jueves, 2 de mayo de 2019

Presentación Tantas primaveras de Arturo Palomino



e es grato presentar este libro de poesía editado por Donald Jaimes y prologado por Marco Martos. Este libro nos presenta un viejo pero actual tema: El amor. Motivo de publicación y estreno del novel poeta.

Debo confesar que después de una lectura analítica y conversación con el autor de sus motivos de inspiración, interpreto que en cada poema se halla presente como un tema central la muestra de reciprocidad mutua entre amor y música teniendo como elemento de sustento la naturaleza.
El ritmo poético de la escritura refleja una cadencia interior a medida que va redactando el poema, la expectativa de encontrar la melodía sutil en cada encuentro amoroso. Si bien la secuencia de poemas no termina con la derrota que implica el compromiso amoroso y todas las reglas de obligación que ella trae, sin embargo, el primer poema advierte ya de esa posibilidad: “porque mis manos serán las tuyas/un verano eterno”; “tuyos serán mis poemas”. La posibilidad del compromiso muta hacia un legado.

El tema central del libro es el amor mostrado como una ejecución musical. Si Antonio Vivaldi con Las cuatro estaciones retrata la vida como una época determinada, el amor en versos de Arturo Palomino representa la condición musical de cada instante de vida, la cual debe detenerse en una estación perenne: La primavera.

La mayor parte de los poemas «des-oculta» una cadencia rítmica interior, que mucho se asemeja a dos magníficos jazzistas: John Coltrane con su ejecución «Naima» y Miles Davis en Kind of blue, sobre todo en la ejecución de «Blue in Green”. Leer los poemas de Arturo Palomino bajo el ritmo de ambos temas «desenmascara» la estructura rítmica del jazz y los giros que representa cada ejecución, es tan variable como el amor que inspira al autor. «Sintiendo ese silbo melódico, / suave y ligero de la brisa del mar/ cálido también como este verano/ que es tuyo y nuestro, /que se perfecciona».

La reciprocidad amor-música concatena otros elementos concurrentes: naturaleza, lluvia, verano, primavera, sol. La naturaleza que impacta en lo cotidiano: «para empezar este día, / el naciente sol, / hará que brille, en tus ojos, el amor». La relación día-naciente sol-tus ojos-el amor invita la evocación de la necesidad melódica: «creará en nuestras vidas una nueva canción».

Cada melodía que advoca el autor en una cadencia de palabras interrumpidas sólo por palabras exquisitas: «nemorosa», «sinalefa», «alongadas», «mentiras fatuas» constituyen el silencio impuesto en el límite entre melodías, tal como se aprecia en el poema concierto, donde se resume el trasfondo teleológico del mensaje mediante la ejecución musical: «Notas sublimes bajadas del cielo/que iluminan el corazón/ cuerdas y sonidos, / vientos y sonidos, sonidos y ecos». Apartando el ritmo del ansiado coro de serafines, que proveen color a la melodía, el poeta encuentra, una cadencia interna muy terrenal, las notas musicales del poema, un sinfín de combinaciones que se confrontan entre fe y razón, la exultación de lágrimas al lograr las notas perfectas. Los ritmos conflictivos entre razón y metáfora hace necesaria ser recorrida por «las sendas transparentes de la razón».

La búsqueda de la felicidad a través del amor, como un antiguo anhelo, confronta la dualidad amor-dolor. El autor busca rescatar en las vertientes peruanas de la música vernácula, la melodía autóctona, ese ansiado ritmo melódico interior que conjugue con el amor. Se menciona «huayno», «Santiago», «yaravíes», «mulisas», «comparsas» y «pasacalles». Aunque no se aproxima claramente a la asunción de la poética de Guamán Poma en el pasado, o poemas de Killku Waraqa y Kusi Pawkar recientemente, aún esa melodía amorosa, aun próximo del estro colectivo autóctono, se encuentra más cercana a José María Eguren y quizás en algunos autores españoles.

Culmino esta presentación señalando que Tantas primaveras puede resumirse en un verso: “Tu silencio es el silbo del aire”.

Casa de la Literatura, martes 30 de abril 2019.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias mi estimado.Víctor Mazzi, por el análisis tan profundo a mi poemario "Tantas Primaveras".