lunes, 11 de noviembre de 2013

AL DESCUBIERTO

Imagen que divulga el diario La Primera, domingo 10 de noviembre 2013, p. 3

La provocación y la prepotencia del ex-dictador han motivado condena general y hasta críticas de quienes suelen llegar hasta a apañadores de sus pretensiones de pasar por líder nacional, al tratarlo como líder de opinión o dirigente político, cuando no es más que un recluso condenado por crímenes atroces que la humanidad ha establecido que no merecen perdón ni ninguna otra forma de impunidad.

El regreso del estilo arrogante y violento que caracterizó al régimen del oprobio, al que algunos pretenden sacralizar atribuyéndole méritos que corresponden a todos los peruanos, ha causado desagrado general, y eso de bueno ha tenido la ilegal entrevista que concedió a una radioemisora de alta sintonía, atacando y descalificando a todo aquel que no comulga con sus posiciones autoritarias ni acepta la reivindicación de su régimen dictatorial.

La virulencia de sus declaraciones puso en evidencia además que resulta evidente que finge cuando, asesorado por su mediocre abogado, se hace pasar por un anciano enfermo e inofensivo para provocar lástima en la ciudadanía, lo que había logrado según una encuesta en la que un alto porcentaje accedería a que le dieran prisión domiciliaria, pero que tras el espectáculo que a dado en la Diroes, seguramente ha cambiado de opinión.

Demostró que no hay ningún arrepentimiento ni el menor gesto de buscar el perdón de aquellos a quienes causó sufrimiento, como los familiares de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta; requisitos básicos para la rehabilitación de un condenado a prisión, sin los que no tiene derecho a pedir ningún beneficio.

Reiterando que puede aplicarse aquello de “no hay mal que por bien no venga”, ha sido también ilustrativo el desesperado intento fujimorista de recuperar protagonismo e iniciativa política, con acciones como la maniobra de una parlamentaria de esa corriente que pretende estar a cargo de un grupo de derechos humanos.

También muestra el verdadero rostro de ese sector autoritario, la conducta de los dos congresistas que fueron cómplices de la violación legal cometida por el condenado de la Diroes, maltratando a los empleados del Inpe e impidiéndoles poner orden, en forma por demás prepotente.

Todo lo sucedido demuestra que la imagen de modernidad y la supuesta decisión de dejar atrás el pasado que venía proclamando esa agrupación era sólo pose y lo que pretende es avasallar a la democracia y a quienes la defienden, en busca de objetivos totalitarios, como ya lo están confesando, eufóricos, algunos de sus deplorables escribas. La ciudadanía que luchó por recuperar la democracia, insistimos, de ninguna manera lo permitirá.

Tomado del Diario La Primera, 10 noviembre 2013, pág. 4.


viernes, 8 de noviembre de 2013

Graffitis de Bansky

Bansky es el pseudónimo de un prolífico artista del street art británico. Se cree que nació en Yate, localidad cercana a Bristol, en 1974, pero los datos acerca de su identidad son inciertos y se desconocen detalles de su biografía. Según Tristán Manco, Banksy "nació en 1974 y creció en Bristol, Inglaterra. Hijo de un técnico de fotocopiadoras, se formó como carnicero pero se vio implicado en el graffiti durante el boom del aerosol en Bristol de finales de la década de 1980". Su trabajo, en su gran mayoría piezas  satíricas sobre política, cultura, pop, moralidad y etnías, combina escritura con graffiti con el uso de estarcidos con plantilla (conocidos generalmente como stencils, del inglés). Su arte urbano combina escritura con una técnica de estarcido muy distintiva, similar a Blek le Rat, quien empezó a trabajar con estarcidos en 1981 en París; y miembros de la banda de anarco-punk Crass, que mantuvieron una campaña en las instalaciones del metro de Londres a finales de la década de los setenta del siglo XX e inicios de los ochenta. Banksy reconoció la influencia de Blek diciendo "cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta de que Blek le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años antes". Sus obras se han hecho populares al ser visibles en varias ciudades del mundo, especialmente en Londres. 
Información tomada de Wikipedia. 


Bansky ha tomado las calles de ciudades británicas y norteamericanas, su art Street ha tomado las paredes de las calles más pobres de la ciudad o lugares muy representativos, sus plantillas son las paredes, sus herramientas los espray sus temas: la crítica social más despiadada sobre política, cultura y libertades.
El art Street tiene vieja data, ha evolucionado desde mensajes obscenos y logotipos hasta constituirse verdaderamente en arte popular. Los temas que ha tomado Bansky se nutren de la crítica social, arremete contra la hipocresía política del doble discurso de sus gobernantes, la política exterior que no se detiene ante la condición humana, la condición de los más pobres en guettos y lugares que no se muestran.
El arte culto de los salones de exposiciones también puede trasladarse a las calles y disfrutar el arte que crítica, ironiza y se burla de lo absurdo de las sociedades capitalista, humanizar el arte es mostrar la condición estética que reclama un espacio como acto de conciencia.
Los graffitis pueden visualizarse en: https://www.facebook.com/BanksyBook
y: https://bansky.co.uk

Selección de imágenes:

Grafiti que busca resaltar la condición de dos roedores que representan un
estado de ficción: vestidos con frac siguen siendo roedores.
Pintor borrando el grafiti de un roedor que representa el poder de la corrupción a 
punto de cortar los hilos que sostienen el andamiaje del obrero.
Niña revisando a soldado en frontera, situación inverosímil, pero que representa 
una protesta de la agresión judía contra los palestinos.
La represión más descarnada que es ironizada entre el relato inocente de 
Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas) y la cotidiana condición de seguridad que se impone ante cualquier 
sospechoso de ser migrante.
Grafiti hace ironía de la conquista del monte Suribachi defendida por tropas japonesas  a finales de la II guerra mundial, un logo comercial remplaza la bandera norteamericana.


"Banalidad del mal" obra filosófica de Ana Harendt, banalidad de la la banalidad
del mal es una crítica a la visión del fascismo sobre la humanidad.

Grafiti sobrecogedor: una niña corre desnuda huyendo del bombardeo de napalm en una aldea de Vietnam, imagen superpuesta por los símbolos de la “felicidad norteamericana” de la década del 60 y 70: el ratón Mickey y el clown que representa a una marca de hamburguesas.
Esperando una novia al costado de un night club. 
"El grafiti es un crimen" alusión a las decisiones de autoridades
que ordenan borrar los grafiti e intentan penalizar la protesta y 
crítica social.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La gesta de Tupak Amaru II

La historia del poder colonial en América y sobre todo en Perú, es una historia de rebeliones y constantes alzamientos buscando la independencia del yugo español y restitución del Tawantinsuyu.

Alberto Flores Galindo indica que antes del gran levantamiento de 1780 en los Andes hubo 128 rebeliones a inicios del siglo XVIII. La evolución in crescendo de rebeliones nativas contra el poder colonial hispano indicará el fermento que habían logrado los patriotas para zafarse del dominio colonial español, que reprimía con mucha dureza cualquier reclamo independentista.

La respuesta nativa más cercana a la independencia de España ocurrió con la rebelión iniciada el 4 de noviembre de 1780 dirigida por José Gabriel Condorcanqui, Marqués de Oropesa, acompañado de su esposa Micaela Bastidas Puyucahua, sus hijos Hipólito, Mariano y Fernando, familiares y el respaldo de los kuraka del sur de Quzqu entre ellos Tomasa Titu Condemayta.

Poco se sabe de su educación durante su niñez, aunque se sabe que hablaba runasimi, latín y castellano. Su formación intelectual se alimentó con los Comentarios Reales del Inka Garcilaso de la Vega editada por en 1724 por Andrés Gonzáles García y de textos censurados de Voltaire y Juan Jacobo Rousseau que circulaban clandestinamente entre criollos y mestizos educados.  En 1762 fue reconocido como kuraka de Surimana, Tungasuka y Pampamarka. Fue comerciante adinerado, se dedicaba al arrieraje entre La Plata y Lima. Sus actividades económicas comerciales lo confrontaron con las autoridades coloniales españolas. Los arrieros del Río de La Plata, -sus competidores-, intentaban monopolizar el tránsito de mineral por el Alto Perú. Se le impuso el pago de prebendas por su paso en las minas.

La imposición de reparticiones para ampliar el mercado interno colonial pronto se hizo insostenible y desencadenó el levantamiento. La «repartición» implicaba un mecanismo de compulsión para «adjudicar mercadería» que arbitrariamente imponían los corregidores (jueces de provincias) a la población nativa, mercadería inservible para sus necesidades básicas. Las deudas que generaron las reparticiones entre los nativos fueron tan altas que debían migrar ofreciendo su fuerza de trabajo en minas, obrajes y haciendas para pagarlas. Como kuraka José Gabriel Condorcanqui fue afectado por el establecimiento de aduanas y el incremento de las alcabalas. Reclamó a las autoridades coloniales en Tinta, Quzqu y Lima que los hatunruna fuesen liberados de la mita (trabajo obligatorio) en minas y haciendas, las que fueron rechazadas o tratado con indiferencia.

La rebelión se inició el 4 de noviembre de 1780 con la captura y ajusticiamiento del corregidor Antonio Arriaga en Tinta. Pronto se unieron hatun runa provenientes de K’ana-Kanchis y Kispikanchi, de las marka de Tinta, Tunkasuka, Surimana, Pampamarka y Aqumayu, de las cuales era kuraka. Se autodenominó Tupak Amaru II identificándose como descendiente directo del último Inka, capturado en las montañas del Willkapampa y asesinado en la plaza Aukaypata por orden del virrey Francisco de Toledo en 1572.

En los inicios de la rebelión Tupak Amaru II buscó la unión tanto de los hatun runa, mestizos, criollos y afro-descendientes, una integración anticolonial que le permitiera enfrentar a las tropas coloniales. Su esposa Micaela Bastidas y familiares más próximos actuaron como un «Estado Mayor» de la rebelión, ejerciendo funciones para reclutar, abastecer y aconsejar en la toma de decisiones. La rebelión se extendió llegando a reclutar a decenas de miles de alzados, estimándose no menos de cien mil alzados hasta que se extinguió tres años después.

Iniciada la rebelión marchó en dirección del Quzqu, pasando por Yanauqa, Tunkasuqa, Qiqisana, Pumakanchi, Sankarara, Antawaylilla. Cercó el Quzqu con aproximadamente 60,000 alzados y mantuvo la esperanza que criollos, mestizos y kuraka ricos y hasta el obispo Moscoso se alzaran internamente contra la tropa realista. Los criollos que participaron en la rebelión porque eran contrarios a las reformas borbónicas, pero seguían siendo fieles a la corona española en los demás aspectos. Al no conseguir el levantamiento interno Tupak Amaru II decide retirar el cerco y realizar una campaña para levantar a las poblaciones cercanas al Quzqu, desplazaba la rebelión con dirección al Altiplano, giro que le valió el apoyo de los aymara bajo el liderazgo de Tupak Katari y Julián Apaza.

Disponía apenas de 6 cañones y 200 arcabuces, la mayoría de los alzados sólo estaban armados de lanzas, cuchillos, rejones, hondas y piedras. No eran propiamente un ejército entrenado y bajo disciplina estricta, las acciones se llevaban con mucha espontaneidad. Muchos de los pueblos y haciendas que apoyaban el régimen colonial fueron arrasados, se destruía todo lo que fuera percibido como español. Esa violencia contenida por siglos del abuso hispano puede notarse en palabras de Tomas Calizaya, lugarteniente de Tupak Katari, cuando dirigió un mensaje en marzo de 1781 sobre la actuación de los alzados respecto al poder colonial:
Manda el soberano Inka Rey que pasen cuchillo a todos los Corregidores, sus Ministros, Kuraka, cobradores y demás dependientes: como asimismo, a todos los chapetones, criollos, mujeres, niños de ambos sexos, y toda persona que sea o parezca ser española, o a que a lo menos esté vestida a imitación de tales españoles. Y que si esta especie de gentes favoreciesen en algún sagrado o sagrados, y algún cura, y otra cualquier persona impidiese o defendiese el fin primario de degollarlos, también se atropelle por todo, ya pasando a cuchillo a los sacerdotes, y ya quemando las iglesias…
Poema de Alejandro Romualdo
La utopía del regreso del Inka pronto se hizo realidad, la encarnaba un kuraka Quzqu, pronto el alzamiento se convirtió en un programa político anticolonial, se buscaba reglas comunes de convivencia y la separación de la administración europea. Los puntos centrales del programa fueron:
- Libertad de toda América de cualquier dominación, tanto de España como de su monarca, implicando esto no sólo la mera separación política sino la eliminación de diversas formas de explotación sobre los hatunruna.

- Abolición tanto del reparto como de la alcabala, la aduana y la mita minera impuesta.

- Abolición de la esclavitud negra. Solicitada por vez primera en América.

- Reconocimiento del linaje real Inka y de los derechos adquiridos por sus descendientes.

Debilitado tras enfrentar tropas realistas fue capturado en abril de 1781 en la laguna de Langui y llevado al Quzqu. Interrogado y torturado no pudieron de arrancarle información sobre sus compañeros de rebelión en Quzqu y otras ciudades y de sus ejércitos que se mantenían activos en grandes territorios del Altiplano. El rey Carlos III de España envío al visitador José Antonio de Areche, como autoridad para el interrogatorio y ejecución, al confrontarse con Tupa Amaru II requiriendo información sobre los alzados éste le contestó: «Solamente tú y yo somos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por tratar de libertarlo de semejante tiranía. Ambos merecemos la muerte».


Tupak Amaru II fue sentenciado a muerte en la Plaza Auqaypata del Quzqu el 18 de mayo de 1781, debió presenciar la tortura y asesinato de sus principales aliados, su tío, sus dos hijos mayores y finalmente su esposa. Tras su asesinato, la rebelión fue continuada por su primo Diego Cristóbal Tupa Amaru quien fue ejecutado por las autoridades coloniales en agosto de 1783. En el altiplano la rebelión continuó bajo la conducción de Tupak Katari y Julián Apaza quienes sitiaron Chuquiabo (La Paz) por dos veces, no logrando tomarla.

La gesta libertadora culminó en 1784, fue la más importante conducida por descendientes del Inka El proyecto de apartarse del yugo español y restituir el Tawantinsuyu mediante un monarca Inka quien remplazaría a gobernantes borbones tenía un referente muy importante: alcanzar la justicia e igualdad que existía durante el Tawantinsuyu. El principio ordenador del mundo andino significaba el regreso del Inka y la consiguiente recomposición de sus partes separadas por el yugo hispano. El gobierno Inka como principio ordenador permitía lograr la vuelta al orden natural y recomponer todo lo estructurado por el Inka Pachakuti en todo el espacio de los Andes.

La respuesta a la percepción de la presencia europea en el Nuevo Mundo fue el rechazo y la resistencia activa, la que no cesó hasta lograrse la independencia en 1821, dirigida por criollos que habían desplazado el proyecto tupacamarista en la construcción de un proyecto nacional muy distinto al añorado durante las rebeliones anticoloniales.