propósito de las
celebraciones de la invasión e imposición del dominio colonial hispánico en
nuestro continente, refresco la memoria sobre su presencia y acciones contra
distintas sociedades y pueblos autóctonos. Se enseña la historia desde el punto
de vista del extraño que tomó y trató de destruir la sabiduría ancestral de nuestros
pueblos. Quizás estos fragmentos citados recuerden lo que ha significado el
colonialismo y el consiguiente colapso demográfico que ocasionó.
Es curioso que la
mentalidad del colonizador aun persista en muchos pensadores hispanos, fui
testigo como uno de ellos justificaba la destrucción de nuestro continente diciendo
que nosotros como “indios” necesitábamos la civilización y la cultura europea,
que el cristianismo era la “única” religión que debíamos tener, que nuestros
waka eran “falsos dioses”, que nuestra sabiduría ancestral era pura “behetría”
(confusión mental). Justificación a todas luces interesada y carente de sustento.
Del lado nuestro, leo
también a muchos pensadores con rasgos y orígenes autóctonos muestran
comportamiento racista en contra de sus propios connacionales, se sienten más
hispanos que nativos, perviven en la mentalidad que somos la "periferia" y que
necesitamos de un centro que dictamine y dirija nuestras necesidades de
desarrollo. Pretenden el rechazo y abandono de nuestra propia cultura y sabiduría autóctona, en favor de una "cultura universal"; sostienen que para ser "universales" debemos abandonar cualquier rasgo cultural propio que entre en conflicto con aquella, nunca se interesan por buscar lo propio como parte de dicha cultura universal.
Estos fragmentos citados no forman parte de alguna novela de ficción, es lo que escribieron religiosos hispanos, cronistas nativos entre otros muchos. Escribían con cargo de conciencia sobre lo que expectaban en el “Nuevo continente” y lo desastroso que resultaba predicar
la religión cristiana asesinando y destruyendo para imponerla en nuestras
tierras.
¿Debemos celebrar el 12 de octubre? lo dejo a la conciencia del publico lector. Después de más de 500 años de ocurrida tal invasión, en nuestros pueblos autóctonos aún superviven la sabiduría y cultura ancestral, la que día a día nos identifica y nos hace más orgullosos de lo somos y poseemos.
¿Debemos celebrar el 12 de octubre? lo dejo a la conciencia del publico lector. Después de más de 500 años de ocurrida tal invasión, en nuestros pueblos autóctonos aún superviven la sabiduría y cultura ancestral, la que día a día nos identifica y nos hace más orgullosos de lo somos y poseemos.
Martín Fernández de Enciso: Suma de geografía (1519)
“Yo
requerí de parte del rey de Castilla a dos caciques de estos del Cenú… y
respondiéronme: que en lo que decía que no auía sino un dios e que este
gouernaua el cielo y la tierra e que era señor de todo, que les parecía bien e
que assí deuía ser: pero en lo que decía que el Papa era señor de todo el
Uniuerso en lugar de Dios e que él auía fecho merced de aquella tierra al rey
de Castilla, dixeron que el Papa deuiera estar borracho quando lo hizo, pues, daua
lo que no era suyo, e que el rey que pedía e tomaua tal mercé debía ser algún
loco, pues pedía lo que era de otros e que fuesse allá a tomarla, que ellos
pornían la cabeca en un palo como tenían otras que me mostraron de enemigos
suyos, puestas encima de sendos palos cabe el lugar e dixeron que ellos eran
señores de su tierra e que no auían menester otro señor e yo les torné a
requerir que lo hiziesen sino que les haría la guerra e les tomaría el lugar… e
respondiéronme que ellos me pornían primero la cabeza en un palo e trabajaron
por lo hacer….etc.”
Francisco De Vitoria: De protestate Ecclesiae (1534)
Papa dominus orbis…merun commentum in
adulationem et assentationem pontificum…Papa
non est Dominus Orbis.
(El papa amo del mundo… [esto es un] cuento inventado para adular y acrecentar el poder
de los pontífices… el Papa no es el amo del mundo”).
“Primum
Ommiun yo no entiendo la justicia de esta guerra, nec disputo si el Emperador
puede conquistar las Indias, que praesuppono
que lo puede hacer strictísimamente.
Pero a lo que yo he entendido de los mismos que estuvieron en la próxima
batalla con Tabalipa [Atawalpa], nunca Tabalipa ni los suyos habían hecho
ningún agravio a los cristianos ni cosa por donde les debieran hacer la guerra.”
“Los
cristianos no pueden ocupar por la fuerza las tierras de los infieles si éstos
las poseen como verdaderos dueños”.
Fray Bartolomé de las Casas: Brevísima relación de la destrucción de las indias (1552)
«Entraban
en los pueblos [los españoles], ni dejaban niños ni viejos, ni mujeres preñadas
ni paridas que no desbarrigaban y hacían pedazos, como si dieran en unos
corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada
abría el hombre por medio, o le cortaba la cabeza de un piquete, o le descubría
las entrañas. Tomaban las criaturas de las tetas de las madres por las piernas,
y daban de cabeza con ellas en las peñas. Otros daban con ellas en ríos por las
espaldas, riendo y burlando, y cayendo en el agua decían: «bullís, cuerpo de
tal»; otras criaturas metían a espalda con las madres juntamente y todos
cuantos delante de sí hallaban. Hacían unas horcas largas, que juntasen casi
los pies a la tierra, y de trece a trece, a honor y reverencia de Nuestro
Redemptor y de los doce apóstoles, poniéndoles leña y fuego los quemaban vivos.
Otros ataban o liaban todo el cuerpo de paja seca: pegándoles fuego, así los
quemaban. Otros, y todos los que querían tomar a vida, cortábanles ambas manos
y dellas llevaban colgando, y decíanles: «Andad con cartas», conviene a saber,
llevad las nuevas a las gentes que estaban huidas por los montes. Comúnmente
mataban a los señores y nobles desta manera: que hacían unas parrillas de varas
sobre horquetas y atábanlos en ellas y poníanles por debajo fuego manso, para
que poco a poco, dando alaridos, en aquellos tormentos, desesperados, se les
salían las ánimas.»
DE LA TIERRA FIRME
Así
que, como llevase aquel triste y malaventurado gobernador instrucción que
hiciese los dichos requerimientos, para más justificadlos, siendo ellos de sí
mesmos absurdos, irracionales e injustísimos, mandaba, o los ladrones que
enviaba lo hacían, cuando acordaban de ir a saltear y robar algún pueblo de que
tenían noticia tener oro, estando los indios en sus pueblos y casas seguros,
íbanse de noche los tristes españoles salteadores hasta media legua del pueblo,
y allí aquella noche entre sí mesmos apregonaban o leían el dicho
requerimiento, diciendo: “Caciques e indios desta Tierra Firme de tal pueblo,
hacemos os saber que hay un Dios y un papa, y un rey de Castilla, que es señor
de estas tierras. Venid luego a le dar la obediencia, etc. Y si no, sabed que
os haremos guerra, y mataremos, y captivaremos, etc”. Y al cuarto del alba,
estando los inocentes durmiendo con sus mujeres e hijos, daban en el pueblo,
poniendo fuego en las casas, que comúnmente eran de paja, y quemaban vivos los
hijos y mujeres y muchos de los demás, antes que acordasen. Mataban los que
querían, y los que tomaban a vida mataban a tormentos, porque dijiesen de otros
pueblos de oro, o de más oro de lo que allí hallaban, y los que restaban
herrábanlos por esclavos.”
Titu Kusi Yupanki: Instrucción del inga don Diego Titu Cussi Yupangui... (1570)
Después del fracaso del cerco al Cuzco en 1536, el Inka Manqu, -relata en versión castellana su hijo y cronista Titu Kusi Yupanki-, dirigió el parlamento a sus tropas reunidas en Ollantaytambo:
“Ya
está hecho, por vuestra vida que de aquí en adelante miréis cómo os habéis con
ellos [los españoles], porque sabed que son nuestros enemigos capitales y
nosotros lo habemos de ser suyos perpetuamente, pues ellos [así] lo han
querido.”
Domingo de Santo Tomás. Lexicon, o Vocabulario de la lengua general del Perv. (1560):
“Tanto que muchos de los indios hasta agora tienen creydo, que christiano quiere dezir, Robador, matador, cruel, &c. Porque viendo que los que tienen este nombre, son comúnmente tan crueles, tan mentirosos, tan carnales, tan codiciosos, y breuemente tan viciosos en todo género de vicios con tan gran libertad, y soltura, y tan desuergonzada, y osadamente, tienen concebido en sus entendimientos que Iesu Christo, de quien los christianos toman el nombre, les manda hazer aquellas cosas. Porque como ellos tenían tanta obediencia a sus ídolos (que tenían por dioses) que nada hazia contra sus mandamientos.”
Joseph de Acosta: Historia Natural y Moral de las Indias. Libro sexto (1590)
«HABIENDO
TRATADO lo que toca a la religión que usaban los indios pretendo en este libro
escrebir de sus costumbres y pulicía y gobierno, para dos fines. El uno,
deshacer la falsa opinión que comúnmente se tiene de ellos, como gente bruta, y
bestial y sin entendimiento, o tan corto que apenas merece ese nombre. Del cual
engaño se sigue hacerles muchos y muy notables agravios, sirviéndose de ellos
poco menos que de animales y despreciando cualquier género de respeto que se
les tenga. Que es tan vulgar y tan pernicioso engaño, como saben bien los que
con algún celo y consideración han andado entre ellos, y visto y sabido sus
secretos y avisos, y juntamente el poco caso que de todos ellos hacen los que
piensan que saben mucho, que son de ordinario los más necios y más confiados de
sí. Esta tan perjudicial opinión no veo medio con que pueda mejor deshacerse,
que con dar a entender el orden y modo de proceder que éstos tenían cuando
vivían en su ley; en la cual, aunque tenían muchas cosas de bárbaros y sin
fundamento, pero había también otras muchas dignas de admiración, por las
cuales se deja bien comprender que tienen natural capacidad para ser bien
enseñados, y aún en gran parte hacen ventaja a muchas de nuestras repúblicas. Y
no es de maravillar que se mezclasen yerros graves, pues en los más estirados
de los legisladores y filósofos, se hallan, aunque entren Licurgo y Platón en
ellos. Y en las más sabias repúblicas, como fueron la romana y la ateniense,
vemos ignorancias dignas de risa, que cierto si las repúblicas de los mexicanos
y de los ingas se refirieran en tiempo de romanos o griegos, fueran sus leyes y
gobierno, estimado. Mas como sin saber nada de esto entramos por la espada sin
oídles ni entendelles, no nos parece que merecen reputación las cosas de los
indios, sino como de caza habida en el monte y traída para nuestro servicio y
antojo.
Los
hombres más curiosos y sabios que han penetrado y alcanzado sus secretos, su
estilo y gobierno antiguo, muy de otra suerte lo juzgan, maravillándose que
hubiese tanto orden y razón entre ellos.»
«…pues verles otra suerte de quipos que usan de granos de maíz, es cosa
que encanta. Porque una cuenta muy embarazosa, en que tendrá un muy buen
contador que hacer por pluma y tinta, para ver a cómo le cabe entre tantos,
tanto de contribución, sacando tanto de acullá y añadiendo tantos de acá, con
otras cien retartalillas, tomarán estos indios sus granos y pornán uno aquí,
tres acullá, ocho no sé dónde; pasarán un grano de aquí, trocarán tres de
acullá, y en efecto ellos salen con su cuenta hecha puntualísimamente, sin
errar un tilde; y mucho mejor se saben ellos poner en cuenta y razón de lo que
cabe a cada uno de pagar o dar, que sabremos nosotros dárselo por pluma y tinta
averiguado. Si esto no es ingenio y si estos hombres son bestias, júzguelo
quien quisiere, que lo que yo juzgo de cierto es que en aquello a que se aplican nos hacen grandes ventajas».
Felipe Guaman poma de Ayala: Nueva corónica y buen gobierno (1616)
/ ¡Daca oro y plata,
yndios! / Los señores principales tapeado le quema. / en el Cuzco /
Don Francisco y don
Diego de Almagro y los demás cristianos le mandaron tapear al excelentísimo
señor, capac apo Guaman Chaua, segunda persona del Ynga, que estaua bibo muy
biejo y los demás señores grandes.
Le enserraron,
pidiéndole oro y plata como enteresado y cudicioso en oro y plata. Estos dichos
conquistadores le echó fuego y le quemó, acabó su uida. Acimismo mató a los
dichos Yngas y a todos los señores grandes y capitanes generales y a los
prencipales de cada prouincia deste rreyno con de uarias tormentos, pediéndole
oro y plata y trayýa presos. Y lo castigaua muy cruelmente, preso con cadena de
hierro y de cuero de baca torcido y cuellos del mismo baca. Dizen que usaua
crillos de uaca y esposas del mismo cuero para tenellas preso a los dichos
yndios deste rreyno.
Y ací muchos señores
prencipales, con el miedo del tormento, dixeron que eran yndios pobres, porque
no les tormentase y padeciese trauajo en este rreyno.
Cómo en tienpo de los
Yngas abía salteadores llamados poma ranra y el capitán de ellos se llamaua
Chuqui Aquilla Ynga. Andaua en las quebradas hondas y pedregales y peñas,
barrancos llamado puma ranra, y salteaua por los caminos rreales estos dichos
yndios cimarrones, estos dichos salteadores poma ranra. En tienpo de la
conquista se hizieron yanaconas de los dichos españoles y salteauan mucho más
mejor y rrobaua a los pobres yndios. Y después se quedaron y se uecitaron en
las ciudades por yanaconas, adonde está al presente yanaconas de Quito, de
Guanoco y de Lima, Guamanga, Cuzco, Ariquipa, Potocí, Chuquisaca. En las
ciudades son yndios tributarios pecheros del rrey en este rreyno.
Cómo es enemigo mortal
de los yndios los dichos corregidores y enemigo mortal de las yndias los dichos
padres y curas de las dotrinas y mucho más de los caciques prencipales. Todos
los españoles son contra los yndios pobres deste rreyno. Ay que conzederar en
éste mucho.
Conzedera que los
pobres de Jesucristo, los ciegos, tulidos, enfermos, biejos, biejas, biudas,
güérfanos que en esta uida pasan trauajo y no ay limosna. Y no ay cristianos ni
sanctos, que todos están en el cielo. Y ancí no ay caridad. Por eso los pobres padesen
trauajo, hambre y sed y frío y castigos y preciguimientos en este rreyno.
Conzedera.
Conzedera que los
dichos caciques principales y otros yndios que se hazen mandoncillos en este
rreyno enpiden todas las tierras en los pueblos y fuera de ellas, de sementeras,
pastos, corrales que sobran y se pierden porque no los benefician y lo estorua
a los yndios. Que las benefician deziendo que son suyas y piden paga del
alquil, arrendamiento y se prouechan ellos y no se los da a los dichos erederos
de las dichas tierras. Y ací en partes y quebradas y uaycos [quebrada] , en
pucyos [manantial] o rríos que se saca la agua del rriego, se pierde y se
quiebra y se haze monte y los andenes se cae. Y se pierde lo que los primeros
yndios Uari Uira Cocha Runa, Uari Runa y Purun Runa, Auca Runa trauajaron y
rronpieron tierra uirgen.
En partes dizen que sernían la tierra y sacauan las piedrecitas menudas, de lo qual hasta agora están amontonados las piedrecitas que sacaron de lo que sernían. Y los andenes están puestas a mano: aunque fue llano, de fuerza lo aderesaron gastando sus comidas y trauajo. Y ancí no es justo que se pierda porque ci no lo beneficia se perderá para cienpre.
En partes dizen que sernían la tierra y sacauan las piedrecitas menudas, de lo qual hasta agora están amontonados las piedrecitas que sacaron de lo que sernían. Y los andenes están puestas a mano: aunque fue llano, de fuerza lo aderesaron gastando sus comidas y trauajo. Y ancí no es justo que se pierda porque ci no lo beneficia se perderá para cienpre.
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