COMENTARIO a documental
Leído el miércoles 2 de agosto, en la 27° Feria Internacional
del Libro de Lima
Dirección: Roberto Aldave Palacios. Guion: Donald Jaimes
Zubieta
Agradezco a Roberto Aldave por invitarme a comentar este
documental que educa y reconoce el valor del poeta más universal del Perú.
Es necesario felicitar a la Cámara Peruana del Libro organizador
de esta 27 Feria Internacional del Libro, denominada “Universo Vallejo”, reconociendo
a nuestro vate universal, acusado injustamente del incendio una hacienda en
Huamachuco, tuvo que emigrar forzosamente a Europa ya contando con dos
importantes publicaciones en poesía: Los Heraldos negros (1919) y Trilce
(1922).
El guion de este
importante documental nos conduce a un recorrido sobre lo que significa Vallejo
para nuevas generaciones de escritores, de la vigencia de su poesía y
actualidad política, a pesar del tiempo transcurrido. La edición de su obra
póstuma es una deuda de gratitud que le debemos a Georgette Philpart, su viuda.
Digo deuda, porque ella preservó y defendió celosamente los escritos vallejianos,
a pesar que muchos editores le regateaban los derechos y sus regalías.
Dicho esto, realizaré un breve comentario en relación con el
documental realizado por Roberto Aldave.
El guion escrito por Donald Jaimes nos muestra selectividad
de áreas temáticas, que brindan un panorama de la obra y militancia de César Vallejo
en 45 minutos.
La vida y obra de César Vallejo no deben concebirse como
opuestos y contradictorios, su compromiso político destaca en su obra
literaria. La militancia política de Vallejo resulta un tema espinoso, se le
sitúa como neutral y aséptico al compromiso político de su época. Recuérdese su
intervención durante el Congreso de escritores antifascistas (Valencia, 1937),
o sus ensayos El arte y la revolución, Rusia en 1931, su novela El
Tungsteno o su universal Poemas Humanos. César Vallejo es el
escritor peruano más universal y representativo de la letras peruanas.
El debate entre “poesía pura” y “poesía social” en la
llamada “generación del 50” de escritores en Perú planteó dos opciones:
compromiso social o “apoliticismo” de las letras. Adoptar un compromiso entre
una y otra opción que un escritor asume con su creación requiere absolver la
interrogante: ¿Para quién escribes? Quienes adhirieron la tesis “purista” de
las letras, optaron por construir un universo estético que edificó instalando
fronteras alejados de la conmoción social que les rodeó. En el Perú, hace más
de 50 años, quienes reivindicaban y adscribían la poesía de Vallejo se les
rechazaba y se les miraba con la lupa de la suspicacia, por la opción que
representó nuestro vate. Los tiempos cambian y ahora el reconocimiento de su
obra reconoce con justicia a nuestro poeta.
Víctor Mazzi Trujillo ―mi padre―
fundador del Grupo Intelectual Primero de Mayo, conjuntamente con Leoncio Bueno
Barrantes, Víctor Ladera Prieto ―recientemente
fallecido―, José
Guerra García y Carlos Loayza Gómez desde 1956 difundían la poesía de Vallejo,
a pesar del silenciamiento del circuito oficial de la cultura, que miraba a
Vallejo con mucha distancia. Mi padre en su libro Poesía proletaria del Perú
(1976) situó a Vallejo como uno de los cursores de la poesía proletaria peruana,
destacó al “genial y extraordinario poeta del proletariado mundial”, que desde Los
heraldos negros (1918) y Trilce (1922) inicia su identificación con
los explotados y sufrientes trabajadores de la ciudad y el campo, cuya causa
defenderá con su militancia agonal y revolucionaria”. Mazzi Trujillo solía evocar
en el poema Los desgraciados, la acción diaria del compromiso con la
creación poética: “Ya va a venir el día, ponte el cuerpo”.
El documental de Aldave muestra las facetas variadas del
vate, desde su natal Huamachuco, pasando por su estancia en la Universidad de
Trujillo o su residencia en París. Sin embargo, por razones de tiempo, el
documental no enfoca la construcción de su novela El tungsteno, de su
cuento Paco Yunque, que nos muestra su percepción sobre el acoso y violencia
racista en la escuela, de sus reportajes publicados en Rusia en 1931 o
sus pensamientos estéticos publicados en El arte y la revolución.
Es importante el manejo de las imágenes inéditas que Roberto
Aldave ha sabido aprovechar adecuadamente, en este caso de los archivos que se
encontró sobre su participación en el Congreso antifascista en Valencia en 1937,
durante la guerra civil española. Es César Vallejo quien adhiere a las concepciones
de la nueva humanidad, tal como enfatiza Ricardo Gonzales Vigil, en su
comentario sobre la obra del vate de los proletarios.
El guion actualiza una condición vaticinadora de su poesía,
que cobra actualidad. Si bien hemos sobrevivido a una de las pandemias más
mortales en la historia universal, que asoló con intensidad e instaló el dolor
en la humanidad, el documental nos trae a rememorar el poema Los nueve
monstruos: “Jamás, señor ministro de Salud, fue la salud más mortal”, la
actualidad vallejiana, no solo se circunscribe al goce estético, sino, sobre
todo, el compromiso con un ideal y una militancia en favor de la humanidad,
requiere que las letras represen una esperanza tal cercana a la utopía. Para Vallejo,
ser peruanos y universales, implica adoptar alguna utopía, la que permita
alcanzar justicia social, en sus palabras:
Proletario que mueres de universo, ¡en que frenética armonía
acabará tu grandeza, tu miseria, tu vorágine impelente
tu violencia metódica, tu caos teórico y práctico, tu gana
dantesca, españolísima de amar, aunque sea a traición
Perú al pie del orbe, yo me adhiero.
Muchas
gracias.
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