miércoles, 25 de mayo de 2011

ESCRITORES PERUANOS RECHAZAN REGRESO DEL FUJIMORISMO

Marcha por los derechos humanos y contra la reinstauración de la dictadura fujimorista. Lima, jueves 26 de mayo.
 
Pongo a disposición de mi público lector este comunicado que viene circulando por la red social, el cual me fue enviado por nuestro apreciado amigo, el escritor José Luis Velásquez Garambel (Puno). Resulta muy oportuno leer el punto de vista de personalidades de las letras peruanas que rechazan la repulsiva campaña mediática que viene propalándose en distintos medios de comunicación del Perú, diseñada para lograr el regreso de un régimen corrupto que cometió asesinatos abominables. Por mi parte, suscribo este documento que marca distancia y rechaza la posibilidad de la elección de un gobierno que vendría a ser la continuación de una dictadura instaurada después del autogolpe del 05 de abril de 1992.

Inserto las imágenes de la marcha del jueves 26 de mayo, donde una inmensa concurrencia de obreros, estudiantes, pobladores y docentes entre otros, hizo demostración de rechazo a una opción de una pasado dictatorial, demostró que la memoria sobre la más letal de las dictaduras, sigue vigente.



Los familiares de los estudiantes asesinados de La Cantuta activamente marcharon contra la reinstauración de una nueva dictadura del fujimorismo. En las imágenes: Foto 1, Familiares de los asesinados en La Cantuta, jirón Colmena, 26 de mayo. Foto 2; Carmen Amaro Cóndor. Foto 3: Guisela Ortiz Perea. Foto 4: Raida Cóndor. (Fotos VMH)

CARTA DE ESCRITORES PERUANOS

CONTRA EL REGRESO DEL FUJIMORISMO
Y A FAVOR DE LA DEMOCRACIA

Quienes suscribimos esta carta expresamos nuestro enérgico rechazo ante la amenaza que, contra la democracia y la libertad de los peruanos, supone la posible resurrección de la dictadura fujimorista.

El régimen de Alberto Fujimori marcó el periodo más siniestro en la historia de nuestros gobiernos republicanos. Fue una década criminal cuyas funestas consecuencias no debemos olvidar, relativizar ni pasar por alto. En los últimos años, el mayor triunfo de la democracia peruana ha sido el rechazo a esa dictadura, el procesamiento judicial de sus líderes y el castigo legal a los innumerables delitos y crímenes contra la humanidad que cometió. El Perú debe rechazar una vez más la impunidad y reforzar su fe en una democracia con justicia para todos y con posibilidades de progreso dentro de un orden legítimo.

Los escritores que firmamos esta carta venimos de lugares muy distintos del espectro político peruano y tenemos ideas divergentes sobre cómo debería ser el manejo económico y social del Perú. Creemos, sin embargo, en el valor de la libertad, el rechazo a la criminalidad y a la violencia de estado, la defensa del orden legal y el respeto a los derechos humanos. Pensamos que estos son cimientos cruciales para la construcción de una nación justa y solidaria.

El candidato presidencial Ollanta Humala ha jurado públicamente defender esos principios. Creemos que nuestro deber en este momento es escuchar ese juramento y que nuestra obligación inmediatamente posterior será vigilar su cumplimiento. El presente nos ha dejado con esa alternativa que es la vía válida de oposición a la reinstauración de la dictadura.

La democracia es el ejercicio de una negociación: todo gobierno debe escuchar a su sociedad civil. La sociedad civil tiene el deber de guiar a su gobierno, hacer sentir su poder y su mandato y fiscalizar su rectitud. Pero esa negociación sólo es posible cuando el poder lo ocupa un movimiento político. El crimen está fuera de ese espectro: no se negocia con quienes han abandonado la política y han elegido la criminalidad.

Por estas razones, los abajo firmantes llamamos a la sociedad a mantener su poder de representación, rechazando el regreso de la dictadura y solidificando, mediante el voto por Ollanta Humala, con una actitud activa y vigilante, nuestro orden democrático. El nuestro es un llamado esperanzado y optimista a la unidad nacional: este 5 de junio, los peruanos debemos defender, a través de un voto responsable y cívico, nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestra democracia.


Atentamente,

Alfredo Bryce Echenique DNI: 10840740
Mario Vargas Llosa DNI: 06625243
Miguel Gutiérrez Correa DNI: 06117054
Abelardo Oquendo Cueto DNI 07774567
Rodolfo Hinostroza DNI: 06644071
Fernando Iwasaki DNI: 06517306
Daniel Alarcón DNI: 46678140
Santiago Roncagliolo DNI: 10264193
Diego Trelles Paz DNI: 10770076
Gabriela Wiener Bravo DNI: 10141561
Roger Santiváñez DNI: 08104162
Carlos López Degregori DNI 07770757
Ricardo Sumalavia DNI: 25564248
Gustavo Faverón Patriau DNI: 09297955
Juan Carlos Ubilluz DNI: 25728798
Miguel Ildefonso DNI: 07466249
Emilio Bustamante DNI: 10811698
Juan Manuel Robles DNI: 40037861
Luis Hernán Castañeda DNI: 41308217
Jorge Eduardo Benavides Pasaporte: 0426237
Carlos Yushimito del Valle DNI: 07525367
Alfredo Pita DNI O6519037
Rosina Valcárcel DNI: 07330070
Martín Guerra Muente DNI: 07535897
Olga Rodríguez Ulloa DNI: 41898752
Andrea Cabel García DNI: 41624669
Maurizio Medo DNI: 06026716
José Carlos Yrigoyen DNI: 10273153
Eduardo González Viaña DNI: 18172685
Victoria Guerrero DNI: 09645644
Jaime Rodríguez DNI: 104349
Jorge Eslava DNI: 25680876
Max Palacios DNI: 07877452
Alexis Iparraguirre DNI: 08157171
Enzo Neyra Magagna DNI: 40762566
Rodolfo Ybarra DNI: 09441432
Juan Cristóbal DNI: 08705429
Félix Terrones DNI: 40730345
Carlos Dávalos DNI: 10278109
Otilia Navarrete DNI 08809979
Walter Lingán DNI: 23522780
José Antonio Galloso DNI: 09868715
Luis Freire Sarria DNI: 06628179
Gustavo Rodríguez DNI: 07864321
Percy Encinas C. DNI: 08266219
Cecilia Podestá DNI: 41028393
José Güich Rodríguez DNI: 07272400
Harold Alva Viale DNI: 80654533
Giancarlo Stagnaro DNI: 10003659
Richard Parra DNI: 07507025
Ernesto Escobar Ulloa DNI: 09867828
Claudia Arteaga DNI: 42500425
Bernardo Rafael Alvarez DNI 25486055
Julio Carmona DNI 02874377
Gloria Mendoza Borda DNI 29300755
José Luis Velásquez Garambel DNI 40708579

El documento puede visualizarse en el siguiente hipervínculo:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/grupo/escritores/peruanos/firma/manifiesto/regreso/fujimorismo/elpepuint/20110525elpepuint_8/Tes

domingo, 22 de mayo de 2011

PERÚ 2011: USOS Y APLICACIONES DE LA GUERRA PSICOLÓGICA.

 "El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios"
     Luis Miro Quesada de la Guerra.

Es interesante notar de una sección de práctica militar se ha reinstalado en la vida política peruana: el objetivo estratégico, la reinstalación de un gobierno autoritario Fujimorista mediante una activa guerra psicológica.

Si el concepto de democracia en el Perú sólo se ha restringido al momento de la elección de candidatos en fechas determinadas, el pleno ejercicio de aquella democracia no se vislumbra en ningún espacio público, dónde las decisiones deben consultarse a los afectados, el ejercicio de la consulta y el respeto a las partes en conflictos de intereses, parece ser una quimera inventada para pretender un espacio ficticio donde el poder es aparentemente compartido por todos los miembros de la sociedad.

Después de una valiente lucha por la reinstalación democrática en el año 2000 y el derrumbe de la dictadura, se dudaba que los grupos de poder económico hubieran abandonado sus preferencias hacia el autoritarismo dictatorial fujimorista, siempre fue percibido que la democracia les incomodaba cuando se tocaban sus intereses en determinadas inversiones que manejaban a su antojo y bajos sus propias reglas de ganancias.

De la condena mundial y nacional de los crímenes cometidos por esta dictadura (y de la cual uno de sus personajes más influyentes sostuvo que ellos “habían matado menos”), un escenario propicio se les presentó en la esperanza que la hija del dictador ganará las elecciones de este año 2011. La indignación contra una dictadura que había robado las arcas fiscales cometiendo los actos de corrupción más abominables, que había asesinado a miles de personas, que había esterilizado a miles de campesinas sin su consentimiento, que había corrompido la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y Policiales, de un momento a otro se le lavó la cara y apareció como moralmente “correcto” y “sin que represente una dictadura”.


El código de ética del periodista está ausente en gran parte de medios de comunicación del Perú.
Caricatura de CaBe.
 Uno tiene el derecho de preguntarse ¿porqué de un momento a otro la decisión de varios grupos de poder deciden convertir en "honorable" y “correcta” una opción política que destruyó la sociedad peruana? ¿Quién determina lo que es “moral y políticamente correcto” la elección de un grupo político cuyos personajes están cuestionados y sancionados por ley? ¿Se puede corromper la conciencia moral de la población mediante la propagación de información tendenciosa y falsa?

Es interesante notar como la década de 1990 parece haber regresado al escenario político peruano, cuando Fujimori dio su autogolpe y compró las líneas editoriales de la televisión, radio y diarios. Millones de dólares de las arcas fiscales empezaron a ser entregados a determinados dueños de tales medios de “comunicación”. No faltaron quienes rompieron sus códigos de ética profesional como periodistas, para sumarse a semejante campaña, era de moda hablar de los “psicosociales fujimoristas”, aquellos personajes hoy aparecen limpios y sin mácula de corrupción, a diferencia de otros periodistas, quienes enfrentaron la dictadura y fueron pasados al silencio, en otros casos asesinados a mansalva. Casos de entereza de ejercicio de la profesión del periodista son pocos, pero son.

El diseño de una prensa que se bañaba en el lodazal de la corrupción, que propalaba información falsa y apócrifa, se basó en la aplicación de programas de Guerra Psicológica, aprendidas en determinadas escuelas de guerra del extranjero, cuyo manual sigue siendo consultado hoy por asesores de imagen como por operadores políticos de regímenes dictatoriales.

Una guerra psicológica es un conflicto sin fusiles, dónde se traza una estrategia y se planifican las operaciones tácticas paso a paso. No hace poco el Diario La Primera dirigida por César Lévano denunció la existencia de un programa de Guerra Psicológica denominado “Plan Sábana” cuyo objetivo principal es hacer que la hija del Dictador gane las elecciones peruanas ha efectuarse el día 05 de junio del 2011. Exactamente, lo que previno el diario La Primera se ha cumplido escrupulosamente, sin desviarse un ápice de la estrategia inicial, cada operación psicológica se ha cumplido fase a fase hasta culminar el 05 de junio con una victoria “sin igual” de la candidata. Esto muestra que el aparato que formó la dictadura aún ha quedado intacto, no sólo por los siniestros personajes que la integraron y han regresado a la vida política peruana, sino por la estructura organizativa montada desde determinados organismos del Estado, aún continua operando.

La finalidad de una guerra psicológica es “influir directamente en la mente de los ciudadanos”, durante un conflicto, es dominar las motivaciones y actitudes de la población generando información dudosa o manipulada, sus resultados deben en lo posible consolidar a la población aliada, definir a los neutrales en favor propio y destruir el prestigio y la honorabilidad del adversario. Esto sólo puede lograrse tomando control parcial o total de medios de comunicación, aplicando un sutil y refinado plan de informaciones que vaya formando opinión favorable en la población en favor de lo planificado, destruyendo las posibilidades de éxito del adversario. El arma psicológica debe optar por determinadas técnicas de información, las cuales deben evitar que la información engañosa y tendenciosa propalada sea descubierta y rechazada por el publico.

Una definición de guerra psicológica que se utiliza es la siguiente: “Las operaciones psicológicas comprenden actividades de tipo político, militar, económico e ideológico, pero siempre activadas dentro del campo de la propaganda, la cual consiste en la difusión de doctrinas, ideas o llamados especiales dirigidas a exaltar emociones dentro de un determinado grupo social, con el fin de influir en las opiniones, actitudes y conducta del mismo, modificando aquellos en el sentido que favorezcan los objetivos del grupo, nación en operaciones psicológicas en particular.” Esta definición tomada de un manual militar se aplica estrictamente en esta campaña electoral. Basta con observar un programa televisivo peruano, un noticiero de radio o determinados diarios de circulación nacional que se ufanan de ser “objetivos” y “neutrales”, -salvo honrosas excepciones de periodistas y medios de comunicación independientes-, todos siguen un libreto escrito por especialistas castrenses en guerra psicológica.

Es singular ver como se puede notar la estructura de esta condición de manipulación cuando recibimos la propaganda como información planificada en comentarios insidiosos y fuera de contexto, propaganda interesada sin ninguna prueba o evidencia que demuestre lo que se propala sea cierto, contra propaganda bien montada que aparenta ser crítica, pero que al buscar sus fundamentos resultan en exabruptos muy difíciles de digerir; la propaganda explicativa que suelen utilizar para convencer a la opinión pública, puede ser beneficiosa para un pequeño grupo, pero no para toda la población; se especializan en lanzar rumores sin fundamento, estos sirven para desviar la atención del público cuando se pone en evidencia el engaño y la falsedad de la información propalada; el tema que domina los titulares de los informativos, indica la evolución de cada fase de la guerra psicológica en curso, para ello utilizan determinados lemas que repiten constantemente para fijarlos en la mente de las personas, en lo posible utilizando símbolos que deberán culminar en tareas luego de lanzada la operación psicológica.

Es cómico ver a determinados periodistas peruanos como han aprendido la lección castrense y entrevistan a los candidatos a la Presidencia de la República: para el que no está en los planes de los grupos de poder económico, no entrevistan sino apabullan con preguntas, de manera tal que no dejan escuchar sus planteamientos y no se deja en claro lo que plantea, en cambio, para la hija del dictador, el libreto a seguir es simple: haz una pregunta por vez y que hable sin límite ni control de tiempo. Una periodista de un canal de televisión por cable se quejaba que al candidato que no es de simpatía de los propietarios de dicho canal se le cortó la trasmisión de su mensaje rompiéndose la neutralidad que proclamaba

Mientras se observa la inocultable simpatía de muchos canales de televisión, diarios y radio por la hija del dictador, a quien se le otorgaba todo tipo de cobertura periodística, incluyendo propaganda gratuita. El concepto de Libertad de prensa es tan retorcida y falaz en los dueños de dichos medios, que creen que los contenidos emitidos deben ser tragados a la mala por la población. Lo que parece fallar en toda operación de control psicológico de la población es el control de la audiencia. No hace poco un reconocido periodista advirtió que la población no es tonta y rápidamente percibe el engaño y la manipulación a la que pretende ser sometida. Ni utilizando determinadas empresas encuestadoras para medir el nivel de efectividad de las operaciones psicológicas pueden ocultar lo evidente: La población se da cuenta del engaño a la que se le está sometiendo.

Las campañas electorales basadas en el terror para atacar algún candidato con alguna inclinación izquierdista, se ha aplicado indistintamente en Colombia, El Salvador, Guatemala, México entre otros muchos países latinoamericanos. Los argumentos son parecidos: “atacará la propiedad privada”, “instalará un gobierno de modelo cubano o venezolano”, “afectará las inversiones extranjeras”, “secuestrará la niñez arrancándolos del hogar para formarlos en ideologías no oficiales”, “redistribuirá la propiedad o los fondos públicos con sectores que no aportan o contribuyen”, “te quitará tus propiedades tanto casa como ahorros”. Los libretos de la guerra psicológica siempre tienen el mismo patrón y provienen de un poderoso país del norte.

En Perú, los colectivos sociales y los sindicatos parecen haber aprendido la lección de la guerra psicológica ocurrida durante las elecciones del 2006, esta vez no están dispuestos a tragarse los efectos de esta guerra psicológica, la resistencia es tan evidente que no se necesita comprar algún diario o ver algún noticiero parametrado para enterarse del rechazo de la población a la candidata del dictador preso, la red social en internet es tan efectiva que demuele aquellos psicosociales lanzados con alevosía, ventaja, nocturnidad, financiamiento sospechoso y de pésimo gusto.

Definitivamente no pertenezco al grupo NI-NI (ni con Fujimori - ni con Humala), optar por esta postura es otorgar la posibilidad a que regrese el tenebroso pasado fujimorista. Emitiré mi voto a favor del candidato Ollanta Huamala, apostando por la vigencia de las libertades democráticas, evitando el retorno de una dictadura sanguinaria, como lo ha sido el régimen Fujimori-Montesinos.  De la candidata del dictador Fujimori, si llegará al gobierno, tendrá que enfrentar el rechazo activo de la población, que no transigirá con la corrupción y el autoritarismo de la que es representante, el conflicto se avecina y ninguna guerra psicológica podrá detener el rechazo activo a su gobierno.

miércoles, 18 de mayo de 2011

EL RETORNO A LA CAVERNA.

Hace más de dos mil años Platón había escrito la “República”, en cuyo libro séptimo hace una interesante alegoría sobre el conocimiento verdadero y el bien, se le conoce también como “alegoría de la caverna”. En este texto argumenta sobre el conocimiento y su uso como bienestar, justicia y belleza. Hoy en día los criterios de validez de verdad en su proceso informativo deben confrontarse con el sentido platónico de su seguridad y confiabilidad. Su reflexión sobre el bien común que puede generar el conocimiento verdadero, nos conduce a considerarla como una virtud que sitúa el bien como fin supremo del conocimiento de la verdad.

La imagen que muestra, es que vivimos atados a cadenas que se representan como nuestros errores, cadenas que están construidas por un falso conocimiento que pretende erigirse como verdadero, surgidas de nuestras percepciones de las imágenes de una caverna, cuyas formas están proyectadas de manera intencional por titiriteros, quienes controlan la proyección de dichas figuras, haciéndonos imaginar y “discutir” sobre las figuras que se proyectan en el fondo de la caverna, imágenes de las cuales creemos tener la seguridad que son las representaciones verdaderas de los objetos.

La imagen de la caverna resulta siempre tenebrosa, las figuras como ilusiones se instala en nuestra percepción de la realidad. Foto del autor.
Sostiene Platón que la única forma de romper esas cadenas que son nuestras propias pasiones, sea la intención de lograr el verdadero conocimiento, esto es, salir de la caverna a ver la luz del sol, aunque en un primer momento dañe nuestros ojos, no acostumbrados a ver la verdad clara y diáfana.

Hoy, después de dos mil años que nos separa de lo que escribió uno de los filósofos más representativos de la cultura occidental, el tema vuelva a guardar vigencia, y resulta conveniente para meditar sobre la condición de habitantes de la caverna a la que hemos regresado, en tiempos de la “sociedad del conocimiento”, donde la calidad de la información sirve para la toma de decisiones.

El manejo de la información resulta siendo hoy, una noción corporativa de la mentira fabricada, la que que se vende al público como cualquier otro producto, bajo la intención de que la cadena de mentiras lanzadas por distintos intermediarios (Radio, televisión, diarios, internet) resulte siendo efectiva para lograr metas muy distintas a las que el público debería enterarse.

Usualmente desde las más feroces y grotescas dictaduras hasta las frágiles democracias han operado la aceptación de sus decisiones lanzando información falsa, tendenciosa, manipulando y desvirtuando los hechos. El poeta José Martí decía que a un pueblo ignorante es más fácil engañarlo y hacerlo servil. No se equivocó cuando vislumbraba un hecho tan simple y contundente: la información falsa puede ser mostrada como si fuera verdadera y lograr que el engaño colectivo funcione al quitarle la decisión y reacción de los que consumen tal información. Jean Paul Sartre sostenía que la mentira es una deformación consciente, intencionada, de la verdad. La mentira tiene por finalidad engañar a otro. Tanto el que engaña y el engañado cae en un proceso que denomina “inautenticidad”. Este autoengaño colectivo es una característica muy presente en el contexto contemporáneo.


Para Sartre la inautenticidad significa  tanto el que engaña como el engañado terminan creyendo en la misma mentira.
El mentiroso corporativo conoce su condición y sabe que está mintiendo bajo determinada intención (justa o injusta), aunque sabe que su mentira no siempre surtirá efecto, tarde o temprano se descubrirán los motivos e intenciones de la información falsa, sólo les interesa que el objetivo primordial a lograr debe asegurarse una vez que el público tomó conocimiento del engaño y debe utilizar a los fedatarios de la fe colectiva (tanto encuestadoras, como las fachadas creadas para tal fin) son creadas para que asienten que la “opinión pública” acepta o rechaza determinada información que justifica una decisión tomada por unos pocos en perjuicio de muchos.

Y esos “pocos” que toman las decisiones más importantes -que no se le consulta al perjudicado-, son los personajes siniestros que dirigen la economía mundial, los que se reparten los mercados del mundo, los que ponen y sacan títeres que les cuidarán las “inversiones” en cada gobierno de turno, lo que acuerdan guerras e invasiones para que la industria bélica no entre en crisis y de paso llevarse todo el petróleo o riqueza que determinado país se niega a comerciarlos a precios irrisorios, son los que cometen colosales fraudes en el sistema financiero y resultan protegidos; los que imponen la ilusión de los modelos económicos donde el libre mercado arruina a los pequeños y consolida a los poderosos, que convierten las economías locales en proveedores periféricos del centro. Aunque la lista de pecados de esos personajes siniestros es extensa, no deja de llamar la atención que a veces parecen ser amables y traer el “desarrollo”, la verdad es que en el mundo de las apariencias, las brutales guerras que desarrollan los muestran tal como son, sin ninguna máscara “mediática”

Una enseñanza contemporánea que ofrecen Platón y Sartre es justamente la consciencia de libertad, la autodeterminación a partir del propio proyecto. En la época que vivimos, es tomar la información verdadera y elegir determinadas opciones que contribuyan al bienestar colectivo. No es equivocado desenmascarar las intenciones de las corporaciones de la mentira, un acto eficiente es indagar las intenciones ocultas que se propalan en cada noticia. Si no estás de acuerdo con un medio periodístico, lo mejor es no comprar dicho diario o revista. Si un programa radial o determinado canal de televisión propala información tendenciosa, es mejor apagar el televisor o radio, en el mejor de los casos, buscar programas culturales. Esto es mejor a una ingesta de mentiras y versiones tendenciosas que unos cuantos personajes siniestros acuerdan y nos bombardean por dichos medios (como los titiriteros de la caverna).

Una actitud crítica de la manipulación informativa es lo que se denomina “higiene mental”, muy conveniente en estos tiempos, para salir de la caverna y habitar el mundo en la claridad del día.

Platón. Pintura de Pedro Berruguete.

ARGUMENTO DE LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA

«Platón para explicar el estado de la naturaleza humana en relación a cada especie de conocimientos, se vale de una alegoría. Supone la existencia de una cueva donde desde su niñez, una multitud de hombres viven encerrados; cargados de cadenas, no pueden andar ni moverse, ni siquiera volver la cabeza. Detrás de ellos arde un fuego del que sólo perciben los reflejos. Por el muro que divisan ante sus ojos, pasan proyectadas sombras que ellos creen ser seres reales. La cueva en donde se hallan estos hombres es el mundo en que vivimos nosotros; las cadenas que los atan, son nuestras pasiones y errores; las sombras, en su apariencia de seres reales somos nosotros y los demás hombres. En efecto, el hombre encadenado en la vida real como estos de la cueva, no es más que un vano fantasma, como si no existiera. Sólo si se le pudiera hacer ver la luz que brilla a sus espaldas y se le sacará de la cueva, libre de las cadenas, o sea liberar al hombre de sus pasiones y errores, y hacerle comprender la luz del conocimiento, existiría en realidad. Sólo puede existir el hombre que tras largos y penosos esfuerzos, logra romper las cadenas y escapar de las tinieblas de la caverna. De esta alegoría se deduce que el mundo visible sólo puede explicarse por la contemplación del mundo invisible. Es de los confines de este mundo, mundo puramente intelectual, que procede la idea del bien, que se percibe con dificultad, y que no es posible percibir sin deducir que ella es la causa de todo cuanto existe de bello y bueno; idea que en el mundo visible produce la luz y el astro de que ésta procede, y que en el mundo invisible produce directamente la verdad y la ciencia. Si se fija bien la mirada en esta idea, puede uno conducirse bien y con sabiduría en la vida pública y privada. Por consiguiente, nadie será digno de gobernar a los hombres si no ha salido de la cueva, libre de sus cadenas, y si no ha penetrado en el mundo de la esencia de las cosas y de la verdad».