viernes, 2 de septiembre de 2016

KHIPU: ALTERNATIVA COMUNICATIVA DE TEXTOS Y CIFRAS.





Roque Ramírez Cueva.


En la parte uno obviamos mencionar –no correspondía- que la idea de proponer al Khipu como una forma  alternativa de cumplir los mismos usos y funciones de la escritura ha tenido sus pioneros. Cuando en anteriores notas críticas sobre el tema, afirmamos que es el profesor V. Mazzi Huaycucho (V.M.H. en adelante) uno de los contados investigadores en proponer al khipu como un sistema comunicativo y registral, lo decíamos desde la experiencia peruana y de los peruanos. La misma y vasta referencia bibliográfica dada por el propio V.M.H. en su libro nos da una idea de los muchos investigadores comprometidos en el estudio del Khipu. Por no ser de interés de la presente sólo aludiremos a unos.
Así, Williams Burns, indagador inglés, mientras trataba de demostrar en Perú el hallazgo de una escritura de signos geométricos usada en tiempo de los Inka, iba constituyendo su ensayo “Decodificación de Quipus”, o sea ya trataba de averiguar qué datos guardaban. Y desde la Universidad de Harvard otros dos investigadores norteamericanos, Gary Urton y Carrie Brezine, concluían que los Inka tenían control administrativo sobre el proceso de la producción y sabían de las diferentes ocupaciones de todos los trabajadores a su cargo para lo cual se apoyaron en los khipu.(1)

La web, o revista digital, Khipu Database Project, vocero del proyecto del mismo nombre y dirigida por la Fundación Nacional de Ciencia y la Universidad de Harvard, en la ventana on line “What is a Khipu?”(2) menciona a otros investigadores, entre ellos Locke, a los esposos Ascher y, al ya mencionado, Urton. Leamos:
 “Leland Locke (…) was the first to show that the knots had numerical significance. The Inkas used a decimal system of counting. Numbers of varying magnitude could be indicated by knot type and the position of the knot on its cord. Beginning in the 1970’s, Marcia and Robert Ascher conducted invaluable research into the numeric significance of khipu, and developed a system of recording khipu details which is still in wide use today among khipu researchers. More recently, researchers such as Gary Urton have recognized the depth of information contained in non-numeric, structural elements of khipu.”
No tengo el dato comparativo necesario para concordar si Locke fue el primero en demostrar que los nudos del khipu tenían significado numérico, pero es muy interesante informarse que los Ascher por 1970 desarrollaron un sistema de grabación (registro) de datos del khipu muy útil a investigadores de la materia. Gary Urton, por su parte, ha reconocido la profundidad de la información contenida en los elementos estructurales no numéricos del khipu. Es decir, ya se permitía deducir que hay información más que solamente numérica en los khipu. Gary Urton(3) en sus indagaciones hechas en base a los khipu hallados en el sitio de Puruchuco (Vitarte, Lima) puntualiza que la data registrada o incorporada en los khipu tenía movilidad muy dinámica al intercambiarse entre los funcionarios de alto y bajo nivel en el sistema administrativo de los Inka.

 Sin embargo, para Urton aún no puede develarse con claridad la funcionalidad del khipu, por eso termina preguntándose, en ese mismo ensayo publicado en Science, “How did the khipu-keepers of the Inka administrative system record the identities of objects—people, animals, produce, manufactured goods, etc.—in the three-dimensional forms of their knotted-string records? ¿Cómo hicieron los Khipucamayuq del sistema administrativo del Inka para grabar las identidades de objetos personales, de animales, de lo producido y bienes manufacturados, etc., en las formas tridimensionales de sus registros en cuerdas anudadas? Aquí, acotamos que ya en el 2005 Urton se está refiriendo a los Khipu como una forma tridimensional de registros, en la nota de comentario al libro Inkas y Filósofos de Mazzi se dijo que Flores Quelopana los llama una escritura tridimensional.

Entonces, volviendo a la línea de nuestro comentario, ante estas y otras dudas e interrogantes V. Mazzi H. justamente propone sí o sí que los Khipu son –ya se dijo atrás- la alternativa comunicativa de cifras y textos que los Inka emplearon en lugar de la escritura alfabética o de ideogramas; también fundamenta la diversa funcionalidad que el Inka Pachacuti le dio al khipu, y hay solidez en dar evidencias al discurrir acerca de un khipu de tipo narrativo que registra relatos, historias, biografías, e incluso pensamientos reflexivos.

De esta manera, los abundantes testimonios de crónicas presentados por V.M.H. en su libro Inkas y Filósofos significan una fuente que sustenta con validez los argumentos de sus proposiciones. Sigamos leyendo lo que nos dicen tales cronistas. Siguiendo con Joseph de Acosta (citado por Mazzi) da fe: “Es increíble lo que en este modo alcanzaron, porque cuanto los libros pueden decir de historias, y leyes y ceremonias, y cuentas de negocios, todo eso suplen los khipus tan puntualmente, que admira”

El cronista Martín de Murúa menciona las funciones importantes del Khipu, y las dimensiones que, en calidad de sistema comunicativo, alcanzó esta invención tawantisuyana genial. Murúa escribió, “Todos cuanto refieren cosas deste reino lo ha alcanzado y sabido por este medio, único y solo de entender los secretos y antigüedades deste reino…”. Y hablando de lo antiguo, el khipu no registraba únicamente el presente , además contiene información que registró sucesos y asuntos del pasado, desde los tiempos tempranos del surgimiento del Tawantisuyu. Murúa, agrega: “…los casos sucedidos en infinidad de años [antiguos] los referían los indios, que los tenían por oficio, tan puntual y distintamente que los mejores y más diestros lectores de nuestras escrituras  no se les aventajaran en el decirlos, en señalar los tiempos [épocas] y ocasiones, las personas, edades y circunstancias que en ellos concurrieron, cosa maravillosa [su capacidad de registrar información] y [es] de tener estima en una gente ignorante, y tenida en nuestras provincias [opinión de invasores] por inculta y bárbara”. (corchetes nuestros).

Murúa se refiere al papel vital de los khipucamayuq y lo compara con mejores escritores-lectores hispanos, los cuales no serían menos entre unos y otros. A Murúa le sorprende que tan elevada cualidad la puedan tener dichos indios khipucamayuq, si se consideraba que en tiempo de los Inka no tenían escritura similar al alfabeto, aparte de considerarlos ignorantes por no ser cristianos. En todo caso Murúa no percibe que ambos sectores sociales (invasor y ancestros) ignoraban los logros que habían alcanzado las dos sociedades, tawantisuyana y española, cada una en su ámbito y perspectiva cultural. Pero en qué nos adelantaban los europeos, tal vez en disponer de inventos que no eran suyos sino de sus conquistadores los árabes, ciencias y tecnologías eran de los fieles de Alá. En cambio, nosotros dominamos la hidráulica con más dominio de sus postulados geométricos y físicos que de sus elementos de tecnología de los que no se disponía tanto.

Khipu sin anudar. Museo de Sitio Arica. 

No obstante Murúa amplía testimonios acerca de las dimensiones funcionales del khipu como registro contable y como texto narrativo, su diversidad referida a varias áreas del conocimiento, a múltiples tareas administrativas. En realidad Murúa y los otros cronistas, con sus testimonios, preservaron la memoria de su crónica, y la otra memoria contenida en nuestras cuerdas anudadas:
“Por estos nudos contaban las sucesiones de los tiempos y cuando reinó cada Inka, los hijos que tuvo, si fue bueno o malo, valiente o cobarde, con quién fue casado, que tierras conquistó, los edificios que labró, el servicio y riqueza que tuvo, cuántos años vivió, donde murió, a qué fue aficionado; todo en fin lo que los libros nos enseñan y muestran se sacaba de allí [los khipu], y así todo lo que en este libro se refiere del origen, principio, sucesión, guerras, conquistas, destrucciones, castigos, edificios, gobierno, policía, tratos, vestidos, comidas, autoridad, gastos y riquezas, de los Yngas, todo sale de allí [khipu].” (Corchetes nuestros).
Hasta aquí, es evidente y queda claro que el khipu fue un sistema comunicativo y registral en el que se preservó datos contables y, lo más importante, se guardó información de tipo descriptiva, expositiva y narrativa. Existe un tipo de khipu que Mazzi denomina narrativo-ritual se utilizó hasta comienzos del estado colonial, después de concluida la conquista. Ello nos infiere que también registraron temas culturales y religiosos, incluso de reflexión filosófica, muy importantes para la evolución de las sociedades. Sin embargo, se le proscribió.

Bartra, citado por V.M.H., transcribe una directiva dada por el Tercer Concilio Limense, con el fin que se destruyan estos khipu porque contenían asuntos del demonio, supersticiones. Sin quererlo, se enfatiza en que los Khipu guardaban información no sólo de contabilidad, sino asuntos culturales y de su religiosidad, aparte de que se les concebía de similar parecido a la función de los libros, pero en otro soporte, de cuerdas. No obstante contra lo dispuesto por la Iglesia Católica, intolerante ante las manifestaciones religiosas en el Tawantisuyu, nosotros hoy debemos interpretar tales asuntos desde otra visión, allí donde se lee “superstición” “cosas del demonio” “ceremonias y culturas maléficas”, debemos entenderlas como ceremonias y rituales de religiosidad andina. Bartra, escribió:
“y porque en lugar de libros lo indios han usado y usan como registros hechos de diferentes hilos que ellos llaman khipus, y con esto conservan la memoria de su antigua superstición y ritos ceremonias y costumbres perversas, procuren con diligencia los obispos que todos los memoriales o khipus que sirven para su superstición, se les quiten totalmente a los indios”.
El testimonio es claro, los saberes, pareceres e ideas sobre las cosas de la religiosidad en el Tawantisuyo es otro tema de información que se ha registrado en los khipu. Esto lo entendían así, no cualquier persona del estado colonial, sino un conjunto de doctos obispos reunidos en Concilio. Los Obispos no tenían dudas que el instrumento que reemplazaba al libro, fue el khipu. Y como en todas las sociedades a los libros se les cuidó pero también quemó. Igual pasó con los khipu se confiscaron, otras veces destruyeron como consecuencia de guerras fratricidas, y por el desenlace de la invasión europea por lo cual los últimos Inka destruyeron miles de khipu con tal que el enemigo no se enterara cómo funcionaba y estaba constituida la sociedad tawantisuyana.

Y, volviendo a las huellas que nos mostraban el asomo evidente de un sistema comunicativo diferente a la escritura, se entiende que este es otro rastro que no se supo interpretar. ¿Por qué los obispos del Concilio decretaron la eliminación de los khipus, si eran simples instrumentos de cuerdas? ¿Por qué la destrucción de los nudos y cuerdas, también fue ordenada por los capitanes y sucesores del Inka Atawualpa? ¿Lo harían por qué sólo conservaban información numérica? Obviamente no.

Los capitanes Quisquis y Calcuchimac(5) ordenan en el Cusco la quema de miles de khipu, cuando tomaron prisionero a Huascar, para que no se contaran las hazañas y vidas de todos los anteriores Inka y sólo se preservara la existencia de Atahualpa y la leyenda que, imaginaron, empezaría con él. Y los obispos del Concilio Limense, lo hicieron porque el khipu contenía información de la religiosidad y de la función de los waka. Por tanto, todo indica que hubo sucesos históricos y manifestaciones religiosas contenidos en los khipu. 

Notas Bibliográficas:
(1)       http://pueblosoriginarios.com/sur/andina/inca/quipu.html .- El ciber diario Pueblos Originarios documenta su información desde el link, http://khipukamayuq.fas.harvard.edu/espanol/index_sp.html


(3)       REVISTA Science,  12 Aug 2005: Vol. 309, Issue 5737, pp. 1065-1067.
(4)       Mazzi Huaycucho, Víctor. Inkas y Filósofos. Lima, edición de autor. 2016.

(5)       Valcárcel, Luis Eduardo. Historia del Perú Antiguo. Lima. Tomo III. Religión, Magia Mito Juego. Editorial Universitaria S.A. 1964.

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