Por: Roberto de Alva
¿Cuál es el título de su nuevo libro sobre Guamán
Poma, cuándo saldrá a la venta y en qué editorial?
Mi nuevo trabajo se titula: “El mundo está
perdido. Influencias de Acuña y Arteaga en el ideario de Guamán Poma”: Circulará
el libro, si no hay inconvenientes, a partir de octubre del 2013. Pondrá a la venta la “Editorial de las
Ciencias de Berlín” (Wissenschaftlicher Verlag
Berlin – WVB, 444 páginas) que distribuirá mediante librerías (Shop) y
Amazon a un precio asequible para cualquiera.
Algunos
estudiosos de Guamán Poma, afirman que hay influjos del mercedario Martín de
Murúa en el cronista indio, ¿qué nos pude decir al respecto?
Los estudiosos también tienen el derecho a
equivocarse. En verdad, en la obra de Guamán Poma casi nada existe de la
influencia de Murúa, sino que el fraile Murúa aprovechó muchos de sus datos
(relatos) y algunos dibujos de la mano del cronista quechua. Para mí en cambio
habría la posibilidad de afirmar: “los influjos de Guamán Poma en Murúa”.
En el
nuevo libro usted presenta “el documento gemelo de la Nueva Crónica.” ¿Podría
explicarnos qué manuscrito es aquel?
Cuando escribo sobre los influjos en la obra
de Guamán Poma, me estoy refiriendo a los contactos directos que tuvo el autor
quechua con algunos funcionarios coloniales. Trabajó mucho tiempo como
traductor al servicio de Juan Pérez de Gamboa en las minas de Huancavelica y
más tarde, laborando Guamán Poma como lengua de la Real Audiencia de
Lima en 1588,
viajó al servicio del oidor Pedro Arteaga de Mendiola a la visita de las mismas
minas de Huancavelica. En esa ocasión el cronista firmaba como Lorenzo
Anchachumbi, asimismo, con los nombres Felipe Lorenzo o Felipe Lázaro
Guamanchumbi o Anchachumbi (el mismo don Felipe Guamán Poma de Ayala) que
trabajó de traductor también para el oidor de la Real Audiencia de Lima doctor
Alberto de Acuña quien, estando en Panamá, escribió un “memorial en 1598” que
dirigió al Consejo de Indias una extensa descripción de los numerosos abusos
cometidos contra los indígenas por los funcionarios españoles coloniales, los
encomenderos, los curas, y los mismos caciques nativos. Este documento “gemelo”
contiene 43 capítulos cuyos puntos fundamentales son las quejas que también
están en la parte de “Buen gobierno” de Guamán Poma; en algunos puntos del
memorial de Acuña, al parecer, discrepa Guamán Poma, pues esto demuestra que no
es una copia textual de ninguno de ellos, al contrario, nos estaría presentando
que ambos autores conocían sus pensamientos para criticar o acogerlos. Guamán
Poma tendría este documento tal vez de modelo para agrupar en su crónica los títulos
comunes como: Iglesia, curas, mineros, encomenderos, españoles, indios,
curacas, negros, entre otros.
Abusos por corregidores dibujados por Guamán Poma. |
En su
libro está el tema de la “conquista” del Perú por Pizarro, que esa empresa
militar estaba subvencionada por el banquero alemán Jakob Fugger. ¿Qué puede
decirnos del asunto?
Existe suficiente documentación del siglo XVI
donde consta que el Perú estaba “hipotecado” por “ocho años” al banquero alemán
Jakob Fugger, según un acuerdo con la Corona hispana firmada en 1531; de ahí
que Pizarro no podía disponer el reparto de las tierras sino hasta después de
1539. Nos preguntamos: ¿En el año de 1532 y siguientes, con el oro de
Atahualpa, con las joyas de los templos de Pachacamac, el Qorikancha del Cusco,
el templo del Sol de Vilcashuamán, etc., habrían pagado la deuda militar
española al banquero alemán? Casi nada se sabe sobre este asunto económico de
esa lejana etapa, pero en el futuro, las generaciones venideras, tal vez tengan
la tarea de aclarar este panorama poco visible en la historia peruana.
Hay
temas nuevos en el libro como la “contradicción de la perpetuidad de los
indios” y la utopía del conde de Aranda y la distopía de Guamán Poma de los
“cuatro reinos” ¿podría en breves palabras aclararnos al respecto?
Los Habsburgo (en castellano la Casa de los
Austria) tenían una deuda fabulosa contraída con el banquero Fugger desde la
elección de Carlos V como Emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico, pues
para saldar esta deuda Felipe II, hijo de Carlos V, decidió estudiar la
posibilidad de “vender hombres y tierras” de por vida a los encomenderos, es
decir que esos señores serían dueños perpetuos de tierras e indígenas y
aquellos podían hacer y deshacer de su propiedad. Contra este proceder hubo una
reacción de los principales nativos cusqueños, de ahí que se llame “la
contradicción a la perpetuidad”. En cuanto al caso singular del planteamiento
de Guamán Poma quien luchaba por la Nación nativa libre del colonialismo y la
devolución de las tierras a los indígenas, el cronista quechua propiciaba los
“cuatro reinos de naciones y castas”: una “Nación de indígenas”, la “Nación de
Guinea o negros”, la otra “Nación de moros o Turcos” y la “Nación de Roma o cristianos”,
es decir se levantarían Naciones–Estados soberanos, con una economía tipo
empresas concentradas en las comunidades nativas. Mientras en el siglo XIX,
para evitar la Independencia de las colonias de América, el conde de Aranda
propugnaba una monarquía de “cuatro reinos” absolutista así para volver a
levantar al viejo colonialismo que se caía a pedazos.
La colonización fue brutal contra la resistencia inka. |
Berlín, octubre de 2013.
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