La presencia de Víctor Mazzi Trujillo en la literatura peruana marca la insurgencia de una voz que emerge desde lo popular y sigue un derrotero cultural muy propio y original de la clase obrera, cuyas contribuciones estéticas ya se conocían desde finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. En su Poesía proletaria del Perú planteó una secuencia evolutiva del acto creador de la poesía desde una perspectiva comprometida con los ideales de la clase obrera, arte poética del cual proviene y se dirige a ella misma.
Pablo Guevara en su periodificación de la poesía peruana ubicó a Mazzi dentro de la poesía imaginista-conceptista, bajo la natural influencia de la poesía de César Vallejo. Sin embargo, la evolución de su poesía, décadas más tarde, permite situarlo dentro del realismo proletario. Guevara señalaba que los poetas son una suerte de «sismógrafos» o aparatos que toman «placas radiográficas», ellos reflejan sintomáticamente la salud y la enfermedad de los pueblos, reflejo que a manera de un espejo recoge la realidad en que se desenvuelve el género humano y con él todos sus acontecimientos existenciales: el sufrimiento, la dominación más descarnada, la tortura y el martirio, el asesinato vesánico ordenado por el gobernante de turno, la miseria asfixiante entre otros muchos males y a la inversa, el espejo también nos permite ver una imagen reflejada muy diferente en el que se antepone esperanza, libertad, bienestar, prosperidad y en general la satisfacción de todas sus necesidades dentro de la existencia. El poeta no solo es el intérprete de su época, sino, sobre todo, el transformador de la condición de su entorno.
En esta edición homenaje, gran parte de los poemas que aparecen son inéditos y en ellos se privilegian más la actividad personal del poeta, algo alejada de aquello que se constituyó en su doctrina poética del proletariado, sin que por otro lado exista una contradicción o negación de los postulados que en su oportunidad esgrimieron en las dos declaraciones que el Grupo Intelectual Primero de Mayo (G. I. P. M.) que a lo largo de más de media centuria defendió con convicción y firmeza. Más allá de las palabras hay una actitud que rescatar de quien, sin duda, no existen antecedentes en la historia literaria del país. Mazzi es un claro ejemplo de vocación y reconocimiento de una clase social a la que perteneció y dignificó por derecho propio.
Consideramos conveniente reproducir una excelente nota del inolvidable Alejandro Romualdo –elegido presidente honorario cuando se fundó el G. I. P. M., en 1956– sobre la poesía de Mazzi, aparecida en la revista Cultura Peruana en abril del mismo año. Señala que la poesía de Mazzi «no es una voz de sálvese quien pueda: es más bien un grito de alerta, un aviso público, una advertencia y una orden». A continuación, insertamos los testimonios de dos de los integrantes más jóvenes del grupo, Julio Carmona desde el norte del país y Artidoro Velapatiño desde el sur, ambos nos ofrecen su versión personal e intransferible sobre la poesía, el poeta y sus afanes. Sobre este conjunto de testimonios se suma Segundo Cancino, poeta tacneño que destaca su amistad y compromiso de letras con el poeta.
La selección mínima de la poesía de Mazzi se inicia con un conjunto de nanas, las que marcan un compromiso con el futuro de las nuevas generaciones, sobre todo los iniciales poemas inéditos que se tomaron como proyectos que luego fueron evolucionando hasta culminarse como poemas logrados. Un grupo de poemas está dirigido a un público que disfrutará de la lectura de poesía para niños. Se publican dos poemarios que permanecieron hasta hoy inéditos; estos son: Cartas al viento y A la luz del canto. El primero señala una reinvención del tema poético, la distancia convertida en cercanía, el amor visto con rostro del compromiso militante, la metáfora convertida en discurso de existencia cabal, los conceptos reducidos a actos de interrogación sobre el entorno natural que abriga la existencia misma.
Finalmente, la edición culmina con una breve bibliografía de los libros personales, los cuadernos del G. I. P. M. y de los poemas dispersos aparecidos en diferentes revistas del país y el extranjero.
Esta edición homenaje adelanta la cercanía de celebrarse el sexagésimo aniversario de fundación del G. I. P. M. y celebra al poeta en su pluma y en su condición de creador, maestro y referente indispensable dentro de la creación poética peruana.
Jesús Cabel / Víctor Mazzi H.
Contracaratula de la edición homenaje. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario