jueves, 26 de marzo de 2020

PANDEMIA


a reciente propagación del coronavirus (Covid 19) desde Whuan, China, a Europa y América ha causado una serie de medidas restrictivas para evitar su veloz propagación ante los cuadros de devastación que vienen ocurriendo en diferentes países.

Víctor Mazzi Huaycucho

¿Virus de laboratorio?

La velocidad de replicación del coronavirus ha llevado a una pregunta crucial: es una mutación natural o fue creado para atacar una economía emergente. La respuesta está en el estudio del virus mismo. Muchos articulistas justifican que no es un producto de laboratorio aseguran que el esqueleto de su “estructura” no presenta manipulación biotecnológica, aunque no se muestra ningún estudio científico al respecto, solo tenemos conjeturas del "podría haber sido", aun no se ha explicado como "salto desde el consumo de especies exóticas al ser humano". La segunda hipótesis es plausible en la medida que se han detectado ensayos de guerra bacteriológica y se ha acallado informes científicos que han dado cuenta que determinados laboratorios de corporaciones farmacéuticas elaboraron virus y los propagaron para “dinamizar la economía” de sus ganancias.(1)

Si alguien tomó la funesta decisión de insertarlo y propagarlo en China, la velocidad de la dispersión viral ya lo alcanzó y deberá tomar medidas económicas extremas para contrarrestarlo, caso contrario, será devorado por la pandemia misma.

La guerra del futuro no solo será movilización de tropas y armas letales, sino se basará en las estrategias de defensa para detener una difusión viral; aquí las políticas de Estado en cada país deberá potenciar la investigación científica para detener la agresión viral y bacteriológica, evitando que de forma silenciosa y elegante se asesine a millones de seres humanos. Este tipo de conflicto, por la forma de su dispersión, las fronteras no indicarán límites; una nación libre de los ataques con virus y bacterias tendrá mayor oportunidad para seguir resguardando la vida de sus habitantes y proteger su economía.

El reto para detener la propagación del Covid 19 acarrea colapso económico, hay en marcha una gran crisis mundial. Hasta encontrar los medicamentos adecuados para combatirlo, se hace necesaria la inmovilización social de toda la población para trabar la velocidad de su propagación entre la población afectada. Sin embargo, estas medidas son temporales, tarde o temprano se tendrá que levantarlas y medir nuevamente la velocidad de su propagación. Si países como Italia y España tienen alta incidencia de muertes a causa del virus, es porque no alertó inmediatamente a la población de las medidas necesarias del aislamiento sanitario, las consecuencias están a la vista: miles de muertos.

El covid 19 rompió los discursos neoliberales sobre la libertad del mercado, la ausencia del Estado como regulador de la economía. Es justamente en situaciones de crisis donde debe actuar para proteger a la población. En países donde el servicio de salud está regido en seguros privados, esta solo ha traído  desamparo y muerte. Los costos elevados que se pagan no garantizan buena salud: es el capitalismo salvaje en su máxima expresión. Una funcionaria del Fondo Monetario Internacional declaró que en Europa había muchos ancianos jubilados que generaban una “carga” en los programas económicos para su protección, clamaba que fallecieran y “liberaran” la economía. El Covid 19 parece que tuviera tal función. Clínicamente ataca a ancianos y personas con sistema inmunológico deficiente, su selectividad llama mucho la atención.

En busca de una cura

Necesitamos de la investigación científica para detener su propagación. El artículo: "La estructura cristalina de la proteasa principal del SARS-CoV-2 proporciona una base para el diseño de inhibidores mejorados de α-cetoamida" difundido por la revista Science el 20 de marzo, suscrito por un grupo de científicos, indicando que una serie de alfa-cetoamidas inhibían las principales proteasas de los coronavirus. El estudio arroja que la estructura de los cristales que permiten al virus replicarse rápidamente y expandirse a gran velocidad, los alfa-cetoamidas atacan dicha función de replicación, anulándola. Esta investigación genera confianza que se producirá el medicamento indicado para el tratamiento de pacientes infectados en un corto plazo. El artículo de la revista Science está “pegado” en nuestro muro.

En esta crisis sanitaria, los médicos cubanos llegaron a China e Italia con el fármaco Interferón Alfa 2 B, la aplicación del fármaco y sus resultados son prometedores. Tanto portadores como infectados se recuperaron rápidamente. Para evitar su propagación, introdujeron en la política sanitaria, "proteger la inmunidad del rebaño”, es decir, evitar el contacto de pacientes infectados con Covid 19, en todo su entorno social. A pesar del bloqueo norteamericano a la isla, Las brigadas cubanas ya están en otros países europeos colaborando en detener la pandemia.

En la necesidad por detener la acelerada propagación del Covid 19, el médico francés Didier Raoult viene tratando casos de pacientes infectados, con un medicamento que se receta contra el paludismo: cloroquina. Aunque se critica que no superó los protocolos médicos para determinar sus efectos secundarios(2), su prescripción -afirma Raoult- es favorable en pacientes infectados, quienes aceptaron voluntariamente dicho medicamento. Sin embargo, la industria farmacéutica ve con poco agrado sus resultados, el fármaco es de bajo costo y precio.

¿Es la cloroquina un medicamento eficaz para tratar pacientes con coronavirus? ¿Cuáles son
sus efectos secundarios?
Detrás de la pandemia hay grandes negocios: El FMI ha declarado que “ayudará” a las “economías emergentes” con fabulosos préstamos y grandes intereses que recogerá luego que pase la crisis. Las grandes corporaciones farmacéuticas esperan patentar el medicamento para ofrecerlo a precios ventajosos para generarle muchas ganancias.(3)

Con la pandemia, el pavor y el miedo "dinamiza" el mercado. Tan pronto anunciadas las medidas sanitarias como la inmovilización social, se produjo histeria colectiva en cada país, por la desesperación de la población por adquirir jabón líquido, alcohol en gel, papel higiénico entre otras cosas, se especuló con el precio de dichos productos, ante el desconocimiento que atacar el virus conlleva a medidas sanitarias más precisas. La población empobrecida no tiene como sobrevivir ante las medidas de "inmovilización social", la economía del día a día se esfumó, sobrevivir no es una opción, es una cuestión vital que tienen que afrontar, para no ser consumidos por el letal virus y la economía del capitalismo.

En días de propagación del coronavirus todo Estado debe proteger y potenciar sus centros de investigación científica, las universidades. Por muchos años se les ha regateado fondos económicos para su desarrollo. A los científicos y médicos se les trata como ínfimos mecanismos de un engranaje que atropella los derechos más elementales de la población. Ahora es tiempo de pensar también en la propagación del conocimiento y las vías para contrarrestar la pandemia.

Chosica, 25 de marzo 2020.

(1).  Denuncia que circula en internet aún sin evidencia y prueba: se sospecha que el Covid 2019, fue patentado en Estados Unidos el año 2018, por tres científicos, con la inscripción: US 01 13001B2, no hemos encontrado dicha referencia.

(2).Donald Trump, hoy 29 de marzo, habló que la cloroquina es la "salvación" ante la pandemia. Las objecciones científicas siguen siendo válidas. El fármaco consumido en exceso tiene efectos secundarios y puede causar la muerte. Para lograr validación debe ser probado en grupos de experimento que permitan observar los pro y contra durante un periodo temporal que se administra.

(3). Hay referencia que The Pirbright Institute, viene investigando la vacuna del SARS Covid 2. Véase la siguiente dirección electrónica:
https://www.pirbright.ac.uk/news/2020/03/pirbright-begins-testing-new-coronavirus-vaccines-animals-help-combat-covid-19

Medicina significa negocio para las grandes corporaciones farmacéuticas. Véase el siguiente informe de la BBC de Londres:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-52101438

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