viernes, 23 de diciembre de 2011

UN SALUDO POR FIESTAS DE FIN DE AÑO


En estas fiestas de fin de año, envío a mi público lector mi más cálido y fraterno saludo, mis mejores deseos para con todos ustedes, que el próximo año 2012 sea de bienestar y progreso.

sábado, 17 de diciembre de 2011

GAMALIEL CHURATA

Perspectivas de Churata. Diseño del autor del artículo.

I: El autor y su obra
La obra y pensamiento de Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo Peralta Miranda), causa sorpresa y desencuentros cuando se trata de ubicarlo en algún canon literario : desde la primera edición del Qori challwa (Pez de oro) y la última edición realizada por José Luis Ayala (AFA Editores), y la Resurrección de los muertos edición de Ricardo Badini (ANR Editores) nos muestran a un autor que ha decidido adoptar el propio canon a partir de su pertenencia con su mundo andino, escrito cerca al lago Titicaca, donde confluyen tres universos idiomáticos distintos: runsasimi, aymara y español.

El pez de oro muestra la ruptura del canon literario: no se puede tipificar El Pez de Oro dentro de algún genero literario, en esta obra se integran: oralidad, prosa, ensayo, poesía y novela. Puede considerarse como hipertexto cuyos temas abordan: mito, magia, religión, ciencia y filosofía. Está escrita a manera de una crónica contemporánea, donde se recogen todas las informaciones que el autor va consignando e interpretando, muy cercana a la Nueva Corónica y Buen Gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala.

A pesar de que aún se conocen sólo dos de sus catorce obras inéditas, permite saber y conocer el universo de una propuesta que muchas veces se le denominó “indigenista” (una literatura creada por quienes simpatizaban y defendían sus causas y universo cultural, sin ser nativos). Churata hablaba con voz propia, como parte de ese maravilloso universo que es el mundo andino. Desde temprana edad, su forja autodidacta le permitió publicar artículos, narración poesía en distintas revistas de Lima y Bolivia, incluyendo las de la región Puno donde participó activamente hasta su exilio en Bolivia.

La parte biográfica de Gamaliel Churata destaca un rasgo distintivo de la década de veinte del siglo pasado: el autodidactismo. Fue esta condición de autodidacta la respuesta por adquirir formación educativa, como educación alternativa de adquisición de cultura. Gamaliel Churata sólo estudió hasta el tercer grado de primaria, en el Centro Escolar 881, de Puno, cuyo Director fue el ilustre educador don José Antonio Encinas. De formación iconoclasta, comprometido con los ideales socialistas de Mariátegui y pluma versada de la racionalidad andina. Churata muestra su proyección de lo que debería causar una buena educación contraria a su función dominante de la escuela de su época, en la introducción del texto: Un ensayo de escuela nueva en el Perú, escrito por su maestro Encinas, narra la fructífera labor y misión de los maestros. Escribe:
"Él [José Antonio Encinas] supo despertar en sus alumnos la simpatía necesaria por el trabajo fecundo, conduciéndolos más allá de los programas escolares con evidente propósito de suscitar la manifestación de personalidades vivas."

El influjo de Encinas marcará la vida intelectual de Gamaliel Churata. Su trabajo cultural la realiza fuera de los claustros universitarios. Trabaja como bibliotecario del Municipio de Puno, aprovechando eficientemente su acceso a una actualizada y variada bibliografía. Su epistolario se expande a distintos departamentos del Perú y hacia el exterior: Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Argentina, Chile, Francia. Motivada por el intercambio de publicaciones, y el intercambio de opiniones intelectuales.

Si algún rasgo distintivo debemos apreciar de la intelectualidad puneña del siglo XX y de este siglo, es su cosmopolitismo. Manuel Pantigoso ha denominado ultraorbicismo a esta peculiar característica de la identidad puneña: ser considerados ciudadanos del mundo. Muchos intelectuales puneños que residieron y residen en Europa y Norteamérica lograron destacar en ambiente cultural extranjero muy distinto al propio. Churata no escapó a esta condición. Autoexiliado en Bolivia, desarrollará una labor intelectual que despertará admiración y receptividad por sus propuestas y ensayos periodísticos que expondrá en diferentes periódicos y revistas. La reivindicación del universo cultural y social nativo aymara-quechua muestra la creatividad de los “otros” quienes escribían sobre sus propios problemas y generaban propuestas desde su propia condición. El mensaje de Churata encajaba perfectamente en este ambiente intelectual boliviano, menos pro-hispanista y más nacionalista.


Gamaliel Churata y Aída Castro. Archivo fotográfico de
Pedro Pinedo Aragón, nieto del escritor arequipeño.
II: Aproximaciones y alcances reflexivos

La principal motivación de este artículo es abordar una primera aproximación sobre la peculiar reflexión filosófica de Churata expuesta en El Pez de Oro.

Gamaliel Churata viene a representar el primer intento orgánico por ubicar su obra dentro de un discurso auténtico, original, planteándose la construcción de un sistema de categorías de reflexión y creación basada en la propia cosmovisión andina. Toma distancia respecto a la adecuación de sistemas y categorías de reflexión, surgidas en realidades distintas a la propia, inicia la problematización de su propia condición colectiva, peculiar, de gran riqueza mítica, mágica (Laykakota, es el lugar de los “curanderos” hampicamayuq o laykas), y la dialéctica.

Al leer El Pez de Oro queda la impresión de haber leído un texto donde el autor «atropella» las normas gramaticales del español, y plantea el diálogo autor lector bajo los propios signos comunicativos, apelando al quechua y aymara. Con esto logra demostrarnos la lejanía en que vivimos de nuestras propias identidades nacionales y la comunicación con aquellas, indica Gamaliel Churata que hemos seguido una historia signada por la hegemonía de la reflexión hispanista.

La originalidad del mensaje que emana de El Pez de Oro es plantearnos la presencia del habla propia frente al discurso que hegemoniza el canon, en un claro rechazo al dominio colonial que hemos sufrido en el Perú. El uso del idioma nativo se utilizó como un valioso instrumento de resistencia y a la vez permitía representar una estructura reflexiva de alcances insospechados y rica en categorías y conceptualizaciones para pensar la propia condición, una de sus funciones flexibles fue el de apropiarse de lo mejor de la cultura europea para complementar el propio discurso, y mostrarnos modelos de pensamiento originales y auténticos

En la homilía (a modo de discurso religioso) que sirve de introducción en el Qori Challwa, Churata expone sus motivos de originalidad:

«...conservar así las creaciones específicamente literarias - (...)- en que no raquítico el ingenio de sus poetas y filósofos. El caso es que nos empeñamos en tenerla valiéndonos de una lengua no kuika: la hispana. Y en ella borroneamos como «indios», aunque no en indio, que es cosa distinta. Y aun así esto será posible sólo si resultamos capaces de hacer del español- solución provisional y aleatoria- lo que el español hizo de nosotros: mestizos para España también aleatoria y provisional solución-, pero un mestizo puede germinar en nueve meses y salirse toreando. Un idioma no.»

El mestizaje que alude, refiere a la condición a nuestra identidad cultural como enajenación, no nos hemos reconocido dentro de la alteridad como “el otro”, ese otro son los “indios”, aquellos que están lejanos de nosotros y los consideramos como extraños en un universo que hemos construido para alejarnos de ellos, sin comprender que los “otros” somos nosotros mismos. Hemos cultivado una cultura cuyos representantes, no son los propios nativos, hemos creado una cultura que los margina y los hace sentir extraños en su propio terruño.

Considera Churata que la reflexión europea marcadamente logocéntrica, se aferra a sus orígenes griegos, a su mitología y cosmogonía como principio único universal aplicable a las demás civilizaciones del mundo, en respuesta a esta visón estrecha de la filosofía, propone retornar a nuestros propios mitos y cosmovisión, reflexionar integrando todas las calidades morales, mágicas, y de ciencia andina, esto es lo que hoy se conoce como perifilosofía. (filosofía realizada por otras sociedades distintas a la griega).

Los textos filosofantes que aborda resultan una toma de conciencia desde el mundo andino para la creación de una propia reflexión frente al predominante eurocentrismo de la cultura oficial. Su propuesta anti-metafísica, su oposición al racionalismo de Renato Descartes, citada en la frase: “No soy porque pienso, soy porque duelo”, nos conduce a construir un dialogo de oposición similar a la dualidad de un universo que se ha destruido y cuya posibilidad de rescatar resultaría en mostrar las heridas históricas de la desestructuración del Tawantinsuyu.

Siguiendo el método de argumentación de Sócrates, Churata dialoga con Platón y otros filósofos griegos, demostrándoles que desde el mundo andino, es posible generar un pensamiento muy distinto a la de ellos, pero que al final confluyen en nueva dimensión de reflexión.

Su reflexión siguiendo un esquema yanantín (“dialéctica” andina) abordaría un criterio de desarrollo entendiendo que el universo pequeño, contiene al macrocosmos. Escribe:

«¿El verdadero cosmos no será la célula? ¿El concepto de espacio habrá de ser rectificado, pues se ve que la «idea» de magnitud se concibe sólo en sentido inverso al volumen; así cuanto mayor su espacio menor? Y esto porque es la célula el individuo que posee la cualidad de permanencia, del poder estar, si las formas a que concurre, son susceptibles de desintegración y ella no conoce otro estado que el estar. ¿Este cuerpo u organismo, mínimo, constituye la sola realidad? ¿Al último, los sistemas complejos que rigen el movimiento astral determinan el suyo, o del suyo parte la rítmica cósmica? Contesta, Plato.

El lenguaje reflexivo al cual apela, sirve como pretexto para reflexionar sobre temas antropológicos abordados bajo la visión de un yatiri (sabio) o la de un kallahuaya (médico andino) que imparte salud utilizando la herbolaria y el análisis de lo psíquico que se antepone como problematización. Cuando hace referencia a Sigmund Freud, aborda la discusión sobre el subconsciente, lo onírico se torna racionalista, y dicha reflexión apela al argumento de identificar subconsciente con Wayñusiña:

«La ciencia nos debe una respuesta más allá de las resecas conclusiones estadísticas que hacen de la ciencia del espíritu una meta psíquica metabólica. ¿De qué elementos se compone lo que se llama el subconsciente? ¿Podrá decidir de la conducta y de las ideas y concepciones del hombre? Sí, así, ¿En qué punto de la personalidad radica? Experimento en mí la presencia de naturaleza extraña, no obstante, afín, de cuyas manifestaciones recibo a veces deleitosos efluvios, como otros me desconcierta con su inaprensible ser. Estoy convencido que esa extraña naturaleza es ella, mi wayñusiña; es la flor que a partido el movimiento de instilación que la ha llevado a aposentarse en mi personalidad. Y esto me ha inducido a pensar que aquello que llamamos subconsciente acusa, simplemente, la presencia de consciencias que se albergan en la personalidad humana; y constituyen nó una consciencia subyacente, sino una consciencia múltiple.

En todo momento la voluntad del hombre se forma de acumulación de voluntades; esto es, el hombre actúa en representación de una multivoluntad, casi universal.»

La discusión precede a desestructurar todo lo racional, bajo un volitismo que recurre a un esquema antropológico, antes que antropocéntrico. La voluntad precede al individuo, su conciencia puede representarse como multiplicidad.


José Luis Ayala acaba de reeditar el Pez de Oro (AFA Editores)
Esta reflexión, cercana a una ontogénesis que limita con el sentido discursivo de la muerte [Wayña o thanatos], lo que muere, debe trastocar en semilla que vuelve a nacer, se asocia con la palabra en runasimi «mallqui» que a su vez significa muerto y semilla:

«...en la célula está el cosmos; por tanto su potencialidad genésica resulta absoluta. Al relajarse infundirá a su módulo individual en célula femenina, y, transfundida por ese medio, rebrotará. Esto es, que no puede morir quien ya vive. Mirado así el proceso de la arquitecturación celular es una permanente germinación; a medida que vivimos perdemos cáscara más no células. Cuando muere el individuo -animal o planta- hizo más que penetrar en el óvulo de que tornará a nacer. Morir será solo Nuevo Nacimiento»

Esta idea de muerte como semilla sigue un discurso tan antiguo que podemos leer en la crónica de Joan Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, perecer sólo significa renacer como semilla en las futuras generaciones.

La reflexión de Churata resulta un modelo para rearmar, de los textos publicados hasta ahora se vislumbra un universo andino que integra diversos elementos culturales, que van desde los propios hasta los ajenos, todos en perfecta armonía y componiendo un discurso que no es una “vuelta al pasado”, sino un presente que explica lo que somos como “cultura hibrida”, una consecuencia de una dominación colonial que en quinientos años no pudo destruir no saquear el tesoro más importante del Tawantinsuyu: su cultura.

A continuación presento un texto de nuestro autor, que resume parte de su reflexión original.


Foto de Churata en la decada del 30 del siglo pasado.

Dialéctica del Realismo Psíquico *
                                                                             Gamaliel Churata

Tomado del libro: "Simbología de El Pez de Oro" (Badini-Churata-Ayala). Editorial San Marcos, 2006.

Dos cuestiones previas. Mis buenos camaradas de Orko-pata me manifestaron ayer, después de mi primera conferencia, que a ellos más les habría complacido oírme discurrir sobre el tema de la Dialéctica del realismo psíquico, Alfabeto del incognoscible, que dar lectura de las treinta páginas de ella. Ciertamente, eso habría sido inclusive más placentero. Pero yo soy devoto contrito de toda norma disciplinaria. Y los Chaskis tienen establecido que toda conferencia en su seno debe ser previamente conocida por sus miembros directivos; sin que esto importe limitar la libertad de expresión del conferenciante. Esa es la razón por la que en esta misma operación de exégesis, yo me someto con agrado a la norma. Y otra, la más importante. Una dama hermosa y gentil se me allegó ayer y me dijo que, lamentablemente, ella no estuvo a la altura de los temas tratados, y que de la conferencia había entendido poco. Es necesario que yo exprese con todo afincamiento que reconozco tales temas abstrusos, y que darles expresión asequible al demos mayoritario, no es tarea propia y menos factible. Pero, es que aquí estamos frente a otra cuestión grave en suma medida. Los hechos -y yo pretendo discurrir con ellos y en su materia- no son discutibles: tienen que poseer la rotunda verticalidad de la vida y cuando no se entiende la fraseología dialéctica, el hombre que oye debe buscar si oye con el sentimiento. Es decir, si en la conciencia se le hace sensible la materia de la exposición.

Cuando digo los muertos no están muertos, he, reciamente, lanzado una proposición insólita. Y cómo lo demuestra usted, se me dice. La palabra humana no da para estas demostraciones. Entonces respondo: tienen que responder ellos –los muertos- ¿Y cómo? ¿Cómo? Hablando. Si están vivos pueden y deben hablar. Oímosles pero no con los oídos de la inteligencia, sino con los de la entraña. Si están en parte alguna, digo yo que es en nosotros donde están, porque es en nosotros que los sentimos. ¿Dónde nos duelen? ¿Dónde lloramos lo que fue nuestra adoración? En el corazón. ¿O no es en el corazón que sentimos la ausencia de nuestros muertos? Sí, en él es. Entonces, digo yo a la dignísima señora que me honró con su amable confidencia: de qué le serviría, señora, haberme entendido, si siente usted que es como yo afirmo, que es en su noble entraña donde los muertos se hacen manifiestos. Ya estamos acá frente a un problema gnoseológico subitáneo. El verdadero conocimiento de la realidad no puede venir de la inteligencia, sino del sentimiento, es decir de la capacidad sensorial de la naturaleza humana. Transportémonos a Alejandría, ese foco del África de donde parten las irradiaciones del misticismo cristiano, y vemos en los desiertos la tragedia del místico. Él se recluye en una cueva y en ella sufre las torturas del Demonio que le asedia en la figura del Súcubo, el alma torturada por las psicosis genitales, y ya es la hurí de floral epidermis, la niña desnuda que se le ofrece. Y el asceta concibe que son formas demoníacas del enemigo del alma que trata de sumirlo en los vertiginosos abismos del mal… Pero, allí hay un filósofo que siente el mismo asedio, y ve las mismas figuras infernales que ya le arrastran al delirio de la locura. Pero tiene la suficiente serenidad y objetivismo para comprender que esas naturalezas son individuos de un orden genético, y se aplica la medicina más grotesca, si se quiere pero la única acorde con la realidad sensorial: se yugula. Y las visiones y tormentos desaparecen. Esto entiendo yo por la Dialéctica del realismo psíquico. Proclo se llama ese filósofo, como el de la Tesalia se llama el famoso Antonio de cómo. Si San Antonio hubiese poseído el sentido realista del teólogo que fue Proclo habría curado de su mal como este lo logró.

Este hecho de la realidad está señalando que el verdadero conocimiento de la realidad íntima del mundo interior de la conciencia humana no puede ser abarcado por los inteligibles, puesto que estos son el idioma de entes enfermos que crean en la naturaleza conciencial del hombre, un mundo ficticio del cual se valen para dominar a prójimos ya como Súcubos o Incubes, y es lo mismo decir Demiurgos o Daimones. Revisar esto en centón de las teodiceas de todos los pueblos es encontrar en los símbolos de la demonología arábiga o helénica la confirmación de que la realidad del mundo interior humano está constituida por la presencia de los muertos en la sangre y la naturaleza medular de los vivos. Cuando tenga yo la suerte de lanzar al conocimiento de mis amigos el texto del libro Resurrección de los muertos, estoy seguro de que estas breves anticipaciones serán definitivamente comprendidas.

Pero, no sólo la hagiografía, esto es la biografía de los santos, nos revelará la realidad, sino el análisis de la Metafísica, y el análisis metafísico de la poesía de los hombres, demostrará que los muertos no sólo existen en nosotros, sino que se han estado expresando a través de los milenios sin que se llegase a entenderlos por no saber sentirlos. Entre esas expresiones recientes, tenemos que tomar en cuenta unas del filósofo francés Sastre, quien en su biografía, de la cual ha entregado ya una primera parte, manifiesta que él no morirá; mas permanecerá entre los hombres convertido en un corpúsculo magnético, un estallido microscópico de estrella, viviendo con ellos, dueño de una conciencia viva, actual, filosófica y política. Así es en efecto. Pero es que el ateo Sastre, materialista de cátedra, juzga que su Yo, su ego, es la forma en esencia de su materia, y no obstante repudiar las especulaciones místicas, que son de la misma índole, ignora que ese Yo, es sólo le genes, la semilla del hombre, como reveló Proclo sin haberlo entendido.

Es, pues, la simbología de El Pez de Oro nada más que la dramatización de ese individuo genital al que se ha dado el nombre de alma, y es el principio dinamogénico de la naturaleza germinal del Universo, y es su naturaleza de conciencia, de eternidad de fruto. El Pez de Oro es el genes del Hombre del Tawantinsuyu; la Sirena, su madre, el símbolo de la naturaleza germinal del agua; su padre, el Khori-Puma, la raíz animal del hombre. Y ya tengo que decir a ustedes que la abuela de El Pez de Oro es la Pacha-Mama, que nosotros los orkopatas llamamos, la Mama-Khamak, la tierra fecunda que constituye la gleba universal de la vida. Entonces se verá fácilmente que, desde los versículos del primer capítulo hasta las puntualizaciones de los restantes, hay sólo la dramática de la raíz animal del hombre que lucha por recuperar la semilla de su hijo El Pez de Oro, a quien la muerte intelectual le había amputado de la carne. Y si ese decurso se refiere no ya al problema universal e histórico del hombre, sino a los episodios del homicidio del Tawantinsuyu, se comprenderá que la batalla del Puma se dirige a levantar de la tumba el alma de la patria.

Es claro que las imágenes de los retablos del Laykhakuy no todas infieren a morfologías zoóticas, y algunos vemos que son meramente esqueletos homines; pero para la buena comprensión de sus formas se debe entender que allí donde aparece el hombre es porque está viviendo su naturaleza humana, y allí donde aparece humano está viviendo su naturaleza animal.

¿Esto se dirigirá, pues, a deprimir la dignidad del hombre? Nunca. No puede deprimir al hombre su realidad; porque es su realidad cuanto puede suministrarle salud orgánica y acuidad de conciencia; ya que pretender que el hombre sea sólo posible en una proposición silogística es borrarle del orden de la vida, la cual es en lo que es y no en lo que el alma enloquecida de los espíritus sostiene que sea.

Creo que con las puntualizaciones que he brindado ayer y las de ahora, ya el lector de El Pez de Oro se hallará en condiciones de entender las simbiologías de su dramática. Mas debo responder a la observación que se me ha formulado con mucha sindéresis. ¿Por qué –me dijeron nuevos amigos- pudiendo usted exponer la trama de su libro las cosas como ahora plantea, optó por dejar el acertijo para la fatiga de quienes se interesan por su obra?

Mi respuesta es simple, y creo que honesta. Porque El Pez de Oro es para mí también una experiencia, La experiencia de encontrar una escritura en el momento que está diciendo Yo, en el momento que está expresando su ego. Los temas que él trata no son nuevos, aunque sí muy viejos. Y su presentación simplemente dialéctica y sus conclusiones no habrían arribado sino a conclusiones silogísticas, felices en el mejor de los casos. Y hoy no se trata de la fortuna de un libro literariamente juzgado, sino de buscar demostraciones en la experiencia. No es esta un hazaña proselitista, ni vengo a buscar la formación de una capilla teúrgica; vengo a decirle al hombre, a descubrir en él la realidad de su conciencia, y conocer allí si los hechos pueden determinar la realidad de su naturaleza, o las ideas, esa creación espirita de la filosofía que acabó haciendo del hombre un ente de razón sin raíces en la biología y con un infierno en el corazón, en el cual fermentan todas las pasiones abyectas, lacerando la carne humana actual y ahogando en detrimento y vaciedad y odios a las conciencias nobles de nuestros muertos que sufren ese infierno.

Pero, hágaseme el honor de entenderme que esta planificación empírica de la realidad del subconsciente, que llamaba el psicólogo Yung, no se dirige a sectarismo alguno, ni pretende ponerse frente a las religiones y la fe de las gentes. Es un llamado, sin apostolado alguno, al hombre para que, por su cuenta, sin valerse ya de agentes condicionados, se resuelva a su conciencia, no responda a dinamogénicas teúrgicas, sino a leyes propias a todos los seres de la Naturaleza. Y enfrentado a ese problema responderán los hechos, aunque el Verbo de los inteligibles enmudezca para siempre…

Y ahora, soy todo oídos para responder al compromiso de la mesa redonda que inaugurará el señor secretario de los Chaskis, a quienes rindo mi más profundo agradecimiento por la oportunidad que me brindaron de hablar desde este altoplano del Titikaka, a los míos y al hombre, al hombre que vemos y al que nos vemos, aquel que desde nuestros ojos está mirando el decurso de este carromato desvencijado, que conduce el Diablo, y que se llama la Historia del Hombre.

Puno, febrero 1965.

* Ricardo Badini encontró esta conferencia entre los escritos inéditos de Churata Fue publicada recientemente con comentarios de José Luis Ayala y el mismo Badini.

[1] Véase Miguel Ángel Huamán: Fronteras de la escritura: Discurso y utopía en Churata. A este magnifico estudio se agrega una cantidad apreciable de artículos publicados por distintos autores en diferentes medios periodísticos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

EN TORNO A LA AUTENTICIDAD DEL MANUSCRITO NAPOLITANO

Este artículo fue publicado en la revista electrónica Runa Yachachiy, que dirige el Dr. Alfredo Alberdi, docente de la Freie Universiät Berlín.

Ante el inicial entusiasmo por la edición del manuscrito titulado: Exsul Immeritus Blas Valera Populo Suo llegamos a la conclusión de que se trata de un documento altamente sospechoso de fraude. El resultado se desprende de un detallado análisis de dicha publicación y la comparación con otras crónicas de los siglos XVI y XVII. Hay presencia de palabras que no corresponden al universo lingüístico de estos siglos, por ejemplo "genocidium" que empezó a emplearse después de la segunda guerra mundial. Hay la afirmación de que el verdadero autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno sería el jesuita Blas Valera, audaz pero falsa, esta información que se desprende del manuscrito napolitano, se derrumba bajo criterios comparativos con otros documentos coloniales que demuestran que Felipe Guamán Poma de Ayala sí fue el autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno.

Ha habido investigadores que nos han antecedido que llegaron a las mismas conclusiones en su estudio del manuscrito, entre ellos Juan CarlosEstenssoro (1996); Rolena Adorno (1998); Xavier Albó (1998) entre otros; cada uno publicó sus estudios por la web y sus conclusiones son contundentes. Sobre el rastro de Guamán Poma en Huamanga la publicación de Prado y Prado (1991) sobre los juicios de tierra y los estudios de Alfredo Alberdi (2010) en archivos coloniales de Huamanga aclaran sobre el traslado de la obra de Guamán Poma a España, por parte de un curaca de la región. La defensa del manuscrito napolitano por parte de Laurencich y Miccinelli sigue el argumento que la Nueva Crónica y Buen Gobierno sería el resultado de una trama conspirativa de jesuitas mestizos. Esta débil argumentación se ve interferida por un argumento ad hominen esgrimido por Laurencich, quien al revelar la noticia que la Nueva Crónica y Buen Gobierno sería autoría de Blas Valera, sobre el cual constaría un “contrato”, noticia que al divulgarse en Perú “podría ser para mi peligroso (…) ni en que avispero me iba a meter” (2009:11), sostiene Laurencich que fue amenazada de muerte “por haber matado a Guamán Poma”. Si bien esto causa risa por lo absurdo y débil para la defensa de la autenticidad de un documento colonial, preferimos aunarnos al pedido de toda la comunidad científica: que se someta a pruebas más precisas dicho documento por parte de un laboratorio independiente. Dejo a mi público lector el artículo en referencia.

Sobre alteridad y conciencia de historicidad en un Manuscrito Napolitano atribuido a Blas Valera.

                                                                                                        Víctor Mazzi Huaycucho*.

RESUMEN
Este artículo propone revisar criterios legitimadores sobre la confiabilidad de fuentes manuscritas acerca de la historia inca, provenientes del documento denominado Exsul inmmeritus Blas Valera Populo suo y Historia et rudimenta linguae piruanorum. El primero, de aparente autoría del jesuíta Blas Valera y el segundo, asignado a Anello Oliva. Ambos manuscritos provienen del archivo familiar de Clara Miccinelli. Laura Laurencich los publicó en Italia (2005) y Perú (2009). En adelante nos referiremos a ambos documentos como: “manuscrito napolitano”, en referencia a la ciudad de su origen.

Desde la edición en Perú del manuscrito napolitano (2009), nos propusimos estudiarlo utilizando criterios interpretativos para explicarnos las reiteradas alusiones sobre historicidad, alteridad y conciencia histórica que se infieren de lo que se muestra en dicho documento.

El manuscrito napolitano ha originado un intenso debate sobre la confiabilidad de las fuentes manuscritas coloniales del siglo XVII. La discusión se ha centrado en la sorprendente afirmación que Blas Valera sea señalado como autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno, sosteniéndose que en su redacción Guamán Poma de Ayala actuó como testaferro. Este argumento parte de la idea que los jesuitas actuaron como agentes sublevantes durante el dominio colonial hispano, reemplazando a curacas y a los quipucamayuq que aún subsistían en el siglo XVII.

Para el análisis de la estructura discursiva del manuscrito napolitano, recurrimos a la comparación de grafías en la versión facsimilar, centrándonos en la puntuación, los usos lingüísticos del español y del runasimi del siglo XVII y la calidad de la información histórica aportada.

PALABRAS CLAVES

Historicidad, Alteridad, conciencia histórica, discurso histórico, identidad, mestizaje, pertenencia lingüística, jesuitas, autenticidad, fraude histórico.

INTRODUCCIÓN

El año 2010, durante el desarrollo de la investigación anual en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (Lima-Perú), decidimos acometer el análisis del manuscrito “Exsul Immeritus Blas Valera Populo Suo” editado en el Perú por la Municipalidad de Chachapoyas, debido a los debates que ya se habían generado sobre la probable afirmación de que el autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno sería Blas Valera en complicidad con otros religiosos jesuitas. Nos propusimos indagar las conjeturas de que se trataría de un documento apócrifo, hipótesis que ya antes habían señalado Estenssoro (1996; 1997), Albó (1998) y Adorno (1998).

Al realizar un detallado análisis y comparando con las crónicas de los siglos XVI- XVII, encontramos una gran cantidad de conflictos que hacen posible indicios de un fraude muy elaborado. Constatamos presencia de anacronismos lingüísticos, la presencia de palabras que no corresponden al universo lingüístico del siglo XVII.

Sobre la afirmación que Blas Valera fuera el autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno, dos publicaciones reafirman la autoría de la misma perteneciente a Guamán Poma: la edición de Prado y Prado: Y no hay remedio (1991) que trata sobre los juicios de tierra que sostuviera en Huamanga y los estudios de archivos coloniales de Huamanga publicada por Alberdi Vallejo: El mundo al revés: Guamán Poma anticolonialista (2010); ambas reafirman la autoría del cronista nativo sobre este importante documento colonial.

Fig. 1 Carátula de libro Y no hay remedio, donde se detalla el juicio de
tierras que libró Guamán Poma de Ayala en Huamanga.
Laurencich y Miccinelli (2009) persisten en el argumento que la elaboración de la Nueva Crónica y Buen Gobierno sería el resultado de una trama conspirativa de jesuitas mestizos inconformes con el dominio colonial hispano y por los abusos que estos cometían contra la población nativa. Sostener que los jesuitas actuaron como defensores de una causa anticolonialista es absurda y carece de objetividad: baste leer al jesuita Pablo José de Arriaga: Extirpación de la idolatría del Piru (1620), para darnos cuenta que los jesuitas actuaron como eficientes represores del sistema colonial occidental para eliminar la religiosidad nativa.

Esta débil argumentación, de jesuitas como agentes de sublevación anticolonial, se ve alimentada por una falacia ad hominen sostenida por Laurencich (2009:11), afirmando que al divulgar el manuscrito napolitano en el Perú “podría ser (…) peligroso, [no sabía] ni en que avispero me iba a meter”. Argumenta que fue amenazada de muerte “por haber matado a Guamán Poma” (sic). Si bien esto causa hilaridad por lo absurdo y grotesco de la trama a que se apela para la defensa del manuscrito napolitano, es necesario que la propietaria del manuscrito permita al peritaje especializado independiente, para someterla a pruebas más exhaustivas y precisas.

Estudiar los contextos interpretativos de la obra de Blas Valera continúa siendo una tarea fragmentaria e incompleta. De su obra sólo se conoce por las citas que hizo el Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los incas y por su probable autoría de la Relación anónima: Costumbres antiguas del Perú. Anello Oliva (1998: f. 82r) menciona que existía un Vocabulario antiguo “de mano” que pertenecía a Valera. No existe corpus de su obra completa, ésta aún se halla extraviada.

En torno a la publicación del manuscrito napolitano nos hemos formulado las siguientes interrogantes: ¿Cuál es la finalidad por presentarnos una visión extrínseca del pasado inca? ¿Está invalidado Felipe Guamán Poma de Ayala como autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno? ¿Existe adulteración histórica en el manuscrito napolitano?

Nuestras hipótesis iniciales fueron: 1) Contiene tópicos discursivos muy modernos sobre alteridad y conciencia histórica; 2) Los conceptos de historicidad que se infieren del documento inducen a sospechar de un fraude histórico.

MATERIAL Y METODO
Para nuestro estudio sólo hemos utilizado el texto editado por la Municipalidad de Chachapoyas en el año 2009, que muestra algunas partes facsimilares de la grafía con que fue escrita.

El análisis de la autenticidad del manuscrito perteneciente al archivo particular de Clara Miccinelli, sólo muestra información unilateral. En el manuscrito napolitano se informa del fechado en carbono 14 de elementos textiles, metal y papel. Las fechas obtenidas son: 1450, 1533 y 1600, esto no prueba la autenticidad de los textiles y metales, considerando que estos elementos pudieron haber sido sacados del Perú en diferentes fechas y llevados a Nápoles. Sobre la datación del papel se señala que pudieron haberse utilizado sobrantes de fechas cercanas al año 1600. Ante esta duda, es necesario tomar en cuenta la solicitud de Juan Carlos Estenssoro para realizarse distintas pruebas de autenticidad en laboratorios independientes.

La metodología interpretativa mediante el análisis documental sirvió para confrontar las diversas crónicas de la época con el manuscrito napolitano. La observación minuciosa y la revisión de la grafía, la puntuación y semántica del discurso, nos permitió contextualizar el discurso histórico.

El desmontaje de ideas ubicando lo diacrónico y sincrónico del discurso histórico contenido en el manuscrito napolitano se asoció con la crítica de las ideas relacionadas a la interpretación del texto histórico.

Recurrimos a técnicas de análisis documental: el análisis contextual detallado de datos históricos que aportan al estudio, la comparación de datos que se recogen en otros documentos coloniales, y, la comparación de las traducciones y definiciones del runasimi de los siglos XVI y XVII.

Fig. 2. Caratulas del manuscrito napolitano.
RESULTADOS
Sostener que bajo el dominio colonial hispano hubo ideas sobre historicidad resulta polémico, ya que no existe fuente manuscrita que evidencie dicha conjetura. La idea de historicidad refiere a la condición que toma el ser dentro de la línea de acontecimientos, incluye la cotidianeidad misma como presencia inmediata del “estar-ahí”. Su definición ontológica se asocia a una condición de temporalidad, la cual describe una línea de sucesos que sólo puede percibirse tomando como referencia la evolución del ser dentro de su propia condición de existencia. Mandelbaum, citado por Ferrater (2004: 1663), indica que el historicismo es una creencia sobre la posibilidad de comprensión acerca de la naturaleza de un fenómeno y del logro de un juicio de valor en términos del lugar ocupado y su importancia en el proceso mismo. Esta idea puede percibirse en el manuscrito napolitano; existen elementos culturales y pensamientos que describen conciencia de historicidad, las cuales conducen a una versión distorsionada de la historia del Tawantinsuyu.

En el manuscrito napolitano hay descripción del funcionamiento de quipus que se denominan “quipus regales”, cuya arquitectura no coincide con ninguno de los ya conocidos. Se sostiene que la información sobre el pasado inca provendría de dichos quipus, cuya decodificación fue un “arte secreto”. El autor o autores del manuscrito napolitano indican haberlos interpretado y revelado sus secretos, labor destinada sólo a los audaces. En (2009: 163) resalta: “Por eso te he contado tu verdadera historia, tu verdadera cultura encerrada en quipus reales, tus verdaderas leyendas sin oropeles y también tu verdadera e infame destrucción perpetrada con engaño.” Condición que induce a suponer que hubo una historia oculta y que el autor tiene intención de develar. En (2009: 136) el autor escribe: “...yo mismo escribí estos papeles, en los que refiero la sabiduría de un pueblo”. La idea de conciencia histórica (2009: 139) puede leerse en el siguiente párrafo:

No debe causar sorpresa si me atrevo a revelar algo tan sagrado; de otra manera, con la destrucción de los quipus reales o de huacas, llevada a cabo por los frailes, y por sacerdotes de templos y tumbas, no quedaría nada de una cultura digna de pasar también al umbral de la historia.

A lo largo del manuscrito napolitano se percibe un razonamiento en tercera persona de la propia condición histórica, -una alteridad que refiere a “ellos, los indios”- muy distinta a cualquier crónica escrita por mestizos o nativos, baste con leer lo siguiente (2009:158) “Escribid vuestra historia para que todo el mundo os entienda, con el fin de que [a propósito, el “dequeísmo” es propio en uso del español latinoamericano a partir de la independencia] sirva como ejemplo a quienes vendrán en los siglos futuros.” Un criterio de conciencia histórica que trasciende fronteras temporales para afirmar una sabiduría que aún no es reconocida como yachay. Esto nos lleva a la idea sobre el “yo histórico” como identidad y el reconocimiento de “los otros”, quienes aún no han logrado un proceso de afirmación histórica.

La idea de alteridad implica la construcción del sí mismo, necesariamente supone el reconocimiento de la existencia de "otros" en un doble sentido. Los otros, son aquellos cuyas opiniones acerca de nosotros, internalizamos. Pero también son aquellos con respecto a los cuales el “sí mismo” se diferencia, y adquiere su carácter distintivo y específico. El primer sentido significa que nuestra autoimagen total implica nuestras relaciones con otras personas y su evaluación entre nosotros. El contexto de su pertinencia se asocia a la condición de dominadores o dominados. En el manuscrito es evidente la presencia de contextos de alteridad cultural en la construcción del discurso narrativo histórico sobre el pasado inca, lo narra un sujeto que afirma ser Chachapoya, pero que presenta elementos culturales propios de la Costa Central del Perú.

Hay presencia de elementos culturales extraños en el manuscrito, sobre todo en la arquitectura de los “quipus regales” y de significados asignados al tocapu. Aparte de señalar una arquitectura silábica propia del castellano para los quipus, propone un tipo de tocapu denominado ticcisimi, que operan como palabras-fundamentos en la composición comunicativa de la simbología inca. No se ha podido demostrar que funcionen de dicha manera, si esto fuera cierto, ya se hubieran traducido bajo dicho sistema distintos tocapu que aparecen en ceramios, textiles y queros de época inca.

En el manuscrito (2009:164) se propone que existió una escritura muy distinta al sistema occidental. Señala que existió manipulación de la información sobre la arquitectura del quipu. Se escribe:

Los dominadores [españoles] pretenden que [nosotros] pasemos a la historia como un pueblo inculto y sin escritura, es decir, sin cultura. En cambio los ticcisimi y símbolos de los quipus reales anudados en los cordeles eran una auténtica escritura secreta capaz de plasmar las frases, los pensamientos, la inspiración y el artem ocultam. Te los he devuelto violando sus secretos.


Esta afirmación se acompaña con textos que no pertenecen a la tradición inca, sino provienen de la provincia de Huarochirí, cuyos sistemas culturales y religiosos son diferentes a los cuzqueños.
Fig. 3. Dos facsimilares del manuscrito napolitano, en ellas se presentan
“quipus-tocapu” que son distintas a los hallados en la iconografía inca.
 El manuscrito (2009:172) presenta conflictos de verosimilitud que generan serias dudas sobre su autenticidad. Puede leerse la afirmación de un supuesto Blas Valera sosteniendo ser el verdadero autor de la Nueva Crónica y Buen Gobierno y que Guamán Poma sería sólo un testaferro, quién prestó su nombre para esconder a sus “verdaderos autores”: religiosos de la orden jesuita. Esta condición quedaba prescrita mediante un contrato (2009: 235) suscrito entre Valera y el cronista de Lucanas. El texto del supuesto contrato es el siguiente:

Cuando volví de España a mi tierra, encontré al Hermano G.R., a quien revelé mi intención de escribir una obra bajo otro nombre. Él me habló del antes mencionado indio Guamán Poma como posible testaferro; me dijo también que él le había hecho unos dibujos para ciertas controversias jurídicas suyas. El hermano G. lo contactó y él aceptó la propuesta a cambio de una carreta con caballo. Pero su índole se manifestó pronto: de hecho Guamán le pidió al Hermano G., a cambio de silencio, que realizará numerosas acuarelas para que él pudiese pasarlas como suyas a un discípulo de Pedro Nolasco. El Hermano G. lo contentó, pero como las exigencias del indio, además vanaglorioso y causídico, se repitieron y fueron de todo tipo decidió posteriormente que suscribiera un contrato, que yo he guardado en un pequeño lugar secreto.

Un contrato de índole privada es posible en 1616, pero señalar que un acuerdo de voluntades para guardar el anonimato de una carta-crónica, que acusa de los abusos a la burocracia colonial ante el rey de España y que luego será sometida a la inminente censura, es un absurdo que genera muchas dudas sobre la supuesta autoría de religiosos. Se caricaturiza a Guamán Poma como incapaz de escribir y dibujar sus propias visiones del Tawantinsuyu y sus testimonios de los abusos que se cometían bajo el yugo colonial hispano. Por tomar un ejemplo de la originalidad de lo que escribe Guamán Poma, está su descripción de las cuatro “edades de indios” (1980:41-61) detalla la secuencia temporal: Wari Wiracocha runa, Wari runa, Purun runa y Auca runa, hitos que describían la organización social y política antes del Tawantinsuyu en la provincia de Huamanga, la que quedó registrada en pinturas de iglesias de la región.

Al culminar un detallado análisis lingüístico de palabras mostradas en la segunda parte del manuscrito, inmediatamente notamos presencia de asincronía histórica, hay palabras impropias para el uso normal del siglo XVII. Señalamos las siguientes: a) «Vírgenes del Sol» (261); «genocidium» (265); «jeroglífico» (264, 269); «Tartaria» (266); «lana alpacae» (264), «puñado de blancos» (268); «adictos a la coca» (268); «auqui-señor» (261), «clítoris» (268). [la misma voz “dominadores”, es de un uso político impropio del s. XVII] [la frase “controversias jurídicas”, no es parte del lenguaje jurídico de la época]

Como sabemos, «genocidium» apareció después de 1945, ésta no aparece registrada en ningún texto latín escrito entre los siglos XVI-XVII. «Clítoris» tiene un uso moderno, cercano a Freud, ya que en el siglo XVII se le señalaba como partes “pudendas”; no se utilizó el término alpaca sino hasta mediados del siglo XIX, los hispanos se referían a ellas como “carneros de tierra” y los cuzqueños para distinguirla como un tipo especial de camélido, la nombraban como “paco”. En el caso de “adicción” a la coca, no guarda relación con las costumbres antiguas, de consumirla ceremonialmente y sólo en ciertas ocasiones especiales, no era una hoja de consumo constante, la idea de “adicción” es relativamente contemporánea.

Hay presencia de anacronismos caligráficos y estilísticos en el uso de puntos, comas y comillas que no pertenecen a la escritura del siglo XVII. Se resalta que la sintaxis del runasimi fue escrita por alguien que ignoraba las reglas de composición de las palabras y su estructura en la frase, se denota usos idiomáticos propios de la costa central del Perú. Estenssoro (1998:575) certeramente sostiene que el manuscrito napolitano está construido a la medida de las expectativas contemporáneas, una característica muy típica de quienes adulteran documentos antiguos.

DISCUSION DE RESULTADOS

No hay aceptación de autenticidad del manuscrito napolitano atribuido a Blas Valera y Anello Oliva. Estenssoro (1996); Adorno (1998) y Albó (1998) entre otros, consideran este manuscrito como un fraude, habida cuenta que proviene de un archivo familiar y no se ha sujetado a pruebas exhaustivas por peritos independientes.

Existe gran cantidad de conflictos al compararse con otras crónicas de los siglos XVI y XVII. Empecemos por el análisis de los textos en runasimi, los cuales no guardan relación con la estructura elemental de su composición gramatical, hay demasiada controversia en los significados que alude o construye.

Hay controversia respecto a la pretendida autoría de la Nueva Crónica y Buen Gobierno por Blas Valera. Si Valera fuera el autor, aparecerían las huellas idiomáticas del Aymará, y éstas serían más de Cochabamba, donde supuestamente residió antes de su muerte sucedida en Cádiz el año 1597, rastros lingüísticos que no se observan en el manuscrito. Además, los datos etnográficos que se mencionan en el manuscrito no provienen del Cuzco –donde también residió Valera-, sino de Huarochirí. En favor de la autoría de Guamán Poma está la huella de un fuerte «localismo» de lugares como Huamanga y Lucanas, las cuales desbaratan la hipótesis de una «mano externa jesuita» en la redacción de la Nueva Crónica y Buen Gobierno. 
Fig. 4. Dos dibujos similares de Guamán Poma. El primero en la Nueva Crónica y Buen
Gobierno (167) describe a Capac apo Guamán Chava y en la edición Prado (f. 49v) refiere 
Domingo Guamán Malque e Aiala.
En Guamán Poma, el estilo narrativo y sus informaciones sobre el pasado inca y la racionalidad andina de sus costumbres, difieren ostensiblemente de la mentalidad occidental católica de Blas Valera citado por el Inca Garcilaso de la Vega y del referido por Anello Oliva (1998). En la Nueva Crónica hay relativa simpatía por la orden religiosa jesuita. Sí el autor de la Nueva Crónica (696 [710]) fuera un religioso de dicha orden habría advertido rápidamente el error de aludirlos como “padres teatinos”, orden muy distinta, fundada por Gaetano de Thiene en 1524.

Se ha determinado que los dibujos y textos en la Nueva Crónica y Buen Gobierno se hicieron entre 1590 a 1610, Valera había fallecido en 1597. Si fue una “muerte ficticia” como alegan Laurencich y Miccinelli, Valera no conocía los dibujos e información que elaboró Guamán Poma en dichos años, sobre todo, hay certeza que los dibujos fueron elaborados antes de cada texto. En cada explicación de los dibujos se percibe una “lógica nativa” que difiere con lo que se sabe de Valera, por lo demás, es imposible probar la autoría de los mismos a los jesuitas Gonzalo Ruiz y Juan Antonio Cumis. A esto se agrega que hay más coincidencias entre los dibujos y acuarelas que se muestran en la crónica de Martín de Murúa (1590) (códice Galvín), las cuales tienen una fuerte presencia del trazo de Guamán Poma, la organización discursiva y sus representaciones gráficas coinciden con las de Nueva Crónica y Buen Gobierno.
Fig. 4. Detalle de dibujo de Guamán Poma que señala los “mojones”
de propiedad de su familia en Huamanga.
 En los dibujos de los juicios por la posesión de propiedades en las cercanías de Huamanga, Prado y Prado (1991) puede apreciarse que los trazos de la ciudad de Huamanga y de sus personajes son idénticos a los de la Nueva Crónica y Buen Gobierno. Este juicio de tierras que sostuvo Guamán Poma contra chachapoyas, cayambis y quinitos, culminó con el despojo de sus tierras en Chiara, éstas pasaron a propiedad de los antes mencionados, y parte de ellas como propiedad del Colegio de la Compañía de Jesús en Huamanga.

Los documentos hallados en archivos coloniales de Huamanga (1664) estudiados por Alberdi Vallejo (2010), revelan que los curacas Venito Ramos, Juan Crisóstomo Chilingano Atagualpa Inca y Tomas Atauge Topa Yupanqui Ynga, siguieron el mismo tenor del reclamo del cronista de Lucanas, y se desprende que tuvieron en propiedad la Nueva Crónica y Buen Gobierno, la que fue llevada a España probablemente por Tomas Atauge. Aquí sólo podemos conjeturar la llegada de la Nueva Crónica y Buen Gobierno a España, no sabemos quien o quienes tuvieron su custodia hasta su descubrimiento en 1908 por Richard Pietschmann, en la Biblioteca Real de Copenhague. Quién redactó el manuscrito napolitano debió tener conocimiento de esta obra, ya que en 1936 Paul Rivet había patrocinado una edición facsimilar.

El manuscrito napolitano presenta un discurso narrativo distorsionado sobre el pasado inca, cuyo trasfondo aún está por absolverse. Es necesario descartar la hipótesis de una conspiración anticolonial dirigida por un grupo de jesuitas mestizos que redactó un documento que pretende invalidar la visión etnográfica e historia del Tawantinsuyu, escrita por uno de los peruanos más importantes del siglo XVI.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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ALBERDI, Alfredo (2010). El mundo al revés. Guamán Poma anticolonialista. Berlín. Editorial Wvb.

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ANÓNIMO, el jesuita (1945). Las costumbres antiguas del Perú y La Historia de los Incas. Lima. Librería e imprenta D. Miranda. Introducción, adiciones, notas y comentarios de Francisco A. Loayza.

BUSTAMENTE, Jesús (1997) Falsificación y revisión histórica: informe sobre un supuesto nuevo texto colonial andino. Revista de Indias 57. N° 210, pp. 563-565.

ESTENSSORO, Juan (1996) ¿Historia de fraude o fraude histórico? En: Revista Sí, N° 500, (28/10/96). Lima. pp. 48-53.
(1997) ¿Historia de fraude o fraude histórico? En: Revista de Indias, N° 210, Madrid. pp. 566-578.

GARCILASO DE LA VEGA, Inca (1976) Comentarios reales de los incas. Caracas. Biblioteca Ayacucho. 2 Vols.

GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe (1936) [1613]. Nueva Corónica y Buen Gobierno (Codex péruvien illustré). París: Institut d’Ethnologie.
(1956). Nueva Corónica y Buen Gobierno. Lima. Edición e interpretación del Teniente Coronel Luis Bustíos Gálvez. 3 vols.
(1980). Nueva Corónica y Buen Gobierno. Caracas. Biblioteca Ayacucho. Transcripción, prólogo, notas y cronología de Franklin Pease G.Y.
(1980). Nueva Crónica y Buen Gobierno. México D.F. Siglo XXI Editores. 3 vols. Edición crítica Rolena Adorno y John Murra. Traducción del quechua por Jorge Urioste.
(1993). Nueva Crónica y Buen Gobierno. Lima. Fondo de Cultura Económica. Edición y prólogo de Franklin Pease G.Y. Vocabulario y traducción de Jan Szeminski.
(2008) El sitio de Guamán Poma. Dirección electrónica: www.kb.dk/permalink/2006/poma/info/es/frontpage.htm

GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe (1991) [1613?]. Y no hay remedio. Lima. Edición CIPA. Presentación Mons. Elías Prado y Alfredo Prado.

LAURENCICH, Laura (2009) Exsul Immeritus Blas Valera populo Suo e Historia et Rudimenta Linguae Piruanorum. (Ms. Collezione Clara Miccinelli). Chachapoyas. Edición Municipalidad Provincial de Chachapoyas-CLUEB. Trad. Italiano-español: Yolanda Sabaté.
(2007). Los documentos Miccinelli (siglo XVII) dos curiosos testigos sobre una utópica reducción "inca"/jesuita en la provincia peruviana. En: Sublevando el virreynato. Quito. Abya-Yala. pp. 301-337.
(2005) Exsul immeritus Blas Valera populo suo e Historia et rudimenta linguae piruanorum: indio, gesuiti e spagnoli in due documenti segreti sul Peru del XVII secolo. Napoli. Clueb- Lexis. Biblioteca di scienze umane. Laura Laurencich Ed. (Hay reedición 2007)
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LAURENCICH, Laura y P. Numhauser ed. (2007). Sublevando el virreinato. Documentos contestatarios a la historiografía tradicional del Perú colonial. Quito. Abya-Yala.

MURUA, Martín (2001) Historia general del Perú. Madrid. Dastin, S.L.

OLIVA, Anello (1998) [1631] Historia del reino y provincias del Perú. Lima. Fondo Editorial PUCP. Prólogo de C.M. Gálvez Peña.
(1895). De los Reinos del Perú. Lima. Sin pie de imprenta.

PORRAS, Raúl (1986) Los cronistas del Perú (1528-1650). Lima. Banco de Crédito del Perú.
______________________________________
* Docente Escuela de Posgrado de la Universidad San Luis Gonzaga (Ica) y Universidad Nacional de Educación  (Lima). Perú.

© REVISTA ELECTRÓNICA VIRTUAL
RUNA YACHACHIY
BERLÍN, 2012

miércoles, 12 de octubre de 2011

Recuerdo por Francisco “Paco” Carrillo

Francisco Carrillo junio 1999, en su departamento en Barranco, Lima.
Han pasado más de diez años de su desaparición física, un 13 de octubre de 1999. Quienes gozamos de su magisterio y amistad no podemos dejar pasar esta fecha sin hacer un alto en nuestras labores cotidianas y recordar con mucha alegría su presencia entre nosotros. Tuve la suerte de ser editor de la revista Haraui que había fundado en 1963. Lo conocí a temprana edad cuando frecuentaba a mi padre en sus noches de bohemia en nuestra casa de Chosica, donde también era vecino nuestro.

Paco era vital y jocundo, modesto y sencillo, era de cultivar la conversación culta, versada y erudita, si es posible aderezada con vino tinto y quesos azules. Era condescendiente con los poetas jóvenes a quienes aconsejaba y promocionaba en su revista de Poesía, que por cierto, subvencionaba con su propio peculio.

Enseñó literatura en la Universidad de San Marcos y desarrollaba la edición de su monumental Enciclopedia histórica de la literatura peruana que llegó a publicarse hasta el volumen nueve (Cronistas de convento y cronistas misioneros), dejando inédito el volumen décimo. Aparte de la edición de poesía y cuentos, cultivaba el ensayo y la crítica literaria.

Hoy 13 de octubre, quiero recordarlo como un maestro y un amigo, quien con su mano abierta tendió puentes en la enseñanza y el cultivo del saber erudito, valores tan apreciados que todo maestro peruano debe seguir en su larga carrera por forjar nuevos espíritus y nuevos proyectos.

Busco tu poema
en el agua
en la neblina de mayo
en la luz de la tarde
en esa ave que va por el jardín
y luego escapa


¿Dónde está tu poema?
¿Está en el tejado
a punto de volar otra vez?


Tu poema ¿es un hilo invisible?
cada vez más delgado,
¿una tela de araña?

¿Es quizás un haiku
que te hace meditar,
otros versos que luego escondes
en el libro de Basho?
                          Paco






Se han perdido los hilos
de nuestra existencia


El tuyo en las tranquilas aguas
de un río que de pronto se volvió asesino.


El mío buscando tu luz
en las tinieblas.


                        Enma.



Yaravíes
Río que vas tan lejos
¿por qué te secas?

¿No ves que llevas contigo
todas mis quejas?

Se irán por todos los campos
de tus orillas.

Si mi amada las oyera
se moriría.


Poesía mía
que fácil engañarla
tal al su pureza
frágil a la que sin embargo destruye


poesía humilde poesía
mi rincón más secretos y conmovido
sólo te doy las horas
robadas al trabajo
mi invención más humilde
que siempre se extravía


a veces pienso que escribo
oh exaltado traidor
para que todos vean
mis burdas impurezas
y envidio
al que siempre me antecede
y ha escrito lo que es mío


más al fin
soy un hombre común
y me reduzco
a mis diarios quehaceres
y a que mi hijo me recuerde
viviendo poesía
en los momentos tristes
que le guarda la vida.


En su biblioteca, Chosica 1999, con su esposa Enma Carrillo.


viernes, 30 de septiembre de 2011

XIII CONGRESO NACIONAL DE FILOSOFÍA (IQUITOS- PERÚ)

La ciudad de Iquitos ha sido nuevamente la sede del encuentro nacional de filósofos peruanos y extranjeros, cuyas ponencias y opiniones sobre tópicos interculturales y biodiversidad en nuestra Amazonía, resultaron muy interesantes, presentándose distintas propuestas para revertir las consecuencias del cambio climático mundial, la destrucción sistemática de los bosques amazónicos y la preservación de la sabiduría y tradición cultural que de ella emerge.

La presencia de una cultura amazónica, cuyos pensamientos se  estudia como tópico intercultural, resulta ser una de las fuentes de reflexión sobre el futuro del planeta, basadas sobre las condiciones antropológicas, éticas y sabiduría de sus habitantes.

Acto de inauguración del XIII Congreso de Filosofía, discurso del vicerrector académico de la UNAP. Foto del autor.
El evento se inauguró el martes 04 de octubre, iniciándose con la exposición de Heinrich Helberg Chávez, docente de la UNAP, quien fijo y participó de un enfoque menos externo y más nativo al momento de trasmitir las inquietudes reflexivas por quienes residen y conviven con la tradición cultural amazónica, visión que aporta un conjunto de saberes y modos de reflexión muy peculiares.

 La complicada historia del pensamiento filosófico peruano. Presentación de publicación por Oscar Barreda, acompañan Raúl Fornet Betancourt y José Carlos Ballón (autor-editor del texto). Foto del autor.
José Carlos Ballón (Docente de la U. de San Marcos) expuso y presentó su último texto sobre historia de la filosofía colonial en el Perú. Sus estudios sobre la evolución y proceso de la filosofía en el Perú, tiene que ver con la reconstrucción documental de las fuentes escritas de aquella filosofía, escrita usualmente en latín por religiosos de distintas órdenes cristianas. Ballón ha tenido el cuidado de incluir magníficos estudios de textos coloniales de Walter Redmond, Verónica Sánchez, Karla Bolo, Roberto Katayama y Víctor Céspedes.  Nos presenta la traducción del latín al español de muchos textos que ha seleccionado. Muchos de estos textos filosóficos escritos por religiosos en los siglos XVI-XVII aún esperan edición completa y traducción. 

Ballón reconstruye los contenidos reflexivos mediante un aparato crítico comparativo, esto le permite comparar la recepción de la filosofía de Platón, Aristóteles y Francisco Suarez en el Perú y cómo se comprendió en los claustros religiosos los tópicos sobre lógica aristotélica, ontología o problemas sobre la “aproximación moral” que causó profundo debate sobre el estatus del nativo en las colonias de España.

Culminando la sesión inaugural, Raúl Fornet-Batancourt, destacado estudioso de la interculturalidad – profesor de la Universidad de Bremen, Alemania- destacó los avances en los estudios filosóficos interculturales en Latinoamérica, confrontó el enfoque eurocéntrico, que reduce a una condición de dominación, cuando se trata de los referentes asimétricos de culturas no occidentales.
Un alto en el debate congresal, Gustavo Flores y Víctor Mazzi conversando con el destacado filósofo Raúl Fornet-Betancourt. Foto tomada por Manuel Paz y Miño.

Ponentes al Congreso que han publicado textos sobre epistemologia. Víctor Mazzi (UNE), Leopoldo Arteaga (URP), Víctor Baltodano (UNT), Marino Llanos (UNMSM) y Lucas Lavado (UPIGV). Foto del autor.
Los siguientes días fueron de mucho interés los tópicos expuestos por Luis Piscoya, Zenón Depaz, Miguel Polo, Lucas Lavado, Teresa Arrieta, Oscar Barreda en sesiones plenarias.

En horas de la tarde, el desarrollo de los talleres concitaron interés temas sobre interculturalidad, filosofía política y moral, epistemología entre otros. El debate sobre tópicos referidos a alteridad, ciencia contemporánea y pensamiento nativo nos mostró las preferencias temáticas que interesaron a sus participantes. Entre ponentes de talleres más destacados estuvieron: Héctor Morán, Jorge Quispe, Javier Aldama, Manuel Paz y Miño, Gustavo Flores, Carlos Mora y Saúl Rengifo, aunque hubieron importantes ausencias

En este Congreso se constata que el ejercicio de la filosofía en el Perú se mantiene vigente y puede observarse la presencia generacional de nuevos pensadores, provenientes de universidades de Lima y provincias. Un cambio generacional está a vistas, esperemos que la literatura filosófica en el Perú continúe en ascenso, tal como puede verse, en los esfuerzos que realizan destacados filósofos como José Carlos Ballón, Lucas Lavado, Víctor Baltodano y el colectivo de la Universidad de San Marcos que editó la revista Yachay.
Julio Olortegui, organizador del XIII Congreso de Filosofía. Foto del autor.
Julio Olórtegui, quien ya había organizado el VI Congreso Nacional en octubre de 1996, ha tenido enorme responsabilidad en el éxito de este evento filosófico. Nuestras felicitaciones y a su equipo de docentes de la Universidad de la Amazonía Peruana, quienes en todo momento, sortearon dificultades y atendieron a las delegaciones provenientes de distintas regiones del Perú.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Poesía de Jorge Alejandro Boccanera*


    mecanismos
Para entreabrir el árbol
hay que cerrar el viento
para entreabrir el sueño
hay que cerrar el día
para entreabrir el mundo
hay que cerrar la bomba
para entreabrir las manos
hay que cerrar pañuelos
para entreabrir al niño
hay que cerrar al hombre
para entreabrir el mar
hay que cerrar ciudades
para entreabrir la boca
hay que cerrar los ojos.

    maría
Ni tu garganta rota
ni este frío de nombrarte despacio
ni siquiera aquella ventana que te espera
nada de eso
yo sé que estás con notas de rocío
tarareando alguna serenata
y te mando la orilla de este agosto
porque hace una caricia que te extraño
gaviota con sonido
María Helena
yo sé que estás con tu costera
y el niño siempre niño de aquella tu plegaria
acunando guitarras y otros duendes
con la lluvia subiendo a tu pañuelo
lila cerca del verde
María Helena
que oficio el tuyo de quedarte cerca
el río Cosquín pasa por la bandera
de tus ojos
y hay un gorrión que va a mojar tu boca
para que vuelvas a decir
ternura.


    el orden
Nacieron
Se sumaron
Se multiplicaron
Se dividieron
Se restaron
Y se fueron muriendo
por orden alfabético

    los espantapajaros suicidas
Los espantapájaros suicidas no cumplen su tarea
se arrojan de los trenes a grandes velocidades
para caer en los brazos de María
porque ella es arcilla que espera
dejaron los grandes biblioratos olvidados
en el baño de algún café
y andan en bicicletas solos vociferantes
no tienen capitales perfumes ni secretos
pero si algún gorrión
para hablarle de perlas y acuarelas
los espantapájaros suicidas
ya quemaron las naves hace rato
y la televisión no los convence
prefieren el abrazo la mirada hacia el mimbre
y disgregados por no sé que brisas
se hicieron carpinteros lustrabotas labriegos
amantes de la bossa gondoleros caricaturistas de café
mineros
los espantapájaros suicidas no tienen tarjetas
de presentación ni ropas de turistas
ni son amigos de ministros
y cuidado
se armaron de guitarra.


    carta del suicida
Lo poco que he vivido,
me ha hecho perder demasiado tiempo.

     cuaderno del suicida
Mis pies parecen palas.
Y mi lengua y mis manos tienen forma de palas.
Si me viese al espejo vería sólo
una pala.
Todo lo que yo haga
tendrá forma de fosa.


       canción

                                         a Oscar R.F. García
Ese corazón cabía en un zapato
y era abierto como un cuaderno abierto
con garabatos restas y sustantivos propios
por ese corazón es que yo canto

ese corazón subía a los techos a besar goteras
después creció y aunque pasó de grado
no tuvo bicicletas ni entradas para el circo
por ese corazón es que yo canto

ese corazón golpeaba fiero en las camisas
tendidas en las sogas de los patios
y apuntó con canciones de esperanza
por ese corazón es que yo canto

ese corazón subía a los techos
ese corazón cabía en un zapato
ese corazón estaba abierto incluso
sábados domingos y feriados.

     comentarios
                      Dos niños que se miran
                      interrumpen el mundo.      

                      i
                          Si uno tuviera tiempo sentiría
                          Como veinte minutos de vergüenza.
                                                                 MARIO BENEDETTI
Hizo desaparecer a la paloma con un pase de magia
al principio miramos sorprendidos
hasta que alguien gritó ¡La tiene en el bolsillo!
entonces él irritado y sin trucos
hizo aparecer a sus soldados


En estas épocas todavía él suele hacer desaparecer
a la paloma
pero a nosotros esto ya nos aburre mucho.


                  ii
                       y alguna vez condecorarán al poeta
                       por usar palabras como fuego
                                                                   JUAN GELMAN
El mecánico está en los planes del ingeniero
que figura en los planes del mago
quien a su vez está en los planes del sacerdote
que está en los planes del fabricante de caramelos
       ácidos
que figura en los planes del mago
que está en los planes del martillero público
pero los poetas no figuran en los planes de nadie.

                   iii

                               de: La comida frugal (Aguafuerte, 1904).
                                                                           PICASSO
Sentados de un mismo lado de la mesa
Pedro tomaba a Nora por el hombro
escuchaban la lluvia lamiendo los rincones
pero no se miraban

mirarse era pensar tenemos hambre.

                vi
                                        Si pierdo la memoria, qué pureza.
                                                                                 Pedro Gimferrer

Oh Gimferrer si en verdad perdiese la memoria
si pudiera un día despertarme
no acordarme de nada
llegar hasta mi casa y no reconocerla
golpear su puerta y preguntar por mí
si pudiera olvidarme en realidad de
practicar la magia

si pudiera desconocer mi cama
mis zapatos mi último poema
el lugar donde se guarda el vino
y esta barba y aquella camisa
y olvidarme al fin de esa mujer
que sigue echando humo todavía.


             viii
                           Voy debajo del mar buscando los países
                           del pequeño hipocampo y la orquídea gigante.
                                                                RAÚL GONZÁLES TUÑON
Nací para suicida
para salir volando en medio de mis huesos
para gritar a la hora del silencio
y llamar a los pájaros que brillan
desde mi mano hasta la de un amigo.

Nací para quedarme
a fabricar rincones en tus tardes
para golpear la puerta de tu pecho
y hacerle un hijo duro al mediodía.

Nací porque conozco tu sonrisa
dulzura
manifestación
vino en ayunas.

Y así guitarra en mano voy contando
la buena suerte de mi mala suerte.


noticias de una mujer cualquiera

              suceso vii
Los grandes titulares de los diarios
no hablan de ella.
J.B. Mc Millan, en sus discursos tan extensos
no se refiere a ella,
mi tío, el mago, el zapatero, el que conoce
a fondo las estrellas,
nunca la mencionó.
Sin embargo, ella sale a la calle
y desordena el mundo con sus pechos.

              suceso x
Los pájaros que construyen la noche
sueñan con ella,
prolongan sus silencios hasta inventar países
y cuidan de ella, como si fuese un ala o una rama.
Los pájaros que construyen la noche,
la brisa de la noche,
sueñan con ella.
Porque los gestos de ella,
como pájaros, senos, muslos, bocas, se ponen a volar.
Ella se echa a volar.
En fin,
los pájaros que construyen la noche,
aúllan por ella.

  un hombre grita en el new park
¿Quiere ver a la mujer aquella
vestida de mujer aquella?
¿Quiere ver sus muslos inflamables,
su regular concupiscencia?
¿Conocer a sus pechos desordenando al mundo?

Acérquese,
ponga el ojo aquí, sobre la sien,
justo en el agujero de la bala.



aventuras
Sordomuda,
vivimos maniatados espalda con espalda
y alguien rasga la tienda donde estás prisionera:
lengüita azul no vayas a llorar,
afuera los caballos resoplan intranquilos
y hay varios centinelas para una sola piedra.

Remo de mi canoa, mensajera, tu lengua brilla
junto al fuego cuando estamos espalda con espalda.
No vayas a hacer ruido,
hay jirones de tedio en los arbustos,
cantimploras vacías.

Loca de amordazada, emperrada, cautiva,
hay clavos oxidados en tu lengua, hay soldados
de plomo.
Los he visto acampar y procurarse leña,
He visto sus cabezas rapadas, sus uniformes sucios.

Cada noche soñamos que un caballo de vidrio
muerde las ataduras,
pero amanece y vamos espalda con espalda.

está escrito
Un disparo podría provocar:
la caída de un gobierno,
algún alud de nieve,
o el acierto de un plomo
sobre el cuello de la botella verde
a veinte o treinta metros,
pero sobre tu piel, únicamente traería consigo
una estampida o un abrazo,
algo como una emigración de pájaros a una
provincia menos dulce,
algo como un encuentro de la hoguera y la espuma
a medianoche.
Esto era así aquí y en cualquier parte:
en San José,
Kinshasa,
Bahía Blanca,
donde un mal carpintero descendiente de griegos y
aficionado al canto,
se había enamorado de tu boca,
como suelen enamorarse los trenes de la lluvia
con ruidos, humaredas, aliento sobre el vidrio,
hasta que la noche daba por terminado el recorrido
al pie de los abismos del otoño.
Éramos jóvenes entonces,
como somos ahora,
y habíamos comprendido
que dos cuerpos son mucho más que uno ( es decir:
no solamente un cuerpo más).
Digo que hoy
toda la ausencia se resume
en esa carta tuya que no viene al camino
y en la conciencia de que el futuro es nuestro.
Todo eso bajo el sol bajo la historia de tu pelo manso
enredándose ahora en los nudosos pies de la mañana,
ondulando al son de aquellos vientos
o de la música de Mikis
u otros rinocerontes nunca ajenos que suelen compartirte,
cuando suena un muelle el silbato de un barco,
es madrugada aún,
un pueblo crece estampida y abrazo
y como te decía: esto es la guerra.



     polvo para morder


             i
A veces la palabra
como una copa rota donde morder el polvo,
y otras veces un agua
de alumbrar.

Asomada a los cielos, la palabra
es un tambor de polvo deshecho al primer golpe.
Remando en el infierno, la palabra
es un agua posible sobre un manto de cólera.

Entonces, la palabra,
¿polvo para morder en la oscuridad?
¿agua para alumbrar este cuerpo callado?


             iii
Bésale las piernas a la poesía
aunque diga que no que aquí nos pueden ver.
Bésale las palabras hurga su lengua hasta
que abra los brazos y diga ¡santo dios!
O hasta que santodios abra los brazos de escándalo.
Bésale a la poesía a la loba
aunque diga que no que hay mucha gente aquí
nos pueden ver. Bésale las piernas las palabras
hasta que no de más hasta que pida más.
Hasta que cante.


              vi
Finalmente
palabra
he de morder el polvo
para que tú
puedas mover las alas
para que yo
respire de tu aire
sin conocer
el aire que respiro.



bestias en un hotel de paso
Escalas del deseo para el rinoceronte,
        gran cuerno de atizar.
Hay un ancla de huesos enterrada en un cielo
        distinto al de los libros,
una historia de escamas y de plumas revueltas
    en abrazos y vapores de júbilo.
La gran mole ladeada acomoda la verga, echa a rodar
     su lágrima de polvo.
Peldaños del deseo para el que corcovea y respinga
      de gozo.
Racimo de pezuñas tachonadas al lomo de la tierra.
Y en la noche del cuerpo: un tambor de jadeo,
      selva de cañerías,
    de dos que se despiertan dentro de un laberinto
   y agitan sin desmayo sus perlas oxidadas, sus
  armaduras tristes, sonajeros de fierro.
Llueven migas de pan cuando la hembra conversa:
“Desde este, mi lugar, puedo ver la otra orilla”.
Él, callado, contesta
que en dos patas es fácil olfatear ramas altas.
Y en el cuento infinito,
el cazador apunta a la cabeza de los sueños.



ronda infantil
Niño que enamorado
bajás al aire de noviembre y
el suelo quema por doquier.

Lágrima que transita
del ojo al labio
y quema.

Polizonte que viaja
en un bosque
de besos.

Niño que en rebeldía
bajas del aire y quema
por doquier.

Una bandera de ceniza el suelo.
Una cuchara ardiendo el porvenir.

Soles de pan y abajo
el suelo hierve
leches de bronca que te aclaman.
Niño que el suelo quema.
Niño que dondequiera
Pluma que flota en un cielo de sangre
y enamorado
bajás al aire de noviembre.



attila józsef
Attila József espera al tren carguero,
su barba de tres días lo delata,
lo delata un brasero entre sus manos
y un zapato callado lo delata.
Attila József espera al tren carguero
mientras guarda su sombra en la valija,
y recuerda a su madre:
“Frágil era mi madre. Murió pronto
porque las lavanderas mueren pronto.”
Attila, el tren carguero y cuánta hambre
metida entre tus huesos, atada a tu cintura.
Y Flora lejos, casi inalcanzable
como el perfume a hierba de diciembre.
“En donde yo me acueste está tu cama”.
En tu espalda la tarde deshizo sus colores
en tanto que el silencio le dibujaba un nudo
a tu sonrisa.
Un obrero, tu hermano, mira un repollo fresco
y tú esperas al simple tren carguero
el día presiente que vas a construirle
un grito,
un salto,
un ¡Basta para mí!


hablan los ojos de nazim hikmet
Sobre mi mano,
la mitad de una manzana brilla.
La otra mitad está sobre una mesa a miles de
kilómetros de aquí.
Es imposible morder esta mitad
sin que duela el vacío.

corría el año 1917
                                                  Magro, cetrino, casi hierático, me pareció
                                                      un árbol deshojado. Su traje era oscuro
                                                                                   como su piel oscura.
                                                                                               Ciro Alegría
Un Santiago de Chuco de labios apretados lo ve
pasar y dice: como si la victoria y la derrota
comieran de su plato y dice: como un hueso
escarbando en el habla de nadie, ¿y tanto así?

Pasa un zumbido un triste alguna capa un capellán
un globo sin su niño un ala que saluda las tardes
son iguales aquí pasa Vallejo navegando en el polvo
de las demoliciones.

Como si la victoria (se lo dije) como si la
derrota (¿no le digo?) comieran de su plato y
él escupiera el plato porque un dedo de sangre
va abriéndole los ojos porque hay un aguacero
que se lo lleva todo.

Pasa el maestro de escuela por las calles vacías.
Una mano cortada lo lleva de la mano.



silvia plath lava una taza, seca una taza, rompe una taza
Qué cabeza la mía,
dejé una frase suelta y una rosa en el horno.
Cotidianos trajines, calores, taquicardia,
y un almohadón de plumas
con un lápiz labial justo en el centro.

Qué cabeza la mía.
Yo buscaba algún parque y encontré en un mal sueño,
            una torta partida por un rayo.
La sala está revuelta.
El miedo de un venado no cabe en este horno,
             por eso huele así toda la casa.

Pero a quién se le ocurre
dibujar una piedra y tropezar dos veces,
llenar un cenicero con los puntos y comas
           de alguna carta antigua.
¿Hubo un Adán violento? ¿Hubo un amor-halcón
            "de una vez para siempre"?

Qué cabeza la mía,
guardar los zapatones en un charco
y aceptar ese baile sabiendo que me espera
una puerta cerrada tras la puerta.



alejandra pizarnik abre su cuaderno de apuntes

                                                                                                 A Jorge Arturo.
El hombre que saca la cabeza del agua,
      es un pez que se asfixia.
El pez que mete la cabeza en el agua,
      es un hombre y se ahoga.

El poeta escribe en la línea del agua,
            y se asfixia,
            y se ahoga.


servicios de insomnio

                                                              a Vicente Muleiro
Apilo noches cada noche.
paredones de sombra donde mi sombra reza, traga
un bocado, un ruido de hojas secas.
Es a destajo y es de mala gana.
Yo tuve otros trabajos. Eso está en otra historia.
Ahora dedicación, la vista baja.
Castigo de las manos, pena. Una sobre otra,
apilo noches, de barro son, cuadradas.
Ahora dedicación, la paga escasa.
Reseca es esta noche, hosca, de madres muertas.
Yo tuve otros empleos. Eso está en otro cuerpo.
Ahora dedicación, la lengua muda.
Soy el que apila noches toda la santa noche.
El que traslada escombros de una carta a la otra.

del oficio de la poesía
Hay que incendiar la poesía
y cantar luego
con las cenizas útiles.


siempre estoy comenzando este poema
Siempre estoy comenzando este poema
pero claro
llaman a las puertas las voces cotidianas
o se cae a pedazos el día diecinueve
o se me sube rosi a las rodillas
o caigo en la guitarra buscando no sé qué
siempre estoy comenzando este poema
pero llegan recuerdos de una ternura un día
o me sirven café
o voy a ver al boby que está ladrando mucho
siempre estoy comenzando este poema
y escribo una palabra y ya viene la tarde
con su naufragio
entonces pongo mi ternura en una botella
para que alguien recoja pedazos de mis ojos
siempre estoy comenzando este poema
pero llega la noche
quiero decir tu pelo mojado
quiero decir que crezco
y que salgo a caminar tu nombre.

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J.A.B. (Bahía Blanca, 1952. Argentina). Poeta, ensayista, periodista y docente. Se exilió en México en 1976 a causa del golpe militar. Estuvo de paso en el Perú y departió amistad y poesía con distintos vates, entre ellos, los miembros del Grupo Intelectual Primero de Mayo. Recibió el premio Casa de las Américas en 1976 con su poemario Contraseña.  Ganó el Premio Nacional de Poesía Joven de México (1977) y el concurso del consorcio Casa de América (Madrid) con su poemario Palma Real. Regresó a Argentina en 1984. Ha residido también en Costa Rica. Trabaja para la agencia de noticias Telam y se desempeña como director de la cátedra de Poesía Latinoamericana de la Universidad de San Martín de Buenos Aires. Dirige la revista cultural Nómada.

* Los títulos de los poemas ex profeso se han colocado en minúsculas.

Obra poética publicada:
Los espantapájaros suicidas, 1974.
Noticias de una mujer cualquiera, 1976.
Contraseña, 1976.
Poemas del tamaño de una naranja, 1979.
Música de fagot y piernas de Victoria, 1979.
Los ojos del pájaro quemado, 1980.
Polvo para morder, 1986.
Sordomuda, 1991.
Zona de Tolerancia, 1998.
Bestias en un hotel de paso, 2001.
Antología personal, 2001.
Poemas, 2002.
Servicios de insomnio, 2005.
Jadeo del viaje, (Disco compacto, editado en México) 2007.