Reciente libro de Pedro S. Zulen (póstumo) |
n junio del año en curso (2024), acaba de publicarse el
libro titulado Pedro S. Zulen GAMONALISMO Y CENTRALISMO. La proeza ha sido obra de Wilfredo Kapsoli
Escudero y Víctor Mazzi Huaycucho, quienes han realizado la titánica labor de
actualizar el proyecto de libro que
organizara Pedro S. Zulen hasta el año
1919, cuando precisamente propuso su publicación a la editorial madrileña de
Saturnino Calleja, que no logró concretarse. Al fallecer este insigne
intelectual en el año 1925, su hermana reunió en una caja dicho proyecto y
otros documentos de su archivo personal debidamente embalado ante el temor de
que el bacilo causante de la tuberculosis ocasione contagios. Esta caja ha
permanecido por casi cien años en los archivos, habiendo sido donados a la
Biblioteca Nacional del Perú.
Precisamente el trabajo invalorable de los intelectuales
Wilfredo Kapsoli y Víctor Mazzi es haber reconstruido el proyecto original,
contrastando los diversos temas con publicaciones hechas en su tiempo en
revistas, periódicos, boletines y otros documentos. El volumen total del libro
es de 360 páginas y la edición ha estado a cargo de Rolando Gutiérrez Chamorro.
Pedro S. Zulen nació el 12 de octubre de 1889 y falleció el
27 de enero de 1925, a los 35 años de edad. En este poco tiempo de vida igual
que José Carlos Mariátegui, se encumbró como intelectual, iluminando su tiempo no solo con su erudición académica
sino al asumir un rol activo buscando la transformación social del Perú
avizorando el camino socialista a tono con los vientos innovadores que soplaban
en el mundo pensante de entonces . José Carlos Mariátegui hizo un llamado para
reivindicarlo, afirmando que el pasadismo y la generación conservadora y tradicionalista de su tiempo no
lograron seducirle y menos depositar su
polilla en la mentalidad de este hombre movido “por una fe obstinada en la
fuerza creadora del ideal y del espíritu”.
Pedro S. Zulen, tan joven, después de su s estudios en la
universidad de Harvard, donde tuvo la oportunidad de asimilar lo más reciente
en el quehacer universitario mundial, al retornar al Perú, asumiendo la cátedra
y el cargo de director de la biblioteca de la Universidad de San Marcos, inició
un decidido afán innovador. Como dice
Enrique Bustamante y Ballivián “hizo dar un salto tan raro en nuestra
universidad conservadora y dormida”.
La erudición de Pedro S. Zulen fue tan vasta que abarcó con
explícito dominio temas de filosofía, literatura, matemática, ciencias sociales
en una perspectiva humanística. Para comprender mejor a Manuel Kant aprendió el
idioma alemán, dominaba el inglés y otros idiomas. Por su puesto, como entregó
parte de su vida en cuerpo y alma a la reivindicación del pueblo indígena, para
hablar con ellos y comprenderlos mejor, aprendió en quechua.
Foto de Pedro S. Zulen, publicado en la revista Mundial (1920) |
Pedro S. Zulen no fue un indigenista de literatura ni un predicador de caridad para socorrer a una raza desvalida que resistía agónica en las entrañas del gamonalismo, menos el mensajero que ofrecía mejor vida en el mundo imaginario más allá de la muerte. Fue un combatiente, aquilató aquellas palabras de José Martí “la mejor forma de decir es hacer”. Fundó la Asociación Pro Indígena, entidad que se dedicó a la defensa del indio, a denunciar los despiadado s abusos de los que eran víctimas donde no eran raros las masacres y asesinatos colectivos. Visitó personalmente, a pesar de su quebrantada salud, poblaciones indígenas. Coordinó y fue compañero amigo de los líderes indígenas que pugnaban por organizarse, levantaban sus voces de reclamo y denuncia. Para este efecto de defensa y denuncia y canalizar el reclamo de j usticia, creó con Joaquín Capelo y Dora Máyer el boletín “Deber Pro Indígena”, que se publicó en forma mensual entre 1912 y 1915. Pensaba que la base de la nacionalidad era la población indígena y su reivindicación histórica tenía que comenzar necesariamente por la liquidación del gamonalismo y la devolución de las tierras a sus verdaderos dueños, los indios.
Pedro S. Zulen compartió con lo mejor de la intelectualidad.
Gozó del mayor aprecio de Manuel Vicente Villarán, Rector de San Marcos. Tuvo
una estrecha amistad con José María Eguren, Enrique Bustamante y Ballivián,
Angélica Palma y Jorge Basadre entre otros. Fue valorado con las palabras más
elogiosas. Jorge Basadre lo llamó “mi maestro y amigo”, además declaró
“confieso que en él me inspiré en muchas ocasiones de mi vida. No me enseñó en
el aula, pero me enseñó con el ejemplo y a través de innumerables y sencillas
charlas en la biblioteca y en las calles”. Cuando falleció, Luis Alberto
Sánchez escribió “Se nos ha ido un maestro […], y esta partida es sin remedio.
Se nos ha ido un compañero que sabía enseñar, un maestro que se dejaba querer.
Dos utópicas virtudes entre los profesores actuales”. Pero también mereció el
reconocimiento de la intelectualidad
extranjera, el gran filósofo y
matemático universal Bertrand Russsell dijo de él “estoy asombrado de su vasto
y lo nuevo de su saber”.
Tumba de Pedro S. Zulen. Cementerio Presbítero Maestro (Lima). Pabellón San Felipe # 175 |
Llama la atención, que un intelectual de la talla de Pedro Zulen, que irradió con su saber el Perú de las dos primeras décadas del siglo XX y sobre todo movilizó su esfuerzo por rescatar al indio de la ignominia secular, siendo “Zulen es uno de los mozos que más vale entre los jóvenes de los últimos tiempos” (Ricardo Palma) y que muchas de cuyas ideas siguen vigentes, en lugar de ser considerado como referente en la educación y sociedad nacional, permanece casi ignorado. Mientras en los libros de historia oficial, textos escolares; denominación de instituciones, ciudades, plazas, avenidas y calles abundan hasta la saturación nombres de personajes oscuros, dictadores funestos, intelectuales cortesanos de España colonialista, santos imaginados y frases sin semántica.
Víctor Mazzi, Wilfredo Kapsoli y Rolando Gutiérrez, editores de Gamonalismo y centralismo |
Felicitaciones a Wilfredo Kapsoli y Víctor Mazzi, por tan encomiables trabajo de rescate, de un fardo empaquetado, de la obra de Pedro Zulen. Queda a la generación presente y futura difundirla y presentarla como una luz cuya estela debe alumbrar el camino en la construcción heroica de un Perú mejor, con bienestar y justicia.
Lima, 19 de julio de 2024.
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