martes, 21 de diciembre de 2010

CONTRA LA CORRIENTE

EL DISCURSO DE MARIO VARGAS LLOSA EN ESTOCOLMO

“Yo no miro adonde miras:
Yo te estoy viendo mirar
Pedro Salinas. La voz a ti debida, 1251- 2

Es un tema ineludible, sobre el oficio de escribir y el último premio Nobel otorgado a Mario Vargas Llosa. Nunca coincidí, ni coincidiré con sus perspectivas conservadoras, a pesar de autoproclamarse demócrata e incansable crítico de las dictaduras militares. Vargas Llosa resulta un escritor contradictorio y tenaz, muchos de sus escritos -ensayos, novelas o dramaturgia- nos muestran sus propias perspectivas personales, hablado en boca de sus personajes, construidos dentro un sórdido universo describiendo complejas relaciones humanas, donde las causas de la dominación están ausentes y sus consecuencias son irrelevantes, sus escenarios se muestran como caricaturas del drama neocolonial latinoamericano.

La complejidad de ser peruano, está muy distante respecto a su visión antropológica de rechazo a la población de nuestros andes. Muchos textos suyos nos narran de una naturaleza pérfida de personajes representativos del mundo andino. Su rechazo del universo narrativo de José María Arguedas, denostándola como “utopia arcaica”, nos muestra su desapego a lo que es ser propiamente peruano: el permanente conflicto de identidad entre distintas culturas que han subsistido después de la invasión colonial hispana y del intento por desaparecer nuestros propios cánones culturales. No hace mucho, los peruanos Awajun y Wampis de Bagua rechazaron un decreto legislativo que los despojaba de sus tierras, no tuvo mejor idea que vilipendiarlos ante el mundo, cuando los hechos fueron muy distintos a la verdad “oficial” proclamada desde esferas gubernamentales. El derecho a preservar el hábitat amazónico que hicieron respetar tanto Wampis como Awajun, Vargas Llosa la ha llamado “victoria pírrica”, en otras palabras, está de acuerdo en la venta de la amazonía peruana a transnacionales que terminan destruyendo todo el hábitat donde han invertido sus capitales. (Véase El Comercio, edición 28 de junio 2009, pág. A-3)

Esta vez, la Academia Sueca ha virado hacia la literatura producida desde el boom latinoamericano, el Nobel otorgado muestra sus preferencias estéticas hacia un escritor conservador. Jean Paúl Sartre, a quien tanto admira Vargas Llosa, tuvo una decisión muy distinta cuando se le otorgó el mismo premio. Se ha proclamado el universalismo de las letras peruanas, nosotros siempre hemos sostenido que el peruano más universal sigue siendo César Abraham Vallejo Mendoza.

Presento este artículo recientemente escrito por el poeta Julio Carmona sobre el Discurso de Vargas Llosa al recibir el Nobel, espero que sea leído con objetividad, desde la perspectiva del crítico apasionado, en verso de Pedro Salinas, no mira adonde la multitud mira, sino lo que ella mira.

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Después de que, en el año 2007, publicara mi libro El mentiroso y el escribidor. Teoría y práctica literarias de Mario Vargas Llosa (que se puede leer en la sección “Libros” de la revista digital argentina www.redacionpopular.com), yo tenía pensado no volver a ocuparme de los escritos de Mario Vargas Llosa. En ese libro pongo en evidencia que su aparato teórico se sustenta en burdas mentiras, y que su narrativa está plagada de errores, todo lo cual devalúa su trabajo literario, el mismo que debe inscribirse dentro del naturalismo, por su exacerbada propensión a la truculencia y el melodrama, y no dentro del realismo, tendencia en la que él mismo se empeña en ubicarse, como lo dice en la Introducción a La verdad de las mentiras, cuando se refiere al escritor realista y habla de “aquella secta, escuela o tradición a la que sin duda (¿) pertenezco.” (No, señor, sí hay duda al respecto).


Mario Vargas Llosa, caricatura de Omar Zevallos.
Y esa decisión de mantenerme en silencio la he puesto en práctica durante todo el tiempo transcurrido desde que le concedieron el Premio Nobel. Lo cual no quiere decir que me hubiera mantenido indiferente (la indiferencia suele ser la máscara del conformismo); preferí participar –en ese lapso– enviando a mis contactos de Internet las opiniones de otros autores, cuya ecuanimidad y buen juicio los hacía merecedores de difusión, pues, en términos generales, centraban el asunto desde dos perspectivas: a) en el caso de los peruanos, reivindicando su derecho a ser excluidos de esa especie de fatamorgana (espejismo o ilusión) que hacía participar “a todos los peruanos” de un generalizado regocijo por el referido premio (como si hubiéramos ganado el mundial de fútbol, se atrevió a decir un conocido poeta) y que el mismo Mario Vargas canonizó al decir con hipertrófica metáfora: “Yo soy el Perú”, y b) en el caso de los opinantes de otros países, confrontando los cacareados méritos literarios del escribidor con sus posiciones ciudadanas, que no están divorciados y que son, como el metal y la imagen de la moneda, expresión de un mismo valor o desvalor.


Pero la publicación y difusión laudatoria que de su discurso han hecho los medios oficiales y cuasi oficiales del Perú, me hicieron ver que Mario Vargas no escarmienta, y que sus hagiógrafos padecen una irredimible ceguera. Sé que los actores de esa farsa son inmunes a la crítica; pero sé también que ésta no se practica con el objetivo de hacerlos “entrar en vereda”, sino como intercambio de experiencias lectoras. Y en tanto todo lo expresado es pasible de contradicción (sólo los axiomas matemáticos se ven exonerados de esa confrontación), voy a expresar aquí mi opinión sobre el referido discurso. Y lo inicio con el siguiente encabezamiento en verso:

Si así como miente escribe
y así como escribe miente
lo más seguro es que vive
como una bella durmiente.

Y la alusión al sueño, del verso, enlaza con la famosa imagen del “nubenauta” que Luis Felipe Angell, Sofocleto, popularizó para referirse a Fernando Belaúnde Terry, de quien decía daba la impresión de vivir en el país de las maravillas o que veía al país de las pesadillas, alejado, desde una nube. Y el paralelo no es desfasado si, como lo han precisado otros comentaristas, entre Belaúnde y Vargas existió no sólo una vinculación ideológica (que materializó en el FREDEMO) sino una complicidad fáctica en el encubrimiento de la masacre a los periodistas en Uchuraccay, que fue atribuida por aquellos a los campesinos de dicha comunidad andina, hallándose los verdaderos culpables en el entorno presidencial.

Y en la medida que los cargos achacables al discurso en cuestión siguen siendo los de la falacia y el error, me remito a las pruebas. Y se ve que el error se puede verificar desde el título: “Elogio de la lectura y la ficción”. Lo más probable es que Mario Vargas –apabullado por esa suerte de obnubilación que padecen los padres para exagerar la belleza de sus hijos– no se percató del error que hay en el título de su novela Elogio de la madrastra, y lo asumió como mérito transferible a su discurso (que debió haber sido una pieza maestra, impecable o incuestionable). Y es un error que fue detectado por el psiquiatra Carlos Alberto Seguín y que lo planteara en un artículo periodístico, en los siguientes términos: “¿No debería haberse dicho ‘Elogio a la madrastra’ en lugar de ‘Elogio de la madrastra’? En el primer caso se usa la preposición a, que indicaría destino: se elogia a alguien; en el segundo caso de parece más bien indicar que el elogio se origina en la madrastra (pues de ‘manifiesta de dónde son, provienen o salen las cosas o las personas’.”

El discurso del Nobel Vargas fue, en realidad, un cuento, y no precisamente el mejor de este escribidor.

En el caso del discurso (como una especie de acto fallido) resulta que la lectura y la ficción son las que elogian al nobel discursero, a quien –por ese intríngulis retórico– se puede aplicar el calificativo de “sinuoso”, adjetivo que él usa para referirse al cardenal Richelieu político del siglo diecisiete francés. Sinuosidad aplicable, por ejemplo, a esta expresión del discurso: “En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista”. “Fui marxista” –dijo– como si el marxismo fuera una etiqueta volátil, propia de la sociedad de consumo, que pudiera usarse al desgaire, usable y desechable de consuno como un cambio de medias o de calzoncillos. Y el pretender que esto es así indica de manera incontestable que se está actuando con sinuosidad, la misma que puede ser también probada con lo que afirma en un artículo periodístico titulado "Torear y otras maldades", cuando dice que ”la fiesta de los toros representa una forma de alimento espiritual y emotivo tan intenso y enriquecedor como un concierto de Beethoven, una comedia de Shakespeare o un poema de Vallejo”, es decir, poner los valores del arte de Beethoven, Shakespeare y Vallejo al mismo nivel de una corrida de toros expresa a las claras cómo para justificar sus gustos y regustos puede jalar de los cabellos a las ideas más descabelladas.

Por eso no llama la atención que justifique la injusticia del analfabetismo indicando que, pues, mala suerte, la literatura existe a pesar de él. Y, pues, si los privilegiados alfabetos gozan con la literatura, eso ya es indicio de que el hombre avanza. Y no, señores privilegiados, el hombre no ha avanzado por la literatura; lo ha hecho a pesar de la literatura, porque la mayoría de escritores son del tipo vargasllosiano: individualistas, ególatras y desentendidos del cambio social. Leamos cómo dice lo aquí criticado:

“Algunas veces me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista. Pero estas dudas nunca asfixiaron mi vocación y seguí siempre escribiendo, incluso en aquellos períodos en que los trabajos alimenticios absorbían casi todo mi tiempo. Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca. Por el contrario, gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida.”

Pero todo eso, que dice haberse logrado “gracias a la literatura”, ¿cómo se explica “en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era (¿era?... ¡es!) privilegio de tan pocos”?, resulta, pues, que para Vargas la historia y la existencia del mundo civilizado la hacen los pocos individuos que tienen el privilegio de vivir el mundo de la literatura y se convierten en los “rebeldes ciegos” que saben “protestar contra las insuficiencias de la vida”. Pero los que protestan contra las insuficiencias del neoliberalismo, contra las monstruosidades del capitalismo salvaje que él defiende, son “terroristas suicidas”, es decir, para Mario Vargas estos rebeldes reales –no ilusorios– no son aquellos que ponen en juego su vida, que –como decía don Antonio Machado, recordando los versos de Jorge Manrique– “ponen al tablero su vida por su ley, se juegan esa moneda única –si se pierde, no hay otra– por una causa hondamente sentida”; para Mario Vargas éstos son “terroristas suicidas”, de quienes dice que han existido siempre, “desde la noche de los tiempos –y agrega–, pero, incluso en el Japón, donde morir matando en honor del Emperador fue practicado por muchos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, se trató por lo común de casos aislados, incapaces de hacer variar por sí mismos el curso de una guerra. El terrorista suicida moderno, tal como lo hemos visto operar en Irak luego de la invasión que derrocó al régimen de Sadam Hussein y lo estamos viendo actuar ahora en Pakistán y Afganistán, es algo sin precedentes: un instrumento central de la estrategia diseñada por Bin Laden y sus aliados. No consiste en infligir una derrota militar al Gran Satán (Estados Unidos) sino en irlo socavando mediante atentados contra víctimas inocentes y locales civiles, que siembran la inseguridad y el pánico, desordenan el funcionamiento de las instituciones y llevan a los gobiernos, desconcertados ante esa guerra solapada, hecha de golpes súbitos a blancos inesperados, a tomar medidas de seguridad que a veces contradicen de manera flagrante los más caros principios democráticos y violan una de las mayores conquistas de la cultura de la libertad como son los derechos humanos. Lo ocurrido en Guantánamo o en la cárcel de Abu Ghraib en Irak con los prisioneros sospechosos de colaborar con el terror son sólo dos ominosos ejemplos, entre muchos otros, de cómo la estrategia de Osama Bin Laden va dando resultados.” (“El terrorista suicida”, artículo periodístico).

O sea que las barbaries del imperialismo son ocasionadas por los “terroristas suicidas”, si éstos no existieran los soldados norteamericanos serían unos seres angelicales, acantonados en sus miríficos cuarteles. Y esta tesis de que los opresores se vuelven sanguinarios para combatir a unos pocos rebeldes la plantea incluso en su última novela El sueño del celta, refiriéndose a un periodista peruano que denunció las injusticias de una empresa inglesa que explotaba el caucho en la selva peruana y que cometía un sinnúmero de atropellos contra los lugareños, dice ahí: “Saldaña Roca (…) era brusco, muy seguro de sí mismo. Con una de esas miradas fijas que tienen los creyentes y los fanáticos y que a mí, la verdad, me ponen siempre muy nervioso. Mi temperamento no va por ahí. No tengo gran admiración por los mártires (…) ni por los héroes. Esas gentes que se inmolan por la verdad o la justicia a menudo hacen más daño del que quieren remediar.” (p. 152). Son expresiones de un personaje, pero que bien pueden ser atribuidas al autor, porque ese, en realidad, es el mensaje de toda su novelística desde la primera, La ciudad y los perros, hasta la última –como vemos– El sueño del celta: toda violencia es mala, venga del pueblo o venga del Estado, siempre acarreará muertes y no solucionará nada. ¡Como si la muerte de quince niños en cada minuto, de hambre o enfermedad curable, en el mundo (cifras oficiales de organismos internacionales) no fuera la violencia del sistema que defiende Mario Vargas, y no fuera centenaria y se debiera seguir soportando pacíficamente, para no ser acusados de “terroristas suicidas”!

Los cargos achacables al discurso en cuestión siguen siendo los de la falacia y el error

Es un sistema que ha creado la violencia delincuencial (¿o es al revés, como piensa Vargas, que la violencia delincuencial ha generado la violencia sistémica?) y que llega a extremos insospechados, como es el caso del capo de las drogas en Brasil, Marcola, que se enfrenta al sistema y le dice: “Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En los barrios de miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común. Ustedes académicos, ¿no hablan de lucha de clases, de ser marginal, de ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.” www.papelesparalahistoria.blogspot.com.

Con esa concepción sesgada de la historia y de la vida que esgrime Mario Vargas, todas las declaraciones o declamaciones de su discurso que apuntan a relevar el poder de la literatura, suenan vacías, huecas, falsas, cínicas. Decir que Sartre lo inspiró para creer “que las palabras son actos y que una novela, una obra de teatro, un ensayo, comprometidos con la actualidad y las mejores opciones, pueden cambiar el curso de la historia”, o que creyó, con “Camus y Orwell que una literatura desprovista de moral es inhumana”, o con “Malraux que el heroísmo y la épica cabían en la actualidad tanto como en el tiempo de los argonautas, la Odisea y la Ilíada.” Nada de eso se cumple en su literatura, una literatura que él se empeña en demostrar –en sesudos ensayos– que es una mentira absolutamente individualista y hasta narcisista, lo dice en su libro titulado –precisamente– La verdad de las mentiras:

“… jugar a las mentiras, como juegan el autor de una ficción y su lector, a las mentiras que ellos mismos fabrican bajo el imperio de sus demonios personales, es una manera de afirmar la soberanía individual y de defenderla cuando está amenazada; de preservar un espacio propio de libertad, una ciudadela fuera del control del poder y de las interferencias de los otros, en el interior de la cual somos de veras los soberanos de nuestro destino.”

Vale preguntar: ¿pensaría igual Mario Vargas si, en lugar de ser lo que es, tuviera que vivir con menos de cinco dólares diarios y tener que mandar a sus hijos no a la escuela sino a mendigar o a robar o a trabajar de canillitas, lustrabotas o limpiaparabrisas para poder completar el diario? Y estos analfabetos son la mayoría en nuestro país, y no son ellos los que viven las mentiras de sus novelas, porque ni siquiera son ellos los protagonistas de las mismas, pues no es con ellos con quienes Mario Vargas ha fabulado sus “historias para suplir las deficiencias de la Historia” (Prólogo a La verdad de las mentiras).

El verdadero asunto es que en el sistema neoliberal, ensalzado por Mario Vargas, nadie puede alcanzar el estatus logrado por él, porque –precisamente– son “nadie”, y “de los nadies (como dice Eduardo Galeano), de los hijos de nadie, de los ninguneados que no son, aunque sean”, el neoliberalismo no se ocupa. Son los nadies “Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. Esos nadies sueñan con salir de la pobreza. Sueñan que algún mágico día llueva de pronto buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen.”

Sí, nosotros sí creemos que la literatura contribuye a crear esa conciencia de libertad y de cambio, pero no en el ámbito restringido de la libertad individual y el cambio oportunista del que escala –si es que puede o quiere– los más altos pináculos del acomodo social y de la fama, sin que le importe el destino de la humanidad. Y, lo que es más aberrante, que se construye una coraza ideológica para salir como “moderno cruzado” a defender ese mundo que le permite alcanzar esos privilegios, a pesar de que sabe que es un mundo decadente, criminal, injusto, mezquino, inmoral, corrupto e insalvable. Sí, la literatura contribuye a crear conciencia contra ese mundo que debe ser destruido para construir otro nuevo, solidario, vital, justo, amplio, ético, sano y perfectible.

Definitivamente, el discurso del Nobel Vargas fue, en realidad, un cuento, y no precisamente el mejor de este escribidor.

jueves, 9 de diciembre de 2010

John Winston Lennon


Hace treinta años, un 8 de diciembre de 1980, fue asesinado en la entrada del edificio Dakota, en New York city. Siniestros personajes en el poder jalaron el gatillo, Mark Chapman fue el instrumento letal diseñado para tal fin.

John se caracterizó siempre por su iconoclasia. Rebelde y al margen de toda convencionalidad e hipocresía que caracterizaba la sociedad inglesa de su época, atacaba deliberadamente sus prototipos culturales. En la Escuela de Artes de Liverpool solía ironizar los criterios conservadores de sus maestros sobre el arte. En 1966, cuando la beatlemanía estaba en su máximo apogeo, concedió una entrevista a la periodista Maureen Cleave, durante una parte de esta le dice: «El cristianismo se irá. Se desvanecerá y reducirá su tamaño (...) Somos más populares que Jesús ahora —no sé que se irá primero, el Rock and Roll o el cristianismo.» Este comentario causó escándalo en los Estados Unidos: el Ku Klux Klan incitó a la quema de los discos de los Beatles, y ha proferir amenazas contra Lennon.

Políticamente, se situó más allá de cualquier icono de rock de su época que pueda manipularse mediante el dinero y el poder, lo suyo fue la ruptura y el ataque contra el stablishment. Después de la disolución de The Beatles, emprendió su campaña contra la guerra en Vietnam, una celebre protesta fue mostrarse desnudo con su esposa Yoko Ono en un Hotel de Montreal. Compone “Give peace a chance” (Dale una oportunidad a la paz) una himno en favor de la paz y en contra la política guerrerista norteamericana.

Cuando traslada su residencia a New York, se acrecienta el conflicto con los conservadores norteamericanos. En 1971 edita su álbum Imagine donde muestra su resuelta oposición a la guerra de Vietnam y su llamado a la paz. Esta canción pronto se convertiría en himno del movimiento pacifista norteamericano. Su rechazo a la guerra lo acerca hacia los activistas de izquierda, entre ellos: Jerry Rubin, Abbie Hoffman, el poeta John Sinclair, Rubin y Bobby Seale del partido Panteras Negras. Participó activamente en la campaña pro Libertad de Sinclair, encarcelado acusado por posesión de drogas. Durante esta década Lennon fue sigilosamente vigilado por el FBI. En los archivos “Lennon” recientemente desclasificados, figuran las órdenes para deportarlo a Inglaterra, temían que su influencia en la opinión pública norteamericana debilitara su campaña a favor del incremento de la guerra. Un single suyo titulado “Happy Xmas (War is over)” [“la guerra a terminado (sí así lo deseas)"] desencadenó una batalla legal de cuatro años por parte del gobierno norteamericano para deportarlo. El green card lo obtuvo en 1976, cuando Nixon ya había renunciado como Presidente tras el escándalo Watergate.

En los archivos desclasificados del FBI se señala que Lennon simpatizaba con Tariq Ali, líder del Grupo Internacional Marxista. Sus conversaciones con Ali inspiraría a Lennon Power to the People. El álbum de música más político que Lennon ha editado es Some Time in New York city, apareció en 1972 y fue tildado rápidamente de “agresivo” y “mediocre”. En este álbum las canciones románticas son desplazadas por temas más urgentes: los derechos de género, los derechos civiles, su rechazo al racismo y la represión británica contra Irlanda del Norte. Ninguna de estos singles pierde musicalidad dentro de su estilo ágil y colorido. Muchos propietarios de emisoras de radio norteamericanas censuraron el álbum, negándose a difundirlos. En Some Time in New York city la metáfora es débil tal como podemos escuchar en Strawberry fields forever o Lucy in the sky with diamonds, la alusión a temas sobre conflictos humanos está tan presente como en los singles románticos.

Si bien el legado musical de Lennon se inicia con los Beatles y se prolonga como solista, la música popular de las décadas del 50 y 60 empiezan a transformarse, se introducen nuevos conceptos sobre la calidad del sonido electrónico, las variaciones del estilo rítmico y sus acordes cambiarán la manera de escuchar el rock and roll. Hay cierta influencia de Ray Charles y de los Blues and Rhytm en sus composiciones. En conjunto con Paúl McCartney producirán las composiciones más creativas y hermosas en el universo musical rocanrolero de estas dos décadas. Con The Beatles, la composición y el ritmo integran instrumentos electrónicos y artesanales, desde una guitarra eléctrica fender o el sitar de la India. En el álbum blanco, cada beatle entregará sus singles, emergiendo también la genialidad de los otros Beatles; George Harrison y Ringo Star. The Beatles ya habían cumplido un ciclo necesario de transformación musical en Inglaterra, debían dar el paso a la siguiente generación. Muchas bandas de rock adoptarán el estilo Beatle para sus composiciones, entre ellos Liam Gallagher y su grupo Oasis.

La historia de las letras de sus canciones no está exenta de cierta ironía e ingenuidad de niño grande leyendo a Lewis Carroll. Julián Lennon, su primer hijo, regresando de su escuela en Weybridge, recuerda uno de sus encuentros con su padre: «iba de regreso a casa de la escuela y llegue caminando con una de mis pinturas de acuarela. Era sólo un montón de estrellas y esta chica rubia que conocí en la escuela. Y Papá dijo: 'Qué es esto?' Yo le respondí: “es Lucy en el cielo con diamantes”. Inmediatamente John tomó esta respuesta para el título para una canción, aunque después se le acusó que detrás del título se realizaba una encubierta apología al consumo de ácido lisérgico (Lucy in the Sky with Diamonds).

En 1980 había trabajado el álbum Double Fantasy con el apoyo de su esposa Yoko Ono, regreso al universo musical que sólo disfrutó durante tres semanas antes que fuera asesinado. Treinta años después, su imagen, sus canciones y su compromiso de conciencia aún siguen latiendo en las nuevas generaciones. Hoy 8 de diciembre sólo quiero rendirle este pequeño homenaje, recordando mi pasión por uno de los mejores músicos de rock and roll en habla inglesa. Transcribo Imagine para deleite de mi público lector.

Imagine there's no heaven / Imagina que no hay cielo
It's easy if you try / Es fácil si tratas
No hell below us / No el infierno bajo nosotros
Above us only sky / Encima sólo el cielo
Imagine all the people /Imagina todo el pueblo
Living for today... /viviendo por hoy…
Imagine there is no countries / Imagina que no hay fronteras
It isn't hard to do /No es dificil de hacerlo
Nothing to kill or die for / Nada por matar o para morir
And no religion too / y no demasiada religión
Imagine all the people /imagina todo el people
Living life in peace... /viviendo la vida en paz
You may say I'm a dreamer / Tú dices que soy un soñador
But I'm not the only one /pero no soy sólo el único
I hope someday you'll join us /espero que algún día te unas
And the world will be as one /y el mundo estará mejor.
Imagine no possessions /imagina no hay propiedades
I wonder if you can /me pregunto si puedes
No need for greed or hunger / no necesitas codicia o hambre
A brotherhood of man / una fraternidad del hombre
Imagine all the people / imagina todo el pueblo
Sharing all the world... / Todos compartiendo el mundo
You may say I'm a dreamer / tú dices que soy un soñador
But I'm not the only one / pero no soy sólo el único
I hope someday you'll join us / espero que algún día te unas
And the world will live as one/ y el mundo estará mejor.

Álbumes editados por John Lennon como solista.
Álbumes experimentales
Unfinished Music N° 1: Two Virgins (1968) Con Yoko Ono
Unfinished Music N° 2: Life with the Lions (1969) Con Yoko Ono
Wedding Álbum (1969) Con Yoko Ono
Álbumes de estudio
John Lennon/Plastic Ono Band (1970)
Imagine (1971)
Some Time in New York City (1972) Con Yoko Ono
Mind games (1973)
Walls and Bridges (1974)
Rock and Roll (1975)
Double Fantasy (1980) Con Yoko Ono
Milk and Honey (1984) Con Yoko Ono
Álbumes en directo
Live in New York (1986)
Live Peace in Toronto 1969 (Con la Plastic Ono Band)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Elitismo disfuncional en las escuelas de Francia

Este interesante artículo apareció en octubre del 2010 en la revista Time. Peter Gumbel destaca uno de los problemas más relevantes en la educación contemporánea: el conflicto que producen los enfoques que apuestan por la hegemonía cognitivista en detrimento de la formación integral del estudiante, enfoque que puede llevar al fracaso a cualquier política educativa que se precie de estar a la vanguardia en la educación mundial.

La escuela que concibe la enseñanza como puro proceso intelectivo en el estudiante, muestra la ceguera de muchos gobernantes emocionados por copiar modelos educativos europeos creyendo que así mejorará el nivel educativo en su país. Hasta la saciedad se ha repetido un discurso que ha pasado a ser slogans de cada gobierno de turno: establecer un alto nivel educativo a través del establecimiento de una política curricular que acoja los postulados de la psicología cognitivista, cuyo máximo postulado recae en aplicar estrategias metacognitivas y en la obtención de resultados tangibles que evidencien un alto nivel educacional por medio de la aplicación de rigurosos exámenes.

Tiene razón Peter Gumbel cuando crítica que al estudiante se le impone una mayor carga de actividades intelectivas, antes que sustraerlo en diferentes actividades que se asocian a lo lúdico, la creatividad y el deporte. Ya antes, en el Perú, Walter Peñaloza, había destacado este problema en la educación peruana.

Este artículo esclarece el proceso que atraviesa la educación contemporánea en países que se consideran modelos de procesos exitosos.

UNA F EN EDUCACION*

Sobredimensionada y anticuada, la escuela francesa de moda está fallando a sus estudiantes. ¿Pueden impulsar los reformadores las lecciones de la enseñanza moderna o va a sus críticos que se aferran a un elitismo disfuncional?

Por: Peter Gumbel/París.

Lecciones francesas. Originalmente diseñada para nivelar las diferencias sociales
el sistema educativo francés en vez de atenuarlas perpetua estas diferencias.
Cada mes de junio, casi al final del año escolar, un ritual toma lugar en Francia que dice mucho de una nación apasionadamente orgullosa de su sistema educativo y, al mismo tiempo, hablar con profunda preocupación, acerca del porqué les ha ido tan mal. Esta es la noticia en muchos diarios nacionales y en docenas de websites, de las preguntas planteadas en la asignatura de filosofía que, por tradición, se inician las pruebas del bachillerato, motivo por el cual muchos estudiantes abandonan la escuela.

En la mayoría de países, la filosofía no es una asignatura obligatoria impartida en la escuela secundaria, y aún cuando se le enseñe, tiende a ser comprendida como una historia del pensamiento, antes que una disciplina que se práctique y perfeccione. Pero en Francia, la tierra de Pascal, Voltaire y Descartes, la filosofía es una parte integral del currículo nacional, y una asignatura obligatoria para los 650,000 estudiantes entre los 17 y 18 años que cada año se sientan a rendir una difícil prueba final. Los exámenes que ellos deben rendir no son un ejercicio de múltiples opciones: los estudiantes son requeridos para escribir un ensayo filosófico bien estructurado y claramente argumentado, que refieran las ideas de pensadores del pasado para reforzar sus propios argumentos. Las preguntas de este año incluyen, “¿Es función del historiador juzgar el pasado?”, “¿Debemos olvidar el pasado para construir el futuro?” y “¿Puede el arte prescindir de las normas?”

En un momento en que las naciones, incluyendo los Estados Unidos y Gran Bretaña, tienen como prioridad establecer en sus sistemas educativos, esta manera francesa de hacer las cosas, que bien podría funcionar en un mundo ideal, por ser un modelo a exportar. Anclados en el corazón de la educación francesa, son dos nociones las que se han convertido en la principal demanda de los reformadores educativos de otras partes del mundo: la importancia de establecer un alto nivel educativo a través de un currículo nacional y la obtención de resultados tangibles por medio de rigurosos exámenes. En efecto, como parte de su campaña para remediar dificultades en las escuelas, la Secretaria de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan, ya ha convencido a más de dos docenas de Estados de la Unión para respaldar un programa nacional de asignaturas incluyendo inglés y matemáticas.

Pero si Francia, con sus altos niveles educativos nacionales, es un modelo para todos, representa un serio problema de disfuncionalidad y nadie está más preocupado acerca de esto que los mismos franceses, quienes suelen alardear sobre la tenencia del mejor sistema educativo en el mundo. Uno de los grandes puntos fuertes franceses es que, a diferencia de Estados Unidos o Gran Bretaña, las mejores escuelas son públicas, preferibles a las escuelas privadas. Esta tiene que preservar una tradición meritocrática, bajo la cual, en teoría, cualquier niño de alguna clase social, rico o pobre, puede ascender dentro de la élite de sociedad debido a sus grandes habilidades intelectuales.

Pero mientras ellos habían estado educando bien un número relativamente pequeño de estudiantes muy brillantes quienes van a dirigir el país - un vestigio de elitismo del sistema educativo que se remonta a Napoleón - Las escuelas francesas son cada vez deficientes para atender a un mayor número de estudiantes que tienen menos habilidades de aprendizaje. Una gran oleada en las últimas dos décadas en el número de adolescentes que permanecen hasta el final de la escuela secundaria ha mostrado que estas dificultades son cada vez más evidentes, tal como han destacado recientemente una serie de informes oficiales.

Entre los hallazgos: un quinto de 11 años de terminar la escuela primaria aún tiene serias dificultades con la lectura y escritura. A la edad de 16 años, casi la misma cantidad - aproximadamente el 18% - abandona la escuela sin la calificación formal en absoluto. En pruebas comparativas internacionales, de 15 años de edad, la puntuación global de Francia es en el mejor de los casos, mediocre y ha estado cayendo abruptamente en la última década. Incluso en el extremo superior, la proporción de niños brillantes es menor que en muchos otros países, especialmente Finlandia. Lo más impactante de todo, para una nación, que se erige en el concepto de égalite, es que la escuela francesa no es el gran nivelador que se suponía que era, sino que de hecho perpetúa las diferencias sociales. Cada vez más la escuela es un lugar donde niños de una clase social pobre están mucho peor respecto a niños de familias más acomodadas. Un análisis realizado por McKinsey & Co. muestra que el rendimiento de escolares franceses puede variar ampliamente dependiendo de sus niveles socioeconómicos: especialmente en matemáticas. Raza y clase social afectan el promedio, aún más de forma notable que en los Estados Unidos, donde el abismo entre estudiantes blancos, negros e hispanos ha sido ampliamente documentado.
En un contundente informe a principios de este año, el Tribunal de Cuentas, el equivalente francés de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental en Estados Unidos, señaló que el presupuesto anual para la educación hace que sea la única área más grande del gasto público, incluso por delante de la Defensa. Aún así, señala el informe, el sistema está fallando en muchos de los 10 millones de niños bajo su cuidado: “El gran número de jóvenes con mayores problemas en la escuela muestran que el sistema educativo constituido hoy en día no es eficiente y no está respondiendo a sus necesidades”.

Incluso la filosofía que ostenta una función destacada tiene su lado oscuro. Un análisis oficial de los resultados de pocos años muestra que ésta es la prueba por la cual muchos estudiantes franceses logran superar el peor examen, siendo el promedio una calificación desaprobatoria. Uno tras otro es llevado hacia el fracaso.

La revista estudiantil L'Etudiant este verano publicó una prueba reveladora: se preguntó a 10 profesores de filosofía para que resolvieran el mismo examen. La amplia gama de respuestas que mostraron, desde una convincente aprobación hasta el fracaso rotundo, provocó una tormenta de controversias, rápidamente L'Etudiant llamó al examen una "lotería", una descripción rápidamente recogida por los medios de comunicación franceses.

TODO ES TRABAJO SIN JUEGO.

¿Qué ha salido mal? Es una pregunta que está angustiando a los franceses. Por lo general, gran parte del debate es teórico, y aún no hay señales del surgimiento de un consenso nacional. Francia está en términos generales dividida entre dos bandos: los tradicionalistas que culpan los problemas de una caída de los niveles y quieren reforzar la disciplina académica, y los reformistas quienes creen en los organismos de supervisión y que los propios maestros deben tomar en cuenta las necesidades de los niños con mayor claridad. Ninguna de las partes tiene mucho aprecio por la enorme burocracia nacional que mantiene estricta vigilancia sobre las escuelas, una monolítica empleadora de más de 1 millón de personas, de las cuales 200.000 no son maestros, y debe micro gerenciar para un grado asombroso de lo que se enseña – y cómo- en todas las aulas del país. Por ejemplo, todos los franceses de 13 años de edad este mes están aprendiendo a multiplicar y dividir números relativos, como (-7) por (-25) dividido entre (+5), e identificar, en la gramática, participios circunstanciales que funcionan como cláusulas temporales. (No preguntar)

Han habido numerosos intentos por reducir y racionalizar este aparato, pero ninguno ha sido capaz de lograr más que un cambio superficial. El mayor enfrentamiento decisivo reciente se produjo a finales de 1990, cuando el entonces ministro de Educación, Claude Allègre, un socialista, calificó el stablishment educativo como "un mamut" y se comprometió a reducirlo. Después de masivas protestas callejeras en contra de sus planes, el país fue paralizado. Allègre fue apabullado. Desde entonces sus sucesores han sido mucho más cautelosos en sus esfuerzos de reforma. El presidente Nicolás Sarkozy ha quedado claro de lo sustantivo de la reforma educativa desde que fue elegido en 2007.

Una cuestión que rara vez se aborda en el debate nacional sobre la educación es un factor que es inmediatamente evidente para cualquier extranjero que entre en contacto con el sistema educativo francés: la cultura del aula implacable sigue dominando en la mayoría de las escuelas. El énfasis está tan puesto en la transmisión de los conocimientos, que nociones pedagógicas básicas como motivar a los estudiantes para un buen desempeño escolar se realiza en corto tiempo.

El sistema de exámenes es por tradición sesgado, por lo que es casi imposible conseguir la máxima puntuación, 19 o 20 de los 20, especialmente para un tema de artes liberales. (12 es un "buen” puntaje para un ensayo filosófico).Y las prácticas tradicionales que están en declive en otras partes, todavía se mantienen fuertes en Francia. Uno es el grado de repetición: de acuerdo con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), que estudian casos de estudiantes que repiten el grado, resulta una rareza en Asia, Escandinavia y Europa del Este, y esto no está del todo extendido en los Estados Unidos o Gran Bretaña. Numerosos estudios alrededor del mundo demuestran que la repetición de grado normalmente no ayuda a los estudiantes a mejorar el desempeño escolar y, a menudo tiene un efecto contrario: los desmoraliza y estigmatiza como fracasados. En general, la OECD estima que alrededor del 13% de los estudiantes en sus 30 países miembros, repiten un grado. En Francia, más del 38% de los estudiantes repite un grado, es tres veces mayor que el promedio, la OECD sostiene -y algunos estudios franceses- que el promedio aún es más alto.

El impacto de la cultura del aula implacable se manifiesta en las encuestas internacionales de cómo los escolares sienten y se comportan. En comparación con sus pares en otras partes del mundo, los adolescentes franceses tienden a tener una relativa baja autoestima y son particularmente inseguros acerca de cometer errores. Un estudio, realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Escolar, evaluó las habilidades de lectura, en niños de 10 años de edad procedentes de 45 países y, pidió leer a los niños de principio a fin. Los niños franceses se desempeñaron razonablemente bien durante la prueba, la lectura fue tan fluida como la mayoría de sus pares en Europa. Pero cuando se le preguntó al jurado sobre su propia capacidad, éstos ocuparon la parte inferior de la fila, sólo por encima de niños de Indonesia y Sudáfrica, donde el analfabetismo sigue siendo extendido.

Los expertos internacionales en educación alzan sus manos en todo esto. Andreas Schleicher, jefe de la división educativa de la OECD, dice que Francia sigue utilizando en el aula "métodos industriales del siglo diecinueve”, lo que quiere decir los maestros son percibidos como operarios de línea de una fábrica, quienes deberán ejecutar las órdenes dadas, en vez de ser confiables para utilizar su inteligencia y entrenamiento para con los estudiantes. Hans Henrik Knoop, un psicólogo danés de la Universidad de Aarhus, quien se especializa en educación, está de acuerdo. Él dice que los métodos de enseñanza franceses son "un ejemplo extremo" de la persistencia de las prácticas del siglo diecinueve y los denomina "pedagógicamente catastróficos".

¿Está faltando algún sentido de diversión en la enseñanza? A diferencia de los Estados Unidos, la escuela en Francia proporciona muy pocas actividades no académicas para compensar el trabajo intelectual en el aula. Deportes, música y artes son ocurrencias tardías, con poco o ningún tiempo dedicado a ellos en el currículo nacional, y sí quieres jugar fútbol o tocar el violín, el tiempo no se puede desperdiciar, sólo puedes hacerlo en tus ratos libres. Pero sin los equipos deportivos u orquestas escolares, no hay mucho que interrelacione a los adolescentes dentro de sus escuelas. Esto está claro por la forma en que las escuelas se representan en la cultura popular. En Francia, no hay nada remotamente comparable a películas optimistas como High School Musical. Una de las pocas películas de éxito reciente acerca de la escuela en Francia, es Skirt Days, protagonizada por Isabelle Adjani como una profesora estresada quien encuentra una pistola en la mochila de un estudiante y utiliza el arma para corregir a sus indisciplinados estudiantes en el aula. Sólo a través de la intimidación armada ella puede llamar la atención de la clase para su lección sobre Molière.

LECCIÓN DIFÍCIL DE APRENDER.

Teniendo en cuenta los pésimos resultados y el empeoramiento del sistema educativo, la presión es inevitable para construir el cambio. Esto viene desde arriba, desde los políticos y otras autoridades, incluida la Cour des Comptes. Hasta el momento, no ha sido una alta prioridad para Sarkozy, quien es demasiado consciente de los peligros de atacar el stablishment de la escuela conservadora. En los últimos 15 años, muchos intentos de reformas han fracasado, después de haberse provocado la  protesta de los sindicatos de maestros y del mismo modo en estudiantes. Aún así, Luc Chatel, el actual Ministro de Educación - el 29 en 52 años - ha sido muy cuidadoso al tratar de pelar las capas de la burocracia y, en una serie de proyectos piloto da un toque de mayor autonomia para las escuelas  en conseguir soluciones deseadas. Es demasiado pronto para decir que los resultados serán efectivos. Hasta ahora, la reacción política ha sido contenida.

Pero la crítica también viene desde abajo, entre maestros y padres de familia. Una de las mejores universidades del país, Ciencias Po de París, se encuentra en la vanguardia del cambio: hace pocos años, cambió sus procedimientos para permitir el ingreso de niños brillantes provenientes de escuelas de barrios pobres con problemas de certificación, pero que se consideran de gran potencial. Esta política, encabezada por el Director de Ciencias Po, Richard Descoings, sigue siendo muy controvertida. Y, hace un año Paúl Robert descubrió que su costo está muy por debajo de las requeridas para el sistema escolar, los conflictos que se avecinan pueden ser muy tirantes.

 
El director de una escuela secundaria cerca de Nimes, Robert intentó provocar una revolución cultural, se negó a obligar a los estudiantes a repetir el grado. El tiro le salió por la culata: se desató una protesta de maestros y rápidamente se le desplazó a otro establecimiento. Francia es una nación con una tradición legendaria de pensadores sobre educación, reflexiona con amargura, pero que "no ha tenido éxito en el riego del país" cuando se trata de cambiar las prácticas educativas actuales.


La filosofía puede ser deslumbrante, pero incluso en Francia no es suficiente para garantizar una buena escolaridad -y esta debería dar reformadores en educación para el resto del mundo-, sin embargo necesita una pausa para la reflexión.

* Gumbel, Peter: An F in education. En: Time, octubre 4, 2010. Vol 176, N° 14. Págs. 34-37. Versión del inglés al español VMH.

El libro de Peter Gumbel Achève Bien les Ecoliers, publicado por Grasset, ya se encuentra disponible.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

PRONAFCAP: UN INSUFICIENTE INTENTO POR MEJORAR LA EDUCACIÓN PERUANA

Inserto el artículo del profesor John Morillo, sobre la percepción que tienen un grupo de docentes de la región Callao acerca de los resultados del Programa Nacional de Formación y Capacitación Permanente, que viene siendo aplicado a los docentes que se encuentran comprendidos en la nueva ley del profesorado.

Con un espíritu crítico y franco, el autor toca un tema que suele ser ocultado a la opinión pública: los posibles resultados de la aplicación de un programa de capacitación, que en definitiva, afecta al maestro de escuela y dista mucho de obtener los resultados que se han trazado desde el Ministerio de Educación del Perú.

Conozco esfuerzos encomiables de muchos docentes que participan en este programa como capacitadores y también de la calidad que ellos suelen mostrar cuando se trata de mejorar los estándares de la calidad educativa peruana, pero contra toda expectativa, el autor del artículo resalta los problemas que dificultan el logro de sus metas trazadas, diagnóstico que deben tomar en cuenta quienes han diseñado este programa nacional de capacitación docente, la cual está financiada por organismos internacionales.


El PRONAFCAP es una carga para el docente, un gasto para el Estado y una instancia que contribuye poco a la formación y capacitación docente y al trabajo cotidiano del docente en el aula.

Si bien en las publicaciones oficiales del Ministerio de Educación del Perú podemos leer: “El Programa Nacional de Formación y Capacitación Permanente, PRONAFCAP, tiene como objetivo mejorar las capacidades, conocimientos, actitudes y valores de los docentes, enfatizando el desarrollo de sus capacidades comunicativas, capacidades lógico matemáticas, dominio del currículo escolar y especialidad académica de acuerdo al nivel educativo, con el objetivo fundamental de mejorar la enseñanza en las aulas". A nivel fáctico esto dista mucho de ser así, sobre todo en lo referente a la mejora de capacidades y conocimientos actualizados.

Con la finalidad de recabar información relevante sobre la satisfacción de los docentes con respecto a la calidad del programa en mención, el autor de este texto realizó una encuesta a inicios de octubre del presente año a una muestra de 45 docentes de un universo de 200 que asisten al PRONAFCAP. De ello se encontró los siguientes resultados:

El 60% de los docentes afirma que asisten solo porque es requisito para el currículo y las evaluaciones. Este primer resultado se puede interpretar desde dos perspectivas: Una motivación intrínseca y otra extrínseca. La falta de una motivación intrínseca del participante que podría deberse a múltiples razones como la sobrecarga laboral, tanto por parte de la institución educativa como de sus otras fuentes de ingreso que son necesarias para completar la canasta familiar; además del tiempo que debe dedicar a los estudios, sobre todo en la Región Callao donde asisten a más de un curso en simultáneo, plan organizado por el gobierno regional.

Sin embargo, más que la motivación intrínseca, está pesando el otro tipo de motivación, la motivación extrínseca que guarda relación directa con el tipo de servicio o la calidad del programa que reciben los docentes del PRONAFCAP. Esto se sustenta con los siguientes datos: sólo el 2,2% afirma que está aprendiendo temas y estrategias nuevas; el 40% está en desacuerdo con el manejo de estrategias y los contenidos de los capacitadores, mientras que el 38% manifiesta estar parcialmente de acuerdo, y un 75,6% manifiesta que podría hacer cosas más importantes que asistir al PRONAFCAP. Lo impresionante del asunto, referido a este último dato, es que en la jerarquía de las prioridades del docente, la asistencia a este programa ocupa el último lugar; esto definitivamente muestra el descontento, la insatisfacción y la desmotivación casi total con el programa.

Así mismo, Lo anterior guarda relación con lo que el docente ve reflejado en su labor diaria. El 55.6% afirma que el PRONAFCAP le ayuda poco a mejorar su labor docente. Esto nos muestra que el objetivo fundamental para el que fue creado el programa no se está cumpliendo, especialmente por parte de los que aplican el programa, pues el 71, 1% manifiesta que aprendería más sobre su área en cursos distintos al programa en mención.

De otro lado, si se hace una comparación entre las clases de formación general y las que corresponden al área del encuestado, aproximadamente a un 64% le parecen más relevantes las clases de formación general. Aquí notamos que las clases que más aceptación tienen son las que corresponden a Formación General (Matemática, Comunicación y Diseño Curricular Nacional). Esto demuestra que el docente esperaba aprender más sobre el manejo de estrategias de enseñanza sobre su área, y por tanto, es una invitación a que los capacitadores mejoren su trabajo en el programa.

En conclusión, El PRONAFCAP no cumple con los objetivos para los que fue creado, pues los docentes no aprenden estrategias ni contenidos nuevos, asisten por obligación, y ello no les ayuda a mejorar su labor diaria en el aula. Por otro lado, hay un descontento generalizado con el trabajo de la mayoría de los capacitadores, especialmente con los del área del docente encuestado.

Finalmente, quisiera terminar diciendo que el PRONAFCAP es un intento por mejorar la educación básica peruana, pero es sólo eso, un intento; es por ello que debe controlarse su eficaz aplicación y debe ir de la mano con la mejora de las condiciones en las que el maestro labora. Cuando hablo de condiciones me estoy refiriendo a lo siguiente: primero, las de orden pedagógico, es decir, las que contribuyen hacer viable este tipo de trabajo, por ejemplo, la excesiva cantidad de alumnos por aula con las que se trabaja (aulas con más de 40 alumnos), teniendo en cuenta que la edad escolar contribuye a la fácil distracción e indisciplina de los alumnos que ven respaldado su accionar en las normas vigentes y el desinterés de sus padres. Segundo, las de orden económico, lo cual estaría relacionado con el salario del docente, punto álgido que debe ser tomado en cuenta debido a que los factores más importantes para que el docente se comprometa no solo con su jornada laboral es porque la mayoría de ellos llega apresurado o sale del mismo modo para cumplir con su trabajo en otro lugar, esto sumado al trabajo diario que lleva a casa, tanto de sus centros laborales como de los estudios, y las obligaciones familiares hacen que su vida sea estresante; además que es el único trabajador que no recibe remuneración alguna por su trabajo fuera del horario asignado. En tercer lugar, la falta de liderazgo en algunas instituciones hace que el docente, lejos de comprometerse, termine por cumplir sólo con lo que la norma establece.

Además, serían necesarias estas reflexiones finales : ¿Cómo puede exigirse que el docente pueda emular el trabajo de sus pares en países como Finlandia, donde el maestro aparte de una sólida formación académica trabaja con 20 alumnos como máximo, durante 15 horas semanales y recibe un salario de tres mil novecientos setenta y cuatro dólares aproximadamente , mientras los maestros del Perú trabajamos con más de 40 alumnos, más de 24 horas a la semana y con sueldo de trescientos noventa y ocho dólares? ¿Cómo mirar con anhelo ese tipo de educación si no hemos consolidado políticas educativas de largo plazo? ¿Cómo esperar resultados alentadores si en el discurso político oficial y en la opinión pública sólo se concibe que la educación resulte siendo única responsabilidad del maestro? ¿Cómo esperar que la enseñanza sea significativa cuando, por ejemplo, un estudiante que haya recibido la mejor clase sobre el respeto a la Constitución Política del Estado llegue a su casa y escuche en diferentes medios comunicativos que el máximo representante de la nación agredió a un ciudadano porque le gritó “corrupto”? y lo peor aún, que el Presidente del Poder Judicial salga a justificarlo, renunciando a la función que se le fue asignado constitucionalmente y oficie de abogado de una de las partes.

Debemos asumir que nuestra labor educativa implica a todos los agentes educogénicos, de lo contrario, poco o nada resultará beneficioso para elevar los estándares de calidad exigidos para la educación peruana.

A continuación se presenta la encuesta aplicada a una muestra de maestros.

martes, 12 de octubre de 2010

FRANCISCO CARRILLO ESPEJO IN MEMORIAN



Ha pasado ya once años de la desaparición física de “Paco Carrillo” en un trágico accidente automovilístico en la ciudad de Huancayo. Fue un 13 de octubre, cuando Chosica aún celebraba un aniversario más de fundación, cerca de las 12 de la noche el teléfono sonó inopinadamente, Félix Huamán Cabrera llamó para comunicarme que Francisco Carrillo había fallecido. Sorprendido, mostré incredulidad, pensando que la noticia fuera falsa, pero no, Félix Huamán con su voz estentórea y firme, y un “avísale a su familia”, me dejó estupefacto. Los que sabían ya la noticia no querían dar esta fatal noticia a Enma, esposa de Paco, temían que esto mellara su salud. ¿Qué pasó? ¿Qué sabes Félix? Fueron mis iniciales preguntas después del sacudón: “me acaba de llamar Nicolás Matayoshi, avisándome, a las once de la noche, Paco se iba al observatorio astronómico junto al escritor Daniel Mathews, el taxi se ha desbarrancado en una curva y ha caído al río Pilcomayo, él es el único fallecido”.


Inmediatamente llamé a su casa, que queda cerca de la mía. Cuando me respondió la llamada Enma Carrillo muy nerviosa, aunque con serenidad me preguntó por la verdad de la noticia, sólo atiné en decirle que iría inmediatamente a su casa. Fue ella quien solicitó que la acompañara hasta el lugar del accidente para averiguar lo sucedido.


Ese día hubo un paro de transportistas, por lo que salimos de Chosica en un colectivo a las dos de la mañana, acompañados  de su ahijada María Helena. Llegamos a la ciudad de la Oroya a las cinco de la mañana y de ahí nos embarcamos en un taxi que nos llevó directamente al Hospital del Seguro Social de Huancayo.


La temida verdad fue confirmada: Paco había fallecido por un trauma encéfalo-craneal, producto de la colisión por la caída del vehículo. Debo admirar la fortaleza de su esposa, quien con serenidad y pena, confirmaba esta dura realidad. Paco yacía en el mortuorio rígido y con la mirada puesta en el infinito. Inmediatamente, Enma se comunicó con sus dos hijos Pepe y Maruja que residían en Estados Unidos y con sus familiares cercanos que llegaron en pocas horas.


Fuera de los engorrosos trámites, los intelectuales huancaínos, brindaron toda clase de ayuda a la familia, rindiéndole un pequeño homenaje en la Casa de la Cultura. Cerca de las ocho de la noche el cortejo fúnebre partió a Lima, para el velatorio en la Casona de la Universidad Mayor de San Marcos.


Leyendo las crónicas sobre su deceso evocó partes de su personalidad que aún permanecen inalterables en mis recuerdos: las tardes de conversación sobre literatura y filosofía, qué es lo que significaba una buena poesía, los problemas de interpretación en las fuentes coloniales sobre la poesía de los incas, el compromiso del escritor con su sociedad, siempre acompañados de Jazz, buen vino tinto y los famosos quesos azules que solía degustar exquisitamente. Charla tan amena que parecía una cátedra “blitzkrieg” rápida, concisa y muy profunda.


Paco siempre fue cordial para con los poetas y literatos. Cada vez que coordinábamos la edición de un nuevo número de la revista Haraui, se ponía en marcha una empresa quijotesca que muchas veces él mismo invertía sin el menor resquemor, “la poesía –decía- debe crear sentimientos más humanos y compromiso, si no, no es poesía”. Este parecía ser el lema al momento de seleccionar versos de los candidatos a publicarse.


Aunque la revista Haraui ha dejado de circular, la presencia de esta revista marca una parte de la poética generada durante el siglo XX, esperemos que alguien se anime a financiar la edición facsimilar.


Hoy 13 de octubre, se cumple un aniversario de su deceso, brindo por su memoria, a pesar del tiempo, sigue presente entre nosotros, con la alegría y optimismo que solía fecundar la creatividad de los poetas que lo frecuentaban.


Inserto dos poemas suyos publicados en Haraui número 128.

Busco tu poema
en el agua
en la neblina de mayo
en la luz de la tarde
en esa ave que va por el jardín
y luego escapa.

¿Dónde está tu poema?
¿Está en el tejado
a punto de volar otra vez?

Tu poema ¿es un hilo invisible?
Cada vez más delgado,
¿una tela de araña?

¿Es quizás un haiku
que te hace meditar,
otros versos
que luego escondes
en el libro de Basho?
                                   (Paco)

Se han perdido los hilos
de nuestra existencia

El tuyo en las tranquilas aguas
De un río que se volvió asesino.

El mío buscando tu luz
en las tinieblas.
                                           (Enma)

Al otro lado del mundo, allá te quiero,
posterior a la muerte, en el vacío,
con el pino deshecho y olvidado,
con el lago lejano y extendido,
con el hijo soñado en el rocío
de la flor más lejana de un planeta dormido.
 
                    TESTIMONIO

He vivido en chosica desde 1957 y posiblemente la creación de Haraui ha sido el mejor logro de mi vida de profesor. Haraui pequeña y modesta revista, exclusivamente dedicada a la poesía, nació en 1963, aquí en Chosica, y aún sigue viva. Está en su número 94 (octubre 1994).

Su objetivo fue siempre promover la poesía joven, la nueva, de los que se iniciaban, y se completaba con las nuevas creaciones de los ya consagrados. Traducciones frescas y poesía de los colegas de otros países eran también publicados regularmente. Es ahora positivo constatar que la revista ofrece un claro panorama del proceso de la poesía peruana a través de treinta años de vida.

Por un lado, en un principio, la revista tuvo amistad con el taller de Javier Sologuren, que funcionaba aquí cerca, en California. Javier, en la década del 60, era el mayor editor de poesía peruana. Solían los poetas ir a su taller y después pasarse a la case Haraui o viceversa. En Chosica misma la amistad con el poeta Víctor Mazzi, también de San Fernando, permitió reuniones conjuntas, recitales. Víctor recibía en su casa a poetas del Perú y de otras partes de América y solíamos compartir las amistades y un vaso de vino.

No pocas veces, los jóvenes poetas se iban a recitar a la municipalidad de Chosica o Santa Eulalia. Otras veces de aquí partían en tren a San Bartolomé, y allí buscaban el ambiente bucólico que en Chosica desaparecía poco a poco.

Un poco, pues, Chosica ha tenido –y tiene aún- un lazo poético con otras partes del Perú y del mundo a través de Haraui, principalmente porque poetas hay en todos los lugares del mundo. Por mi parte, gracias a mi revista he recibido invitaciones para asistir a Congresos de poesía realizados aquí, y más allá de nuestras fronteras.

La idea de Haraui es continuar por años más a pesar de la ciudad cada vez más pragmática y menos aficionada a los rincones del arte.

GALERIA DE IMAGENES DE FRANCISCO CARRILLO ESPEJO*

Francisco Carrillo junto a su esposa María Cristina Rodríguez y su hija Maruja. California EE.UU. 1957.

En una reunión en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
De izquierda a derecha: Paco Carrillo, Manuel Larrú y Marco Martos. 1994.

19 abril 1996. Bajo el busto de César Vallejo con su esposa y la poeta Esther Castañeda.

Durante la presentación de su libro: Diario del inca Garcilaso. A la derecha el historiador Juan José Vega. 15 diciembre de 1996.
Durante una tertulia en su departamento en Barranco. 1992.

Durante una entrevista sobre el cronista Felipe Guamán Poma de Ayala. Chosica 1994. De izquierda a derecha: Francisco Carrillo, Víctor Mazzi H. y Roquelín Ramírez Cueva. Foto: René Salgado Choque.


Chosica 1994. Durante la misma entrevista. Foto: René Salgado Choque.



Chosica 1994. Con su esposa Enma. En su Biblioteca Particular, hoy bajo custodia del Centro de Estudios Antonio Cornejo Polar. Foto: René Salgado Choque.
 * Agradezco la deferencia de Enma Carrillo por cederme las fotografías que se publican en este Blogspot, todas las imágenes le pertenecen.