009

MEDICINA SIGNIFICA NEGOCIO



Entrevista de Laura Jimeno Muñoz
Tomado de los Blgospot: http://crimentales.blogspot.com/ y
http://uruguay.indymedia.org/news/2009/04/69189.php

Al público lector: inserto aquí una interesante entrevista a la doctora Ghislaine Lanctot, quien a publicado: La mafia médica. Trata sobre el circuito comercial entre el sistema sanitario y la industria farmacéutica. La salud pública en el mundo se ha convertido en el negocio más rentable y lucrativo.
La publicación de este libro le significó a la doctora Ghislaine Lanctot su separación del Colegio Médico de su país y el retiro de la licencia para ejercer su profesión médica. Laura Jimeno entrevistó a la doctora Lanctot para el programa televisivo Discovery Health.

MEDICINA SIGNIFICA NEGOCIO

La autora de La mafia médica acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la que –como ella misma confiesa- estaba convencida de que la medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para curar cualquier enfermedad. Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse.

- ¿Por qué esa decepción?

Por qué empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar. Por ejemplo, que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial.
Además en aquella época entré en contacto con varios “terapeutas suaves” –es decir, practicantes de terapias no agresivas (en francés Médecine Douce)- que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían। Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.

- Y supongo que empezó a preguntarse por qué en la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas.

Así es. Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el “comité científico” organizador del congreso, ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.

-Y eso fue clarificador para usted…

Y tanto. Darme cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos –y los futuros médicos, es decir, los estudiantes- me hizo entender claramente que la medicina es, ante todo, un negocio. La medicina está hoy controlada por los seguros –públicos o privados, da igual- porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Y es que si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social… encontramos lo mismo.

- El poder económico…

Exacto, es el dinero quien controla totalmente la medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. ¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma… porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación… pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos: si es posible toda la vida.

UN SISTEMA DE ENFERMEDAD.

- Infiero que ésa es la razón de que su libro se refiera al sistema sanitario como “sistema de enfermedad”.

Efectivamente. El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de enfermedad y no de salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se le estimula para que consuma fármacos de todo tipo.

-Se supone que el sistema sanitario está al servicio de las personas.

Está al servicio de quién le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial –puramente ilusoria- el sistema está al servicio del paciente pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.

- ¿Y qué papel juega el médico en esa mafia?

El médico es- muchas veces de forma inconsciente, es verdad- la correa de trasmisión de la gran industria. Durante los 5 o 10 años que pasa en la facultad de medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que se debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un “Dios” de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, la “científica”, no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles al sistema.

- El sistema en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada “medicina científica”, la que usted aprendió y de la que ha renegado. Precisamente en el mismo número en que va ha aparecer su entrevista publicamos un artículo al respecto.

La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton; tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma procede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de “enfermedad psicosomática” al paciente y le envía a casa tras recetarle pastillas para los nervios.

- Es decir, que a su juicio, la medicina convencional sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas.

Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí… da la impresión de curar, pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema del cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.

- A su juicio, pues, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no agresivas.

Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y le ayudan a sanar… pero tampoco curan. Mire, cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos. Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud.

- Y en su opinión, ¿Por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?

A ese respecto tengo tres hipótesis. La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando… pero es difícil aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello… pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder.

- Y la tercera supongo, es que no quieren acabar con el sistema.

Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, esa parece la más plausible. Y si un gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia.

LA MAFIA MÉDICA.

¿Quiénes integran, a su juicio, la “mafia médica”?

A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) –el Ministerio de Sanidad de la ONU- y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero.

- Tenemos entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es la “mafia de las mafias”.

Así es. Esa organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la “política de la enfermedad” en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar a su control.

-¿En qué consiste esa declaración?

Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo “ministerio de salud” es la OMS. Desde entonces “derecho a la salud” significa “derecho a la medicación”. Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.

-Una labor que no se cuestiona.

Claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud? Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.

- ¿Cree que ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control?

Por supuesto que no. Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, el dinero de las subvenciones. Y por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos sin fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al dinero.

-Una mafia sumamente poderosa.

Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia. Hoy en día a los investigadores se les “orienta”. Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los médicos “alternativos” se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se “fabrican” multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado… Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra; la madre, el Prozac; el niño el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.

LAS AUTORIDADES MIENTEN

- Lo que usted explica del sistema sanitario imperante es una realidad que cada vez más gente empieza a conocer pero nos han sorprendido algunas de sus afirmaciones respecto a lo que define como: “las tres grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias”.

Pues lo reitero: las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.

-Bien hablemos de ello aunque ya le adelanto que en la revista no compartimos algunos de sus puntos de vista. Si le parece, podemos empezar hablando de las vacunas. A nuestro juicio afirmar que ninguna vacuna es útil no se sostiene. Otra cosa, que sí compartimos, es que algunas son ineficaces y otras inútiles: a veces hasta peligrosas.

Pues yo mantengo todas mis afirmaciones. La única inmunidad auténtica es la natural y esa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales cortocircuitan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo. Y que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente: a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede trasmitir la enfermedad aunque no esté enferma. Asimismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad contrastada de ciertas vacunas.

- ¿A cuáles se refiere?

A las enfermedades como la tuberculosis y el tétano, vacunas que no confieren ninguna inmunidad; la rubéola, de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural; la difteria, que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba el 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos: la gripe y la hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas.

- ¿Y hasta qué punto pueden ser también peligrosas?

Las innumerables complicaciones que causan las vacunas –desde trastornos menores hasta la muerte- están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante. Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto contra los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.

- Le agradecería que mencione algunas.

Mire, en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los estados un gasto de miles de millones de euros al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas… es el que obtiene la industria. Además, la vacunación estimula el sistema inmune, pero, repetida, la vacunación, el sistema se agota. Por tanto la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el “sida silencioso” y garantizar un “mercado de la enfermedad” perpetuamente floreciente. Más datos: la vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz. Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región… Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplío muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.

-Bueno, es evidente que hay muchas cosas de las que se puede hacer un buen o mal uso pero eso depende de la voluntad e intención de quien las utiliza. Bien, hablemos si le parece de la segunda “gran mentira” de las autoridades: usted afirma que el sida no es contagioso. Y perdone, pero así como el resto de sus afirmaciones en este ámbito nos han parecido razonadas y razonables, no hemos visto que argumente esa afirmación.

Yo afirmo que la teoría de que el único causante del sida es el VIH o virus de la inmunodeficiencia adquirida es falsa. Ésa es la gran mentira. La verdad es que tener el VIH no implica necesariamente desarrollar sida. Porque el sida no es sino una etiqueta que se “coloca” a un estado de salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema inmune está bajo. Y niego que tener sida equivalga a muerte segura. Pero, claro esa verdad no interesa. Las autoridades nos imponen a la fuerza la idea de que el sida es una enfermedad causada por un solo virus a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en 1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el sida. Otra evidencia es el hecho de que hay numerosos casos de sida sin virus VIH y numerosos casos de virus VIH sin sida (seropositivos). Por otro lado, aun no se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el sida, lo cual es una regla científica elemental para establecer una relación causa-efecto entre dos factores. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo se activa cuando el sistema inmune está debilitado.

-Por cierto, usted afirma en su libro que el VIH fue creado artificialmente en un laboratorio.

Sí. Investigaciones de eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.

- También observamos que ataca duramente la utilización del AZT para tratar el sida.

Ya en el congreso sobre sida celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los “supervivientes del sida” afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, yo afirmo que se puede sobrevivir al sida… pero no al AZT. Este medicamento es más mortal que el sida. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmunodepresores como se refuerza el sistema inmunitario. Mire, el sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica. Es así de simple.

- Hablemos de la tercera “gran mentira” de las autoridades: la de que el cáncer es un misterio.

El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye a las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunitario está débil y no puede eliminarlas. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.

- Y es en ese momento cuando se entra en el engranaje del “sistema de enfermedad”

Así es. Porque cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o “formas de tortura”: amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Y después de cuatro décadas de “lucha intensiva” contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado. Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se han despilfarrado miles de millones de euros y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo. Hoy sabemos a quien beneficia esta situación. Cómo sabemos quien la ha creado y quién la sostiene. En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas. Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del “armamento contra el cáncer”; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.

LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA

- Sin embargo, a pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación?

Verá. Piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida, todo está bien, pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel de agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferiría morir a saltar.

- Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado.

Sí. Y yo creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad. La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y conectado con su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.

¿Y en que punto cree que estamos?

Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada “medicina científica” y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir si a nuestra autoridad interior.

- ¿Y qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior?

El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses. ¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.

-¿Y qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la consciencia en esta materia?

Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: “Eso es imposible”. En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.

Enviado por el profesor Carlos Linares Gálvez.

viernes, 1 de mayo de 2009

SOBRE EL VIRUS A- H1N1

¿QUIÉN O QUIENES SE BENEFICIAN CON SU PROPAGACIÓN?

¡Es un desastre para la economía de México! La propagación del virus signado como grupo A- H1N1, (conocido como “gripe porcina”), se expande a gran velocidad entre México y Estados Unidos, los niveles de posibilidad de pandemia se acrecienta según el informe de la Organización Mundial de la Salud.

Nos preguntamos frecuentemente sobre las característica del virus o por sus consecuencias inmediatas. Hay un buen número de indicios y sospechas que conducen a dirigir la mirada a estos otros hechos: 1. La propagación del virus empezó en EE.UU. no en México, ¿porqué no se ha convertido en pandemía en ese país? 2. No se han indicado casos precisos de que los porcinos en México estén infectados con el virus y sean la causa de su propagación al ser humano. 3. La presencia viral es atípica: se está desarrollando empezando la temporada cálida en el hemisferio norte, cuando lo usual es que incida en el inicio de la temporada fría. 4. Aún no se ha divulgado las características del genoma del virus A-H1N1, es permisible la hipótesis de que haya sido creado en un laboratorio.

De confirmarse esta hipótesis, queremos saber quien lo ha mutado experimentalmente en un laboratorio y bajo que objetivos lo está propagando. Tengo la impresión de que no se trata de un brote casual cuyo origen sea México. Existen poderosos intereses económicos que nos llevan a conjeturas muy distintas a suponer un brote natural del virus A-H1N1, parece que se trata de generar extraordinarias ganancias en alguna corporación farmacéutica insertando el virus de manera deliberada entre la población, para elevar la demanda del respectivo medicamento en el mercado mundial.

La cepa de este virus apareció por vez primera entre 1918 y 1919 en España, se le conoció como “gripe española”. La descripción del proceso infeccioso causado por el virus indicó que afectó más a personas con un sistema inmune saludable y normal que en niños y ancianos con sistemas inmunológicos mucho más débiles.

Entre los años 1933, 1935, 1946 y 1947 se produjeron epidemias de esta cepa viral en Europa. Se sabe que en laboratorios norteamericanos se le estudiaba como parte de un programa de “guerra bacteriológica” y se denunció que fue reintroducida en 1970 entre la población humana. El gobierno cubano dio la primera alarma de su uso como agresión a su economía, cuando denunció que a mediados de 1971 se introdujo el virus como parte de la agresión a su economía por parte del gobierno americano, introduciéndola desde el Fort Gullick. El gobierno cubano sostuvo que: "Esto hasta públicamente fue declarado por gente que participó en eso.” El mismo ataque biológico fue reportado años después en la isla. A fines de enero de 1980, en diferentes provincias de la isla, se desarrolló la "gripe porcina", “Se pudo comprobar -Denunció el gobierno cubano-la aparición de dos cepas diferentes del virus introducido, una variante modificada en laboratorio, de baja patogenicidad, que se incrementaba a medida que daba pases dentro de los animales susceptibles. La segunda cepa, con una gran virulencia, afectó al municipio de Imías en cerdos del sector privado.” Los cubanos tuvieron que sacrificar toda su producción porcina, para evitar que sus efectos devastadores pasarán a la población.

Podemos recordar que la aparición viral ha continuado: Entre 1977 y 1978, una variante de la influenza A/USSR/90/77 (H1N1), se desarrolló en Rusia, infectó a niños y jóvenes menores de 23 años. Entre 1978 y 1979 se logró desarrollar la respectiva vacuna.

Una fuerte y decidida oposición al desarrollo de la investigación del virus H1N1 surgió en octubre del 2005, cuando fue publicado en Science un artículo que refería a la posible alteración del genoma del virus H1N1. Esta información causó mucho temor en la comunidad internacional, la información indicaba que la cepa era apropiada para producir armas biológicas y/o bacteriológicas. El autor del artículo científico descubrió alteraciones en 25 – 30 aminoácidos de los 4.400 que componen el virus H1N1, estos ligeros cambios lo convertían en letal respecto a la cepa española de 1918. Lo más sorprendente es la conclusión de que esta nueva cepa podía crearse en laboratorios no tan sofisticados y/o costosos.

No se está haciendo nada por averiguar su origen o procedencia del A-H1N1, ¿Qué laboratorio o agencia está implicada en su propagación? ¿Tendrá la OMS el suficiente coraje para indagar la procedencia del virus y decirnos que no fue creado y propagado intencionalmente?

Existen tratados y convenciones internacionales que regulan las investigaciones en áreas sensibles que afectan la existencia humana. En el trabajo científico existen también regulación y autorregulación ética que toda comunidad científica y gobiernos están obligados a respetar y cuidar su cumplimiento. El principal y más elemental es el respeto a la vida humana. Sin embargo, el trabajo científico financiado por grandes corporaciones químico-farmacéuticas está indicando que éstas tienen la necesidad de asegurar sus ganancias, profundizando el usual pragmatismo que han mostrado en muchos años, en pragmatismo “salvaje” ante el avance de la crisis mundial. La inserción del producto farmacéutico dirigido a combatir la influenza A-H1N1 en un mercado generado por ellos mismos, se les debe significar ganancias extraordinarias.

La misión del trabajo científico es la de causar bienestar en la humanidad, esta máxima se ha dejado de lado una vez más. El conocimiento generado se utiliza con fines distintos a la salud humana. ¿Permitiremos nuevamente estar sujetos a los vaivenes económicos de grandes corporaciones que necesitan obtener el máximo de sus ganancias, en detrimento y perjuicio de la vida humana?